Hi! ahora vengo con una serie de one-short toko, que estará acomodados alfabéticamente y tratare que todos estén relacionados. Empezamos con la A. Tengo que aclarar que en esta historia Zuko no se revelo a su padre después de la invasión, el equipo gaang esta escondido, formando un plan de ataque. Seria tres años después de la invasión. Ok espero que lo disfruten.
Avatar no me pertenece.
A de Amistad
Su principal objetivo era atacarlos, desde hace tiempo. Algo, o más bien alguien, lo retenían.
Había pasado tres años de la invasión. Tanto a Zuko como a Azula se les dieron la tarea de atrapar al Avatar, quien lo hiciera, sería el Señor del Fuego. Ninguno de los dos ha logrado el objetivo. Su padre, como el Rey Fénix, estaba molesto de que sus dos hijos fueran inútiles, ningunos de los dos han logrado dar con el paradero del Avatar. Lo único que se sabe de él, es que está preparándose para un ataque con rebeldes del Reino Tierra.
La realidad es que Zuko ya dio con el Avatar hace tiempo. Ellos estaban en constante movimiento, se sorprendía que pudieran viajar a escondida con el bisonte volador. No era algo que a Zuko le interesara, él ya los había encontrado, y aún más importante, antes que Azula. Él los observo un tiempo para planear el ataque, si bien él era fuerte, ellos también. Ellos no se habían dado cuenta, o eso creía él.
Mientras él observaba, le llamo la atención la maestra tierra ciega. Ella era fuerte, sabía que iba ser un problema, pero había algo más en ella. Zuko lo supo, ella era linda. Pálida, ojos de jade, cabello negro recogido en estilo cascada, aunque vestía ropas negras con verdes un poco masculina, se podían ver con claridad sus curvas. Toph, ese es su nombre, quince años, ciega de nacimiento, descubrió muchas cosas de ella mientras estaba cerca, cosas que a él le gustaron. Y, por alguna razón, empezó a seguirla dejando un lado al Avatar solo para observarla de lejos.
— ¿Cómo estas chispitas? —
Era ella. Ella era la única que sabía que los perseguía. Se había enterado desde el primer momento, pero al ver que él no hacia ningún movimiento, decidió no decir nada. Después de poco tiempo, cuando ella vio que empezó a hablar sola, bueno en realidad para él, ninguno de sus amigos estaba con ella, se había separada con la excusa que daría una vuelta. Era la oportunidad para poder hablar los dos.
"sé que estás ahí, porque no dejamos de fingir"
"así que sabias que estoy tras de ustedes"
"desde el principio"
"¿y por qué no le dijiste a tus amigos?, soy tu enemigo"
"porque no nos has hecho nada, y tampoco tienes la intención de hacerlo"
"¿Cómo puedes estar segura de eso?"
"puedo sentirlo"
A partir de esa vez, empezó a estar junto a ella cuando estaba sola. De primero era ella quien le pedía salir, sabiendo que la estaba siguiendo, pero después él la esperaba para su encuentro.
Él sabía que estaba mal. Se estaba reteniendo por una mujer, estaba desviando su objetivo de atrapar al Avatar para estar con ella, era una traición a su nación, a su gente y a su padre. Se decía concentrarse al Avatar, pero cuando se daba cuenta, él ya estaba esperándola.
— no se supone que deberías estar hablando conmigo —
— no se supone que deberías atacaron —
Y así empezaba su conversación. De alguna forma ella también estaba traicionando a sus amigos, pero al parecer no le importaba. Con su tiempo juntos, empezó a conocerla. Era divertida, astuta, bromista y, sorprendente mente, mas terca que él. Y cuando menos se dio cuenta, estaba sonriéndole. Si darse cuenta formo una amistad con ella, su primera amistad.
Ok, terminado el primero, sayo
