Hola!

Aquí les traigo una nueva propuesta... SasuSaku y NaruHina.

Pero ya de antemano aviso que tal vez el fic tendría pocos capítulos.

Advertencias para este nuevo fic: Posible lemon y OoC en los personajes.

Gracias por leer!


MADLY IN LOVE.

Chapter 1: Perdidos.

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-Te dije que te apresures, Kabuto…- mencionó aquel apuesto hombre, mientras subía a su lujosa y llamativa limusina negra. –Son mis vacaciones… Y no tengo muchos días para disfrutarlas, sino un poco más de un mes…

-Pero Sasuke-sama…- habló el chofer peligris, dirigiéndose a su jefe, luego de acomodarse los lentes. –No me fue posible encontrar un yate privado. ¿No sería mejor que espere hasta la próxima semana? O podría ir en avión… ¿qué tal uno de esos jets privados?- sugirió.

-No sé si me oíste…- habló la súper estrella de cine con voz tétrica. –Pero no tengo mucho tiempo, y quiero ir a New York vía mar… ¿qué tan malo puede ser ir en un barco con muchas personas? No creo que algo malo vaya a pasar… Además, ni que me diera miedo la gente…

-Como usted diga…- obedeció el hombre, subiéndose al frente del automóvil último modelo para conducirlo. –Sólo lo sugería en caso que quiera cuidarse de los fans descontrolados…

-No te preocupes por eso, Kabuto… Los fans no me molestan…- informó el joven Uchiha colocándose los lentes oscuros. –Date prisa, y en cuanto vuelvas, dile a Itachi que mi próxima película será en Yokohama y en un determinado tiempo iremos a Shangai – China, me toca hacer de asesino en esta. Y facturaremos mucho más, para dar un respaldo a las empresas de mi familia… Y a Karin…dile que le traeré un obsequio…- esto último lo dijo rodando los ojos.

-A su orden, Sasuke-sama…

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-Hinata-sama, ¿dónde me dijo que le toca bailar?- indagó el castaño de ojos perlas, observando a su preciosa prima terminar de empacar. –Me preocupa que tenga que ir sola por otro país…

La chica sonrió con dulzura.

-Neji-niisan, no te preocupes…- comentó con su voz siempre suavecita. –No estaré sola. El resto de mis compañeras de la academia van conmigo… Es en New York…

-Ya veo…- el siempre serio hombre procuró sonreír. –En ese caso, no olvide llevar su teléfono móvil… y de contactarnos ante cualquier eventualidad…

-Sólo me quedo en Estados Unidos por una semana, Neji-niisan… sólo por el barco tardaré más tiempo, pero sé que me divertiré…- dijo sonriendo. –Estaré bien… Además, estoy emocionada por mi primer viaje en barco…

-Entonces, sólo me queda decirle que se cuide, Hinata-sama…

-Ya te dije que me digas sólo Hinata, Neji…- habló la hermosa peliazul. –Se me está haciendo tarde, me despediré de Otou-san y de Hanabi-san… Después ya podremos partir…

-Como quieras…

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La peli rosa sonrió satisfecha luego de observarse al espejo de cuerpo completo. Se veía hermosa, como siempre.

-Frentezota, apresúrate…- decía desde afuera de la habitación su mejor amiga – representante. –Vas a llegar tarde, y te comento que no te esperarán por ser una estrella de pop, amiga…

-¡Ya voy!- contestó, mientras terminaba de acomodar su equipaje.

-Esto te pasa por elegir un viaje en barco y no en avión, frentona…- restregó la bella rubia, una vez que su amiga peli rosa se encontró frente a ella fuera de la habitación.

-No importa, cerca…- bufó rodando los ojos. –Menos mal que no vas conmigo… no sería capaz de soportar tus malestares, Ino-puerca…- dijo a modo de broma, recordando sus últimos viajes vía mar.

-Eso fue sólo una vez, Sakura…

-Lo sé, lo sé…- sonrió. -¿Puedes decirle a Sasori que lo estaré esperando impacientemente en la ciudad estadounidense más bella? Será hermoso pasarla juntos en New York…

-Es como una previa, ¿cierto?- comentó su amiga, señalando aquel particular anillo, que resaltaba en el dedo anular de la bella cantante. –Lástima que tú irás antes… Lo ideal hubiese sido que llegaran juntos… Aunque debes agradecer que te haya conseguido un concierto en Nueva York… ¡Te pagarán un dineral!

