HOLA LECTORES NO SABEN LO FELIZ QUE ESTOY DE POR FIN ESCRIBIR ESTA HISTORIA, YA SE YA SE, NO E TERMINADO UNA Y YA EMPIEZO CON OTRA PERO QUE LES PUEDO DECIR LA INSPIRACION LLEGA CUANDO MENOS TE LO ESPERAS Y PS HAY QUE APROVECHAR ¿NO?

Espero disfruten el fic (los nombres de personajes de HTTYD son propiedad de DreamWorks)

"UN AMOR SIN RUMBO HACIA EL HORIZONTE"

(Prologo)

Gritos, sangre, muerte. Aquel lugar donde antes reinaba la paz estaba siendo invadida por los demonios más despiadados de esa época. Matando a sangre fría a quienes se encontraran en sus caminos, saqueando y robando las riquezas que encontraban, si alguien se interpondría ante ellos su siguiente destino seria la muerte.

-Papa ¿qué está pasando?- pregunto una niña de 10 años con cabellos negros como la noche, el color de sus ojos era del mismo tono y su piel era de color durazno, estaba sentada temblando del miedo en un rincón con su madre y su hermano mayor de 13 años, un niño de ojos del mismo color de los de su hermana y el cabello castaño, la piel de un tono pálido, estaba sujetado en el brazo de su madre. Su padre estaba viendo desde la ventana con horror como sus vecinos y amigos morían, corrían despavoridos, mujeres llorando y hombres con heridas de muerte.

- Piratas – murmuro el padre, pero la niña no logro escuchar bien- rápido tenemos que salir de aquí- tomo a sus hijos cargando a la pequeña, mientras su esposa tomaba la mano de su marido y la de su hijo para salir corriendo del lugar.

Tenían que buscar refugio y esperar a que la ayuda llegara a ellos, se escabulleron por las calles viendo con horror como moría la gente, casas incendiadas y cadáveres regados por el suelo de las calles, sabían a donde tenían que dirigirse ya que había un lugar en especial si se presentaban estos casos, ya que el pueblo era rico en oro y jamás dudaron en que un día como cualquiera esos despiadados piratas irían por su botín sin importar cuántas vidas tenían que sacrificar.

Antes de llegar al lugar se detuvieron un momento entre los arbustos, pero no era lo suficientemente seguro como para quedarse ahí. El padre sabía que el iba a morir tarde o temprano, tenía que defender a su familia sin importar lo que tuviera que hacer. Saco de su bolsillo dos collares de oro con una figura colgante en forma de búho con ojos de diamantes, ambas eran idénticas pero la única diferencia era que ambos dijes tenían los diamantes de color diferente. A su hijo mayor le puso el de diamantes verdes como el bosque, en la parte de atrás tenía el nombre del joven "Alex" y a la niña le puso el de diamantes color rojo como la sangre, en el estaba grabado su nombre "Coral".

-Mis pequeños- empezó a hablar el padre- prométanme que jamás se las quitaran, prométanme que se cuidaran y se protegerán entre ustedes-dijo conteniendo las lágrimas tomando una mano de cada niño con fuerza, mientras su esposa lo veía con desesperación y dolor

-Lo haremos papa- dijo Alex con voz quebrada mientras Coral asentía con lagrimas

El hombre se dirigió a su esposa quien lloraba descontroladamente- Llévatelos, protégelos- dijo mientras acunaba las mejillas de su mujer entre sus manos- vete y cuídalos-

-No, no me iré sin ti- dijo la mujer mientras sollozaba y grandes lágrimas inundaban sus ojos

-Por favor, hazlo- dijo el hombre para que al final le plantara un beso lleno de pasión- Te amo

-Y yo a ti- dijo la medre de los pequeños

Los cuatro se abrazaron con fuerza mientras lloraban, luego de separarse la madre y sus hijos salieron de los arbustos y corrían hacia el refugio mientras su padre sacaba una espada que traía consigo y empezó a pelear hábilmente contra algunos piratas, pero luego sintió como uno de ellos atravesaba su pecho con una de las espadas dejando salir un grito fuerte lleno de dolor para después caer al suelo y morir. La familia del hombre al escuchar el grito y ver como su padre estaba tirado sin vida no lograron aguantar las lágrimas y los gritos. La mujer dejo a sus hijos que ya estaban a unos pasos del refugio y corrió hacia el cuerpo del hombre que tanto amaba, pero no se dio cuenta que un pirata estaba detrás de ella. La tomo por los cabellos y enterró el filo de su espada en su garganta haciéndola morir en el acto.

