En la gran Londres, a las 7:30 a.m., sonaba el pequeño pero fuerte despertador de la líder hellsing en su gran cuarto al estilo victoriano. Esta se levanto con delicadeza y elegancia, se ducho, peino su cabello, vistió con su elegante y costoso traje. Fue hasta su oficina, donde Walter terminaba de arreglar su desayuno.
-buenos días, sir integra. Saludo el mayordomo con una leve inclinación.
-buenos días. Dijo integra mientras se sentaba en su escritorio.-gracias, por el desayuno Walter, el periódico?.
-de nada, sir integra. El periódico aun no ha llegado, supongo que habrá un poco de tardanza. Ya que hubo unos problemas.
-que problemas?. Pregunto integra bebiendo un sorbo del te.
-debido al ataque que hubo en las afueras de Londres. Estoy seguro que el informe, llegara en unos momentos. Comento Walter.
-si, entiendo. Comento integra terminando de desayunar y empezando su interminable trabajo. -Alucard regreso?.
-si, volvió un poco después de que usted se fue a dormir.
-y seras?.
-ella volvió, hace unas horas antes del amanecer con los gansos salvajes. Dijo Walter.
--
Mientras tanto, al otro lado del mundo, a las 7:45 para ser específicos, Argentina, Buenos Aires. Despertaba en un sofá, una niña de 10 años apenas cumplidos, de cabello negro y ojos azules. En una habitación que en realidad era una casa. No media más que 5 X 5 metros cuadrados, frente a ella una cama donde descansaba un hombre de edad muy avanzada. Al lado de el, una mesita de luz, que sostenía muchos francos de medicina. Y al lado del sofá, un pequeño baño que apenas alcanzaba los 2 X 1 m2. La chica despertó ya vestida, con un pantalón de gimnasia azul y una camiseta con líneas horizontales, blanco con rosa, ambas prendas lucían gastadas.
-será mejor que me levantarme. Dijo la niña con un bostezo levantándose.
-buenos días, Sofía. Dijo el anciano arrugado sentándose en la cama.
-buenos días, abuelo. Dijo la niña caminando hacia el.-el doctor dijo que no tienes que levantarte.
-pero quiero ayudarte, mi niña. Solo tienes 10 años y ya tienes que cargar conmigo. Dijo el anciano levantándose dificultosamente.-al menos, déjame ayudarte en algo.
-tu no eres una carga nono, si quieres ayudarme, me puedes preparar la merienda para mi y diego. Dijo la niña buscando y colocándose zapatillas rojas.
-perfecto, tu ahora donde vas?. Dijo el caminando hacia una cocina que se encontraba cerca de la cama.
-yo, ahora iré a ayudar en el centro comunitario. Dijo Sofía.- Allí desayunare, Abu mariano.
-muy bien. Dijo mariano mientras hacia un emparedado y colocándolo junto a un jugo de manzana, en una bolsa de papel.-aquí tienes.
-gracias, bueno ahora me iré. Volveré a eso de las 20:00.
-por que tan tarde?. Siempre vuelves a las 17:00.
-es que hoy me toca trabajar en el almacén de la señora Rodríguez.
-ahora me acuerdo. Dijo el anciano buscando algo en el cajón de la mesita de luz, allí saco una pequeña caja que se la dio a Sofía.-estuve ahorrando mucho, para esto.
-que es?. Dijo la niña confundida.
-hace un mes cuando vino el doctor, me dijo que tu vista estaba mal, tenias que usar anteojos para ver bien. Me puse a ahorrar y pude encargar y pagar unos lentes para ti.
-gracias Nono, ahora podre ver bien. Dijo la niña con una sonrisa abriendo y colocándose unas finas gafas redondas y grandes para ella.
-se que no son de las mas caras, o las mas modernas. Pero por lo menos podrás ver bien. Dijo mariano con un poco de remordimiento, por no poder comprarle algo mejor a Sofía.
-eso no importa, lo que me importa es la intención y el cariño que pusiste en ellas!. Dijo la niña abrazando al abuelo.-pero ahora me tengo que ir, sino llegare tarde.
