PROLOGO
"Somos ángeles de una sola ala y sólo podremos volar abrazándonos unos a otros..." No hay nada peor que el miedo a amar, no hay crimen más terrible que dejar escapar al ser querido y no tener el valor para luchar por su amor ¿El amor el sentido y el fin último del ser? ¿Por qué si nos amamos nos hacemos tanto daño¿Será parte de la calidad humana o el amor es sólo una ilusión...? "El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón pero su eco es eterno..." Dedicado a todos aquellos que creen que el amor es eterno... Ha pasado tiempo desde las grandes batallas libradas como sailors. Cada una ha empezado a tomar rumbo para situarse en la vida...
En sus oídos retumbaba aún la música, cómo había dejado que la convenciera, quizá Michiru tenía razón, la consentía demasiado.
La agonía no había acabado , aún continuaba, la joven de melena negra y ojos púrpura había encendido el estereo del auto. Haruka arrancó el auto, su acompañante ahora cantaba animosamente. "La cabeza me retumba" pensó Haruka mirando de reojo a la chica "Puedo tolerar su música pero NO que cante, no creo que..." por fin se animó a hablar:
- ¿Sabes acaso que estas cantando?
Todo en inglés, con sobresaltos de batería, uno tras otro era estruendoso y sonaban sólo gemidos, o por lo menos eso le parecía.
- No muy bien- contestó Hotaru
- Entonces mejor cállate- dijo en tono terminante
- Por qué ¿canto tan mal?- "es el colmo" pensó la rubia frunciendo el entrecejo
- ¡Ahhhhhhhhh...esa es mi favorita- y acto seguido subió todo el volumen del aparato
- Hotaru por favor apágalo- dijo suplicante –Suficiente fue tolerar el ruidazo de la fiestesita de esa niña.
Hotaru dio una mirada de muerte a Haruka
- TÚ quisiste acompañarme ¡NADIE TE OBLIG"!- Reprocho la chica mientras apagaba el aparato
- Si no lo recuerdas era o te acompañaba o no ibas...- Haruka sonrió maliciosamente al recordar lo acontecido:
Setsuna y Michiru se negaron, no había permiso para ir a esa fiesta, pero Hotaru no se dejó avasallar y supo a quién acudir: Haruka. Ella se había puesto del lado de Hotaru sólo por fastidiar a Michiru, era su manera de vengarse por los irónicos y burlones comentarios hechos a sus maravillosos autos, aunque a esas alturas no sabía bien quién había sido la torturada.
Haruka entró a la casa, vio a Michiru en el sofá leyendo un libro ; era tan hermosa, tan celestial, su bella sirena de cabellos aguamarino, el mar mismo en calma. Entró despacio, la abrazó por detrás y le dio un ligero beso en la mejilla. La joven levantó la vista topándose con uno impetuosos ojos azules, llenos de vitalidad, llenos de amor...
- Hola - dijo secamente intentando disimular la felicidad que sentía de cerca
- ¿Molesta? – dijo Haruka sin dar importancia al asunto
- Eh... no... por qué habría de estarlo
- Porque es tarde- interrumpió Hotaru
- Mmmmm...- meditó un poco y desvió la vista al reloj – No lo había notado
- Bien, digamos que aún no lo notas...así que...¡Buenas noches!- Hotaru subió rápidamente a su alcoba
- No me preguntarás cómo me fue
- No cariño, seguramente te fue bien- respondió Michiru dulcemente- Además tú quisiste ir
Haruka tomó asiento y un poco de aplomo, de nueva cuenta no volvía a comprender la actitud de su amada; no vaciló más y comenzó a hablar
- Ha sido divertido, mucha música, mucho ruido, muchas golosinas, muchas bebidas-
Michiru esbozó una ligera sonrisa y siguió leyendo su libro. Sabía que Haruka estaba muy nerviosa, hablaba incoherencias, aquello parecía más una trastada. Haruka prosiguió su charla sin dar realce a la pequeña sonrisa burlona de su compañera, de alguna forma le ayudaba a tranquilizarse y además le fascinaba verla reír. Su sonrisa era seductora y simplemente encantadora.
- Ehmmmm...¡Ah! y muchas chicas...muy bellas...- calló por unos segundos, no hubo respuesta, sólo pudo divisar una ligera sonrisa en el rostro de la joven que se amparaba detrás del libro
- ¿Acaso he perdido la práctica? – dijo para sí sin razonar que su pensamiento se le había escapado palpándose en palabras
- No, no lo creo...me has hecho pasar un momento bastante divertido.
