Título: Suciedad
Cantidad de Palabras: 428
Notas: Para el "Evil Plot Raven", en fandom-insano, el prompt decía así: "Algunos enemigos huelen muy mal, pero algunas veces huelen mejor que tú, se visten mejor, caminan mejor, hasta su pelo luce mejor. Y luego ¡sorpresa! Ya no eras parte de los nuestros."

Disclaimer: Por supuesto, ni Shingeki..., ni sus personajes me pertenecen.


El mundo debía ser limpio. Extremadamente limpio.

Pensando en ello, Levi creía que aunque importase bastante, no era algo inevitable. Esa clase de suciedad, la que se pegaba a la ropa y a las botas, se podía quitar ya fuera lavándola meticulosamente, raspándola con un cuchillo o de cualquier otra manera.

Había otro tipo de suciedad que no se podía quitar. Era la suciedad que estaba en lo más profundo de los seres humanos. Los corruptos, los asesinos, los ladrones, los delincuentes… Las personas como él. Levi se sentía constantemente sucio por dentro y no podía quitárselo de encima, como lo podía hacer con su ropa.

También estaba el grupo de personas que no debería tener ni una mancha, pero que en realidad estaba lleno de éstas. Ése grupo era al que Levi odiaba más. Eran personas como Erwin Smith, un hombre alto, de cabello rubio, perfectamente aseado y peinado, sus ojos eran claros y tenían una constante expresión de saberlo todo; vestía el uniforme de la Legión de la misma manera que los otros, pero a él lo hacía verse imponente, mucho más alto y más fuerte. Tal vez fuese también la forma en que caminaba, con la espalda erguida y la mirada seria.

Levi lo odiaba. Sentía ganas de darle una patada en esa estúpida y perfecta cara suya cada vez que lo veía. A pesar de eso, lo admiraba. Era algo confuso y complicado. Pero era la verdad, odiaba que fuera tan jodidamente perfecto y admiraba que fuera tan jodidamente valiente. ¿O era al revés? Y en algún momento, la admiración venció al odio y empezó a usar el uniforme de la Legión de Reconocimiento.

Esa era la parte más confusa, ¿Cómo se las había arreglado Erwin para ganarse su confianza? Levi que solamente confiaba en su muy pequeño grupo de amigos, Levi que hacía mil preguntas antes de aceptar a alguien, Levi que nunca escuchaba consejos, confió en Erwin, sin hacer preguntas lo escuchó y lo siguió. Levi se había ido con su enemigo sin saber cómo y mucho menos porqué.

— ¿Me estás escuchando, Levi?—, le preguntó Erwin, interrumpiendo sus pensamientos.
— Soy el único que se aguanta tus diarreas verbales, Erwin—, le respondió Levi y sin decir más, apresuró su paso, dejando a su comandante sólo por el pasillo donde estaban caminando.

Entonces, lo entendió. La respuesta había estado allí todo el tiempo, esperando a que Levi la encontrara, era sencillo, muy sencillo: Él había seguido a Erwin porque, al igual que él, estaba sucio, y ni siquiera la muerte podría limpiarlos.


[He hecho mi primer aporte al fandom, después de un largo tiempo de duda]