Capítulo 1: He aquí una propuesta.
Stan's P.O.V
Tiré el bolso en el sofá justo en el momento en el que abrí la puerta, para luego sentarme y encender el televisor rápidamente, cambiando los canales con el control hasta que finalmente encontré el programa que estaba buscando.
El Show de Terrance & Phillip.
Ese estúpido show era mi programa favorito de todos los tiempos desde que tenía ocho años, y era lo único que me distraía cada vez que llegada de la Universidad de South Park- o también, como me gusta llamarle; "la Prisión de South Park" - eso y estar con Wendy.
Ella era mi novia desde que... bueno, desde que tenía ocho años también. No- ¿Diez? Entre los nueve y diez, si mis cálculos son correctos, y dudo que lo sean, pero sí sabía que estaba en cuarto grado cuando empezamos a salir.
Cómo sea, Wendy y yo salimos desde mucho tiempo, y claro, terminamos mucho también, pero eso solo duraba dos semanas y luego volvíamos a salir. No me malinterpreten, ella es asombrosa, la amo, incluso más de lo que amo ver Terrance & Phillip.
Si eso no es amor, no se que coño es.
Hablando de amor - y esto no tiene nada que ver con eso en realidad - hace varios meses empecé a buscar trabajo, pero mierda, por alguna razón no puedo conseguir uno. Es como si cargara una armadura anti-trabajo que le encanta joder las veinticuatro horas al día.
Ahora se preguntarán ¿Por qué coño querría trabajar? Es decir, tengo 19 años y estoy estudiando, mis padres pagan todo y no tengo ninguna razón para buscar trabajo. No todavía, al menos, pero aún así necesitaba dinero extra, y mis padres se cansaron de adelantarme las mesadas desde que cumplí los catorce.
Suspiré, acostándome más en el sofá mientras que le daba gracias a Dios de que mi hermana se había ido de la casa hace unos días. Si Shelley siguiese viviendo aquí ya me hubiese largado a algún bar mexicano donde ella no me pudiera encontrar.
Ella era la que me presionaba para que empezara a buscar trabajo, diciendo que dejara de ser una 'jodida carga llena de mierda' y que me pudiera mudar de una vez por todas porque soy 'un maldito vago que no hace un coño más que ver ese puto programa para niños imbéciles' y así la dejara vivir en paz.
Yo no le hacía nada a ella aparte de evitarla cada vez que la veía. Shelley siempre me odio por algunas razones marcianas desconocidas pero finalmente se había ido así que ya no tenía que preocuparme más; y aunque ella me decía vago yo estudiaba mientras ella sólo salía con éste hippie marihuanero Richard Yuribigzaido.
Ahora ella se casó con él y se mudó- gracias al cielo, porque ella es insoportable. Lo único bueno que conseguí al soportarla es que ahora tengo más paciencia así que... si.
Mi teléfono vibró, distrayendome de mis pensamientos- o, como me gustaba decirle, Imaginaciónlandia.
Saqué mi celular del bolsillo de mis jeans y desbloquee la pantalla; era un mensaje de Wendy.
(Wendy - 4:33 PM) Hola, Stan. Estoy libre esta noche y me gustaría ir al lago contigo ¿Qué dices? :)
Sonreí mientras escribía en la respuesta en la pantalla.
(Stan - 4:33 PM) Seguro, a las siete está bien?
(Wendy - 4:33 PM) Claro, te espero. Que haces, por cierto?
(Stan - 4:34 PM) Ah, nada, viendo Terrance y Phillip y tú?
(Wendy - 4:35 PM) Estoy yendo al restaurante. Odio mi trabajo.
Suspiré nuevamente; al menos ella sí tenía trabajo.
(Stan - 4:36 PM) Oh, vamos, tu trabajo no es tan malo.
(Wendy - 4:36 PM) Créeme, si lo es. Un viejo decrépito de 50 años no dejaba de mirarme los pechos mientras me llamaba 'baby', Stan. Es horrible.
(Stan - 4:37 PM) Golpéalo con tu bolso, esa cosa parece tener piedras adentro.
(Wendy - 4:38 PM) Seguro, Stan. Así me despedirán y me demandarán por abuso físico a un anciano decrépito.
(Wendy - 4:38 PM) No. Prefiero seguir trabajando y esperar a que le de un ataque- todos ganamos.
(Stan - 4:38 PM) Amo cuando hablas así :3
(Wendy - 4:39 PM) Eres un tonto.
(Stan - 4:39 PM) Y aún así eres mi novia!
(Wendy - 4:39 PM) Aún así soy tu novia :)
(Wendy - 4:40 PM) Hablamos más tarde, ya llegué.
