hola pues este es mi primer fic de Ranma y espero que sea de su agrado:
Capi I reclutamiento
Es una fresca tarde de verano, las flores están en el auge de su belleza, las aves cantan y los novios pasean tomados de la mano por el enorme parque de la bella ciudad de Nerima.
En la calle se divisan dos jóvenes con un lento caminar, sin pronunciar palabra, quizás por timidez, quizás por no querer, la única comunicación que tienen es la de las miradas, que de vez en cuando se cruzan. En sus manos llevan comprados para una cena quizás o tal vez sean para la reserva del hogar.
Luego de unos 20 minutos llegan hasta su hogar, el conocido dojo Tendo.
-ay, ya regresaron que bien me pondré a hacer la cena- exclama una bella joven de largos cabellos negros, con una ternura indescriptible, la ternura con la que se trata a los seres más queridos-tráiganlos a la cocina chicos por favor- dijo ella
-claro Kasumi en seguida- dijo la chica del cabello azulado tomando varias bolsas, demasiado para su pequeño cuerpo, cuando se dirigía hacia la cocina una de las bolsas resbalo casualmente la que contenía alimentos en frascos.
-ayy- se escucho el grito de ella al sentir que la bolsa se resbalaba y solo cerro los ojos esperando aquel estruendoso ruido que se haría al entrar en contacto el duro suelo con los frágiles vidrios.
Luego de unos segundos abrió sus ojos extrañada de no haber escuchado nada, su sorpresa fue al abrir sus ojos, encontró unos bellos y profundos ojos azules que la miraban extasiados, como queriendo aprovechar cada segundo de esa bella visión, el sonrojo por parte de ambos se hizo presente casi de inmediato.
-Graa.… Gracias- dijo con mucha dificultad ella, esos ojos azules la hacían caer en un estado que le impedía incluso moverse.
-no hay de que- dijo tímidamente el chico.
Y fue lo único que pronunciaron, luego ambos dejaron todo en la cocina tal como kasumi se los había pedido y luego cada uno se fue en distintas direcciones.
Akane a su cuarto y ranma al dojo a practicar un rato.
Para todos los miembros de la casa era mas que obvio que ellos dos se querían pero nunca lo aceptaban y por eso siempre trataban la manera de que ellos estuvieran solos o que se interrelacionaran más pero todos sus intentos habían sido fallidos.
En el cuarto de akane
-rayos porque nunca podemos mantener una conversación, no se porque las palabras no salen, pero mi corazón si parecía que iba a salir, si tan solo fuera más fácil- se repetía la peli-azul al no poder comunicarse con el chico de sus sueños, su prometido hasta ese momento.
-en fin mejor me concentro en la tarea de matemática, están un poco complicados- exclamaba ella y comenzó con los ejercicios asignados por el profesor.
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En el dojo:
Se divisa un apuesto joven de largo cabello negro amarrado con una coleta, de unos profundos ojos azules y bien formado cuerpo, vestido con un GI color blanco y una cinta negra amarrada a su cintura, practicando cada técnica posible, pero parecía que su mente no estaba del todo concentrada en su práctica, ya que perdía el equilibrio por momentos aunque no llega a tocar el suelo.
-akane- era lo único que su mente pensaba, en eso sus reflejos se activaron al sentir como un fuerte puño se acercaba velozmente hacia a el haciéndolo saltar para esquivarlo y ponerse en posición de defensa de inmediato.
-ja excelentes reflejos- exclamo una voz muy particular para el joven oji-azul
-como siempre- exclamo con un poco de superioridad el chico- y gracias a eso no puedes golpearme aun, ryoga- espeto el.
-si, pero mejorare- dijo muy seguro el joven de bandana- que te pasa te noto un poco desconcentrado- pregunto expectante ryoga.
-pues…- ryoga era su mejor amigo pero no estaba seguro de poder contarle sus sentimiento sobre akane, luego de pensarlo unos segundos decidió contárselo.
pues veras es algo que me pasa y aun no se que es- dijo un poco inseguro el chico de la coleta
anda vamos, no seas tímido- lo animaba ryoga.
Estaba a punto de contarle lo que lo atormentaba cuando se escucho una voz.
-Ranma es hora de cenar- dijo akane muy suavemente- oh Ryoga¿como estas?- pregunto esbozando una pequeña sonrisa, que fue suficiente para hipnotizarlos.
