Bueno, aquí os dejo otra historia que empecé esta tarde, porque me aburria muchisimo jajaja y como dentro de dos días es mi cumpleaños pues no me apetecía estudiar. Espero que les guste porque lo he echo de Hermione y Draco que sé que esta muy aclamado por aquí y ademas...son mis favoritos ;)
Disfruten y no olviden enviarme reviews jajaja
CAPITULO 1: INTENTO FALLIDO
Estaba impaciente por entrar en el bagón que no veía la hora de que llegará ese momento. Sus amigos aún no habían aparecido por ningún lado y eso la ponía aún mas de los nervios, sobretodo por Ron. Había esperado todo el verano para verle, estaba decidida a decirle todo lo que sentía por el. Sabía que se pondría nerviosa, que le temblarían las manos, las palabras no conseguirían salir por su boca, todo le daría vueltas...
Movió rapidamente la cabeza intentando despejar esas horribles ideas y volvió a mirar a ambos lados, impacientandose aún mas al ver que seguían sin aparecer.
El tren dió su ultimo aviso para que los rezagados subieran y se encaminarán al que sería su próximo curso, en el caso de Hermione, el último.
La chica intentó apurar hasta el último segundo antes de subir al tren, pero al comprobar que sus amigos seguían sin aparecer, cargó su pequeña mochila y subió al tren.
Buscó un compartimento vacío y se sentó en la esquina mas cercana a la ventana, comprobando como el tren se alejaba de la estación y ella seguía sola en aquella mini-habitación cálida.
Estaba mirando por la ventana cuando la puerta del compartimento se abrió de golpe y Luna Lovegood seguida por Neville Longbottom entraron casi galopando y se sentarón junto a Hermione.
- Hola Hermione -saludó una simpática Ravenclaw.
- Hola chicos- respondió esta- ¿Que haceis por aquí? Creí que estabais con Seamus y Dean.
- Emmm, veras Herms -dijo el moreno- tenemos que decirte...bueno, darte algo.
La chica les miró extrañada mientras Luna metía la mano en su bolsillo y sacaba un pequeño pergamino enroscado y atado con un lazo.
- Será mejor que te dejemos a solas- dijo Neville cogiendo a Luna del brazo y arrastrandola con él al pasillo del tren.
La castaña se quedó mirando como sus amigos se marchaban y poco a poco bajó la vista hacia lo que parecía una nota. Desnrrollo el pergamino con cuidado y pudo reconocer la estilizada y pulcra de Harry.
Querida Hermione:
Sé que estarás extrañada al leer esto pero ninguno de los dos nos atrevimos a decirte nada antes.
Ron y yo vamos a realizar el último deseo de Dumbledore, encontrar la semilla de Flandes.
Sabíamos que dejarías todo por acompañarnos pero este es el último curso antes de terminar Hogwarts y es muy importante realizar los EXTASIS para poder ser algo despues del colegio. Para tí, los estudios siempre han sido muy importantes, y por nada del mundo queremos que desperdicies esta ultima oportunidad.
Queremos que saques el curso adelante como siempre lo has echo, que saques esas notas tan espectaculares y que disfrutes de la libertad que realmente conlleva solamente el echo de estudiar.
Sé que nos odiarias durante un tiempo, pero hemos pensado que sería lo mejor para ti y por eso hemos tomado esta decisión. Te escribiré contandote cada uno de nuestros pasos y cada uno de nuestros descubrimientos. Estarás enterada de todo, eso te lo prometo.
Porfavor, no nos guardes renconr Hermione, sabes que te queremos.
Disfruta de Hogwarts por nosotros, y no olvides respondernos para saber que no nos despreciaras por mucho tiempo.
Te Quieren,
Harry Potter y Ronald Weasley.
La chica quedó en estado de shock. No sabía como reaccionar, ni que decir, ni nada. Las lagrimas no eran capaz de salir de sus ojos y su boca no era capaz de cerrarse por si sola.
Poco a poco una sensación mucho mas fuerte que la furia subió por sus entrañas y desató la locura en ella.