(Stan - 4:40 PM) Ok, que tengas un buen día. Recuerda que paso por ti a las 7.
Guardé mi celular de vuelta en mi bolsillo después de enviar ese mensaje; recostandome en el sofá mientras le daba más volumen a la televisión.
Ahora que lo pensaba, en tres horas tendría una cita con la chica más asombrosa del mundo, estaba prácticamente acostado en el sofá viendo mi programa favorito y Shelley no está aquí para molestarme...
La vida es buena.
—¿Stan? ¿Estás ahí?
Hable demasiado rápido.
—¡Sí papá! —Le grité, sin moverme ni un centímetro del sofá; no es como si él me necesitara para hacer algo.
Se escucharon unos pasos bajar por la escalera y volteé para ver quien era, y como supuse, papá estaba bajando a la sala. Él se veía muy frustrado por alguna razón- su cabello estaba todo desordenado como si él estuviese tratando de arrancarlo o algo parecido, y también tenía unas ojeras horribles; eso sin contar que también llevaba la misma ropa del día anterior.
—¿Qué te pasó? Pareces un zombie —Le dije, levantándome.
Él rodó los ojos. —Cállate- es fácil decirlo cuando tú no eres el que se está matando por encontrar inspiración —Bufó, tirándose en el sofá justo como yo lo había hecho hace apenas unos minutos.
—¿Inspiración?—Pregunté, confundido por un segundo hasta que finalmente entendí de qué estaba hablando. —¿Bloqueo?
Él gruñó dentro de los cojines. —¡Sí!—Exclamó, para sentarse derecho por un segundo y luego poner su cabeza entre sus manos. —Llevo más de dos semanas tratando de escribir una canción- ¡Una simple canción! Y no se me ocurre absolutamente NADA.
Suspiré. Oh ¿Adivinen qué? Creo que no se los he dicho aún, pero mi padre es Randy Marsh y era un geólogo pero ahora... es Lorde.
Sí, lo sé. Mi padre es Lorde.
—Vamos, papá, ya se te ocurrirá algo no te preocupes —Le dije en un intento fallido de ayuda. —Pero ¿Sólo dos semanas? Eso no parece mucho.
Él me miró como si estuviera loco.
—¡¿No es mucho?! Mi agente está atormentando cada veintisiete minutos, seis segundos que pasan —Me contó, sonando algo traumado.
—Eso es perturbantemente específico—Comenté, y él asintió.
—Lo es — Dijo, suspirando dramáticamente. —No sé lo que me pasa, usualmente las canciones sólo salen de mi cabeza como ¡Bam!
—¿Las canciones salen como un bam?
—¡Sí! Si no es un BAM, no es una canción, Stan—Me informó, haciendo gestos de explosiones con sus manos al decir bam.
Entonces se me ocurrió algo.
—Creo que tengo una idea —Dije, sentándome a su lado.
Mi papá me miró por un segundo, para luego apagar el televisor. —Te escucho...
— ¿Qué tal si... tú y mamá... salen? —Le sugerí, esperando por su reacción, y lo único que obtuve fue una mirada de no entender nada. —¡Salir! Afuera, a respirar aire puro —Dije, apuntando a la puerta mientras que le daba clases acerca de cómo respirar aire.
—Espera- ¿Es esto alguna clase de indirecta para decirme que paso mucho tiempo en la casa? —Preguntó, su mirada una mezcla entre confundido y ofendido; yo negué con la cabeza.
— ¿Queeeé? —Usé un tono vergonzosamente alto. —¿Yo? ¿Indirectas? ¡Ja! Claro que no, te lo estoy diciendo claramente; pasas mucho tiempo aquí—Le dije, cruzandome de brazos mientras que me preparaba para el discurso que estaba a punto de darme.
—¡Yo no paso tanto tiempo aquí!
—Si lo haces.
—¡Claro que no!
—¡Claro que sí! ¡Estás tan obsesionado con hacer esa canción de mierda que ya hasta te pareces a la señora de los gatos!
—¡CLARO QU-! ¿Sabes qué? Voy a probarte que no soy la vieja loca de los gatos —Dijo, levantándose del sofá para luego caminar hasta la cocina. —¡Sharon, vamos a salir!
—Ella está en el cuarto —Le recordé, callándose por un glorioso segundo hasta que hizo un "Oh" y subió las escaleras para volver a gritar que él y mamá iban a salir.
Finalmente. Llevo días tratando de sacar a mi papá de la jodida casa y él siempre se quedaba en el sótano escribiendo y arrugando papeles con letras de canciones que no le gustaban; por alguna razón me preguntaba si el sótano de esa cantante Iggy era igual.
