La guerra había sido un tormento para el mayor Jasper Whitlock, se encontraba solo en ese mundo lleno de odio y rencor, su familia había muerto a causa de la guerra según con lo que le habían dicho sus compañeros habían bombardeado la calle donde su familia vivía, la noticia lo desbasto tanto que llego a pensar que sería mejor que lo mataran pues ya no tenía nada por la cual siguiera luchando.
Ese día estaba recorriendo las calles evacuando a todas las personas en caso de un bombardeo, el viento que gentilmente lo abrazo hizo darse cuenta que ha de ver el cielo brillar con miles de colores sin importar que estuviese profundamente oscuro. Pero algo llamo su atención, a lo lejos se encontraba una joven de cabello corto color negro a lado de una fuente, tenia la piel pálida como la nieve y era de facciones finas como las de un duendecillo, tenía los ojos cerrados y al parecer se encontraba bailando, aquel vestido color violeta se movía junto con ella mientras le daba cuerda a una pequeña maquina que se encontraba a lado suyo la cual producía una dulce melodía, al parecer la joven no percataba que el lugar donde se encontraba estaba completamente vacío por lo que decidió acercarse a ella y hacia informarle del potencial ataque a esa zona.
Perdí mis lentes
Finalmente no me los quería poner
Ellos me hacen la cara graciosa
La cabeza de un pincel con lentes
Jasper ya se había acercado lo suficiente para escucharla cantar y había sido algo realmente glorioso para él, era como si estuviera en el cielo y un hermoso ángel estuviese cantándole, por una extraña razón deseo acompañarla en su canción.
Oh pequeño fosforo
Es peligroso ser tan ordenado
Al punto de hacer tu propio camino
Pues te puede costar los ojos
La joven sonrió al escuchar aquel hombre cantar junto con ella percatándose que ya no se encontraba sola pero a un así permaneció con los ojos cerrados evitando mirar a su alrededor.
Me vuelve loca ver desenfocado
No me importa ver borroso para abrazar y cantar
Prefiero cerrar mis ojos
Jasper observo a la joven con asombro quien bailaba glacialmente y no pudo evitar notar que era algo baja de estatura pero aun así el no le importaba eso, todo de ella lo atraía.
Oh mi pequeño incendio
Permíteme mordisquear tu ropa
Desmenuzarla con mis dientes
Esculpirla en confeti
Para besarte bajo la lluvia
Ella no pudo aguantar soltar una pequeña risita tratando de averiguar de dónde provenía aquella voz.
¿Confeti?
Jasper deseaba ver aquellos ojos, quería saber el nombre de la joven que le había robado el corazón de solo verla por primera vez.
Si, vamos…
Ella bailaba solamente para él, no lo conocía en absoluto pero no le importaba, sabía perfectamente que a partir de ahora su baile y canto seria solamente para él.
No veo más que fuego
Con tan solo unos pasos puedo perderme a lo lejos
Tan lejos en mi calle
Que no me atrevo más a mirar el sol
Mirar derecho a los ojos del cielo
No veo más que fuego
Jasper entendió perfectamente que se refería a la guerra, ella también había perdido todo en esa absurda guerra que solo tomaba la vida de los inocentes.
Yo te guiare al exterior de tu cabeza
Yo seré tu par de gafas
¿Quieres ser la cerilla de mi fuego?
El corazón de ambos latía aceleradamente, era un momento mágico pero a un así ella no se decidía en abrir los ojos temiendo que todo solo fuese una ilusión que había hecho su corazón desesperado entre tanta destrucción.
Tengo que confesar algo
Te escucho respirar, pero jamás podría reconocerte
Incluso sentado entre dos viejitos
El deseo tocarla preguntándose cómo se habría de sentir su piel de porcelana bajo su tacto, notaba dolor en sus palabras, quería abrazarla y decirle al oído aquellas palabras dulces que jamás le había dicho a una mujer, quería tenerla para siempre a su lado y jamás dejarla ir.