-Akane- dijo muy emocionado Ryoga que recibió una tierna sonrisa de la chica.
-Ryoga que gusto verte, te quedaras a cenar ¿cierto?- pregunto ella
-claro, por ti cualquier cosa- dijo el muy emocionado, sin notar una mirada asesina sobre el, era la de Ranma que al escuchar las palabras de Ryoga se dio cuenta de lo que por mucho tiempo había ignorado; a su mejor amigo también le gustaba akane, si le decía lo que el sentía probablemente seria un gran problema y lo que menos quería era enojarse con el, por lo tanto luego de pensarlo por unos segundos decidió no decirle nada.
-bueno chicos no tarden- dijo ella
-claro- contesto el chico de la bandana, mirando a su compañero de combate -ah, si Ranma me ibas a decir algo ¿cierto?-
-a no era nada importante mejor vamos a cenar antes que se enfríe la comida- dijo el joven de coleta, no se atrevió a decir nada.
Ambos jóvenes iban caminando hacia el comedor mientras charlaban.
Ya casi todos estaban sentados solo faltaba…
-Akane de prisa ya estamos todos solo faltas tu-
-si Kasumi en seguida bajo- contesto la chica.
Luego de cinco minutos ella ya estaba presente y como de costumbre se sentó al lado de su prometido.
Y así iniciaron la cena, todos comían en silencio y así finalizo la cena en total silencio, es como si les hubieran prohibido conversar, ni siquiera el maestro Happosai dio problema alguno.
-muchas gracias por la comida- exclamo Ryoga- estuvo delicioso-
-hay Ryoga tu siempre tan atento- decía kasumi
-bueno me retiro- dijo Ryoga despidiéndose de cada uno
-Akane muchas gracias por la invitación espero verte mañana - dijo guiñándole el ojo cosa que nunca se había atrevido a hacer, todos se quedaron un poco impactados ante esta escena y más el joven Saotome y la joven solo se sonrojo un poco y le sonrió.
-bueno hoy si me voy, buenas noches a todos- dijo nuevamente y se fue.
Nadie se atrevió a decir nada de lo ocurrido debido a que conocen el fuerte carácter de Akane y seguramente reaccionaria violentamente.
Así que lo único que hicieron fue encender el televisor luego de cenar como siempre, Akane no quiso ver, ya que dijo tenía mucha tarea aun, Kasumi fue a la cocina a ordenar un poco mientras Genma, Soun, el maestro, Nabiki y Ranma miraban atentos la televisión, aunque en la mente del joven oji-azul se repetía una y otra vez la escena de la cena, para el era muy difícil contenerse en esas situaciones, pensaba cual era la forma de ponerle fin y la única solución posible que encontraba era hablarle a Akane sobre sus sentimientos.
Decidió que lo mejor era salir a ver las estrellas un rato y así poder pensar mejor.
La noche era bella, las estrellas brillaban más que nunca, la brisa estaba muy fresca y en lo alto del tejado un chico de profundos y bellos ojos azules se encontraba admirando la belleza de las estrellas, meditando sobre ciertos aspectos de su vida que aun eran un poco desconcertantes para él.
Todo lo relacionado con Akane le interesaba, era su prometida desde hace dos años aproximadamente, y a través de ese tiempo ha aprendido a conocerla muy bien, a pesar que pelen a menudo sabe que es solo para ocultar lo que en verdad siente y teme enfrentar, pero ahora que Ryoga esta interesado en Akane quizás sea hora de hablar, no es que crea que Akane le puede interesar Ryoga, pero el debe saber que ella no esta libre.
-supongo que es porque a pesar de estar comprometidos cree que no nos casaremos pero yo si quiero- pensaba el chico- Akane- dijo en un suspiro
-dime Ranma- dijo la chica de los cabellos azulados, la que hace que el gran Ranma Saotome se sienta indefenso.
-Akane- dijo en un grito
-ay Ranma no seas exagerado- reprendió ella
-es que creí que estarías dormida ya es un poco tarde-
-bueno podría decir lo mismo- dijo ella- además es una noche hermosa y mejor si se ve con alguien especial- dijo tímidamente ella y Ranma que no podía creer lo que había escuchado es como si ella le estuviera diciendo que si le importa pero, no eso no podía ser, seria que Akane se siente mal, pensaba el chico.