Dios, los cantantes travestís son tan molestos.
Volví a sentarme otra vez, encendiendo el televisor justo cuando Terrance & Phillip había terminado.
Me quejé mentalmente.
Bueno, si no podía ver Terrance & Phillip en la televisión entonces lo iba a ver en mi computadora. Era la mejor opción- no habrían tontos comerciales que empezaran a molestar cada quince minutos.
Estaba a punto de subir las escaleras cuando vi a mi mamá y a mi papá saliendo de su habitación, ambos vestidos formalmente, posiblemente para ir a un lugar elegante porque dudo que mamá usaría un vestido rojo para salir a trotar o algo así.
—Mamá, te ves hermosa —Le dije, sonriéndole; ella sonrió de vuelta, ambos bajando las escaleras.
—Gracias, hijo —Me dijo, apretando mis cachetes como si yo tuviese diez años. —Tu papá finalmente decidió salir de ese horrendo sótano para llevarme a cenar.
—Estoy seguro de que fue su idea—Dije, viendo detrás de ella donde estaba papá murmurando cosas que posiblemente eran palabras al azar para verificar cuáles rimaban y cuáles no. —... Seh, totalmente su idea.
—Hey, Stan ¿Que palabra en inglés rima con Lorde? —Me preguntó, por alguna razón señalándome con el lápiz que no sabía que tenía hasta ahora.
Pensé un momento. —Uh... ¿Te sirve Word? ¿O quizás Loved? —Sugerí, y lo vi considerar mi opciones pero al final aparentemente descartó ambas opciones.
—Nah, la música no es lo tuyo, Stan —Me dijo, negando con la cabeza como si eso le fuese a dar un énfasis a lo que decía.
Me crucé de brazos. —No dije que la música era lo mío.
—Menos mal que no lo dijiste porque no lo es —Insistió; yo solo rodé los ojos, sabiendo que esto podía seguir durante más de una hora.
—Lo que digas, papá.
Me senté en el sofá mientras los veía caminar hasta la puerta, pero mamá se fue a su habitación para buscar su cartera nueva que había papá le comprado hace unos días pero que no había tenido oportunidad de usar.
También vi a mi padre matándose para encontrar letras para su canción, lo cual por alguna razón me pareció extremadamente gracioso sin ningún motivo.
—Cállate, Stan—Me ordenó de la nada, —Deja de reírte.
¿Me estaba riendo? Huh, no me había dado cuenta.
Mamá volvió, acomodando su ya acomodado vestido. —Estoy lista, Randy —Le dijo, algo emocionada mientras que papá abría la puerta.
—Diviértanse—Les dije, y justo cuando iba a subir las escaleras para ir a mi cuarto mi papá se rió. —¿Qué?
—Tú no te quedarás aquí.
—¿Ah?—Pregunté, él asintió, una sonrisa llena de maldad pura en su rostro.
—Si yo no puedo estar en el sótano tú tampoco puedes estar encerrado en tu cuarto viendo esa porquería de Terrance & Phillip —Explicó, —No- tú sales también.
—¿Qué?—Pregunté, sin saber cómo reaccionar cuando prácticamente me empujaba hacia afuera de la casa. —Pero- ¿Adónde voy?
—No sé, ve a dar una caminata bajo las estrellas-
—¡Pero son las cinco!
—Entonces bajo las nubes, no me importa, tu celular tiene GPS, no te vas a perder —Dijo como si eso no tuviera importancia alguna, entrando al carro.
—Nos vemos más tarde hijo —Mamá me dio un beso en el cachete, yendo al carro con él mientras que me dejaban ahí parado como un imbécil en el medio de la acera.
—Pero-
—¡No bebas! —Eso fue lo último que escuché de mi mamá antes de que ambos se fuesen de la casa, sin darme tiempo de decirle que no, no iba a beber ya que ellos nunca me daban plata.
Genial...
¿Qué voy a hacer ahora?
Faltan dos horas y algo para mi cita con Wendy y ella estaba trabajando, aparte de que no cargaba dinero conmigo ya que no pensaba salir. Y también era temprano para dar una caminata bajo las estrellas o una mierda así-
De la nada alguien tropieza conmigo, distrayéndome de mis pensamientos.
—Disculpa —Murmuró el sujeto, a quien no pude ver ya que venía cargando unas cajas que cubrían su rostro, pero no le di importancia.
—Está bien —Dije, pero el tipo aparentemente se había ido.
Al parecer no me caí bien. Eh, da igual, ni siquiera lo conozco así que no importa.