-Algo así…- dijo desinteresada mientras bajaban las escaleras.

La verdad era que quería despejarse un momento. Amaba viajar en barco.

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-Capitán Uzumaki…- hablaba aquel hombre de cabello blanco, bastante largo por cierto. –Cuídese y vuelva pronto, el partido más importante es dentro de un mes y-

-Sí, sí, ya entendí…- interrumpió el joven rubio de ojos azules, actualmente el jugador más importante del equipo de fútbol Honda FC. –Estaré bien, Jiraiya-sensei. No se preocupe. Además, no tardaré demasiado… Un mes es mucho tiempo, y será una gran experiencia, ya que nunca he viajado en barco…

-Pero ¿cómo haremos para entrenar?, el equipo no sería nada sin usted, taicho…

-Sensei…- el habilidoso delantero que participaba en la Liga Japonesa de Fútbol suspiró ante el comentario de su entrenador técnico. –Si yo digo que estaré bien, es porque estaré bien…- dijo enseñándole su dedo pulgar, y sonriendo entre dientes.

El hombre sonrió más tranquilo.

-Nos vemos dentro de un mes, Naruto…- se despidió de su mejor dotado "pupilo".

-Saluda a todo el equipo por mí. ¡Nos vemos dattebayo!- exclamó a viva voz, acercándose a unas personas que ya estaban sentadas cerca del gran Puerto de Tokio. No podía esperar, se moría de ganas por partir hacia Nueva York.

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El sonido del mar era tan relajante y único, incluso para alguien que lo oía desde un vehículo marítimo repleto de gente y – especialmente – ruido.

Hinata amaba el mar, y le encantaba contemplarlo en todo su esplendor.

La hermosa bailarina de ballet profesional, de pelo azul y ojos divinamente aperlados, se encontraba observando las aún mansas olas del mar, mientras conversaba con sus cuatro compañeras de la academia de danzas, apenas había salido el enorme barco del puerto, con destino a New York, Estados Unidos.

-¡Hinata!- hablaba una de sus camaradas. –Mira quién está allí…- dijo con una sonrisa pícara, señalando a un hombre en particular.

La aludida observó hacia el lugar previamente anunciado por su compañera, y un nerviosismo invadió sus entrañas.

Era él.

-Es Naruto Uzumaki…- murmuró otra de sus pares. –La estrella del fútbol japonés…

Su máximo ídolo deportivo – porque sí, ella amaba el fútbol y otros deportes.

-Y está mirando hacia acá…- mencionó con agudeza, la más llamativa de sus amigas.

Y su amor imposible.

Sí, literariamente hablando, ya que era realmente imposible. Él todo un hombre ya realizado. El jugador de fútbol más famoso en la actualidad. De seguro tenía una novia. Y ella era apenas una estudiante de segundo año del bachillerato. "Qué esperanzador…"- pensó para sí misma.

-Sí, lo vi cuando estábamos por abordar el barco…- comentó fingiendo tranquilidad, ante la efusiva mirada de sus amigas. -¿Qué?

-Ve a pedirle un autógrafo…- ordenó una de ellas.

-¿Estás loca Kumiko?- inquirió otra, con un tono burlesco. –Si, cuando juega Honda FC, Hina lo ve y está a punto de desmayarse, ¿qué será ahora?- las demás asintieron lanzando pequeñas risas.

-Ya, tranquilícense…- habló nuevamente Hinata Hyuga. –Lo observaré desde aquí, después de todo, está ocupado…- comentó mientras observaba cómo firmaba autógrafos amablemente y sonreía.

Era demasiado guapo.

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Cerró los ojos sintiendo la suave brisa.

El clima se sentía aún más agradable si abordaba un barco.

Por fin podía descansar.

Habían estado, prácticamente horas, pidiéndole autógrafos y fotos, lo cual le llegó a resultar fastidioso. Pero bueno, ella era famosa, y debía afrontar también las desventajas que ello acarreaba. Aunque nunca se quejó de la gente. Es más, adoraba que coreasen su nombre el cada concierto que daba, también que la reconocieran en las calles, y escuchar a las personas cantar los temas que ella interpretaba.

Aquello era maravilloso, pero también cansaba.

Sintió a alguien pasar de su lado, e inmediatamente, aquello fue seguido por gritos femeninos que se escucharon por todo el barco. Abrió los ojos con disgusto y observó al causante de semejante alarido.

