CAPITULO 1

DOLOR

Cuando sientes que todo desaparece, todo lo que creías tener simplemente ya no está ahí, ¿que es lo que sientes? ¿Yo? Yo siento un enorme vacío dentro de mi pecho, donde debería estar mi corazón, y siento que nunca se irá. Dolor, eso es lo que siento en este preciso momento. No estoy donde debería estar, junto a mi familia; pero ellos fueron quienes me alejaron.

Mi hermana, mi dulce y querida Elizabeth ya no están más junto a mí. ¿Porque? Porque yo la mate. Aun recuerdo lo sucedido hace una semana, y es como si solo hubiera pasado ayer, cuando le arrebate la vida a mi hermana.

Flash Back….

Mi hermana y yo íbamos a La Push a visitar a nuestros amigos, bueno mas son sus amigos que míos; ella era tan diferente a mí. Era más hermosa, su rostro en forma de corazón de daba un toque angelical, cuando sonreía se le formaban dos pequeños hoyuelos en las mejillas haciéndola parecer una niña pequeña, sus profundos ojos achocolatados derretían a cualquier hombre que los viera. Elizabeth era la chica más popular del Instituto Forks y la envidia de muchas mujeres, incluyéndome. Siempre desee ser como ella pero mi madre siempre me repetía desde niña que nunca iba a mejorar a mi hermana mayor hiciera lo que hiciera.

Todavía nos quedaba un pequeño tramo para llegar a la casa de Jacob, el novio de Elizabeth; ella iba tarareando una canción que escuchaba desde su IPod, mis padres siempre le daban lo que ella quería, cumplían todos y cada uno de sus malditos caprichos.

Bella, te quería pedir un enorme favor. — Dijo, mi hermana sacándome de mis pensamientos.

Fruncí el ceño, que podría hacer yo por mi hermana—. Se que es raro que yo te pida ayuda, pero he visto que últimamente andas de amiga de Leah.

¡Oh! — sabía por donde iba este tema de conversación. Leah era la ex novia de Jacob, tuvieron una relación de casi 3 años, pero ella termino con él, porque siempre estuvo enamorada de otro. Eli debe estar pensando que Jacob todavía no la olvida y de seguro quiere que hable con ella para saber si siente algo por él—. Se lo que me vas a pedir y te lo advierto, ella ya no siente nada por él. ¿Contenta?

¡Me repites lo mismo una y otra vez, y mira ya no se si creerte! — ese comentario me había dolido. Sabia que la relación entre mi hermana y yo no era muy buena, pero desconfiar así de mi, seguro eso le había dicho mi madre. Maldita víbora.

Mira no es mi problema si me crees o no me crees. – En verdad me había enfadado—. Tendrías que preguntarle a tu "querido novio", que es lo que siente por ella. A mi no me metas en tus rollos. Yo no tengo que ver en eso ni un poco. No porque sea amiga de Leah, tengo que estar metida en su relación.

Agh! En verdad eras tan… - dejo la frase inconclusa, porque sabía que me dolería —. ¡ISABELLA! ¡CUIDADOOOOO…!

Mis ojos estaban llenos de lagrimas, que no me había dado cuenta que un árbol estaba en mitad del camino. Trate de esquivarlo pero los frenos no me funcionaron, trataba de girar el coche pero tampoco funciono.

Todo fue cuestión de segundos. El coche se impacto del lado que se encontraba mi hermana, escuche como su cabeza chocaba contra el vidrio rompiéndolo. Mi cabeza en cambio golpeo contra el volante. Sentí como iba perdiendo el conocimiento, hasta que todo se volvió negro.

Había soñado con algo terrible, mi cabeza me estallaba, era como si me hubieran golpeado con un bate de beisbol. Sentí como algo caliente rodaba por mi mejilla, olía a oxido y a sal. Era sangre. Lentamente fui abriendo los ojos, para toparme con una escena que jamás en la vida hubiera querido ver.

Mi hermana tenía toda la cara ensangrentada y se encontraba inconsciente.

Elizabeth – mi voz sonó como un murmullo. Pero no me respondió, de seguro no me lograba escuchar—. Elizabeth. —Alce un poco el tono de mi voz, pero no funciono, ella no reaccionaba. Me estaba desesperando— ¡ELIZABETH! —Grite con las pocas fuerzas que me quedaban. Trate de moverla, pero esta no respondía.

Elizabeth estaba muerta. Había matado a mi hermana, por mi imprudencia.

Lo que ocurrió después casi no lo recuerdo bien, estaba conmocionada. Habían llegado unos hombres que me preguntaban si estaba bien pero yo no respondía nada. Otros dos intentaban sacar a Elizabeth, uno de ellos me confirmo lo que sospechaba, ella había muerto. Las lágrimas salían sin parar de mis ojos, sentí como alguien me llevaba a la ambulancia, que no sabia cuando había llegado. Los paramédicos me seguían preguntando si me encontraba bien; lo único que me hubiera gustado decirles era que mi hermana había muerto por culpa mía como querían que me sintiera.

Sentí un pinchazo en mi brazo, que me hizo gemir del dolor. Pero luego todo se volvía negro, de nuevo.

º-º-º-º-º

Escuchaba unos gritos en alguna parte de la habitación, eran tan fuertes que causaba que mi cabeza doliera aun más. Me encontraba en el hospital, el olor me lo confirmaba. Fue cuando recordé todo lo que había sucedido. De seguro mis padres ya se habían enterado y mi madre era la que gritaba como loca. Abrí de golpe los ojos y para mi sorpresa me tope con que ya era de noche o estaba amaneciendo, no lo sabia con exactitud ¿Cuantas horas habría dormido?

La puerta de la habitación se abrió de golpe, dejándome ver a una dolida y furiosa, Renné, mi madre; lo que me esperaba no era nada bueno.

¡La mataste! ¡Mataste a mi única hija! ISABELLA Swan! – Lo que había dicho me dolió ¿A su única hija? ¿Acaso no me consideraba también su hija? Muchas preguntas se formaban en mi cabeza. Pero también ella tenia razón yo la había matado. – ¡TE ODIO! ¡NO SABES CUANTO TE DESPRECIO! ¡ME QUITASTE MI UNICA RAZON DE VIVIR! ¡DESDE ESTE MOMENTO YA NO ERES MAS MI HIJA! — Sus palabras eran como mil dagas que me atravesaban el pecho lentamente, era como si me hubiera caído a una piscina sin agua y sentía como mis huesos se rompían. Mi propia madre había dicho que me odiaba ¿Porque no fui yo la que murió? ¿Porque era yo la que tenia que aguantar este desprecio? ¿Porque la vida era tan injusta conmigo? … ¿PORQUE?

FIN Flash Back….

Aun me seguía haciendo la misma pregunta ¿Porque? Hacia una semana que mi hermana había muerto, mis padres ni siquiera me dirigían la palabra, ni para saludarme. Desde ese momento en mi pecho solo existía dolor, un dolor tan grande que me consumía viva. Quería apagar esto de mi pecho pero me era imposible.

Algún día lograre apagar este… ¿DOLOR?