PRÓLOGO

Nortia. Un poderoso y enorme reino conocido por sus grandes reyes, su historia y cultura, por su gastronomía y agricultura y sobre todo por sus grandes leyendas.

Los veranos en Nortia eran algo calurosos pero siempre acompañados de una fresca y suave brisa y los inviernos eran muy frescos pero sin llegar a ser muy fríos, aunque de vez en cuando nevaba las temperaturas no solían bajar de los 10ºC ni sobrepasar los 35ºC, por eso, muchos de sus reinos vecinos tenían casas para ir de vacaciones.

La flora y la fauna de Nortia eran muy variadas, desde plantas y animales comunes hasta especies muy exóticas o que nunca se habían visto, aunque de este tipo solo se concentraba en un lugar en específico, el Gran Bosque. Era un enorme y frondoso bosque que siempre permanecía verde en cualquier época del año. Era un lugar misterioso en el que nadie se había atrevido a entrar y los que lo habían hecho nunca se había atrevido a pasar más allá de la tercera fila de árboles. De este misterioso bosque habían surgido todas las leyendas locales del reino.

Por lo general, Nortia era un reino pacífico. Nunca había entrado en conflicto con los reinos vecinos gracias a los largos tratados de paz y a que tanto Nortia como los otros reinos dependían unos de otros para abastecerse. Pero claro, siempre existía la excepción. El único enemigo que tenía Nortia y con el que llevaban varios siglos de lucha era el reino de los bárbaros. Aquel reino siempre había intentado invadir Nortia pero fracasando estrepitosamente en todos sus intentos. Durante los últimos años, las cosas parecían haberse enfriado entre ellos y el reino de los bárbaros no mostraba signos de volver a entrar en batalla, o… tal vez eso es lo que ellos quieren que crean.