-muy bien. Adiós, que tengas un buen día. Dijo el anciano colocando una cruz pequeña de madera en el cuello de Sofía y haciendo una cruz en su frente.-que dios te proteja.
-gracias Abu, a ti también que dios te proteja y guarde. Dijo la niña saliendo.
Esta salió a un pequeño patio, donde descansaba en un rincón una bicicleta blanca. Sofía subió en ella, y condujo por un vecindario de clase baja. Cada vez que pasaba por un lugar donde había personas, estas la saludaban diciendo…
-buenos días, Sofy.
-buenos días. Decía ella con una sonrisa.
Paro en una vecinal que tenia pegado un salón estaciono su bicicleta y entro al lugar donde había unos chicos y chicas mas pequeños que ella y dos señoras mayores. Estos la vieron con una sonrisa al llegar.
-hola Sofy!. Saludo una niña de unos 4 años con cabello castaño y ojos marrones.
-hola, María!. Dijo Sofía besando la mejilla de la niña.
Después de saludar a todos, ella y las señoras fueron hasta la cocina. Allí empezaron a preparar una cazuela muy grande con agua, le colocaron unas hierbas y allí salió te. Anunciaron que llego un camión de pan. Descargaron dichos bizcochos y los colocaron en mesas de madera, junto con cucharas de plástico y azúcar.
-bien ya esta todo. Dijo una señora regordeta con cabello anaranjado mirando a Sofía.-tu donde tienes que ir hoy?.
-yo tengo que ir a arreglar las plantas de la señora Martínez y de el farmacéutico. Más tarde iré a comprar las medicinas de mi abuelo. También iré al puerto para llevarle algo de comer a diego, y por ultimo tengo que limpiar el almacén de la señora Rodríguez. Explico Sofía y la señora quedo sorprendida.
-Sofía, eso es mucho para ti, si quieres puedo mandar a Sergio a para que compre los medicamentos de tu abuelo. Dijo la señora preocupada mirando a un adolecente de 15 años.
-no esta bien, mira ya llegaron los chicos. Dijo Sofía mirando como entraban niños y niñas dentro de los 4 y 13 años de edad. Todos llevaban una taza de plástico con una servilleta.
-si, ya puedes ir a desayunar. Dijo la señora y yendo hasta otra con cabellos blancos.
-Marta, esa niña es un pan de Dios. Comento la señora de cabellos blancos.
-todos la quieren mucho. Lastima que a su abuelo esta muy enfermo, desde los 9 que no va a la escuela, Silvia. Comento marta.
-si, pero por suerte tiene a diego que le ensaña muchas cosas. Hasta le enseño hablar en ingles. Dijo Silvia.
Después de desayunar, Sofía salió a arreglar las plantas de la señora Martínez. Más tarde ella le pago 20 pesos. Y posteriormente de arreglar las del farmacéutico, este le dio 30. De los cuales 28 tuvo que gastar para comprar las medicinas de su abuelo.
A las 12:56, Sofía andaba en bicicleta, buscando a su amigo diego en el puerto de la marina. El era uno de sus mejores amigos, un marinero de 28 años. Lo encontró acomodando unas cajas de madera, se acerco a el.
-hola, diego!. Saludo haciendo que diego pegara un salto.
-ah!, eres tu!. Mira que me pegaste un susto, Sofía. Dijo suspirando y sentándose en una caja junto a Sofía.
-toma, mi abuelo lo preparo para ti. Tú nunca te alimentas como se debe. Dijo la niña dándole una bolsa de papel.
-ah, dile que gracias. Dijo el muchacho de cabello castaño claro y ojos verdes.
-de nada, diría el. En fin, donde piensas ir esta vez?. Pregunto con curiosidad dándole un mordisco al emparedado de queso.
-no lo se. No tengo ni la más pálida idea, de donde nos enviaran. Por mi parte, deseo ir a la tierra de las oportunidades.
-donde queda eso?.
-es estados unidos. El país donde puedes conseguir todo. Dijo con aire de soñador.-donde tu vida puede cambiar de un día para el otro. Y casi siempre para mejor.
