JUGANDO CON FUEGO
Capítulo 1
Nota: Los personajes aquí descritos pertenecen a Kyoko Mizuki / Yumiko Igarashi.
La historia si es mía y espero les agrade.
Son las 10 de la mañana en la ciudad de Chicago, estoy esperando ansiosa el regreso de mi mejor amigo Albert, hace más de 4 años que se fue a terminar su especialidad como medico veterinario zootecnista a Londres, me mando un mensaje por el chat pidiéndome que viniera a recibirlo, para inmediatamente partir hacia Lakewood, mi novio Terry vino de mala gana a acompañarme, la verdad es que ellos nunca se han llevado bien, Terry dice que Albert es un presumido pero eso no es cierto los tres nos conocemos desde niños, pero a diferencia de Terry, Albert siempre ha sido mi confidente y mi mejor amigo.
Miro el reloj que esta en la pared y ya son las 10:30 Terry me pregunta bastante irritado –
- ¿Estas segura de que ese presumido llegara hoy?
- Terry, Albert no es ningún presumido y si llegara el día de hoy, tal vez surgió algún inconveniente y por eso el vuelo esta retrasado
- ¿sabes que? Voy a salir un momento a fumar
- Sabes que me choca que fumes, pero con tan de que te tranquilices lo prefiero anda ve.
Lo mire dirigirse hacía la salida, la verdad en muchas ocasiones me he preguntado porque acepte ser novia de Terry, realmente no teníamos nada en común, el odia los animales mientras yo los amo, seguido discutimos por que yo insisto en llevar todas la tardes a pasear a mi perrita al parque, es una preciosa french poodle blanca como la nieve y de ojos juguetones, Albert me la regalo cuando era una hermosa cachorrita y ambos estuvimos de acuerdo en llamarla snowball porque efectivamente eso parecía una hermosa bola de nieve, Terry dice que es un nombre ridículo para un perro, pero a mi no me importa, además me molesta mucho el que Terry insinué que Albert es gay, no es que yo sea homofóbica ni nada por el estilo me considero una persona respetuosa, pero yo estaba segura de las preferencias sexuales de Albert porque entre nosotros no había secretos.
Finalmente el vuelo llego y busque desesperada a Albert entre la gente pero no lo vi, no se porque me sentí tan desilusionada estuve a punto de soltar las lagrimas cuanto de repente sentí que unos fuertes brazos me rodeaban por la cintura y me susurraron al oído –
Hola hermosa, vengo a raptarte.
Mi corazón dio un vuelco y me volteo con algo de trabajo y miro detenidamente al hombre que me esta abrazando, es Albert pero esta muy cambiado, lo veo mucho mas atlético como si hubiera estado haciendo mas ejercicio, también lleva el cabello corto y sus preciosos ojos azules me miran insistentes, esta mucho mas ¿guapo? Dios, Que tonterías estoy diciendo es mi amigo de la infancia, mi confidente, oh cielos pero el realmente esta guapísimo me regala una coqueta sonrisa y se le forman unos lindos hoyuelos, estoy impresionada con lo alto que esta, tal vez siempre lo estuvo pero no se porque me pareció mas alto y guapo que antes tal vez sea la ropa que utiliza, lleva unos vaqueros que muestran unos poderosos muslos y bueno también otras cosas, lleva una playera tipo polo ajustada, me quedo mirándolo como una tonta y el me pregunta –
- ¿Qué pasa contigo cariño? ¿no piensas darle un abrazo de bienvenida a tu mejor amigo?
- Claro que si, Albert bienvenido a Chicago
- Gracias hermosa, pero déjame verte estas preciosa, me imagino que tendrás miles de pretendientes ¿verdad?
- Me siento un poco culpable porque durante nuestras charlas por facebook nunca le mencione que me había hecho novia de Terry, no se porque pero preferí mantenerlo al margen de mi relación con el, entonces el me pregunta –
- ¿Dije algo malo?
