Hola a todos. Un gusto verlos de nuevo en este fandom.
Re-editando todos los fics.
Espero que les guste :D
Siempre serás el único, Usagi-san
Capítulo I: Misaki
Advertencias: mención de violación.
Historia con temática homosexual.
Relación hombre/hombre.
Hace mucho que Haruhiko ha dejado de buscar a Misaki pero por alguna extraña razón ha empezado de nuevo a buscarlo, Misaki no sabe qué hacer y tiene miedo de decirle a Usagi-san porque teme su reacción. ¿Qué sucederá? ¿Logrará Haruhiko su cometido?
Era un día bonito en la ciudad, Misaki acababa de salir de sus clases en la Universidad y ese día Akihiko tenía una reunión con su editora por lo tanto no pudo ir a recogerlo.
-Espero verte mañana, Misaki.
-Claro Sumi-senpai.
Ambos se despidieron haciendo un gesto con la mano. Había pasado ya un tiempo desde la confesión de Sumi hacia Akihiko pero habían quedado en buenos términos con Misaki puesto que Sumi se había conseguido una pareja, se la presentó a Misaki y Akihiko, era un doctor llamado Tsumori; Misaki lo felicitó y siguieron con su amistad intacta, hasta cierto punto e incluso Sumi se volvió muy protector con Misaki, lo trataba como su hermano menor y eso Akihiko se lo agradecía, de alguna manera era Sumi quien cuidaba de que nadie se le acercara a Misaki con dobles intenciones en la Universidad.
Misaki sacó su reproductor de música, regalo de Usagi-san porque "simplemente me dio la gana", eso era lo que le había dicho, lo puso en su canción favorita y se dirigió a casa sin darse cuenta de que un auto negro le seguía de cerca.
Se detuvo en una tienda que había antes de llegar a casa y compró unos pastelillos que tenía muchas ganas de probar. Sólo recuerda que vio a alguien acercarse pero no recuerda quien, sintió que alguien le tapaba la boca y de pronto...nada.
Todo se oscureció.
-Uhm...- comencé a abrir mis ojos pero los cerré de inmediato debido a que la luz me impedía ver bien y me molestaba, parpadeé un par de veces para mejorar mi visión y pude observar que me encontraba en un lugar que no conocía: estaba recostado en una cama grande con dosel, era una habitación muy espaciosa y tenía una enorme ventana frente a mí y otra a mi lado. Me levanté con cuidado apoyado en mi codo derecho, traté de levantarme de la cama pero mis sentidos me fallaron y caí estrepitosamente. Alguien llamó a la puerta -"¿Quién puede ser?"
La puerta se abrió con cuidado y de ella apareció un hombre alto de cabellos negros. Yo lo conocía.
-"Tengo miedo".
No podía ser él, no debía ser él.
-Misaki, te he echado de menos.
-...- "¡En verdad tengo miedo!"
Bueno, esta es una historia triste y algo más madura que las otras. No tanto por lo explícito pero sí por la dureza de los temas.
Espero que les guste... Eso sonó malvado. Entonces, solo espero que me digan que tal les parece.
Nos leemos. Cuídense mucho.