-wow, eso suena genial. Me gustaría ir contigo y el nono. Dijo Sofía pensando en su abuelo.
Así después de un rato charlando, Sofía volvía a su vecindario. Fue hasta un gran almacén, donde trabajaba limpiando y ayudando a la gente.
-niña tonta!. Regaño una mujer gorda con pelo negro y ojos del mismo color.-llegas tarde!.
-perdón, señora Rodríguez. Se disculpo Sofía.- es que me tomo tiempo volver del puerto, había muchos autos.
-eso no importa!. Anda y limpia los pisos, los estantes y todo el almacén. Ahora!. Ordeno la señora Rodríguez y Sofía fue corriendo.
Después de limpiar todo y que la señora le diera su paga de $50. Por todo el trabajo de tres semanas. Sofía volvía a su casa, al llegar se asusto mucho. Había una ambulancia y muchas personas reunidas, rompió en llanto al ver que su abuelo era metido en una bolsa de plástico negra. Corrió hacia el.
-abuelito!. Decía aferrándose al cuerpo sin vida de su abuelo.-no me dejes sola!.
-Sofía, no hay nada que podamos hacer. Dijo Silvia detrás de ella.-mi niña, tu abuelo quería descansar.
-pero Silvia!. Primero mi abuelita y ahora mi abuelo!. Dijo la niña con lágrimas ocultando su rostro en el pecho de Silvia empapándolo de ellas.
--
En la casa hellsing, integra terminaba de cenar, algo la tenia inquieta, sintió un vacio. Ni siquiera podía mantener el rostro ni la mirada serios, no sabia el porque. Fue a su oficina donde estaban Walter y Alucard. Ella se sentó y su mirada quedo perdida en sus pensamientos.
-integra que te sucede?. Pregunto Alucard.
Integra no le respondió.
-ama, integra. Repitió Alucard con un poco de impaciencia.
Ninguna respuesta, ella tenia la mirada perdida en el infinito. Tenía las piernas cruzadas y su brazo en el costado del asiento con su puño sosteniendo una de sus mejillas.
-INTEGRA. Dijo Alucard con más impaciencia.
-sir integra. Dijo Walter en voz alta.
-señorita. Repitió.
-señora integra. Repitió Walter, el y Alucard se miraron, el mayordomo tomo una practica que no utilizaba desde que sir Arthur se casara y tuviera a integra.
Tomo de su mano derecha, su dedo índice con el meñique y los llevo a sus labios. Tomo aire y soplo, un fuerte chillido agudo, que resonó por toda la mansión, Alucard estaba a punto de golpear a Walter, ya que no soportaba tal sonido. Pero se limito a observar divertido a integra, esta al oír el silbido, despertó de sus pensamientos, aunque no de la forma que ella hubiera deseado. Dio un grito y sin darse cuenta, cayo de espaldas con silla y todo al suelo. Se levanto sonrojada casi al instante, se acomodo su traje y miro a los hombres.
-por que hicieron ese maldito silbido?. Pregunto un poco molesta.
-hace 15 min, que estamos esperando a que te despertaras. Dijo Alucard burlón.
-por eso aplique, una técnica que usaba con su padre. Comento Walter divertido.
-esta bien. Dijo integra aun un poco molesta.-que querías Alucard?.
-el objetivo fue silenciado.-dijo Alucard levantándose y desapareciendo en las sombras.-me voy a cenar.
-esta bien. Dijo integra.
Walter levanto la silla de integra y esta se sentó. Comenzó a ordenar sus papeles como siempre con ayuda del mayordomo, aunque en un rincón de su mente aun seguía divagando.
-sir integra, le sucede algo?. Pregunto Walter poniendo unos papeles en un folder.
-algo no esta bien. Dijo integra.
-que cosa, sir?.
-no lo se, como que dentro de poco algo pasara. En fin, no importa solo debe ser un presentimiento sin importancia.
--
Ya había pasado 5 semanas desde la muerte del abuelo de Sofía. En ese corto tiempo, ella estaba por ser trasladada hacia un orfanato. No quería ir a ese lugar, ahora se encontraba en el puerto después de despedir a diego, que partió hacia estados unidos.