- No, es solo que…
- ¿Qué Candy?
- Bueno ¿te acuerdas de Terry Grandchester?
- Y como olvidarlo, el siempre decía que sería un prominente abogado y no un mediquillo de animales, siempre me ha parecido un tipo antipático pero bueno ¿Qué pasa con el?
- Bueno pues el vino acompañándome
- ¿De verdad? ¿y porque?
- Mmm hace tiempo que somos novios.
La expresión en el rostro de Albert es difícil de interpretar, se mira sorprendido, molesto, confundido, tal vez de muchas formas pero puedo asegurar sin temor a equivocarme que no se mira para nada contento, aunque fingiendo una sonrisa me dice –
- ¡vaya! Esto si que es una gran sorpresa, me da gusto por ti Candy
- Gracias Albert
- ¿Dónde esta el?
Vuelvo mi mirada hacia la salida y veo que Terry se acerca, lleva una elegante gabardina, finalmente llega con nosotros y mirando de arriba abajo a Albert lo saluda más por educación que por gusto y dice mordazmente –
- Pensé que vendrías acompañado de un galante chico Albert, como nunca se te ha conocido alguna chica, pues pensé que tal vez en Londres finalmente encontrarías algún chico de tu agrado
- No Terry, no le he encontrado
- En fin, supongo que tal vez eres demasiado exigente
- Quizás así sea Terry o tal vez te lleves una enorme sorpresa al saber quien me gusta realmente
- Terry, por favor basta
- Descuida Candy, los comentarios que hace Terry nunca me han importado, además supongo que esta bromeando ¿verdad Terry?
- Claro que si, mi amor por favor así bromeamos los hombres – dijo Terry en tono burlón.
Nos subimos al auto y Terry iba manejando mientras Albert y yo íbamos en la parte trasera conversado sobre sus estudios, el me contaba muy emocionado como había curado un caballo que tenia una fuerte urticaria, con un antihistamínico que el había mezclado con otro y que se llevo tremendo susto porque al inyectarlo a los minutos las manchas de urticaria habían desaparecido, pero después de unos segundos el caballo comenzó a temblar y repentinamente se desplomo, pero después se volvía a levantar como si nada, yo lo escuchaba emocionada y le pregunte –
- ¿Y volverás a usar ese medicamento?
- La verdad cura mucho mas rápido que los tradicionales, pero definitivamente no lo hare Candy, es demasiado drástico, así que mejor usare los tradicionales
- Estoy totalmente de acuerdo contigo
- Y dime Candy ¿Cómo esta nuestra snowball?
- Hermosa y mas juguetona que nunca le enseñe algunos trucos, es muy lista
- ¿Qué trucos?
- Bueno, trae la pelota, sabe rodarse, da la patita y también baila
- Jajajaja tengo muchas ganas de verla
- Albert, ¿Por qué no te quedas en casa como antes?
- No creo que sea buena idea Candy, tal vez a tu novio no le guste
- Jajajajaja descuida Albert, se que para ti y para Candy será como una pijamada de chicas además veo que comparten temas "tan importantes" – comento Terry burlándose nuevamente de Albert
- Pues si a ti no te importa Terry, acepto la invitación de Candy
- Claro que no me importa, si fuera un verdadero hombre el que se queda con mi novia otra cosa sería, pero pues eres tú podre lidiar con eso jajajajaja.
Yo estaba bastante apenada con Albert, pues Terry no dejaba de hacer esos estúpidos comentarios con respecto a la sexualidad de Albert, después de viajar varias horas por carretera finalmente llegamos a Lakewood, Terry nos dejo y se despidió rápidamente diciendo que tenia cita en el juzgado, la verdad me sentí bastante aliviada de que se fuera, de repente Albert estaba examinando la casa y dijo –
- No veo a snowball por ningún lado ¿Dónde esta?
- Espera un momento, ahora voy por ella.