Los niños que presenciaban la escena quedaron atónitos ante lo que pasaba, Alex estaba furioso respiraba descontroladamente mientras unas lágrimas salían de sus ojos y Coral miraba con desesperación a sus padres que se encontraban sin vida entre todo el caos

-¡Mama! ¡Papa!- grito Coral entre lágrimas corriendo hacia los cuerpos de sus padres

-¡Coral regresa!- dijo Alex con un tono de miedo y desesperación siguiéndola

Coral al llegar a ellos empezó a sacudirlos- despierten por favor- dijo con la voz ahogada. Sintió como una mano la tomaba fuertemente del brazo y la lanzaba hacia atrás

-Miren a quien tenemos aquí- exclamo uno de los piratas que había matado a sus padres- vendrás con nosotros, no las pasaremos muy bien preciosa- dijo tomándola fuertemente de la muñeca haciéndola caminar hacia el muelle del pueblo

-Suéltame, déjame en paz asesino - grito coral mientras trataba de zafarse del pirata, sin embargo el pirata le hizo caso omiso empezándose a molestar ante las acciones de la niña

-¡SUELTA A MI HERMANA MALDITO!- llego Alex con la espada de su padre a punto de atravesar la cabeza del pirata, pero otras dos espadas interrumpieron su ataque empujando la espada haciéndolo dar unos pasos hacia atrás

-Valla el hermanito ya llego al rescate, mira por que no mejor te largas y tu muerte no será tan dolorosa, déjanos divertirnos un poco con tu hermanita ¿quieres?- dijo el pirata quien sostenía a Coral con fuerza

-sobre mi cadáver- exclamo el joven

-bueno si eso quieres- dijo el pirata chasqueando sus dedos para que otros dos piratas se lanzaran contra Alex para empezar a pelear. El joven era muy hábil con la espada ya que su padre le enseño desde que tenía 10 años a defenderse. El hermano de coral iba ganando la batalla hasta que uno de los piratas logro noquearlo con el mango de una espada dejándolo un poco inconsciente- ya déjenlo, larguémonos de una vez- dijo el pirata arrastrando a Coral del lugar

-¡Alex! ¡No! ¡Ayúdame por favor!- gritaba Coral

El pirata quien sostenía a la niña no aguataba más los gritos de esta. Así que hizo lo mismo con su hermano y golpeándola en la cabeza la dejo inconsciente en el suelo -Coral- dijo Alex quien presencio un momento la escena para después quedar completamente inconsciente.

Al llegar al muelle los piratas se percataron que una flota del Rey llegaban al otro lado de la costa- ¡Preparen las velas y leven anclas nos largamos de aquí!- grito el capitán del barco que se encontraba en la cubierta observando los tesoros que logro conseguir

La flota del capitán que se conformaba por 7 barcos logro escapar, pero al casi desaparecer de la vista de la flota real, la flota pirata fue emboscada por guardias reales logrando detener a 4 barcos arrestando a todos los tripulantes de cada uno, haciendo que solo 3 lograran desaparecer en el horizonte, junto a ellos grandes botines de oro y entre ellos Coral.

Llevaron a Coral a una de las celdas del barco principal. Cuando recupero la conciencia se dio cuenta que uno de sus tobillos estaba encadenado, luego de unos minutos dos piratas entraron a las celdas, abriendo la de ella entraron ambos piratas, llenos de deseo de hacer sufrir a la pequeña. Empezaron a romper su vestido sencillo que llevaba, Coral estaba aterrada y quería gritar pero uno de ellos le tapó la boca con una tela, lamian su cuello con desesperación y espesaban a tocar su piernas, estaba esperando lo peor cerrando los ojos fuertemente quería en ese momento estar muerta. Antes de empezarle a quitar las prendas ambos piratas se detuvieron al escuchar la puerta de la cámara de celdas abrirse de golpe.