-no quiero ir al un orfanato, abuelo por que me dejaste?. Murmuro la niña sentada en una caja de madera.
Lagrimas empezaron a brotar de su rostro, levanto la mirada y vio un papel que le llamo la atención. Camino el corto trayecto hacia el, lo miro muy curiosa y le dio una idea. Este papel tenia escrito, ''venga a nueva york, en la tierra de las oportunidades. Estados unidos''. Sofía le intereso mucho ese volante.
-un momento, puedo tomar un barco hasta ahí. Y así podre, encontrar y viajar con diego!. Es un plan perfecto!. Dijo para si misma.
Tomo su bicicleta y fue hasta su casa, cuando llego estaban dos de sus amigos, María y su hermano de 6 años, Claudio. Estaban sentados en la puerta de la casa, cuando la vieron le sonrieron y ella devolvió la sonrisa.
-hola, chicos!. Saludo Sofía bajando de su bicicleta.
-hola, Sofía!. Que haces?. Preguntaron los niños.
-vengan, tengo un plan. Dijo estacionando su bici y abriendo la puerta para que los niños entraran.
-que plan?. Pregunto Claudio.
-bueno, mañana vendrán por mi los del orfanato, y no quiero ir. Así que hoy me colare en un barco, hacia estados unidos. Dijo cargando una mochila pequeña con una lata de arvejas con un abrelatas.
-hasta allá?. Pregunto María.-ya entiendo!. Allí podrás estar con diego y conocerás muchos lugares.
-si, además podre viajar. Y no iré al orfanato.
-cuando te vas?.
-hoy, solo vine a buscar un poco de comida, mi ropa y mis ahorros.
-wow, que bueno. Nosotros nos vamos se hace muy tarde. Dijo Claudio tomando la mano de su hermana.
-esta bien, pero prométanme algo.
-que?. Dijo María.
-no se lo digan a nadie. Ni siquiera a Sergio. Dijo Sofía.
-si, lo prometemos!. Dijeron a dúo.
Estos se despidieron, y la niña metió en su mochila. Las 4 mudas de ropa que tenía, un álbum de fotografías, y $150 pesos que ahorraba. Ya eran las 20:00 y Sofía buscaba un mapa en el puerto.
-niña, quieres un horario de los barcos?. Pregunto un anciano acercándose a ella.
-que?, si seguro. Cuando me costaría?. Pregunto Sofía.
-solo $15. Dijo el anciano arrugado como una pasa.
-bueno, gracias. Dijo la niña dándole el dinero y tomando dicho horario.
Esta se fue hasta un barco grande.-bueno, aquí dice que el barco hacia estados unidos sale en 15 min. Tengo que buscar la cosa de cargas, ahí me meteré y esperare a llegar a nueva york. Pensó la niña mientras caminaba por allí y por allá.
Subió sin que nadie la viera con su bicicleta, hasta parar en una bodega. Allí había un marinero joven de unos 26 años, este la vio un poco preocupado. Para su suerte el barco ya había zarpado hacer 30 min.
-oye, que haces aquí?. Pregunto el tipo.
-por favor no me acuse!. Dijo Sofía desesperada.
-no te acusare, yo también estoy de colado aquí.
-que bueno. Dijo con un suspiro.-y tu que haces aquí?.
-trato de probar que puedo, ser todo un marino. Dijo el tipo sentándose junto a Sofía.-y tu?.
-yo voy a buscar a un amigo. Diego, de paso iré a la tierra de las oportunidades.
-la tierra de las oportunidades, pero eso es en estados unidos.
-si, por eso tome este barco para ir allí.
-pero este barco, no va a estados unidos.
-QUE?!. Dijo Sofía sorprendida abriendo excesivamente sus ojos.-ENTONCES DONDE VAMOS?!.
-vamos a Inglaterra. Dijo el tipo.
-¡¡ME EQUIVOQUE DE BARCO!!.
--
Mientras tanto, Alucard, estaba en los sótanos de la mansión hellsing.
-que extraño presentimiento. Murmuro a lo bajo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Bueno no tengo mucho que decir, solo hasta pronto!.
