Hola :D este es un reescrito del primer capítulo, espero lo disfruten
Capítulo 1: La Planta Nueva
¡Al fin he terminado mi entrenamiento militar! Aún recuerdo cuando empecé como Repetidora novata, pero ahora ya soy toda una Guisantralladora preparada para la lucha contra las hordas de zombis.
Esta tarde mi superior tomó la decisión de enviarme a campo a combatir en la guerra junto con mis demás compañeras plantas del sector delantero del jardín. No podía creerlo, era la primera vez que vería a otras plantas, estoy tan emocionado por entrar a la batalla; claramente sería la primera vez que lucharía contra zombis, por lo que también estaba algo asustado. Todavía no sabía cómo funcionaba eso de los enfrentamientos y todo lo demás.
Me dirigí hacia el jardín de enfrente. Vaya, sí que había muchas plantas, algunas se me quedaban viendo, lo que me puso un poco nervioso. Al parecer todas estaban muy tranquilas, no se sentía que fuera a haber una batalla contra zombis ese día. Por ello decidí relajarme un poco. En seguida se me ocurrió dar un recorrido por la zona, quería ver cómo estaban mis demás compañeras.
Yo no tenía ni idea de qué hacer o cómo hacerle para luchar contra los zombis, pues casi siempre era diferente la teoría a la praxis. Había escuchado que era muy fácil: nada más tenías que disparar lo que fuera que lanzaras, acertarles a los zombis, derrotarlos y listo; pero quería saber más, quería saber qué sienten las plantas al estar ahí combatiendo, arriesgando sus vidas para defender su hogar y al jefe para que no se lo comieran también.
Mientras caminaba, vi un Girasol. En seguida, recordé lo que me contaron de ellos, decían que siempre bailaban al ritmo de la canción de la vida en la Tierra o algo así, la verdad no sé.
Me le acerqué.
—Hola —le hablé algo nervioso. Vaya soldado que soy.
—¡Oh! ¡Hola! —Dijo con una gran sonrisa, esa que caracteriza a los Girasoles—. Tú debes ser el nuevo, ¡¿verdad?!
—¿Ah? ¡Ah! Sí, ese soy yo, el… nuevo —dije algo despacio—. Y… ¿eres un Girasol?
Rayos, ¿cómo se me ocurre preguntar eso? «¿Eres un Girasol?». Si hubiese sido ella respondería con un: claro que sí, ¡idiota!
—¿Ah? —Rió poco después—. Sí, lo soy, ¿por qué? —Me sonrió nuevamente.
—Pues nada más para estar seguro de que no eras una margarita o algo por el estilo —comenté con tono relajado.
—¿Y tú eres una Guisantralladora? —Habló, socarrona.
—¡Por supuesto! Una Guisantralladora siempre lista para pelear —dije, orgulloso de mí mismo y con los ojos cerrados—. Hablando de pelea, ¿a qué te dedicas? ¿Cuál es tu papel en el jardín? —traté de ser cauteloso con la pregunta, no quería ofenderla.
—Bueno, yo genero soles. —Respondió, alegre.
¿Soles? ¿Acaso sacaba mini soles de su interior o algo por el estilo? ¿Por qué? ¿Cómo? Rayos, la verdad no tengo idea de qué me hablaba. ¡Sin duda quería saber más!, así que le pregunté.
—No es que no sepa qué es eso, pero me gustaría informarme de un Girasol, supongo que son más confiables los datos. —Me sonrojé un poco, ¿será que se haya dado cuenta que no tenía ni idea sobre ese tema?
—De acuerdo. Yo produzco energía a la que se le llama Soles, sirve para ayudar a las plantas a estar más fuertes, en tu idioma militar se podría decir que son como los suministros. —Me sonrió amablemente.
—Ah, entonces sí era eso que creía. —Reí un poco para distraerla—. Oye, otra pregunta, ¿qué sientes cuando estas en combate? —Me pregunté si ya la estaría molestando con todas esas cuestiones.