Me dirigí hacia la casa de enfrente donde vivía una amable anciana llamada Elroy, era muy agradable y le gustaban los animales tanto como a mi por eso se le encargue además tenia tres simpáticos nietos a quienes les encantaba jugar con snobawball , el mayor se llama Stear y tiene 13 años luego le sigue Archie con 12 años y finalmente Anthony con 11 años, son chicos muy educados y simpáticos, a Stear le encanta comprarle disfraces a snowball y Archie se encarga de tomarle fotos con cada nuevo disfraz mientras Anthony juguetea con ella y busca anuncios en el periódico sobre certámenes de belleza y clase o sobre trucos para inmediatamente inscribir a la pequeña snowball.
Finalmente llego y toco a la puerta y escucho ladrar desesperada a mi pequeña snowball, Stear es quien abre la puerta con la pequeña bola de pelos cargando y mirándome sonriente me dice -
- Mira Candy ¿Qué te parece el nuevo disfraz de snowball?
- Miro con sorpresa el hermoso disfraz de policía que trae puesto la pequeña perrita y dijo –
- ¡vaya! Pues es un disfraz bastante original ¿pero porque de policía?
- Ah, pues porque es la guardiana de nuestra abuela
- Ahora entiendo ¿Dónde esta tu abuela?
- Estoy en la cocina hija, pasa por favor – grito la anciana.
Mientras cargo a la pequeña snowball y me dirijo hacia donde se encuentra la Sra. Elroy me llega un delicioso aroma a galletas recién horneadas y digo –
- Hola Sra. Elroy, veo que esta horneando esas deliciosas galletas de nuez que tanto me gustan
- Así es Candy, como me avisaste hace unos días sobre la llegada de Albert decidí preparar estas galletas para darle la bienvenida
- Muchas gracias a Albert le van a encantar, y dígame ¿Cómo se porto mi pequeña?
- Bastante bien, sabes que es un animalito muy obediente y fiel ¿Cómo te fue en el aeropuerto?
- Bien gracias, el vuelo de Albert se retraso un poco
- ¿Y como esta el?
- Uff mucho mas guapo que antes
- Siempre te ha gustado ¿verdad Candy? yo no entiendo porque te hiciste novia de ese antipático de Terry
- ¿A ud. nunca le agrado Terry verdad?
- No es eso hija, es solo que Terry es… mmm como te explico, tu y el son distintos tienen intereses bastante opuestos, no me gusta que te diga como debes de vestirte o como debes de comportarte, no me gusta que el quiera cambiarte o le gustas como eres o no le gustas punto
- Supongo que tiene razón
- Claro que la tengo, con los años uno se vuelve mas sabio hija en mis tiempos a las mujeres no se nos permitía opinar y mucho menos escoger a nuestros pretendientes y futuros maridos solamente nos limitábamos a obedecer, yo no tolere por mucho esa vida por eso me divorcie al poco tiempo y aunque fui muy criticada por esa ridícula sociedad y a pesar de que mis padres amenazaron con desheredarme no me importo y ya lo vez me volví a casar y cuando mis hijos murieron en aquel horrible accidente, me hice cargo de estos tres maravillosos tesoros que me hacen la vida divertida, Candy por favor piensa si realmente quieres seguir al lado de Terry
- Sra. Elroy, la verdad es que ni yo misma se porque acepte ser novia de Terry lo que si le digo es que me siento extraña al lado de Albert, antes no me sentía de esta manera
- ¿Sentirte como?
- No sabría como explicarlo exactamente
- ¿Cómo lo vez ahora?
- Bueno Albert siempre me pareció guapísimo pero ahora… no se me parece que esta mucho mas atractivo
- Tal vez Albert siempre te ha gustado Candy y te niegas a reconocer tus sentimientos hacia el
- Bueno será mejor que me vaya, lo deje instalándose en casa
- Candy…
- Si Sra. Elroy
- ¿Por qué Albert no se instalo en un hotel?
