El Ángel
Tenía que volver a verla. No podía soportar un solo segundo más de la inacabable eternidad, verla llorando. Pero sabía que no debía ser visto por nadie.
Desplazándose sobre el tiempo y el espacio, arropado con delicados tejidos y envuelto por las plumas blancas de sus enormes alas, se adentro en la habitación de nakama, su inmortal amor…
Verla dormida, abrazando una almohada mojada que había humedecido con sus últimas lágrimas del día, hizo que sintiera un dolor tan intenso como si le incendiaran el corazón.
Cuantos deseos sintió de gritarle hasta el grado en que pudiera escucharlo, de que había vuelto; de confesarle que ni la muerte lo haría dejar de quererla. Tanto quería abalanzarse sobre ella y tomarla entre sus brazos, despertándola en un lento y prolongado beso, que sólo pudo continuar contemplándola.
Quería mirarla el mayor tiempo posible, así, sin las mejillas enrojecidas de tanto llorar, sin el desconsuelo reflejado en sus hermosos ojos. Tan tranquila e inocente, que pareciera una mentira su luto.
"Quiero decirte, que no tuve miedo al morir"
Después del murmullo, Nami comenzó a revolverse en su cama y una lágrima broto en su rostro.
"Debías saberlo. No te angusties más por eso"
Una suave brisa agito las cortinas de las habitaciones de su hogar en villa cocoyashi dejando que la luz de la luna se reflejara en la pálida piel de la chica. Enamorando más a ese ángel.
Arrodillándose junto a la cama para intentar besarla, tuvo que contenerse. Había muchas explicaciones que todavía no le había dicho.
"Sólo me dejaron venir dentro de tus sueños. Quería despedirme"
De inmediato, un sobresalto broto del pecho.
"Ese día, no te di ni un adiós"
Y Sus ojos se cerraron con fuerza, doblando sus pestañas.
"Estoy aquí para estar contigo y besarte por primera vez"
Cómo si pudiera oírle, La pelinaranja levanto su rostro para que pudieran depositar un beso en sus labios.
"Prométeme que serás feliz"
Murmuro el ángel conteniendo sus propias lágrimas, al separarse de ella.
Nuevamente Nami comenzó a llorar dormida.
"Basta... Eres tan hermosa cuando estas sonriendo, que es como quiero recordarte"
Las lágrimas se detuvieron y una tímida sonrisa floreció desde la tristeza de ella.
Las horas transcurrieron y el ángel satisfecho por su visita, admiraba sonriente los primeros rayos del sol filtrarse por la ventana, iluminando tenuemente la habitación.
"Hoy en la noche, pregunta al cielo si esto fue un sueño, que yo te responderé por última vez convirtiendome en una estrella
Mirándola con ternura, se puso de pie y comenzó a arroparla, convencido de que había conseguido curar el corazón de su navegante.
…Luffy…
Suspiro sin poder abrir los ojos.
"Tengo que irme. Estas por despertar"
Cuando Nami abrió los ojos, volteo inmediatamente hacia el sitio donde creyó haber visto un ángel. De pronto, tuvo la sensación de que sus labios latían.
Esa misma mañana, Los habitantes de Villa coco, en especial nojiko quedaron asombrados por la inesperada alegría de Nami, que realmente bella, había reanudado sus quehaceres sin ofrecer la mirada llena de lágrimas, que estuvo luciendo durante los siete días posteriores a la ejecución del Rey de los piratas Luffy
Estaba ansiosa por que llegara la noche.
Luego de la cena, Nami salió a caminar a orilla del mar y desde un peñasco muy alto, vio una estrella resplandeciente y extensa, en el firmamento.
Acababa de preguntar al cielo por su sueño, confiando en que él tenía que haber sido quien curo su corazón, al besarla despidiéndose de ella.
Fin.
Espero que os haya gustado… prometo escribir mas… jejejeXD
Almirante, cambio y fuera.
