El copyright y la Marca Registrada del nombre del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000. A excepción de sucesos no relacionados con lo antes mencionado
Nuestro Primer Día de San Valentín
Primera Parte
Podría haber sido un día común y corriente en Grimmauld Place 12, pudiera, si tan sólo mí prima, Lily Potter, no estuviera saltando y chillando como una loca desquiciada alrededor de toda la estancia mientras recibía más ramos y osos de peluche de su nuevo novio.
Ni quien la aguante, pongo los ojos en blanco mientras mi Yo interno se pone verde de envidia y hace una seña obscena a su novio.
Me llevo las manos a los ojos y con los ojos cerrados, doy un ligero masaje. Estar tres horas en la computadora es malo para la salud y más cuando atentas con quedarte sorda de por vida gracias a tu escandalosa prima con hormonas aceleradas.
— ¡Mamá, mamá! ¿Ya viste? ¡Me regaló otro ramo de flores! —Lily gritó tan fuerte como una loca fanática que está a punto de ver a sus ídolos adolescentes.
¿Qué se le puede hacer? De pronto, la idea de tirarse por un acantilado sin ningún suplemento de seguridad se me hizo tan atractiva que seguir usando la computadora de Albus y escuchar como el novio de Lily se hacía el lindo. Si tan sólo mi padre no hubiera descompuesto mi computadora yo podría muy bien terminar este molesto artículo sobre "San Valentín" para el periódico de "El Profeta", si tan sólo el no hubiera…
— ¡Es increíble! ¡Rose, Hugo, amor, vengan! —Mi padre gritaba emocionado desde su habitación.
Llegué a la habitación seguido de Hugo y mi madre. Vi repentinamente a mi hermano, quería darme una idea de por qué nos había mandado llamar, pero al parecer tampoco sabía, tenía la misma cara de frustración y desconcierto que yo.
— ¿Qué sucede Ron? —Mi madre se cruzó de brazos.
— ¡Miren lo que se me ha aparecido! —alcé las cejas sorprendida y me acerqué más para tener un mejor panorama.
— Espera no veo —se quejó Hugo cuando lo aparte no muy gentilmente.
— ¡Soy el visitante 1 millón de Gran Bretaña! ¡Gané un Iphone! —Y mi rostro cayó, pude sentir como empalidecía.
— ¡Papá, por lo que más quieras, no des click a…! ¡Papá! —Chillé escandalizada y haciendo omiso todas mis advertencias, gritos y ademanes, dio click en el condenado letrero.
Y la computadora se apagó.
— ¡Hugo, me desconectaste la computadora! —Bramó— ¡Muchacho estás en grandes problemas! ¡Ahora como recibiré mi premio!
— Pero papá, yo no he tocado nada… además, sigue conectada —se encogió de hombros y señaló hacia el cargador de la computadora.
— ¡Papá, eso es un virus! ¡No se supone que debas darles click! ¡Por Merlín! —Me llevé las manos al rostro sobreactuado la situación, como si de pronto nos dijeran que un meteorito viene directamente hacia nosotros, ¿Pero quién podría entenderme? Y más cuando…— ¡Ahí tenía todo mi trabajo!
Muevo mi cabeza desechando aquel suceso de la semana pasada, aún me hierve la sangre al pensar la inocencia de mi padre. ¡Y aun así se hizo el ofendido e indignado!
— ¡Merlín, es tan dulce! —Lily se dejó caer en el sillón como un viejo trapo sucio, justo al lado mío— ¡Mira Rose! ¡Dice que me ama!
— ¡Por todos los cielos Lily, compórtate! —Me giro a encararla, mirándola como si de algún modo pudiera lanzarle llamas e incinerar todas esas cartas que lleva consigo.
— Vamos, mañana es San Valentín, seguro tú novio igual te ha enviado algo —se encoje de hombros, si, seguro, mi novio.
— ¡Por supuesto que sí! —Le contesto haciéndome la ofendida, aunque, en cierto modo sí lo estoy, pero esto pasa por estar con la persona más anti-romántica del mundo.
— Ah, ¿En serio? —Arquea una ceja, oh, maldición, no me cree— ¿Y qué harán mañana? —se acerca más a mí, toma un cojín abrazándolo y me mira con atención. ¿Qué rayos le digo?