- Yo lo invite a quedarse en casa, como en los viejos tiempos
- Ten cuidado Candy, creo que lo que tu sientes por Albert no es solamente amistad y puede resultar peligroso, no quiero que salgas lastimada hija
- Descuide Sra. Elroy, no pasa nada
- Esta bien, espera unos minutos a que arregle la canasta con las galletas, siempre me ha parecido un chico muy tierno y amable salúdamelo mucho, espero que se acuerde de mi
- Desde luego que si Sra. Elroy.
Mire como la Sra. Elroy preparaba la pequeña canasta con galletas y luego tomando una pequeña tarjeta escribió - Bienvenido seas a Lakewood Albert - me la entrego y finalmente atravesé la calle y en cuanto entre a casa baje a snowball quien no dejaba de correr de un lado para otro hasta que finalmente se topo con Albert quien agachándose la llamo cariñoso y snowball comenzó a brincar y luego le ofreció la patita, Albert estaba maravillado y jugueteo con ella por algunos minutos me pareció tan tierno verlos jugar, hasta que finalmente snowball se echo junto a los pies de Albert y este dirigiendo su mirada hacia mi dijo –
- Nuestra niña esta preciosa, sabia que la cuidarías bien Candy me gusta como remodelaste tu casa, veo que te va muy bien en tu trabajo
- Lo que pasa es que soy una excelente administradora
- Candy ¿hace cuanto la remodelaste?
- Hace apenas 2 años
- ¿Por qué no me lo mencionaste cuando charlábamos?
- Porque quise darte una sorpresa
- Y vaya que me diste 2 sorpresas solo que una no me agrado mucho
- ¿Puedo saber cual?
- Olvídalo
- De ninguna manera Albert, quiero saber cual fue la otra sorpresa que no te agrado y porque.
Yo sabía perfectamente a que se refería Albert, pero lo cierto era que deseaba escucharlo de sus labios, se me acerco demasiado tomándome por la barbilla y clavando sus enormes ojos azules en los míos dijo –
- Candy ¿Por qué no me dijiste que tenías un romance con Terry?
- No me pareció importante
- ¡vaya! No te pareció importante y tienes una relación con el, eso si que es raro
- Bueno, es que no es de mucha importancia para mi
- ¿de verdad?
- Así es Albert
- ¿puedo saber cuanto tiempo llevan de novios?
- A los tres meses de que te marchaste empezamos a salir
- Entonces supongo que desde entonces son novios
- Pues supones muy mal, comenzamos a salir como amigos en realidad tenemos año y medio de ser novios
- Perdona Candy, debo parecerte un entrometido
- La verdad es que tienes razón, no debí ocultártelo pero cambiando de tema, Albert estoy muy apenada por las insinuaciones que hizo Terry
- Jajajajaja descuida Candy ¿no crees que es mejor que el siga creyendo que soy gay?
- ¿Por qué?
- Porque así me puedo quedar en tu casa mientras me instalo, es decir si a ti no te molesta
- Pues no le había visto esa ventaja
- Candy, ¿en que estas trabajando ahora?
- Soy asistente en el despacho de Terry
- ¿Te gusta ese trabajo?
- ¿quieres que te sea honesta?
- Desde luego
- Me aburre mucho estar encerrada en una oficina y siempre andar vestida como en el colegio con uniformes demasiado formales y con un color diferente cada día hasta las mascadas son demasiado formales, tu sabes que me encanta andar de jeans
- Candy ¿te gustaría ser mi asistente?
- Me encantaría, pero no soy veterinaria
- Eso no importa, yo te enseñare muchas cosas con el tiempo ¿Qué dices?
- Digo que acepto, ahora ven vamos a instalarte en la habitación de huéspedes para que descanses
- Gracias cariño, se que nos vamos a complementar de maravilla.
No se porque pero algunas palabras de Albert me parecían como insinuaciones o tal vez mi loca cabecita me estaba jugando algunas malas pasadas.