-¿¡Qué demonios están haciendo!? ¡Les dije que mi padre no quería ningún rehén, par de estúpidos!-grito un joven de cabellos castaños con ojos verdes y pecas en el rostro, era delgado y tenía una pequeña cicatriz en la parte derecha de su barbilla, tenía baja estatura y no parecía tener mucho musculo a comparación de otros piratas

-Relájate Hiccup solo nos queríamos divertir un poco-dijo uno de los piratas

-¿Quieren divertirse? Bien, vallan y limpien el vómito de Toothles que dejo en la cubierta-dijo Hiccup con una cara maliciosa, señalando hacia la puerta que conducía a la cubierta

-¡¿QUE?!-gritaron ambos piratas-Aun no entiendo cómo es que un perro puede estar en la tripulación-dijo uno de ellos con un tono molesto. Luego de que Hiccup les gritara de nuevo lo que tenían que hacer, los dos piratas se retiraron de la celda dejando a Coral con la cabeza baja llena de lágrimas

-¿Estas bien?- dijo Hiccup con un tono suave. Coral escucho la pregunta del joven ¿Qué se traía entre manos? ¿Por qué le hablaba así? El le deshizo el nudo que apretaba el pedazo de tela en la boca de la niña y luego la tomo de los hombros delicadamente

-¡No suéltame asesino, déjame en paz vete!- grito Coral empujándose con las piernas hacia atrás, después de su último movimiento sintió como su tobillo sangraba, sus piernas y brazos tenían varios rasguños y sangre, dejo escapar un grito de dolor que hizo que Hiccup se percatara ante las heridas de la niña

-Déjame ayudarte por favor – dijo el joven con un tono serio

-¡No! Vete, tu eres malo, ustedes son malos, mataron a mis padres y seguramente a mi hermano también, me dejaron sola –dijo Coral mientras sollozaba y se abrazaba a sí misma, mientras lagrimas resbalaban en sus mejillas

Hiccup no hizo nada, se levantó y cerró la puerta de la celda de Coral, no le gustaba que lo llamaran asesino, "decir la verdad a veces duele" pensó el joven, el no quería ser pirata, jamás eligió esa vida, pero tenía que hacerlo, su padre el famoso capitán Robert Haddock reconocido por sus grandes emboscadas y robos de barcos comerciantes logrando atacar 200 barcos en tan solo dos años, lo obligaba a ser uno de ellos, Hiccup no quería esa vida desde que su madre murió cuando tenía 5 años pero poco a poco pensó que se iría acostumbrando, tenía que tomar el control del barco, de la tripulación, ya había ganado el respeto de unos cuantos miembros de la tripulación. Antes de salir se voltio a mirar a Coral quien lloraba descontroladamente en el asqueroso y sucio suelo de las celdas, algo en ella hacia que Hiccup se le retorciera el corazón lo que era extraño, Hiccup jamás había sentido lastima de alguien, ni siquiera de una rehén. La miro con ojos llenos de tristeza, pero luego sacudió la cabeza para sacar sus ideas de su mente dejando a Coral sentada entre la oscuridad y el frio de las celadas, sollozando el nombre de su hermano quien ya lo creía muerto, pues no le cabía ni la menor duda que lo hayan dejado vivo.

"Mientras tanto en el pueblo del reino de Cadiz"

El comodoro Leandro Johns de estatura alta con cabello gris, ojos azules, piel blanca, victorioso de haber vencido a los piratas y poder tomar gran parte de la flota del capitán Haddock llego a la costa del reino Cadiz a saber cuántas perdidas hubo, viendo con horror varios cadáveres en todas las calles del pueblo, de tres mil habitantes solo sobrevivieron doscientos, la mayoría eran hombres y niños que quedaron huérfanos. Leandro llevo a los sobrevivientes a un campamento que se encontraba al otro lado de las montañas que separaban al pueblo del reino. Al estar abordando a los habitantes a los barcos se percató al ver el cuerpo de un niño moviéndose en el suelo dando entender que no estaba muerto, rápido fue hacia el joven quien sangraba detrás de su cabeza por el golpe que había recibido.