-bueno si tanto te molesta que este aquí me voy- dijo ella un poco molesta al ver la cara del chico
-no Akane…- dijo el rápidamente al ver que ella se levantaba
-dime Ranma- dijo ella un poco emocionada
-ven no hay porque irse a dormir aun no crees, además tu lo dijiste la noche esta hermosa.-
-esta bien- dijo ella tiernamente y así iniciaron a charlar de cualquier cosa que se les venia a la mente, aunque el tema que más salía a la a luz era el de la guerra que se estaba llevando a cabo en esos momentos en su país a pesar que en Nerima aun no había llegado sabían que tarde o temprano la guerra llegaría a ellos, pasaron hablando alrededor de tres horas.
-wou el tiempo vuela rápido cuando hablas- dijo el chico muy alegre el sueño estaba ahí desde hace mucho pero su amor estaba enfrente y puede mas el corazón que el sueño.
-si mañana hay que ir a clases y debemos levantarnos temprano, no tenia planeado estar hasta tan tarde solo quería despejarme la mente luego de esos horribles ejercicios de matemáticas- dijo ella- y bueno me voy buenas noches Ranma duerme bien
-Akane espera- dijo el muy suavemente y se quedo callado y su rostro parecía que estaba pensando algo muy serio y muy importante, el corazón de Akane latía con cada segundo más rápido sentía que lo que estaba por venir cambiaria su vida.
-Akane, te quiero…- dijo el deteniéndose un momento
-s… si- Ranma dijo ella muy bajo y muy emocionada
-te quiero preguntar si son muchos los ejercicios -
-Ranma- dijo ella frunciendo el ceño y sintiendo como su aura se transformaba en roja
-calma Akane es que olvide que había tarea ¿podrías prestarme los tuyos si?, no seas malita Akane- pedía el chico.
Ella solo suspiro para tranquilizarse y luego abrió sus ojos intentando mantener la calma dijo- Ranma como pudiste olvidar esos ejercicios son vitales para pasar el año además sabes que casi salimos de vacaciones por navidad y estas actividades valen mucho-
-anda Akane ¿si?- dijo el haciendo pucheros que Akane no pudo resistir
-claro pero será la ultima vez- aclaro ella
- si la ultima-
Y ambos jóvenes bajaron del tejado a las 2:00 a.m. para buscar los ejercicios de Akane, llegaron al cuarto de la chica y por alguna extraña razón el ambiente se tensiono un poco
-Ranma aquí están no los olvides mañana por favor-dijo ella
El chico estaba hipnotizado viendo el rostro de la joven, observaba con ternura sus labios especialmente, como se moría de ganas por probarlos,
-Ranma, Ranma te encuentras bien- exclamaba Akane que no entendía muy bien la actitud de su prometido los últimos días lo había notado mas cariñoso y atento con ella, más amable incluso con el maestro
-si gracias no te preocupes- dijo el- mañana te los doy buenas noches Akane- dijo el y le dio un dulce tierno en las mejillas, Akane estaba petrificada, era un simple beso en la mejilla pero Ranma siempre había sido muy tímido para hacer ese tipo de cosas definitivamente algo estaba pasando.
Ambos jóvenes no durmieron esa noche sus mentes estaban ocupadas por mares de sensaciones antes no admitidas y en el caso de Ranma a parte de pensar en la bella Akane pensaba en terminar lo antes posible los ejercicios de matemáticas.
El sol salio nuevamente alumbrado casa espacio disponible para el gran Japón, todos se despertaron para dar inicio a un nuevo dia, los jóvenes para arreglarse e ir a la escuela y los más viejos para desayunar y poder estar tranquilos el resto de la mañana, haciendo absolutamente nada productivo.
Ranma y Akane fueron los últimos en bajar casi se duermen así que ya estaban un poco retrasados, solo tomaron un poco de jugo con un pan tostado y salieron rápidamente hacia la escuela.