La joven rubia no acababa de entender "¿Divertido?" pero Michiru no le dio tiempo a nada, la jaló del brazo y la llevó a la alcoba
- Mi...mi...Michiru me... me estas maltratando
- No me interesa, te lo mereces por coqueta
Era una mañana despejada, podía sentirse el tibio aire matinal entrar por la ventana de la cocina. Haruka vestía su blusa azul sin mangas, estaba sirviéndose leche cuando de reojo pudo ver la presencia de Setsuna
- Buenos días- saludo Haruka alegremente
- Ayer llegaron muy tarde- contestó secamente
- Eh... bueno...
- Y aparte el escándalo...- Setsuna dejó ver en su rostro una sonrisa maliciosa- ...no se pueden estar en paz...aunque sea una noche...
- Yo...eh...es que... Michiru me tumbó de la cama- dijo Haruka notablemente ruborizada
- ...Qué estarían... – calló un momento como reflexionando y antes de poder concluir entró en la cocina Michiru, con su hermoso vestido blanco sin mangas muy primaveral
- ¿Estaríamos?..estaría haciendo- vio de reojo a Haruka
- El problema debe ser lo inquietas y juguetonas que son... duerman en camas separadas o ...compren una ...Jumbo
- Eh..bueno ...ya no importa ¿Quieren desayunar?- Dijo Haruka Muy ruborizada
La joven rubia se dio vuelta para servir la leche y pronto sintió una suave y tersa mano recorrerle la piel
- Hoy voy a salir- dijo Michiru mientras jugueteaba con el cabello de Haruka
- A dónde vamos
Michiru retrocedió un poco
- No creo que debas acompañarme... te aburrirías amor- le susurró
- ¿Aburrirme?- sus ojos chisparon por qué le decía aquello
- Sí, recuerdas que has ido a cinco ensayos y en los cinco te has quedado...- frunció el ceño- ...dormida... así que...- tomó un tono sarcástico- puedo sobrentender que te aburro .
Haruka meditó un poco
- No. No me aburres, han sido días difíciles, el tiempo nos apremia , habrá que preparase para la carrera, es eso, no me aburres- sonrió dulcemente
Realmente no era necesario que lo mencionara, últimamente los autos tenían toda la atención de su amada, a pesar de la experiencia adquirida en el transcurso de los años seguía teniendo el nerviosismo de un novato y más en carreras tan trascendentes para su futuro.
Siempre era evidente el dominio de la situación por parte de Michiru explicaciones vagas, argumentos insustentables casi irreales y por fin... su compañera cedía.
El pasillo era largo y amplio decorado con impresionantes cuadros representando los fenómenos naturales. Caminó sigilosamente llevando su violín en la mano derecha
- ¡Señorita Kaioh, Señorita!- gritó una voz varonil
- ¿Sí?- volteó intrigada
- Buenas tardes, mi nombre es Demian Montessouri, he escuchado su bella ejecución, me ha parecido maravillosa, tiene el don divino del amor, su espíritu es un auténtico enamoradizo...- "¿Enamoradizo?" pensó la joven
- Vaya, vaya parece que no necesitaré presentarlos- dijo una misteriosa voz de mujer, ella era alta, de piel blanca y cabellera larga de un negro rojizo
- Mi nombre es Laura Libitz, soy la nueva encargada del Conservatorio y la Galería de Tokio... y creo señorita Kaioh que ya conoce a su pareja...
- ¡¿Mi qué perdón?!- dijo Michiru Muy confundida.
Sí el hombre era muy atractivo, alto cabello negro, ojos castaño oscuro, elegante, parecía bastante intelectual, pero ella ya tenía pareja: Haruka
- Sí su pareja de concierto
- Eh... este ... no se lo he dicho – dijo el muchacho un poco contrariado
- Bien esta usted frente al hombre más imponente en Francia, ha sido todo un éxito en menos de tres años, todo un maestro en el violín... y qué mejor que unirlo con el prodigio de Japón, ambos, amos del violín en el mismo escenario, en una graaaan vuelta a l mundo directo a Viena, la Gran Escuela de Música, fama, dinero, poder, chicas hermosas, chicos guapos, respectivamente...
