Ese sentimiento que corría por tu sangre


DBZ y Sus personajes pertenecen a Akira Toriyama y a nadie más, yo soy una fan.


No era lo mismo ese momento que lo que fue hace más de 20 años. Eso era poco. Comparado de lo que fue hace más de 50.

Las luces de los faroles realmente no ayudaban en nada más aparte de lograr que la noche se viera abandonada. Los niños felices daban miedo y los de miradas caídas también.

En un sombrío callejón, una rubia como el sol que no había aparecido últimamente… y que en adelante era dudoso que lo hiciera, tenía una llama de fuego acercándose a una vela en mala posición. Apuntaba hacia cierto pelinegro.

Había pasado tanto tiempo… el tiempo suficiente.

Ese en donde existían Freezer y Gero, el terror individual de cada quien. El tiempo donde uno era el esclavo, juguete de trapo con una caja de hilos al lado para cada hora… el miedo…el no poder… la soledad… la dureza.

Y donde la otra era perseguida por el destino, llamado "androide", sus padres…el dinero…la maldad…las personas…sobrevivir… mayor.

Su pregunta era "¿Dónde están todos?" "¿Cuándo acabará esto?" y la de la chica que tenía en frente suyo… "¿Quién es?" "¡¿Por qué debo matarlo?! No sé, pero lo haré, porque gracias a el mi vida es mierda, gracias a él estoy aquí."

Gracias a él, la sangre había tocado muchas veces sus ojos bajando hasta la boca, el metal también, las miradas, el desprecio, ¿Ella? Ella era un "robot", por su culpa. Él nunca lo superaba, lo intentaba, estalló a montones las MG, destrozaba las máquinas construidas por la heredera de la Corporación Cápsula hasta que no quedaran ni los tornillos, iba y volvía, sintiendo las capas de la tierra dentro de aluminios y el piso volviéndose a levantar, y a seguir muriendo.

Levantó la mirada, ese enorme silencio incómodo, ya habían muerto, ellos, los que hicieron que no se sintieran un desprecio extraterrestre.

-No estás solo.

-Así nací, así estuve toda mi infancia, adolescencia, así moriré sin revivir.

-Eres más sufrido que yo –pronunció-

-Tú no eres sufrida.

-Pensé que me conocías, yo si vi como me hacían una chatarra.

-No eres una chatarra.

-Hace años lo era, hace años yo era una inútil muñeca construida con sobras de la basura ¿No?

Su cabeza se apegaba cada vez más a las rocas diminutas que causaban tan exagerado daño, no físico, emocional, y más de rabia, al saber que esa montaña le impedía seguir huyendo de lo que no quería ni debía enfrentar, pero lo hizo de todos modos.

_Yo también. Y te odiaba tanto que decírtelo iría en contra mío, sería mi misma trampa.

_Lo entendí.

_"Te entendí"

Y observaba lentamente como ese ser tan superior a él lo insultaba, humillaba, maltrataba, sin el poder hacer nada, sin que a su alrededor pudieran hacer algo, quien se opusiera tendría el honor de ser el tiempo gastado del soberano, y experimentar cada ataque de él con lentitud, silenciosamente su gritona muerte.

_ Gracias, y hace tiempo quería terminar con esto

_ Y mi acto fue el último

_ No lo había entendido hasta ahora

¿Era posible que estuviera ahí, sin odio, expulsando su rabia y dolor que se convirtió en felicidad, que su infancia fuera infinita y su adultez de 5 minutos, hablando por telepatía inexistente, pensando y el otro ya sabiendo la respuesta, con la persona que tanto odió hasta ese instante, con palabras, no mente? el último amor que se escondió y nunca apareció, la ultima apreciación que siempre estuvo ahí, el ultimo valor con miedo, el ultimo alivio, que nunca alrededor de su vida experimentó.

Fin.


Buen día.