-uff justo a tiempo- dijo Akane
-si deprisa- dijo Ranma- no nos confiemos-
-si- respondió ella
Llegaron un minuto antes de que el profesor entrara al aula, luego dio inicio a la peor clase para ellos matemáticas, lo primero que hizo el profesor fue pedir los ejercicios de matemáticas. El joven de coleta estaba distraído pensando en lo aburrida que seria la clase y no escucho cuando el profesor pidió los ejercicios hasta que…
-ouch, que es esto- dijo –o un papel- se dispuso a leer y este decía:
"Ranma los ejercicios de matemáticas no me los diste cuando el profesor te los pida dáselos y dile que los tienes tu porque los había olvidado, sino sospechara que te di copia"
-ah si los ejercicios- y comenzó la búsqueda de los ejercicios, el nerviosismo del chico empezó a notarse cuando no encontraba los ejercicios y el tiempo del profesor para la entrega se agotaba. Solo se decía: no pude haberlos olvidado, claro que no o ¿si?
En eso…
"Ranma baka mas te vale que no los hayas olvidado o me las pagaras" decía un papel más, lanzado con fuerza por su prometida.
-oh no, por mi bien espero que no- pensaba el joven
-bueno muchachos ya no hay más trabajos un minuto para los que faltan- advirtió el profesor.
Ranma se estaba dando por vencido con el trabajo le tocaría soportar las consecuencias de su olvido y vaya que serian duras con la fuerza de akane mas cuando se enoja.
-Ranma me las pagaras- pensaba la chica mientras sentía como su aura se volvía de un rojo intenso.
-a ya se, si deben estar ahí- dijo muy confiado el chico revisando una bolsa exterior donde no había buscado, para su mala suerte tampoco estaba ahí.
Luego de cinco minutos de este acontecimiento se visualizaron dos jóvenes con dos cubetas llenas de agua cada uno en medio del pasillo.
-Ranma como pudiste- reclamaba ella
-Akane lo siento pero al menos el profesor nos dejara traerla luego de clases ves lo que conseguí es bueno- se excusaba el chico
-si pero fue tu culpa en primer lugar- aun reclamaba ella
-si lo siento Akane en verdad- se disculpaba el mientras la miraba profundamente, ella estaba a punto de decir que no había problema, no podía resistirse a esa mirada tan tierna que el tenia.
-Ranma Saotome como pudiste hacerle eso a mi adorada Akane- dijo un loco joven con una espada de madera, atacando al joven de coleta quién fácilmente esquivo el ataque evitando ser golpeado y que el agua fría cayera sobre el para evitar empeorar las cosas.
La pelea era ya habitual para la mayoría: Kuno/Ranma y el vencedor siempre Ranma, pero a pesar de saber el resultado siempre era interesante observarla, pero esta vez seria distinto.
Estaban a mitad de la pelea Ranma estaba casi intacto mientras Kuno muy cansado y con un par de rasguños, cuando se escucha un mar de sirenas que invaden la ciudad, gente corriendo sin rumbo frente la escuela, parece que todos han enloquecidos, Ranma se va junto a Akane para estar seguro que no le pasara nada.
-atención jóvenes- llama el director- por favor retírense hacia sus casas, al parecer el ejercito ha invadido la ciudad, por seguridad vayan rápido hacia sus casas y las clases se suspende hasta nuevo aviso que Kami los cuide- dijo y se marcho.
-Akane vámonos rápido- indico Ranma a lo que ella solo asintió y siguió a su prometido, a prisa caminaron hasta el dojo, el camino parecía sin fin Akane solo observaba por momentos detenidamente a Ranma.
-¿Qué pasa Akane?- pregunto inquieto el
-nada por que lo preguntas- dijo ella bajando la mirada
-se que algo te inquieta dímelo- replico el
-Ranma debes esconderte que tal si te reclutan- grito ella muy angustiada el se detuvo la miro a los ojos y de la manera mas dulce que pudo le respondió
-eso dudo que pase no te preocupes por eso-
-pero…-
-shhh no pienses en eso y apurémonos- dijo el ella no dijo nada más y siguieron.
Al llegar al dojo se encontraron con una familia muy apurada empacando lo necesario para irse lo antes posible, Nerima dentro de poco no seria un buen lugar para vivir, al menos por un tiempo.
-chicos que bueno que aparecen arreglen sus cosas y nos iremos pronto- dijo Kasumi sonriendo como siempre.
-si- contestaron ambos.
Luego de veinte minutos todo estaba listo tenían sus maletas listas, un buen cargamento de comida, irían a Jusenkyo a esperar que esto cesara además ahí podrían quitarse la maldición, mataban dos pájaros de un tiro, ahí la guerra nunca llegaba por una razón obvia.
-bueno en marcha-dijo el señor Soun y todos asintieron y comenzaron su largo viaje.
