Las dos criaturas más letales.
Era un fin de semana cualquiera en la madriguera, lo cual significaba que la casa estaba abarrotada de gente, Bill estaba de visita, su pequeña Hija Victoire corría por todas partes y Fleur llevaba a su bebe Lois en brazos, el pequeño estaba insoportable desde que le comenzaron a salir los primero dientes y no se separaba de su mamá para nada.
Harry y Ginny disfrutaban la felicidad de anunciar al mundo que por fin estaban comprometidos en matrimonio, ese día en particular habían llevado consigo al pequeño Teddy Lupin para que jugara con su primo; también Hermione y Ron estaban pensando en casarse pronto, afortunadamente el negocio que el mago manejaba junto a su hermano iba viento en popa; George por su parte estaba empezando una relación con Angelina Johnson y estaban tomando las cosas con calma, pero se notaba el efecto que la muchacha había tenido en el animo del chico, que ya se mostraba con más vitalidad que la que había manifestado desde la muerte de Fred; Hasta el reservado y serio de Percy había conseguido una chica a la que había estado viendo sin decirle nada a su parentela, creyendo ilusamente que ellos no sabían de su existencia (pero hasta donde Molly había averiguado la chica se llamaba Audrey).
El que siempre se presentaba a las reuniones solo o a veces con algún amigo era Charlie, siempre sonriente y tranquilo; el por que nunca le habían conocido novia, enamorada, amante o lo que fuera era un misterio para todos en la madriguera, ni siquiera la intuitiva Molly sabia por que su segundo hijo estaba solo, cada que se lo preguntaba directamente él siempre le decía que no se preocupara, y aprendió a reírse de las bromas que sus hermanos le gastaban dudando de su orientación sexual, ya que el sabia perfectamente que no era gay.
Esa noche mientras las mujeres limpiaban la cocina y atendían a los infantes, los hombres disfrutaban de una cerveza alrededor en una mesa colocada en el jardín, Harry miró fijamente al dragonolista y sin poder contener su curiosidad pregunto:
-¿Por qué no tienes novia, Charlie?- Todos se asombraron ante el cuestionamiento, pero guardaron silencio mirando expectantes al chico que también alzó las cejas en señal de sorpresa, miró a todos y cada uno en la mesa, bebió un trago de la cerveza que tenia en la mano, se encogió de hombros y respondió:
-Pues, por que no he encontrado a "esa persona", tú sabes… ese alguien especial.
-Nada, no queremos las respuestas trilladas de siempre, dinos la verdad, te prometemos que lo que digas no saldrá jamás de estas bocas-Todos voltearon a ver sorprendidos a Bill, pues normalmente era el primero en solicitar que dejaran a su hermano en paz con ese asunto.
-Bien- el chico suspiró, miro un momento al cielo, tomo otro trago de cerveza, dijo –Se los contestare, solo por que no hay nadie cerca y para que me dejen en paz.
Todos se voltearon a ver unos a otros y aguardaron la respuesta
-Saben que estudie cuidado de criaturas mágicas en una de las mejores escuelas ¿no?
-Si claro, obtuviste una beca para hacerlo- Dijo con orgullo Arthur
-De acuerdo, les diré lo que aprendí después de muchos años de estudio y de muchísimas prácticas con diferentes tipos de criaturas alrededor del mundo, pongan atención, es una verdad incuestionable, por eso no tengo una chica a mi lado- Todos estaban al borde de sus sillas esperando que iba a decir continuación.
-La verdad es que hay dos tipos de criaturas letales para cualquier hombre: una como todos saben es un dragón hembra cuidando su nido…
-¿y la otra?- George se atrevió a romper el silencio con esa pregunta
-La otra, caballeros es: una mujer enojada- Los hombres guardaron silencio asimilando la respuesta, hasta que al señor Weasley comenzó a reír a carcajadas y después todos hicieron lo mismo. En ese momento, como si confirmara su teoría, Fleur cruzó la puerta hecha una furia y se fue contra Bill gritándole
-¿QUÉ TE DIJE DE DAGLE DULCES A VICTOIRE? ¡AHORA ESTA INCONTGOLABLE Y NO SE QUIERE ACOSTAG, ENTGA TÚ Y A VEG COMO HACES PAGA QUE SE DUEGMA!, ¡SUFICIENTE TENGO YO CON LOIS PAGA ENCIMA ATENDEGLA POG TU DESCUIDO!
Bill miraba sorprendido hacia su mujer que normalmente era hermosa como un ángel, pero en ese momento daba un poco de miedo, además de que sabia que ella estaba en lo correcto le había prohibido darle dulces a la niña, pero a escondidas le había proporcionado chucherías durante toda la tarde.
-¡OH, POG DIOS! ¿QUE ESPEGAS?- y entonces si, Bill se puso de pie de un saltó y entró a la casa casi corriendo, seguido por su mujer que aun le iba reclamando.
-¿Ya ven?, ¿que les decía yo?- Las carcajadas se hicieron mas fuertes, Charlie bebió tranquilamente su cerveza y se recargó en el respaldo de la silla mirando las estrellas, disfrutando la charla de los demás, disfrutando la vida.
A la noche siguiente, solo Charlie y Percy compartían la cena con sus padres, todos los demás se habían ido para seguir con su trabajo y su vida cotidiana, Charlie se iba quedar unos días más antes de regresar a Rumania. Cuando Percy también se retiró y solo quedaron los tres, Molly volvió a tocar el tema
-Hijo, en serio, ¿por que no te buscas una buena chica y formas una familia?- El joven miro a su madre, la abrazó, besó su cabeza y le contestó
-Mamá, te lo he dicho mil veces pero te lo vuelvo a repetir, estoy bien…
-Ya hasta estoy empezando a creer las bromas de George y Ron, dime, tu eres… bueno… te gustan las chicas ¿no?- Charlie soltó una carcajada ante la cara de preocupación de su madre y la de interrogación de su padre.
-Si, mamá, si me gustan las chicas- Al ver que sus padres comenzaban a cambiar su expresión de desconcierto hacia una de angustia el joven mago decidió platicarles aquello que guardaba como secreto en su corazón.
-Lo que pasa es que hice una promesa hace tiempo… una promesa de amor.