Entré a un lugar (Y por alguna razón no me había dado cuenta de que estaba caminando), llamado Adreim- un nombre de mierda, pero decidí entrar de todas formas.
Adreim parecía ser un bar de mierda, y no es por ser grosero, pero así era como se veía; lo único que me llamó la atención fue el juego de Guitar Hero.
Yo era el mejor jugando Guitar Hero, el mejor del mejor de los mejores- el mejor, les digo. Y no es que jugara todo el tiempo, sólo era bastante bueno jugando.
Nadie estaba jugando así que fui yo y empecé a jugar, la música sonaba y el público del juego se volvía loco como siempre.
Rápidamente llegué a los diez mil puntos, luego veinte mil, treinta mil y seguía avanzando; Ya ni siquiera miraba la pantalla, sólo veía a un grupo de gente borracha mirándome como si estuvieran hipnotizados.
Estaba seguro de que llegaría al millón de puntos, pero de repente la música dejó de sonar.
—¡Hey! ¿Qué haces? —Le pregunté al tipo que estaba sosteniendo el cable desconectado del juego. —Espera... ¿Tú no eres el tipo de la caja?
—Sí —Él asintió, dándome la mano. —Mucho gusto, señor Marsh.
Lo miré raro. —Yo nunca le dije mi nombre.
El tipo se rió un poco. —Claro que no, tu padre Randy Marsh me llamó ésta tarde y pues le vinimos a hacer una propuesta —Me contó, y luego le hizo señas a otro tipo, el cual se acercó hacia donde estábamos, dándome una especie de folleto.
—¿Qué es esto? —Pregunté, extremadamente confundido, pero a los señores parecía no importarle eso.
—Salgamos de aquí—El otro tipo dijo, —Te explicaremos mejor.
Por alguna razón fui con ellos afuera de Adreim, sin considerar el hecho de que estos tipos eran unos extraños que posiblemente tratan de venderme una aspiradora o algo así.
—Tu nombre es Stan Marsh ¿Es eso correcto? —Yo asentí. —Bien- nosotros somos productores ejecutivos de un programa de televisión y queremos que salgas en el.
—... ¿Huh? —Pregunté después de unos segundos de silencio. El primer sujeto suspiró.
—Somos productores ejecutivos de un programa de televisión —Repitió como si le estuviera hablando a un niño retrasado. Yo me crucé de brazos.
—Vete a la mierda.
—Es en serio —Dijo el otro tipo- digámosle señor dos. —Es un reality show sobre las personas de South Park, y tu eres de aquí ¿Verdad?
—Sí... —Contesté, —Pero no entiendo, yo no soy importante-
—Nunca dijimos que lo fueras—Señor uno interrumpió. —Pero tu padre nos pagó para que participaras y así salieras de la casa y le dejaras hacer canciones o algo.
Estúpido Lorde.
Pensé por un momento sin saber que decir, así que sólo mire el folleto.
El programa se llamaba Reality Park, y aparentemente otras siete personas estarían allí. Era como cualquier reality, había que hacer desafíos, retos y confesiones y esa clase mariquera.
Los miré a ambos. —¿Quién más va a salir en éste programa?—Pregunté, por alguna razón me salió un poco gángster pero da igual.
—Aún no sabemos quienes son todos los que saldrán, —Dijo el señor uno. —Unos participantes se llaman Craig Tucker, Kenny McCormick y Butters Stotch, pero todavía faltan personas—Explicó, mostrándome las fotos de los mencionados y no reconocí a ninguno de ellos.
—Puedes tomarte unas horas para pensar, pero necesitamos la respuesta hoy. Aquí está nuestro número, —Comentó el señor dos, dándome un pedazo de papel que contenía dos números telefónicos. —Por favor avísenos si decide participar.
Y con eso, ambos sujetos desaparecieron.
Huh...
¿Qué carajo acaba de pasar?
Eran las 6:47 de la tarde, y estaba dirigiéndome hacia el restaurante donde Wendy trabaja medio tiempo; aún no eran las siete, pero quería estar ahí más temprano ya que... bueno, no puedo ir a mi casa.
Empuje la puerta para que se abriera, lo primero que vi fue a Wendy entregándole una hamburguesa a una señora llena de pelos de gato. Wendy parecía no haberme visto, así que sólo me senté en la mesa vacía que estaba más cerca de mi.
Me aclaré la garganta. —Señorrita —La llamé, bajando la cabeza y usando el mejor acento ruso que pude. —Señorrita porr favorr acérrquese.