Sasuke Uchiha.

El guapísimo –sí, admitía que era exageradamente guapo – actor de cine que actualmente era el más cotizado de todo Japón. Era bastante pintón, pero a ella le parecía demasiado superficial.

Chasqueó la lengua, y observó el cielo por unos momentos. Estaba nublado, bastante para su gusto, pero el vientito era sumamente agradable.

Escuchó que el navegante dijo algo sobre una posible tormenta, pero aquello simplemente decidió ignorarlo. Cada vez que daban alguna alerta meteorológica, terminaban fallando. A ella siempre la lluvia o las tormentas eléctricas le agarraban por sorpresa. Si se preparaba, no sucedía nada, así de simple.

También, en su recorrido visual, pudo divisar al gran delantero del momento, Naruto Uzumaki, quien se veía mucho más agradable que el actor anteriormente divisado.

Era raro encontrarse con tantos famosos en un solo bote. Al parecer, las coincidencias si existían.

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Sintió unas pequeñas gotas de lluvia caer un su nariz.

Sasuke Uchiha ingresó al interior del barco, en donde la mayoría de las personas ya se encontraban tomando una siesta. Lanzó un suspiro y se ubicó cerca del baño. Él no era tan creído y soberbio como todo el mundo creía que era. Él simplemente era menos sociable que los demás, y no significaba que por ser un actor famoso, no fuese algo frío, o tímido en algunos aspectos.

La verdad era que le daba igual con quién se sentara, siempre y cuando no fuera algún que otro fastidioso. Y menos si eran fangirls. Aquello realmente lo aturdía, a pesar de no tener nada en contra de sus fans.

Pasadas varias horas, se escuchaban rayos y truenos caer muy próximos a donde ellos se encontraban, pues el ruido era bastante fuerte.

La mayoría de las personas empezaban a preocuparse, y a tomarse de las manos, pues el navegante acababa de anunciar que vendría una enorme tempestad.

Tal vez aquello podía ser una predicción errada, pero el tiempo se comportaba tal cual como habían anunciado los meteorólogos. Tanto, que hasta el conductor del barco, tenía un rostro leve de preocupación.

Pasaban volando los minutos, y cada vez, el barco iba balanceándose más y más, terminando por aterrar y alarmar a todos los pasajeros, especialmente mujeres y niños. El viento y los truenos se oían cada vez más fuertes.

El navegante gritaba calma. Pedía tranquilidad, aunque por su rostro, se notaba que algo malo había ocurrido, pues ni él se encontraba muy calmado que digamos.

-Algo falla…- se escuchó decir al tripulante, mientras Naruto se acercaba a observar qué sucedía.

-¡¿Qué ocurre?!- indagó el rubio futbolista, elevando su tono de voz, ya que casi no se escuchaba nada.

La gente empezaba a desesperarse, entre ellos, Sakura.

-¿Qué está pasando?- inquirió ahora Sasuke acercándose a los encargados del barco.

-Estamos en grave peligro…- declaró el conductor. –Nuestro barco ya no es capaz de soportar la tormenta. Estamos apunto de ser arrastrados por la corriente….

-¿Y no piensa hacer nada?- se alarmó una señora, que sostenía a su pequeño niño en brazos.

-¡Debe haber algo que se pueda hacer!- exclamó una de las compañeras de danza de Hinata.

-N…nos estamos hundiendo…- murmuró el navegante con el rostro desorbitado.

-¿QUÉ?- Sakura elevó su tono de voz al máximo.

-¡Que nos estamos hundiendo!- volvió a pronunciar el navegante, y todos empezaron a desesperarse. Algo muy malo estaba ocurriendo, y si no hacían algo, todos podían…

-No debemos perder la calma…- dijo el acompañante del navegante, tratando de apaciguar la historia. Sin embargo, ya era demasiado tarde.

El agua comenzó a ingresar al interior del feroz bote por cada uno de los orificios que éste contenía, hasta de los más pequeños. Se estaban ahogando.

Naruto intentaba abrir una de las compuertas que estaban selladas, pues el agua estaba a punto de llegarle hasta el rostro, muestra clara de que estaban completamente bajo el agua del mar.