Michiru soltó una carcajada su mente había divagado, aquella chica parecía un merolico, un vendedor obstinado dando todas las ventajas al obtener su producto
- ¿Disculpe?- intervino el muchacho, pero la chica de cabellos aguamarino no podía dejar de reír
- Es ... no me interesa nada de lo mencionado...- logró decir la joven tras otro ataque de risa
- Uhm.. .tome en cuenta la experiencia que obtendrá
- No; sí me interesa tocar con usted, lo que no me interesa es todo lo... –volvió a reír
- Oigan, ejemm, aquí yo mando y se hace lo que yo ordeno- dijo Laura irritada
- Quizá primero podríamos probar con un par de conciertos en la ciudad y ver qué resulta- dijo Demian ignorando a su jefa
- Sí es buena idea – contestó Michiru
Eran las seis de la tarde llevaba tres horas en el autódromo, sin embargo no podía concentrarse, su mente divagaba, por qué su amada no le quería hoy , precisamente hoy a su lado. Vio aproximarse hacia ella a Dowson, el jefe de equipo ¿quién le acompañaba? El hombre vestía de negro y usaba gafas oscuras, no lo había visto antes, pero quedó sorprendida ante aquel muchacho era bastante alto, robusto, llevaba dos pequeños aretes en la oreja derecha, ropa estrafalariamente holgada, el pelo corto todo erizado y la puntas pintadas de verde
- Tenou, quiero presentarte a Clift Libitz es nuevo en la escudería y quisiera que le apoyaras y ayudaras en todo ¿sí?
- Sí no hay problema- respondió secamente
- Te lo encargo – dijo el hombre retirándose
"Qué espera que yo haga con él" pensaba Haruka
-Gusto en conocerte y adiós- dice petulantemente el hombre marchándose, pero en esos momentos a Haruka no le interesó...
Cada día la situación se vuelve insoportable, siempre lo mismo¿A qué temes¿De qué dudas Haruka Tenou? Ayer volvimos a reñir, sus celos están pasando el punto de tolerancia. Debo practicar con Demian y no soporto las rabietas de la testaruda de Haruka
- A dónde irás - pregunta indignada
- Voy al conservatorio¿quieres venir?- le digo cariñosamente, pero ella sigue sentada, inmóvil, leyendo el periódico
- ¿No dices que me aburriría? - contestas sarcástica
- Entonces me voy, me llevaré el auto negro- haces una mueca y debo suponer que para mi regreso encontraré una fúrica Haruka, irracional e insensata. Alguna vez amé su ímpetu, su obstinación ahora... ahora no lo sé hace meses que reñimos por tonterías, que acabamos discutiendo como un par de niños y me duele, me duele porque aún la amo porque aún mi corazón se acelera cuando siento su cuerpo, cuando su aroma penetra por cada poro de mi piel... Quizá solo esté tensa por la carrera, quizá sólo sea eso...ojalá no sea el preludio del fin de nuestro amor...
FIN DEL PROLOGO...
CONTINUARÁ
CAPITULO I
LA COMPETENCIA
La galería estaba desértica, sólo estaban algunos artistas. Michiru observaba detenidamente los cuadros suspiró ligeramente a su derecha se encuentra un hombre alto de cabellos rubios y ojos color azul claro "Hace días que ese hombre frecuenta la galería, no creo que sea un comprador y dudo que trabaje aquí..." piensa Michiru.
El joven observa detenidamente a Michiru, no parece importarle que ella se halla dado cuenta de que es observada, sonríe ligeramente; la aludida se siente ofendida y no es para menos, el muchacho flirtea descaradamente con ella; un joven de estatura mediana cabellos azules y ojos del mismo color jala inesperadamente al muchacho rubio diciéndole: - Qué haces
- Nada – contesta angelicalmente- sólo observo
- Qué se supone que observas
- Claro esta, las bellezas artísticas- gira ligeramente la cabeza y da un último vistazo a Michiru antes de marcharse
- Ese so cabeza dura¡ sí eso es! Ha de ser un artista ¡Un artista del flirteo! Pronuncia la joven ya enojada.
La mañana ha sido dura, se puede escuchar el rechinar de los neumáticos
- ¡Bien! – grita el jefe de equipo
Haruka está cansada, entra al salón del circuito, adentro de la pequeña sala de descanso impera un estruendoso ruido, la música está a todo volumen.
- Hola angelito – saluda Clift, el muchacho del cabello erizado
- ¡¡¡¡¡¡Quééééé !!!!!!! – dice Haruka sorprendida - ¡¿Cómo me llamaste?- Frunció el ceño
- Angelito – responde el chico sin intimidarse por la mirada fulminante de su acompañante
- Me llamo Haruka Tenou y NO me vuelvas a llamar angelito- contesta bastante disgustada
- Y yo qué culpa tengo de que seas tan angelical y seas una chiquilla tan bonita – acto seguido sube los pies a la mesa colocándose de una manera cómoda , pero dominante.
