-¿Tú y tus babosas desafían a Munch a un duelo?- preguntó intimidantemente el matón.

-Si te vas de esta caverna y nunca regresas cuando te gane, entonces sí, te reto a un duelo.- respondió el Shane de la misma manera.

-Ah, ¿Eli?- llamó la pelirroja antes de que hiciera algo peor.

-Ahora no, Trixie, lo estoy desafiando.- la ignoró Eli. Pero el golpe de un tubo de babosas a su nuca lo hizo escuchar.- Auch...

-¡Corte! Shannon, no tan fuerte. No queremos volverlo menso. ¿Qué acaso no ves que ya por si solo lo está.

-Si. ¡Hey!- reclamó Samuelo con una mano en su cabeza.

-Lo siento.

-Que agresiva.- susurró el actor.


-Ja, ja, ja, ja. Estás en el lodo.- se acercó burlando Munch al ver el muchacho derrotado.

-Si, y tú estás justo donde yo quiero.- respondió él- Dale, destello, con toda tu fuerza.- La babosa fósforo impactó al oponente de su lanzador, quién de inmediato comenzó a ver estrellas por doquier.- Bueno, creo que eso es todo.- dijo Eli tomandola de vuelta. Luego se quedó allí de pie.- Ehm...

-¡Corte!- dijo el señor Fipke.- Oye, se supone que es ahora cuando tú lo atacas de nuevo.- mencionó al gigante. Pero este parecía no oirlo por jugar con las luces imaginarias.

-Bien, tal vez exageramos un poco con la fuerza.- dijo Samuel.


El torpe gemelo buscó a su alrededor el bolso rojo en el que se hallaban las babosas que buscaban. Finalmente lo halló a su lado.

-Ríndanse, babosas.- exclamó inspeccionándolo luego de arrebatárselo a su dueña, quien como reflejo plantó una buena bofetada en su rostro.

-¡Corte!- dijo el director.- No se que será lo más peligroso en este set: los flajelos o las mujeres.


-¡Corre, hermano! ¡Retirada!- Los maleantes huyeron despavoridos del sabueso de babosas que ahora los perseguía. En la Meca-Mamut que manejaban, un quinteto de babosas miraban confusas los controles, mientras el enorme vehículo se acercaba cada vez más a la cámara. Y más, y más, y más, y...

-¡Corte! ¡CORTE!- El director no lo pensó más para saltar de suu silla antes de ser aplastado por le meca.- ¡Corran!

-¡Alguien que detenga esa cosa!- gritó una chica.

-¡Las babosas! ¡Las babosas son lo más peligroso!

-Dejen conducir a las babosas, decías. Será una gran toma, decías.- le reclamó camarógrafo al señor Fipke.

Eso es todo por hoy. Esta chica se va a dormir.

Y en caso de que Asaph Fipke llegue a leer esto, jeje, pues, no se enoje conmigo. Tan solo es comedia.