Despertó sintiéndose diferente, sentía como si todo lo que había sucedido (la llegada de Klaus, la partida de Stefan, la muerte de Andy) fuera irreal, como si hubiese sido poseída por alguna clase de pesadilla interminable. Caer en la realidad la desalentó bastante, esperaba el llamado de Damon, la posibilidad de alguna noticia sobre Stefan, o en realidad, la nueva versión de Stefan, todo lo que quedaba en su recuerdo, era ese llamado silencioso y vacio que recibió para su cumpleaños, que para ella, era una despedida.
No se rendiría con Stefan, no por el sentido romántico, ya sentía que lo había perdido allí, o que se había perdido a ella misma, sino en el sentido afectuoso, aparte de su pareja había ido su amigo, y ella por un amigo surcaría el mundo si se necesitara.
Elena amaba incondicionalmente, y honestamente, a veces ello puede perjudicar nuestro juicio.
Se levanto de la cama y se preparo para un nuevo día.
Damon estaba en la cocina, preparando el desayuno:
"Ya estas arriba Elena, no es un poco temprano? Épico será el dia l que lleggues tarde a la escuela, no entiendo la necesidad de estar listo horas antes."
"Tenía esperanzas de que me saludaras con noticias de Stefan"
"No tengo un equipo de cámaras de seguridad en su espalda Elena, no todas las mañanas puedo traerte noticias suyas, lo siento"
"No es tu culpa, soy demasiado optimista, la esperanza va a terminar lastimándome"
"No te preocupes Elena, Stefan va a volver al mapa pronto, ahora desayuna, te sobra el tiempo pero la comida no se mantendrá caliente por siempre".
La sonrisa irónica de Damon fue suficiente como para ponerle un poco de color a una mañana que introducía de mala manera a este día.
Elena odiaba ir a la escuela y observar el pupitre vacio a su derecha, millones de recuerdos acudían a atormentarla.
Partió de su casa, tenía pensado ir en su automóvil, pero necesitaba aire fresco, por lo que eligió la salud de una caminata.
Pero ese día no llego a ver el pupitre vacio, aunque si a quien había llvado a su ocupante.
Allí dos cuadras antes de llegar a la escuela Klaus apareció, Elena no tuvo tiempo ni de pensar, pues todo sucedió rápidamente: mientras una sonrisa siniestra cruzaba el rostro del vampiro original, su súbdito, Stefan, tomó a Elena por la muñeca, aplicando una presión dolorosa, y la llevo lejos arrebato su teléfono y la tiro a una habitación vacía, y luego se retiro cerrando la puerta con llave.