—La verdad siento que debo dar lo mejor de mí, pues me necesitan, necesitan a todos los Soles para conseguir fuerzas. Ver cómo mis amigos están bien es lo que me gusta más que nada. —Dijo con dulzura.
—Gracias, por tu amabilidad. Bueno, voy a seguir recorriendo el lugar. Nos vemos —dije alegremente.
—¡Hasta luego!
Vaya, los Girasoles sí que son amables. No tardé mucho tiempo en encontrar a otra planta, esta vez fue una Repetidora.
—¡Hola! —le dije, feliz.
—¿Quién eres tú y qué es lo que quieres de mí? —Dijo con un ojo cerrado y el otro muy abierto, el cual me observaba atentamente.
—Yo sólo quería saludar y hacer algunas preguntas —dije algo nervioso.
—Conque preguntas, ¿eh? ¡¿Qué clase de preguntas, brote de guisante?! —Exclamó, viéndome a los ojos.
—¿De qué hace y qué siente al hacer su trabajo? —pronuncié las palabras con velocidad, sentía que esa Repetidora tarde o temprano saltaría hacia mí.
—Te diré una cosa, mi trabajo es asegurarme de que los zombis no lleguen al final de mí línea y lo hago… ¡acribillándolos con mis guisantes! —Se notaba exaltado—. Y ¿quieres saber qué siento en el combate? —Yo asentí rápidamente—. ¡Te lo diré! Siento que debo proteger el jardín cueste lo que cueste, incluso si ese precio que debo pagar es mi propia vida. ¿Crees que esto es un juego?, esta guerra sólo se ganará con fuerza, coraje y valor, ¡¿crees tener lo necesario?! —Me habló como todo un comandante.
En se momento me sentí como cuando estaba en mí entrenamiento militar, y eso me gusto.
—¡Señor, sí señor! —dije con la frente en alto.
—Puedes retirarte. Te estaré vigilando, novato.
Me fui muy bien de ahí, ya necesitaba que me dijeran algo así, algo que motivara… o algo parecido. La siguiente y ultima que vi fue un Nuez, claro, no era la única Nuez en el jardín. Me aproximé a ella, decidido a preguntarle lo mismo que a las anteriores plantas. Estaba ansioso por descubrir cómo reaccionara, si amable y risueña como la Girasol o alocada y feroz como la Repetidora.
—Hola, buenos días —dije, esta vez con formalidad.
—Hola, buenos días. —Me contestó esbozando una sonrisa.
—Me gustaría hacerle unas preguntas, ¿podría? —seguí tratando de mantener esa postura.
—Claro que sí, ¿cuáles son?
—Me gustaría saber cuál es su tarea a la hora del combate contra las hordas de zombis y cuáles son sus sentimientos en ese momento —aún más formal.
—¿Por qué hablas así? —dijo, levantando una ceja.
—Bueno, es que… la verdad, yo pensaba que… —No entendía por qué me estaba trabando tanto.
—Tranquilo, habla normal. Y con respecto a lo otro, soy planta defensiva, hago que los zombis no pasen por donde estoy, yo me pongo frente a ellos y siento esa emoción de estar enfrente de los zombis y también algo de miedo, ya que en cualquier momento me pueden terminar de comer.
—Vaya —susurré, su trabajo era mucho más pesado que el del resto—. Y ¿qué sientes cuando te muerden los zombis? —Era incapaz de guardarme esa pregunta, y de admirar a esa Nuez.
—Yo no tengo mucho sentido del tacto, así que para mí es como un cosquilleo. —Sonrió.
—¡Waoh, increíble!
—Bueno, creo que deberías descansar, tal vez los zombis no atacaron hoy, pero puede que vengan mañana. De cualquier forma, hay que ser precavidos.
—Tienes razón. Nos vemos luego —dije alegremente.
Nunca pensé que fuera a ser tan fácil la conversación con la Nuez. Y tenía razón, debería "recuperar" fuerzas para mañana, bueno más de las que ya debería tener ahora. Eso sí, cuando haya zombis daré el cien por ciento, inclusive más si es necesario, quiero que vean lo fuerte que soy… todos lo verán.