Mientras acomodábamos su ropa no pude resistir preguntarle a Albert –
- ¿No conociste a nadie en Londres?
- Me hice muchas compañeras, pero tu sabes que mi única amiga eres tu Candy
- Eso no responde a mi pregunta
- ¿Sera que quieres saber si deje alguien especial en Londres?
- La verdad es que si
- Bueno, salí con una chica llamada Susan
- ¿Y que paso?
- No paso nada, ella se caso con un ingles eso fue lo que paso
- ¿te dolió que se casara?
- Claro que no, me dio mucho gusto por ella inclusive hasta fui a su fiesta
- ¿Cómo puede darte gusto que tu novia se haya casado con otro?
- Un momento Candy, yo nunca dije que Susan y yo hayamos sido novios
- Pero dijiste que habías salido con ella.
Albert no me respondió solamente me sonrió y moviendo la cabeza en forma negativa se me fue acercando muy lentamente tomándome por los hombros y acercando su rostro al mío me dijo –
- Candy, por ahora mis intereses son otros y tú vienes incluida en el paquete.
Sentí como mi corazón latía desbocado cuando sentí el aliento de Albert tan cerca de mi boca, rayos ¿Qué diantres me estaba pasando? De pronto Albert retiro su rostro y empezó a hacerme cosquillas como hacia años, así que yo también comencé a hacerle cosquillas los dos caímos sobre la cama y no parábamos de reír yo le suplicaba juguetona que ya no siguiera y el obedeció mirándome fijamente y acercando su rostro peligrosamente al mío, podía percibir su tibio aliento y el delicioso perfume a maderas que emanaba de su cuerpo.
Sus hermosos ojos tenían un brillo que nunca antes había visto, no se porque pero me pareció como si con la mirada hubiese querido confesarme algo pero de repente se levanto y dijo –
- Cariño ¿Qué te parece si me doy una ducha y te invito a comer?
- Me parece una excelente idea
- ¿Crees que a tu jefenovio le parezca que faltes el día de hoy?
- No creo que a Terry le importe, le deje todos los pendientes en orden porque precisamente pedí mis vacaciones así que tenemos 15 días para nosotros
- ¿Cómo es eso?
- Mira, Terry viajara a Boston mañana para ver algunos contratos, así que el no estará, Eliza me va a cubrir
- ¿Quién es Eliza?
- La otra asistente de Terry
- Bien, pues siendo así déjame decirte que estoy muy emocionado de que mi mejor amiga me vaya a dedicar 15 días a mi solito
- Yo también estoy muy emocionada.
Salí de su habitación y me dirigí a la mía, también me di una ducha rápida y me puse mis jeans favoritos y una blusa provocativa, los tacones altos y deje mi cabello suelto, mientras me maquillaba el rostro de Albert me perseguía, la verdad es que me hubiera encantado que me besara cuando caímos sobre la cama su mirada me decía muchas cosas y hacia que me sintiera bastante excitada a su lado, suspire fuertemente y sentí una mirada así que me voltee y mire que el estaba recargado en el marco de la puerta y me dijo –
- Como me gustaría que ese suspiro fuera para mi
- Albert ¿hace mucho que estas ahí?
- Desde que te pusiste los jeans
- ¿Qué?
- Jajajajaj no cariño, apenas y tengo dos minutos aquí te miras linda maquillada, pero sinceramente tu siempre me has parecido hermosa desde que éramos unos chiquillos
- Gracias Albert, lo dices porque eres mi mejor amigo
- Aja, tu mejor amigo gay
- Tu de gay no tienes ni un cabello
- ¿No te parece que hacemos una linda pareja Candy?
- Oh si claro, anda vamos a comer algo
- Candy ¿te importarías si comiéramos unas salchichas en el parque?
- Claro que no, pero pensé que quizá querrías ir a comer algún restaurante
- La verdad es que quiero aprovechar para pasear también a snowball
- Albert, eso es una excelente idea
- Entonces vamos cariño.
CONTINUARA…
