Chuuya estaba cansado. Bueno, eso es simplemente una forma de decirlo. Él realmente no lo llamaría cansancio era más como un entumecedor agotamiento mental. Había estado despierto las ultimas cuarenta y ocho horas intentando rastrear una organización que estaba molestando a la Port Mafia. Él —finalmente— los pescó y se deshizo de ellos.
El alivio le atacó de golpe, cuando completo su tarea, que casi lo hace caer allí mismo. Sin embargo, se vio obligado a esperar hasta llegar a su casa. Aún con sus extremidades entumecidas se subió a su moto, le envió un rápido mensaje a Dazai y se marchó. Se extasió de alivio —de nuevo— cuando notó que el camino no estaba lleno de idiotas como de costumbre, por lo que su rabia en la carretera se mantuvo al mínimo. Hubo un tipo que atravesó el semáforo en rojo, «¡wow!», ¿tan apurado que no podía esperar un par de segundos más?
Manejar se le hizo realmente borroso y solo pudo volverse a enfocar cuando estaba abriendo la puerta de su apartamento. Ahora, solo le quedaba un obstáculo más: Dazai, y luego podría dormir.
—Chuu-ya~ —dijo el castaño a modo de saludo, apretándolo en un abrazo mortal como si los pensamientos de Chuuya lo hubiesen convocado—. ¡Bienvenido a casa!
Chuuya se quitó los zapatos después de escapar del abrazo de Dazai.
—Tranquilízate un poco, idiota —refunfuñó, rascándose la cabeza mientras se deslizaba sobre el sofá al mismo tiempo que se quitaba el abrigo, Dazai lo seguía—. Te dije en mi mensaje de texto que no dormí absolutamente nada y necesitaba espacio.
—¡Lo sé! —Dazai se inclinó hacia adelante, tomando el abrigo de Chuuya de su mano y arrojándolo a cualquier lado como si fuera basura— ¡Pero no te molestaré! ¡Lo prometo! ¡Solo quiero abrazarte!
«Como si fuese posible no molestar a alguien si tu nombre es Dazai». Así mismo, la mirada de Chuuya mientras se levantaba no parecía detenerlo, ya que todavía lo seguía felizmente hasta que el pelirrojo se detuvo de repente ante el dormitorio. Sin previo aviso, Chuuya cerró rápidamente la puerta y la llaveó en la cara de Dazai.
Las luces ya estaban apagadas, igual no le fue difícil dar con la cama y caer sobre ella, permitiendo que su cuerpo se hundiera en las sabanas. La liberación fue relajante y dolorosa; el dolor en su alma se hizo más claro, pero más oscuro al mismo tiempo.
Al menos el silencio era agradable.
No obstante, eso no iba a durar, porque Chuuya había olvidado la llave de repuesto. La puerta se abrió y se cerró, y Chuuya gruñó cuando escuchó a Dazai arrastrarse hasta la cama y deslizarse junto a él.
—Te dije que necesitaba espacio —susurró Chuuya en la oscuridad, sin querer molestar el ambiente en la habitación con un fuerte ruido.
—¿Abrazo?
Chuuya escuchó el sonido de Dazai abriendo sus brazos y miró en su dirección por un momento; luego, simplemente suspiró, se movió hacia adelante y se presionó en los brazos de su novio.
Él estaba más seguro allí de todos modos.
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N/T: Volví al fandom y no podía regresar si no era con otra traducción de Reaper, ella es genial. Y si es con fluff todo es mejor, ¿o no? Fue cortito, pero son esos momentos que llenan. Ya estoy por terminar otra traducción en un par de días la tendré. ¡Besos!