El camino se hacia mas largo con la carga y toda la gente que se atravesaba, era como el ganado asustado que corre sin cesar de un lado hacia a otro.
Al llegar al centro la cosa no mejoro, eran montones de gente por todos lados no se podía casi caminar, las estaciones del tren estaban cerradas, las salidas de la ciudad bajo una terrible custodia en donde pocos salía nadie entraba.
-Ranma ahora ¿Qué haremos?- preguntaba akane desesperada al ver la poca posibilidad que tenían de salir.
-calma Akane ya encontraremos una solución- dijo el con un semblante muy serio, en el fondo estaba igual de angustiado que ella, debía sacarlos de ahí lo más pronto posible.
Caminaban entre la multitud con mucha dificultad buscando una salida cuando se toparon con alguien conocido.
-Ryoga ¿estas bien?- pregunto Akane
-Akane hola, si pero que pasa se supone que estaría en las montañas ya- dijo el chico
-siempre despistado amigo- dijo Ranma, el chico de la bandana solo le tiro una fría mirada sin decir nada.
-bueno al parecer el ejercito a invadido la ciudad y pues estamos tratando de irnos lejos de aquí pero parece ser que todo esta cerrado- dijo muy exaltada Akane.
-ya entiendo y por la montaña crees que ¿sea posible escapar?- pregunto ryoga
-claro eso es, debe haber algún sendero que nos saque de aquí ire a revisar- espeto el joven
.voy contigo- dijo Akane
-yo también- dijo Ryoga
-no, Akane quédate recuerda que no se puede confiar ni en mi padre ni en el tuyo mucho menos con el maestro en estas circunstancias y tu puedes manejarlos mejor, Ryoga cuida de todos ellos mientras vuelvo- dijo seriamente- regreso en un rato- dijo y se fue ante la mirada de todos los miembros de la familia.
Kasumi bordaba un mantel, nabiki ofrecía sacarlos de la ciudad por 20,000 yens, el tío Soun lloraba desconsolado y el señor Genma, bueno el estaba sentado como panda comiendo bambú, todo como si nada pasara.
Estaban esperando en el mismo lugar donde Ranma los dejo cuando…
-atención, atención, se les comunica que todo hombre mayor de 18 años será enlistado en el ejercito-dijo un militar que se encontraba en medio de la multitud.
Akane solo agarro del brazo a Ryoga en señal de preocupación ya que tanto el como Ranma tenían 18 años y lo mas frustrante para ella es que recién cumplidos.
-tranquila saldré de esta- dijo muy suavemente el
-si- dijo ella
-oye Ryoga por 2000 yens te escondo muy bien- dijo nabiki dos gotas salieron de sus cabezas
-como dices eso, no cambias- reclamo Akane muy molesta
El resto de la familia solo guardaba silencio, simplemente no hallaban que decir, estaban serios, excepto Kasumi que mantenía su bella sonrisa.
Luego de unos minutos vieron como los soldados se retiraban con una grupo de jóvenes, adultos y agradecieron por no llegar hasta donde ellos.
-tu¿Cuántos años tienes?- pregunto un soldado mientras Ryoga bajo la mirada y apuño sus manos
-responde- ordeno el militar
-18 señor - dijo sin más remedio
-camina nos vamos- espeto el
-no- grito Akane
-deja Akane-dijo el preparándose para luchar contra aquel sujeto que deseaba separarlo de su Akane- antes deberás vencerme- poniéndose en posición de lucha, preparado para utilizar todas sus técnicas. Pero el soldado frustro su intento al disparar contra la primera persona que paso.
-si quieres morir ya niño intenta atacar, al primer golpe te caerán cientos de estos- dijo señalando su arma, Ryoga analizo a situación sabia que no era prudente así que decidió desistir.
- Akane cuídate volveré pronto-
-.Ryoga no-exclamo ella pero el soldado lo aparto y se lo llevo junto al otro grupo.
Akane estaba muy desesperada y nadie parecía entender exactamente lo que pasaba y lo pensaba por la tranquilidad que ellos profesaban, mientras tenia su alma en un hilo de pensar que se han llevado a Ryoga y Ranma no aparece, siente como si un colapso esta apunto de darse en su ser.
-Akane ¿Qué te pasa que estas tan pálida?- escucho una voz muy familiar y que le alivio en cantidad.