Vamos a frotarnos el uno contra el otro
Hasta chamuscarnos el esqueleto
Y cuando el reloj de mi corazón de las doce arderemos
Sin necesidad de abrir los ojos
Al escuchar aquellas palabras la joven perdió el control de su baile haciendo que tropezara, Jasper en un ágil movimiento la tomo del brazo cayendo los dos al frio suelo, ella cayó encima de él y por fin decidió abrir los ojos para enfrentarse cara a cara con su caballero, los ojos de ella eran grises como la luna se quedo absorto en aquellos ojos hipnotizantes, ella con dificultad se encontró con unos ojos azules como el cielo claro antes de que la guerra lo volviese negro. Era un momento único como si el destino hubiese preparado todo esto por lo que decidieron terminar su canción juntos.
No veo más que fuego
Con tan solo unos pasos puedo perderme a lo lejos
Tan lejos en mi calle
Que no me atrevo más a mirar el sol
Mirar derecho a los ojos del cielo
No veo más que fuego
Ambos se levantaron tomados de las manos mirándose el uno al otro, ella veía todo borroso pero quería seguir mirándolo imaginando como era el, detallando cada uno de sus facciones, el por su parte esta maravillado jurando definitivamente que ella debía ser un ángel caído del mismo cielo, un hermoso ángel solo para él.
¿Suele cautivar a menudo a los hombres así?—Jasper le sonrió ampliamente sintiendo que su corazón estaría a punto de explotar.
Solo cuando suelo bailar o cantar—la joven rio levemente sin soltar las manos de su perfecto caballero— ¿Que es ese sonido?—Jasper miro al cielo viendo que comenzaba a llover.
Es la lluvia… ¿Te agrada?—Jasper extendió una de sus manos para trepar aquellas pequeñas gotas de lluvia.
¿La lluvia? No ¿Su sonido? Si—ella soltó un suspiro haciendo que de su apetitosa boca saliera humo causado por el frio se estremeció al oír un ruido fuerte—hay un ruido ahí, ¿Qué es?
Un rayo—Jasper noto el alivio en ella ante su respuesta.
Mayor Whitlock—escucho uno de sus soldados llamándolo sabiendo que lo buscaban.
Debo irme—murmuro la joven con nerviosismo dando unos pasos hacia atrás.
Por favor no te vayas—le pidió Jasper tratando de acercarse a ella pero cuando la joven escucho sus pasos se alejo un poco más de él, parecía asustada— ¿Cuál es su nombre?
Yo…mi nombre…es—pero fue interrumpida al escuchar pasos acelerados cerca.
Mayor Whitlock—volvió a escuchar su nombre.
En un momento voy—grito Jasper lo suficientemente alto para que lo escucharan pero in apartar la mirada de ella.
Tiene que irse—la joven se acerco a él segura de sus actos.
No la dejare sola—Jasper tomo el rostro de la joven con ambas manos uniendo sus frentes.
Ya no volveré a estar sola caballero—la joven lo beso dulcemente separándose de él para dejarlo marchar.
No me iré sin usted—Jasper la miro decidido sabiendo que había encontrado a su otra mitad.
Mayor Whitlock—volvió a escuchar su nombre esta vez más cerca.
Si lo hará—la joven le sonrió tristemente.
Mayor Whitlock—escucho de nuevo su nombre.
¿Qué diablos quieren?—pregunto molesto Jasper volitando a ver al soldado.
Tenemos que irnos ahora, el enemigo está cerca—le contesto el soldado atropelladamente
Cuando volteo a ver a su amada se llevo la amarga sorpresa que ya no estaba, había desaparecido solo dejando atrás aquella maquina musical con la que habían acompañado aquella hermosa canción juntos.
Jasper se acerco a la pequeña maquina de cuerda para encontrarse con una inscripción y un par de gafas.
De: papa
Para: mi pequeña bailarina
Espero que acompañes tus bailes y canciones con esta bella melodía
Jasper prometió guardarle las cosas con la esperanza que la volvería a ver, asegurándose que su pequeña bailarina ambulante no se escapara de sus brazos de nuevo.