Estiraba con todas sus fuerzas, sosteniendo su respiración lo más que podía, pero el brazo le dolía, y no era capaz de abrir algo tan pesado por sí solo. Observaba cómo cada una de las personas iban cediéndose ante el agua, y una angustia y un miedo se apoderaron de él. ¿Realmente iba a morir ahí?

De pronto, siente a alguien que intenta ayudarlo, estirando uno de los metales que estaban por salir. Lo observa ya completamente bajo el agua, y luego de reconocerlo empiezan a jalar juntos.

La ranura logra ceder, y lograron salir del interior del barco.

Empiezan a nadar hacia la superficie, cuando ven a dos chicas que intentaban zafarse de algo que las sujetaba. Eran dos, y habían dos chicas a quiénes rescatar, ya que estaban adoloridos, y les iba a ser imposible contener la respiración por mucho tiempo más para salvar a más personas. Así que se decidieron por ayudarlas.

La chica a la que ayudó Naruto ya no había podido contener la respiración, y terminó por ceder, por lo que el Uzumaki se apresuró en llegar a la superficie. Por otro lado, la mujer a la que ayudó Sasuke, estaba sangrando, pero aun así intentaba nadar por sí sola. No aguantó mucho tiempo, y terminó en los brazos del actor.

Una vez que lograron sacar sus cabezas del agua, intentaban recuperar el aire que necesitaban, ambos respiraban con dificultad, sosteniendo cada uno a su chica. El rubio se encontraba angustiado al no poder ayudar a más personas, aunque en ese momento, era un milagro que estuviese con vida.

-Mira, allí… Veo tierra…- informó el azabache, sosteniendo fuertemente a aquella peli rosa entre sus brazos.

-¿Crees que saldremos vivos de esta?- cuestionó el rubio, mientras observaba a aquella peliazul en sus brazos. –Apenas puedo nadar…- observó su brazo lastimado sangrando ligeramente.

-Hmp. Aún es temprano para preguntarnos eso…- dijo el famoso actor de cine mientras, con todas sus fuerzas, intentaba nadar hacia la dirección anteriormente dicha. –Si sobrevivimos, debe ser por algo…

-Tienes razón…- mencionó el futbolista, comenzando a nadar. Hizo una mueca de dolor apenas movió el brazo. Pero aquello era lo menos importante en aquel momento.

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Una vez que llegaron a tierra firme, ambos se dejaron caer completamente exhaustos.

Habían nadado varios kilómetros, y el físico ya no les respondía, ni siquiera para ponerse de pie.

El Uchiha cerró los ojos ligeramente, pensando en qué podrían hacer ellos en su situación: solos, perdidos en una isla que aparentaba ser desierta, sin ropa, sin comida, con dos chicas totalmente desconocidas a su cargo…

Abrió los ojos de golpe.

-Las chicas….- murmuró.

El rubio lo observó interrgante.

-No han despertado aún…- mencionó luego.

-Pero…- dijo el rubio con indecisión. -¿Crees que podamos ayudarlas? Ni siquiera sabemos si siguen con vida…- dijo luego con melancolía.

-Cierra el pico y ven a ayudarme…- ordenó el azabache, tomando nuevamente entre sus brazos a aquella peli rosa. Acercó lentamente su rostro al de ella, e inició el proceso de la tan famosa respiración boca a boca.

El Uzumaki hizo lo propio con aquella peliazul.

Las chicas empezaron a toser, expulsando el agua que habían ingerido.

Ambas daban signos de que despertarían muy pronto, pues al oír los latidos de sus corazones, los muchachos no pudieron notar ninguna anormalidad en ellos.

-Por cierto, me llamo Sasuke Uchiha…- comentó el actor, mientras se quitaba camiseta empapada que llevaba.

-Naruto Uzumaki…- habló el rubio con una sonrisa de preocupación.

La peli rosa, abrió los ojos lentamente. Sus ojos jade se encontraron a la primera con los ónix de él.

-¡Está despertando!- habló hiperactivamente el jugador de fútbol, refiriéndose a la bonita ojiperla que se encontraba junto a él. Un encuentro raro de miradas también surgió allí.

-Sí, ella también…- habló el azabache, refiriéndose a la hermosa peli rosa.

-Huh… D…dónde estoy…- habló la famosa cantante, haciendo un ademán de levantarse, pero la cabeza le pesó tanto, que volvió a su antigua posición.

-Eso quisiéramos saber…

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¿Y bien?

¿La continúo?

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Nos leemos.!