-Ranma se han llevado a Ryoga, lo han reclutado- dijo ella angustiada pero aliviada de ver a su prometido
-que dices- exclamo alarmado el artista marcial
-si, debes ayudarlo Ranma- suplicaba ella
-claro ni dudarlo- dijo el
Y así el joven de coleta corre incesante entre la multitud hasta el tren que el mismo vio minutos atrás en el cual llevan a personas reclutadas. Logra entrar al tren con mucha dificultad por la multitud y examina cada vagón del tren hasta encontrar donde iba su amigo.
-Ryoga vámonos, rápido- dijo el Ranma y su amigo obedeció de inmediato, comenzaron su huida, corriendo lo más rápido que podían.
-mira ahí esta la salida-dijo el joven de la bandana
-rápido- exclamo el joven de coleta, estaban a punto de salir cuando un gran pelotón les obstruyó la salida, todos se veían crueles y sin intenciones de dejarlos irse a casa.
La batalla comenzó Ranma y Ryoga juntos luchando por su libertad contra esos soldados que lo único que hacían es cumplir con su deber.
Luego de un par de soldados noqueados estaban un poco cansados si no fuera por sus armas todo seria más fácil, estaban cansados pero no se darían por vencidos.
-bueno que pasa aquí- exclamo un hombre alto, de hombros anchos, con una voz muy áspera, ojos negros y grandes, su mirada mas fría que el hielo y un puro en su boca, las medallas en su uniforme daban a entender no era un soldado cualquiera, además que los demás soldados al escuchar esa temible voz se pusieron en una posición que indicaba superioridad.
-mi sargento, estos individuos están reacios a obedecer e intentan escapar-dijo uno de ellos un poco asustado
-je y aun no han sido capaz de controlarlos que inutilidad de batallón- dijo muy duramente mientras los demás soldados agachaban sus cabezas- miren niños- se dirigió a los jóvenes- se quedan o se van- exclamo mientras sacaba su arma de fuego nada mas que una calibre 9mm. Ellos estaban petrificados sabia que si se negaban a ir seria mortal.
-¿entonces?- dijo serio y apuntando no recibieron respuesta de parte de ellos, quienes no se movieron ni un centímetro.
-bueno lo tomo como un si llévenselos- dijo
Y sin más palabras se los llevaron junto con los demás por la mente del artista marcial pasaban mil pensamientos, sobre su familia, como llego ahí, pero lo principal Akane, no logro decir lo que sentia ¿Qué pasara si no regresa? No, no, se repetía mentalmente-debes dejar de pensar eso- intentaba convencerse que tarde o temprano volvería junto al amor de su vida.
Los sentaron el ultimo asiento del tercer vagón, se observa la gente despidiendo a sus familiares, entregándoles cosas, flores y ellos ahí solos, sin nadie quien despedirlos y todo porque no saben donde se encuentran ellos.
Cuando se anuncia que el tren partirá se ven varias caras conocidas.
-Akane- grita el artista marcial llamando la atención de la joven de cabellos azulados
-Ranma Qué haces ahí? Baka baja de inmediato- dijo ella no pudiendo evitar que sus ojos se pusieran vidriosos, sabia lo que significaba que el estuviera ahí.
-Akane calma, debes escapar irte con todos yo regresare luego, Ryoga esta conmigo no nos pasara nada- dijo para tratar de calmarla cosa que era imposible a esas alturas.
-no Ranma- dijo ella ya en estado de desesperación.
-Akane mantén la calma regresaremos lo prometo-dijo Ranma pero en el fondo la incertidumbre hacia estragos en su ser.
-Akane estaremos bien, yo lo cuidare-dijo Ryoga
-pero…- dijo ella
El tren comenzó a marcharse y Akane detrás del tren
-Akane se fuerte confió en ti- dijo el oji-azul sonriendo para la joven
-Ranma- grito ella llorando tomando por pocos segundos la mano de su prometido- te esperare el tiempo que sea necesario- grito ella con más fuerza, mientras la velocidad del tren acelera y sus manos se sueltan.
-te esperare amor mió- dice ella mientras ve como ese viejo tren lleno de gente se lleva a la personas más importante para ella y no solo eso, solo le deja la incertidumbre de si volverá a verlo y el dolor de una partida.
bueno pues hasta aqui el primer capi, gracias por tomarse el tiempo de leer y espero con ansias sus mensajes :) hasta la proxima
