Prefacio

Hay veces en la vida que te dan a elegir entre el amor y la amistad. Otras veces eliges entre el dinero y tu dignidad e incluso eliges entre vivir o morir. Y es que no se puede tener todo. En esos momentos tu cuerpo no reacciona verdaderamente y se deja llevar por la avaricia, eligiendo mal y llevándote a perder tu vida, tu vida como era antes, a no sentirte como realmente quieres, a amar a quien no quieres, por lo que posea. Te das cuenta de que te has equivocado pero ya no hay vuelta atrás y te culpas a ti mismo por todo, teniendo razón. En ese momento de tu vida, si es que se pude considerar tuya, quisieras volver a atrás y empezar de cero, hacerlo bien desde el principio pero no se puede y eliges no seguir viviendo entre los vivos y pasar al otro lado donde no existe remordimiento sino perdón, donde no se te ocurrirá jamás en tu vida elegir mal, donde te perdonas a ti mismo por lo que has hecho, donde te conviertes en un alma que no ha vivido lo suficiente como para saber lo que es la vida. Ahí es donde te arrepientes y quieres volver a vivir. Te equivocaste de nuevo.

Tu vida no es algo con lo que jugar sino algo a lo que hay que amar, es algo de ti, algo que te hace único. Si la desperdicias no habrá vuelta atrás.