La joven rubia no acaba de su asombro , estaba perpleja¿cómo sabía que era mujer? Y lo único que se le ocurrió fue tomarlo por la camisa
- Te suspenderán si causas disturbios – le dice en tono socarrón
- ¡Cobarde¡Idiota!- contesta la chica soltando al muchacho, aprieta los puños y trata de tragarse su coraje él tiene razón al primer pleito y quedará fuera de la competencia
- Vino ha verte tu novia...- dice el joven
- ¿Michiru?
Clift sonríe – No se cómo se llame, pero dijo que ojalá perdieras y te tragara la tierra Haruka frunce el ceño, quién la odiaría tanto, el chico soltó una estruendosa carcajada
- No te creas, vino una periodista quiere la exclusiva después de tu GRAN triunfo, te pagará muy bien aquí está su tarjeta
- ¡Ah!- dijo tranquilizándose - ¡No vuelvas a...- apagó el radio de un golpe - ...llamarme angelito, no vuelvas a bromearme y no vuelvas a decirme ninguna de tus estupideces¡Quedo claro!
- SÍ, claro y anotado, ahora prende el radio ¿quieres?
Los ojos de la rubia se iluminaron de rabia, no conforme con darle por su lado ahora le daba órdenes "quién se había creído el tipo ese" pensó
- ¡Préndelo tú!- y se marchó dando un portazo
Hoy estaba muy inspirada, estaba pintando un bello paisaje sobre el mar y la arena, la hermosura de las costas, era una bendición que la galería de arte tuviera una terraza a la playa. Podía observarse la plenitud de la bella naturaleza, la beldad de la creación, podía sentir la brisa del mar en su piel, el viento, hermoso viento que le susurraba tantas palabras de amor y a sus pensamientos vino Haruka, su fuente de inspiración.
La paz fue cortada por ensordecedores ruidos de la habitación contigua, tomo sus pinceles y los llevó a lavar, así averiguaría quien perturbaba la paz del lugar.
La habitación era amplia y luminosa, era un lugar muy fresco donde a veces era usado como salón de clases, al entrar lo primero que vio fue un desorden total de cajas, pinceles, cuadros y basura; un muchacho de cabello azul estaba en cuclillas, se levantó dándose un gran golpe en la cabeza – ¡Ouch! – exclamo adolorido, una ligera risa se escucho al fondo de la habitación.
"Qué hermosa risa"pensó Michiru, la encontraba tan seductora y dulce
- Ten cuidado, dijo el chico al fondo de la habitación quien volvió a reír sin despegar la vista de su libro y prosiguió diciendo - ¿No quieres que te ayude?
Michiru de inmediato lo reconoció era el joven que había estado coqueteándole descaradamente hacía unos días.
El muchacho de cabellos azules vio fijamente a la dama de la puerta - Disculpe el ruido, le he interrumpido- Michiru salió del trance y contestó
- No, no. Quería saber que estaba pasando
- Estamos reacomodando y redecorando- dijo señalando el desorden
- Claro, "reacomodando" yo diría desacomodando - un gesto de desaprobación burlona fue acompañado al comentario – Lo único bueno, es que tu noviecita tiene muchas amigas y siempre vienes todas juntas, así que tendrás quien te ayude – dijo el joven rubio que parecía ignorar la presencia de Michiru
- No es mi novia – dijo molesto el chico
- Disculpe mi descortesía, mi nombre es Itan, soy pintor y aquel del fondo es Alexis, otro pintor pero de brocha gorda – dijo el chico de cabello azul mofándose
- Mucho gusto soy Michiru
- Si ya lo sabemos, la chica con fragancia a mar – contestó el chico rubio
La conversación fue interrumpida por los ruidos de plática en los pasillos
- Te ha de ver engañado – sonó una voz
- O a lo mejor ya se fue es tardísimo- sonó una segunda voz
- ¡¡¡¡Holaaaaa!!!!!!! – entró gritando una joven rubia peinada de dos coletas
- Michiru...Itan, Itan.…..Michiru- y así pudo haber seguido de no ser por la chica morena que se aproximó
- ¡Cállate Usagi tonta! Hola ¿Cómo han estado?
- Bien – contestaron al unísono los chicos
- ¿Se conocen? – Preguntó desconcertada la chica de cabello castaño
- Hola – saludo Michiru
- Sí Makoto nos acabamos de conocer – contestó Itan
- Qué bien que ya se conoce: Alexis el del fondo y éste Itan el amor platónico de Makoto – le expresó en susurro una tercera chica que entró presurosa a la habitación
- ¡Minako! No digas tonterías – grito Makoto notablemente ruborizada al haber escuchado las insinuaciones de su amiga
- ¡Vaaaaamos! Es cierto – contestó Minako con una gran sonrisa
La discusión continuó, pero Michiru no prestó atención en las tonterías que expresaban, observaba al muchacho rubio, estaba fascinada pudo distinguir su complexión robusta sin llegar a excesos, quizá practicaba algún deporte, sus ojos eran pasionales, llenos de vida, como esperando ser desatada la feria que a veces se lleva dentro, decidió dejar para otro momento sus cavilaciones y volver al mundo real.