- ¡PERO COMO PUEDEN HABERME ECHO ESTO!¡ESOS DOS IDIOTAS!¡ME HAN DEJADO SOLA, ME HAN ABANDONADO, NO HAN CONTADO CONMIGO PARA HACER ESE VIAJE!¡Y ENCIMA ME HAN TENIDO ENGAÑADA Y NO HAN DICHO NADA HASTA QUE SE HAN DESHECHO DE MI POR COMPLETO!¡LOS ODIOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Su voz quedó quebrada y poco a poco las lagrimas que antes no habían querido ver la luz rodaban ahora por sus mejillas. Se echó las manos a la cara y se sentó de golpe, llorando amargamente sin siquiera pararse a respirar.
Luna y Neville no se atrevierón a volver al compartimento por lo que Hermione se pasó lo que quedaba de viaje sola, mirando por la ventana los enormes paisajes que quedaban a las afueras de Hogwarts.
En los verdes prados que aún mantenían sus vivos colores podía apreciarse la serenidad del mes de septiembre. Se veía de vez en cuando algún que otro animalillo salvaje y grotesco caminando entre la maleza, y en los picos mas altos de las montañas ya empezaba a verse como la nieve iba cubriendo todo.
El tren paró al cabo de, para lo que a Hermione le pareció, unos eternos minutos. Ya habían llegado a la estación de Hogwarts y todos los alumnos sin excepción debían bajarse del tren.
Hermione se dispuso a coger sus cosas cuando una idea, terriblemente inesperada, pasó por su mente y la hizo volver a sentarse. Sabía que los alumnos que revisaban los compartimentos eran los prefectos de ultimo año...y ella era uno de ellos. Haría como que revisaba y cuando todo el mundo se hubiera marchado se escondería en algún lugar del tren para volver a King´s Cross y emprender su viaje en busca de Harry y Ron.
El plan era perfecto, y nada podría salir mal si iba con cuidado.
Salió al pasillo para dar un par de vueltas, advirtiendo a los rezagados de que tenían que abandonar ya el tren y coger las carrozas que les llevarían al colegio.
Cuando comprobó que no quedaba nadie en todo el vagón se volvió a meter en su compartimento y apago la pequeña luz que había sobre su cabeza.
No es que fuera un lugar muy oscuro, pero no creía que nadie la vería allí, medio agazapada en el sillón.
Cual fué su sorpresa cuando un chico alto, delgado, con el cabello rubio como la luz de la mañana y ojos grises abrió el compartimento en el que ella se encontraba.
Draco Malfoy se encontraba frente a ella, mirandola con cara confundida. Toricó su sonrisa, como solía hacer cuando iba a comenzar con sus impertinencias, metió las manos en los bolsillos y se dirigió a Hermione.
- ¿Que haces ahí Granger? ¿Es que acaso no sabes que todo el mundo tiene que bajar de este tren?- arrastraba las palabras, como ya era costumbre en él.
- No es de tu incumbencia lo que yo haga aquí o no, asi que ya puedes largarte por donde has venido.
- Te recuerdo -recalcó el chico- que soy el prefecto de Slytherin de septimo año, y como tal, mi deber es revisar todos y cada uno de los compartimentos de este tren para evitar que nadie, como tú, quede dentro.
La mirada de Hermione se clavó en el rostro del muchacho. Sus ojos había empezado a centellear a causa de la rabia que sentía en aquellos momentos.
- ¿Acaso te importa si yo me quedo en el tren Malfoy¿
- No- contestó- por mi sabes que puedes ahogarte en el lago mas profundo pero me encantaría ver la cara que se te queda cuando le cuente a MacGonagall que su alumna preferida está tratando de "escaparse" de Hogwarts.
Hermione quedó petrificada en el sitio. Sabía que ya tenía la mayoría de edad mágica (17 años) para hacer lo que quisiera, pero la profesora MacGonagall había confiado en ella para este ultimo año...y realmente le aterraba MacGonagall.
Sintiendolo en el alma se levantó del sillón, cogió sus cosas y salió del compartimento no sin antes girarse para mirar a Malfoy con odio.
Una vez en el andén, Hermione se apuró a coger el último carruaje que había y se dirigió a Hogwarts aún con los dientes apretados de la rabia.
¿Que les parece señores? Espero que les haya gustado este primer capitulo donde Hermione recibe la carta de Harry donde le explica que no podrán estar con ella y Hermione decide escaparse, pero Draco...ya apreció Draco :$, se lo impide.
Se pondrá mas emocionante, eso no lo duden queridos miossssssss.
No se impacienten, pronto habrá mas.
Muack (L)