Wendy caminó hasta donde yo estaba, su mirada en el menú. —Buenas tardes, soy Wendy y lo atenderé ésta noche ¿En qué puedo ayudarle?
—Hola Wrendy —Le dije, evitando reírme con todas mis fuerzas. —Podrría usted, señorrita decirrme de qué colorr son sus sostenes.
—¡Hijo de puta! ¡¿Como se atreve a- Stan? —Ella me miró con una de sus miradas de qué-coño, yo me reí como un enfermo mental ante eso.
—Perrdón-—Me aclaré la garganta otra vez, pero sonaba como si me estuviese ahogando de la risa. —Eh, perdón Wendy.
Ella rodó los ojos, golpeándome en el hombro con la fuerza de un millón de mariposas. —Eres un idiota ¿Sabes?
—Mi padre me lo recuerda todo el tiempo —Dije, sonriéndole.
Wendy sonrió de vuelta, y luego miró que nadie necesitara algo para sentarse enfrente de mi. — ¿Qué haces aquí? Pensé que ibas a buscarme a las siete —Preguntó, rizando un mechón de su cabello.
—Sí, lo iba a hacer pero mi papá se puso todo histérico y luego le dije que se fuera y después el se fue con mamá pero dijo que yo me fuera también y él se llevó las llaves de la casa y unos sujetos me ofrecieron salir en un programa de televisión y-
—Espera- ¿Que? —Wendy me interrumpió, moviendo sus manos enfrente de mí como para evitar que siguiera. —¿Que unos tipos que?
Suspiré, sacando el ridículo folleto del bolsillo de mi chaqueta para mostrárselo. —Fui a un lugar llamado Adreim y-
—Ese bar Adreim es mierda.
—Lo sé,—Dije, asintiendo. —Y unos tipos vinieron y me dieron eso, diciendo que ellos eran productores de un programa llamado... uh... no sé, un reality y me preguntaron que si quería salir en el—Expliqué, viendo como Wendy miraba el folleto detalladamente.
—Uh-hum... ¿Dijiste que sí? —Preguntó, sin dejar de mirar el folleto.
—Nah, —Contesté, agarrando una servilleta y para romperla por la mitad una y otra vez hasta que no hubiesen más mitades. —No lo haré.
Wendy me miró como si estuviese loco. —¿No lo vas a hacer?
Negué con la cabeza, algo confundido. —No... ¿Por qué?
Wendy puso sus manos en la mesa, mirándome fijamente. — ¿No sabes de éste programa acaso?
—Uh... no, nada.
—¡Tienes que ir!—Exclamó, —Éste programa saldrá en Comedy Central- miles de personas lo van a ver.
—¿Y qué? No quiero estar atrapado en una casa con otras siete personas haciendo quién sabe qué.
—¡Pero, Stan! Espera... —Wendy se levantó por alguna razón, —¿Quiénes son los otros que saldrán en ese programa? —Preguntó, viendo el papel como si le fuese a decir algo.
—Un tal Greg y otros dos tipos —Respondí vagamente, ya que no recordaba bien cuáles eran los nombres de las otras personas que iban a salir en el programa. —Pero ellos dicen que todavía les falta gente.
—¿Les falta gente? —Preguntó Wendy, volviéndose a sentar. Yo asentí. —No puede ser... ¿Te dieron un número o algo?
—Si, —Le dije, sacando el papel con el número.
Realmente debo dejar de poner papeles en mis bolsillos.
— ¿Aló?
Miré a Wendy, y ella estaba hablando por teléfono- no.
—Hola, si éste es el número de Stan. Sí... Wendy Testaburger —Dijo, ignorando todas las señas que le hice para que colgara el celular. —Uh-huh. 19 años... sí, seguro que pueden... ¿En serio? ¡Oh por Dios! —Casi gritó de la emoción, cubriéndose la boca con las manos por unos segundos.
Yo sólo la miraba, sin saber de qué mierdas estaba hablando con quien sea que estuviese hablando.
—Gracias otra vez—Dijo, y de repente me pasa su celular.
¿Qué hago con esto? Le murmuré, aunque en realidad sólo movía mis labios sin decir nada. Wendy sólo me hizo señas para que contestara así que lo hice.
—¿Aló?
—Stan Marsh, los señores Parker y Stone desean saber acerca de su propuesta —Dijo una voz femenina en la otra línea. —¿Cuál es su respuesta? ¿Desea ser parte del programa?
Debí haber pensado en la respuesta, pero la presión psicológica de la señora de la línea y la Wendy era demasiada.
—Ah, que carajo. Sí —Dije, sin pensar en la respuesta dos veces.
¿Qué era lo peor que podía pasar?