— ¡Claro Lily! Bueno… teníamos planeado una cena, ya sabes, lo típico —pongo los ojos en blanco aparentando naturalidad y no estar nerviosa.
— Una cena... ¿En dónde? —Púdrete Lily.
— Es sorpresa —Le sonrío, a puesto que no se lo esperaba.
— ¡Vaya que alivio! Porque ¿En dónde más encontrarían una reservación en pleno 14 de febrero? —Suspira fingiendo estar tranquila por aquel detalle. ¡Qué considerada!
— Gracias por tu preocupación —le digo medio divertida y tajante—. Bueno, creo que he terminado con mi artículo, sólo lo envió y me voy… ¡Listo! Artículo enviado —le sonrió y comienzo a recoger todas mis pertenencias—. Cuando llegue Albus dile gracias de mi parte, hasta luego. Despídeme de Tío Harry y Ginny —beso la mejilla de Lily y me desaparezco.
Al llegar a casa, lo primero que hago es tomar el teléfono y marcar al seco e insensible de mí novio. Por nada de mundo quedaré como una ridícula frente a Lily, no cuando su estúpido novio se le ocurre hacerse pasar por galante. ¡No señor!
— ¿Sí? —Dice tan lacónicamente que me molesta.
— ¿Cómo es que mañana es San Valentín y no hemos quedado para nada? —Le reclamo enfadada culpándolo por haber pasado una mala tarde. Mi Yo interno está cruzada de brazos y moviendo el pie de forma impaciente esperando a que él se eche la culpa y me recompense por ello.
— Porque dijiste que no te gustaba nada de esas "cursilerías" —dice simplemente, ¡Así como si nada! Mi Yo interno abre la boca indignada, ¡Qué atrevimiento! ¡Cómo osa usar mis palabras en mí contra!
— Bueno, ¡Pues cambié de parecer! —oigo como respinga.
— ¡Rose! ¿Cómo se supone que encuentre un buen restaurant en pleno 14 de Febrero? —Maldita Lily. Abrola boca intentando pensar una solución para ello.
— ¡No lo sé! —Eres un insensible, un idiota y un…— No siempre tienes que hacer todo lo que digo, ¿Sabes? —Y volvió a respingar.
— Eres bastante desesperante ¿Lo sabías? —imbécil.
— Oh, gracias, ¡Yo también te amo! ¿Algo más que quieras agregar? —Culpabilidad, eso tenía que lograr en él, pero ¿Qué podría lograr en el "señor-sólo-pienso-en-mí"?
— Está bien ¿Algo en especial que te gustaría hacer? —dijo sarcásticamente, como si de una broma de tratara, casi podría escuchar los tambores retumbar y verlo a él jactándose de alegría por mi gran enfado.
— Me gustaría ver una película romántica —Perfecto.
— ¿QUÉ? —Lo oí ahogarse en el teléfono.
— Sí, me escuchaste, una película romántica —Le dije tan firmemente como Tía Luna afirmando la existencia de algunas de sus raras y chifladas criaturas.
— Bien. Una película romántica. Entonces tendré que escoger que hacer después —conozco perfectamente a este bastardo, quiere darle la vuelta a la moneda, darme de mi propia medicina. ¡Pues no lo conseguirá! ¡No señor!
— Sí, sí claro, lo que digas —me miré la uñas como si él pudiera verme a través de la línea telefónica— ¿Eso es todo?
— No lo sé, tú me llamaste —pongo los ojos en blanco y mi Yo interior vuelve a hacer esa seña obscena con el dedo.
— Eres insoportable. Hasta luego.
— Te amo —me dice de último momento y me quedo con el teléfono en la mano hasta que vuelvo a la realidad y el sonido de ya he cortado, bye suena en mi habitación.
…
El me envió una última lechuza. Planea ir por mí temprano y poder pasar todo el resto del día juntos, como una típica pareja de enamorados.
¡Maldita Lily! ¡Sabe que detesto San Valentín y sus cursilerías! ¿Por qué tengo que ser tan bocazas? ¿No pude simplemente tragarme todo mi orgullo y no decirle nada a Lily?
En eso me parezco a mi padre… cada día el parecer es más aterrorizante.
Llegó a la cocina y me siento justo frente al desayunador. Mi madre está cocinando algo, que no tengo idea de que es, pero huele terriblemente bien… oh mí… mi estomago ruge.