-Mi hermana- murmuro Alex con dolor mientras habría lentamente los ojos, sentía un fuerte dolor en la nuca y su vista estaba borrosa.

El comodoro llamo a mandar a dos hombres para que se lo llevaran y lo atendieran de forma inmediata.

Leandro esperaba regresar al reino, ser reconocido y recompensado con los mayores títulos por detener la mayoría de la flota del pirata más ambicioso y despiadado de todos los siete mares. Su plan había funcionado y no cabía la menor duda que el rey estaría muy agradecido por él.

Al despertar, Alex se encontraba en una cama dentro de una habitación llena de enfermera y habitantes de su pueblo, quizo levantarse pero al mover la cabeza sintió un horrible mareo que lo hizo regresar a la posición que estaba

-¿Dónde estoy?-pregunto el joven un poco desorientado

-Tranquilo, ya estas a salvo- dijo una de las enfermeras quien cuidaba a otro paciente del lado de el- estas en un hospital de Cadiz, te trajimos aquí para ayudarte - dijo con un tono suave

-Mi hermana… ¡Esos piratas se la llevaron!- Alex estuvo a punto de volver a levantarse pero la enfermera se lo impidió-déjame tengo que ir a salvarla

-Me temo que no podrás hacerlo niño- dijo el comodoro Leandro viendo como el joven trataba de levantarse sin ningún éxito. Estaba revisando el cuidado de los habitantes heridos.

-Mi nombre es Alex-dijo con voz fría, estaba molesto ya que el estaba ahí acostado sin hacer nada cuando de seguro su hermana debe estar sufriendo en esos momentos, quería levantarse ir tras esos piratas aunque fuera en un bote de remos, le juro a su padre cuidarla y lo aria cueste lo que le cueste

-Alex, lamento decírtelo pero si los piratas se la llevaron es seguro que ya no pueda estar con vida- dijo el comodoro con un rostro serio para dar a entender que hablaba seguro de lo que decía

-No, ella está viva lo sé- dijo el joven con tal de hacer que el comodoro se retractara a lo que había dicho, pero no lo logro

-Alex son piratas, jamás dejarían a alguien con vida si se trata de un rehén, la harán sufrir para luego dejarla a su suerte en una isla-el comodoro se sentó en la orilla de la cama de Alex quien lo veía con los ojos llorosos- yo ya viví lo que a ti te está pasando, esos malditos piratas me arrebataron a mi madre hace unos años… la mataron a sangre fría y desde entonces los odie más que nunca

-Mi hermana no… no –El joven lloraba desesperadamente, su hermana la niña que siempre lo llenaba de felicidad estaba muerta, el comodoro tenía razón, si no dudaron en matar a sus padres ¿qué le iba hacer pensar que dejarían a Coral viva?- Los odio, malditos asesinos, juro que pagaran por lo que hicieron- dijo con los ojos llenos de ira y dolor

Leandro que veía con atención al chico supo en ese instante que le sería muy útil en el futuro, ya que en el corazón del joven se plantó una semilla llena de odio y rencor, para que esa semilla creciera y diera frutos, tendría que ayudarlo para poder lograr su único objetivo en esta vida, acabar con la flota del pirata más despiadado y destruirlo junto con la tripulación, quienes eran el terror más grande de los siete mares.


¿Qué les pareció? Por fin saque esta historia a la luz… Yeii! Realmente me gusto como quedo y más les va a gustar estos siguientes capítulos hay una sorpresa enorme para los hermanos a la mitad de la historia. Espero que les haiga gustado, dejen sus reviews para ver que piensan que es lo que vaya a pasar después. Jack aparecerá más adelante no se preocupen… aún estoy con muchas ideas acerca de esta historia.

Seré sincera, soy muy mala poniendo títulos pero les aseguro que la historia es ¡buenísima!

GRACIAS POR LEER NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO ¡CHAO!