- No peleen, porque mejor no nos ayudan y nos vamos a divertir – dijo Itan
Minako sonrió angelicalmente, era la inocencia personificada
- ¡Pues manos a la obra! – grito Rei
- ¿No nos acompañarías? Michiru – Preguntó la chica con gafas
- No gracias, tengo trabajo Amy
- Invité a Alan y quizá venga Seiya y compañía, piénsalo bien Michiru- agregó Minako
- ¿Quiénes? – gritaron al unísono los presentes
- ¡Ah sí! – reflexionó – olvidé decirles, ayer llegaron de su gira y los invité a salir. Mi dicho es entre más bola más dinero
- Ese no es un dicho mina – corrigió Amy
- Anda le hace falta pareja a Alexis o bien tu escoges, eso sí Itan y Alan ya están apartados – dijo Minako con sonrisa maliciosa
- Sí, ve y te quedas con Seiya, por favor – agregó la chica de coletas en forma suplicante
- Ay, pero por qué me dejas al más feo, mis gustos no son tan malos
- Entonces con Alexis, te caerá bien – intervino el chico de cabello azul
- Hecho ustedes se van y nosotros nos quedamos aquí – gritó desde el fondo de la habitación. Cerró el libro se aproximó a Michiru y la tomó del brazo saliendo de la habitación y con la mano se despidió
- ¡Bueno, pues a trabajar! – grito Rei que ahora sostenía unas escobas y varias cubetas
- No quiero trabajar- masculló Alexis. Michiru sonrió irónica
- Así que Michiru Kaioh, tienes nombre de diosa
- Gracias por el halago
- Eres encantadora...– el chico sonrió y con un ademán le dijo adiós
El día anhelado por fin había llegado, cuántas ilusiones, cuán feliz era, su oportunidad había llegado, no perdería, ahora lo tendría todo, su sueño finalmente estaba por realizarse.
Clift ya estaba listo no había asistido a ninguna práctica, pero el muy ladino se jactaba de no necesitarlas. Haruka aún seguía vistiéndose, estaba muy nerviosa Michiru estaba con ella:
- Vas a ganar no te preocupes – le sonrió dulcemente
Su voz, su fino rostro tan lleno de luz, tan lleno de amor fue suficiente para calmar el tumulto de sentimientos que se apoderaba de su corazón.
Gritos, porras, un tropel lleno de agitación...autos...el ruido de los motores se apoderó del sitio, un sol en máximo apogeo, el viento, su singular compañero de batallas, el viento... se colocó el casco y subió a su auto
- ¡Suerte! – le gritó su bella sirena
Los autos se colocaron en sus posiciones, el silencio se hizo presente, pronto el semáforo cambió de tonos y la bandera dio la partida. Rugieron los motores como bestias emancipadas, los autos corrían provocando enormes polvaredas, cambió de velocidad, otra curva, la adrenalina a flor de piel.
A veces la suerte no nos sonríe como debiera y nuestro elemento pareciera que nos abandonara, pareciera que la vida se pone en nuestra contra pero ¿acaso ella nos dijo que era perfecta? Nunca nos promete más de lo que nos puede dar.
Una segunda curva, no quiso disminuir la velocidad, el viento se apagó, simplemente se esfumó, perdió el control del auto, éste se volcó y un estruendo espantoso sacudió al público; después un ligero estallido, no supo más... el viento...el viento la había abandonado.
Sólo se veía el humo, varios paramédicos acudieron al lugar. Michiru sintió que se desmayaba, tomó aplomo y corrió desesperada
- ¡Qué sucedió, está bien, dígame algo! - gritó la joven
- Tranquilícese, que es de Tenou Haruka ¿Familiar? – contestó el paramédico pasivamente
No supo que contestar
- Qué le importa, soy... soy... soy su prima
- Bien, tómelo con calma y firme aquí
Michiru tomó el papel, no lo leyó sólo plasmó su nombre con temblorosa mano
- Va al hospital Central de Tokio, al cuarto piso, neurología...
No dejó que concluyera, salió corriendo a toda prisa
FIN DEL PRIMER CAPÍTULO... CONTINUARÁ
Esta historia ya tiene tiempo la escribi actualizare muy pronto para comenzar con la segunda parte asi que si les hace conocida es por eso ) Junte el prologo y capitulo 1 para evitarme conflictos
