Capítulo 1
Las lágrimas le iban resbalando por sus mejillas, los labios, que ya estaban húmedos por el rato que llevaba llorando, le temblaban.
Aún no se lo creía. Esto sólo pasaba en sus peores sueños, pero aún así, no podía entender cómo había pasado. Si tan sólo...si tan sólo se hubiera quedado en casa, tantos años de estudiar magia ¿Para qué? Si no los pudo salvar...
Una de las peores masacre de muggles de la historia!
Ayer por la noche, lo que tenía que ser una alegre velada de Halloween, se convirtió en una desgracia, sobre todo en Londres ya que en un barrio a las afueras hubo una masacre en la que un grupo de unos 45 mortífagos atacó a los muggles que vivían allí provocando que de las 31 familias a las que atacaron sólo quedaran vivas 6 personas aunque ahora están en estado muy grave.
Lo que mas llama la atención, es que entre esas 31 familias, unas de las que fue atacada fue la familia Granger. Los Srs.Granger son muggles pero padres de una bruja, Hermione Granger. En el momento del ataque la Srta.Granger estaba estudiando en Hogwarts, donde se dice que es la mejor alumna desde hace años y la mejor amiga de Harry Potter. El Ministro de Magia comentó ayer que se cree que atacaron a ese barrio para acabar con los Srs.Granger...
Ellos...ellos murieron por el simple hecho de que eran sus padres y sus vecinos. Estaba claro que era su culpa, aunque no quería creerlo, había una vocecita en su cabeza que le decía que si ella no hubiera ido a Hogwarts y no hubiera conocido a Harry, toda esa gente no habría muerto.
Y ahora...¿Quién le quedaba en la vida? De acuerdo, estaban Harry y Ron que la querían, pero si ella se iba, dentro de un tiempo lo iban a superar, además, ahora ellos tenían novia, no podían estar con ella cómo antes en que sólo eran un trío, y que ella era su niña y la protegían y mimaban tanto. Lo superarían con ellas. Y la gente que la apreciaba como la familia Weasley, el profesor Dumbledore y la profesora McGonagall y sus compañeros de casa la echarían de menos los primeros días, luego, caería en el olvido, por algo era la sabelotodo Granger que se pasaba el día en la Biblioteca.
Así que, visto que ahora estaba sola en el mundo, no tenía nada que hacer aquí... ¿Porqué no? ¿Y si...también se iba? Así estaría con ellos...sus padres.
De acuerdo, lo haría, esa misma noche, ya que no soportaría que por la mañana sus amigos y compañeros le dijeran que lo sentían, no quería que por dónde pasara todos se la quedaran viendo cómo a la pobre chica que se había quedado huérfana y que en verano tendría que ir a un orfanato.
Sacó esos pensamientos de su cabeza y empezó a buscar algo con que poder morirse rápido, buscó y buscó, hasta que a su lado, en la orilla del lago dónde estaba ella encontró un puñal. No sabía que hacía allí, pero en esos momentos poco le importaba. Bueno, si lo pensaba, si que sabía que hacía allí. Voldemort no podía entrar a los terrenos del castillo para matarla, pero si que podía conjurar un objeto para que apareciera dentro de los terrenos y que así ella hiciera el trabajo sucio.
- Muy bien Voldemort, lo has conseguido! Soy consciente que estoy llevando a cabo un plan tuyo tal y cómo tu querías, pero cómo mínimo me queda la satisfacción que no serás tu quién me vas a matar! – Todo esto lo dijo gritando, unos gritos que se perdieron en la noche, que nadie oyó. O eso creyó ella.
Dirigió su vista al puñal, lo cogió con fuerza y se lo acercó a su mano derecha. El cuchillo ya le rozaba la piel, pero las lágrimas no le dejaban verlo. Lloraba de tristeza por sus padres, por ella misma, y también de felicidad porque pronto se iría y no se quedaría sola en este mundo.
- Hermione...no lo hagas, por favor.
Ella se giró para ver quién le había dicho esto.
Se encontró, con unos ojos que no había visto nunca, no, si que los había visto, pero ahora estaban llenos de cariño, comprensión y... ¿amor?
¿Qué haces aquí Malfoy? ¿Cómo sabías que estaba aquí?
Te conozco mejor de lo que crees.-le dijo con una sonrisa llena de cariño.
¿Cómo que me conoces? ¿Has venido a burlarte de mi?
No Hermione, ya hace mucho tiempo que no deseo burlarme de ti, és más, me gustaría ayudarte, ser tu amigo y apoyarte en estos momentos.
¿Cómo sabes que me pasa algo?- le preguntó ella con ojos llorosos.
Desde que he leído en El Profeta lo de tus padres que te estoy buscando por todo el castillo, quería evitar que hicieras esto que estabas intentando cuando llegué.
No necesito tu ayuda Malfoy. Déjame, estoy cumpliendo tu sueño, me voy a morir, siempre lo has querido, ¿porqué no lo vas a querer ahora?- le dijo Hermione llorando. Draco se arrodilló delante de ella y le cogió las manos.
La vida es muy bella Hermione. Antes no lo veía así, pero he cambiado, ahora amo a la vida...y también te amo a ti, por eso no quiero que te vayas. Si no tenías a nadie por quién seguir viviendo, ya lo tienes, estoy aquí contigo y deseo que tu te quedes conmigo,...por favor...-le suplicó Draco con los ojos humedecidos.
Draco...¿me lo dices de verdad? ¿en serio me vas a ayudar y me apoyarás frente a todos? ¿sin importarte que te vean con una sangre sucia?- ahora lloraba de emoción, nunca se hubiera imaginado que Draco fuera tan buena persona.
Hermione, nunca me avergonzaría de ir contigo, si fuera por mi le diría a todo el mundo que te amo, pero cómo se que tu a mi no, me conformo con ser tu amigo y ayudarte en todo lo que necesites. ¿Qué dices? ¿Me das una oportunidad?- le dijo haciendo una media sonrisa.
Oh, Draco!- se le lanzó en un abrazo llorando- claro que sí. Gracias por ser así, y por quererme, pero sobretodo, gracias por salvarme la vida, Draco.