— Rose, ¿Vas a salir? —Oh no… veo como mi madre forma esa estúpida sonrisa socarrona.
— Sí —gruño por lo bajo mientras deposita comida en mi plato… ¡Santo seas Merlín!
— ¿A sí que Scorpius se ha animado, eh? —Se cruza de brazos y me mira inquisitoriamente— Bien, me lo saludas y a su familia.
— Por mí dile que se rompa una pierna —mi padre llega justo a tiempo para oír de nuestra cita, ¡Que inesperado!
— Ronald, compórtate. Ya hemos hablado. Scorpius es un buen muchacho —pone los ojos en blanco y después su desayuno en su plato. Sólo así mi padre puede mantenerse en silencio.
Minutos después, alguien tocó el timbre. ¿Pero quién podrá ser? Tu dolor de cabeza. Aaaw, ¡Qué tierno! Agito mi cabeza para aclarar mis pensamientos. De acuerdo Rose, trátalo bien, deja tus sarcasmos a un lado.
— ¡Siéntate! —Le ordeno a mi padre en el momento que veo hacer un ademán ir abrir la puerta. Me levantó más rápido que una Saeta recién comprada y encerada de mi silla y abro la puerta.
— Buenos días Rose —Scorpius Malfoy con un ramo de rosas rojas y una caja llena de chocolates de Whiskey de Fuego. Luce tan atractivo vistiendo ropa muggle.
Y fue en ese momento que olvidé como respirar, quise saludarlo pero de mi boca no salió ni una sílaba, después fue como si alguien tomara el control remoto y oprimiera el botón de mute. Únicamente podía admirarlo y…
— ¿Rose? Rose, sé lo bastante atractivo que soy, pero no puedes seguir haciendo eso siempre que me ves… sí, entiendo que es difícil evitarlo —ese imbécil se está burlando de nuevo.
— Oh, ya cállate —mis mejillas se encendieron. Odio esta herencia.
— Rosie ¿Esa serpiente te está molestando? —Mi padre se colocó justo a un metro de Scorpius, se cruzó de brazos mientras lo fulminaba con la mirada—. Quisiera decir que es un placer volverte a ver, pero estaría mintiendo.
— ¡Oh, por favor Ronald! ¿Quieres comportarte? —Mi madre salió de la cocina, la vi poner los ojos en blanco a mi madre, después saludó a mi novio de una forma más cariñosa y maternal que mi padre.
— Ya nos estamos yendo —besé ambas mejillas a mis padres lo más rápido posible, luego le arrebaté las rosas y los chocolates a Scorpius para ponerlos rápido sobre una mesita, tomé su manos y salí de mi casa.
¡Oh, por fin!
— Tranquila Rose, aún no te llevo a ninguna parte —imponiendo doble sentido en sus palabras, me guiñó el ojo.
— ¡Eres un cerdo! —Lo empujé y antes de que le arremetiera un golpe me recordé que debía ser más amable con él. Sonreí ampliamente, tomé abracé su brazo y recargué mi cabeza en su hombro—. Discúlpame. ¿A qué cine iremos?
— ¿Cine?
— Sí, Scorpius, cine.
— ¡Ah! —Sonrió de lado—. Sujeta mi brazo.
— Eso es lo que hago —le digo con voz obvia y levanto nuestras manos a sus ojos, el vuelve a sonreír y de pronto nos desaparecemos.
N/A: Esto participa para El Escorpión Que Coleccionaba Rosas: Reto San Valentín 2013: Esa cita soñada. Esta es la primera parte, porque creo, creo, creo que sólo saldrán dos y eso espero. Espero que les haya parecido gracioso como a mí me pareció escribirlo.
Quise incluir un poco de tecnología Muggle, porque, vamos, no creo que quieran estar atascados escribiendo cartas a manos y enviandolas por lechuza aún, o sí? Bueno ese es mi pensar.
Oh, por favor no piensen que estoy bansheando a Lily. Rose se lleva de maravilla con ella, sólo que está molesta porque a ella no le llevó nada de Scorpius y a su prima sí. Sólo quiero aclarar eso.
Bien, este capítulo ha sido corregido y beteado por mi Beta Emmie_Gin.
Hasta luego. (arroba)LivingInFairy
