Lágrimas de tinta china

Capitulo 1- Viaje al jardín de prados verdes

No podía ser verdad lo que había pasado, no podía creerlo, no queria creerlo, su vida no podía ser tan fragil, no podía haber muerto. La noche en que falleció estuve sentada a su lado, él permanecia inmóvil en la cama, tenía los ojos cerrados y respiraba entrecortadamente, sus pulsaciones eran débiles tan débiles como su esperanza de vida. Harry estaba a mi lado, en silencio, ninguno hablabamos y aquella atmosfera, aquel olor a muerto me debilitaba. Mi rostro era inexpresivo, llevaba varios días durmiendo sólo un par de horas y mis ojeras se hacían cada vez más grandes y oscuras. Ví como Harry miraba nervioso su reloj, levante la vista y solté la mano de mi esposo.
-Puedes irte si quieres, ya has hecho mucho por nosotros.
-No, me quedaré un rato más, quiero ver como evoluciona. La puerta de la habitación se abrió suavemente, un señor de pelo oscuro y rostro infantil, cruzó la habitación hasta llegar a la cama.
-Señora Weasley, tenemos que hablar, la situación de su marido es más crítica de lo que pensabamos, aunque hemos hecho todo lo que hemos podido hizo una leve pausa, mientras me miraba con compasión su marido...

Sabía perfectamente lo que iba a decirme, me tape la cara con las manos, no quería escucharlo.
-No no puede ser grite desolada no puede morirse, todavía no, aún es muy joven, doctor, tiene que hacer algo no puede dejar que se muera.
-Lo siento Hermione, pero ya no puedo hacer nada posó una mano sobre mi hombro. -¿Y que podemos hacer?pregunté indignada. -Esperar.

Y esperé, esperé toda la noche hasta que su corazón latió por última vez, Harry se acercó a mi y me abrazó con fuerza. En esos momentos deseé que no me soltará, no quería sentirme sola, no quería sentirme vulnerable.
-Ha muerto...dije con un fino hilo de voz. Harry me soltó y me tendió un pañuelo.
-Era un gran hombre y un gran amigo. Mandaré una lechuza a su familia. Harry se fue, entonces yo me quedé sola, en aquella fria habitación del hospital de San Mungo. Sus manos estaban frías al igual que mi corazón, pensé en Cory y en Christopher, eran demasiado pequeños para afrontar la muerte de su padre.

El doctor apareció por la puerta acompañado por una enfermera.
-Doctor Longbotton.
-Por favor llamame Neville. Ignoré su comentario y bajé la mirada.
-Doctor Longbotton, ¿Qué pasará ahora?
-Era una gran persona dijo con una debil sonrisa en los labios apunta la hora de su fallecimiento dijo dirigiendose a una de sus enfermeras Señorita Weasley, si es tan amable de acompañarme, tenemos que hablar. Me llevó a su despacho y empezó a hablarme, pero yo era incapaz de escuchar nada, era incapaz de sentir nada. Solamente quería volver con mi marido, y estar con él el mayor tiempo posible, le pedí permiso a Neville y me fui a su habitación, aún no habían retirado el cadáver ( odiaba aquella palabra, me parecía tan tétrica, tan dolorosa...) me senté a su lado y le dí un beso, varias lágrimas rodaron por mis mejillas hasta caer sobre su rostro. Abracé su cuerpo inmóvil y me quedé dormida a su lado intentando olvidar que le había perdido para siempre.

Cuando me desperté se habían llevado a Ron y yo estaba en una pequeña habitación. Harry entró por la puerta con una taza de café y un bollo en las manos, me los ofreció pero yo los rechazé.
-Hermione, tienes que comer algo, o si no tu también enfermarás dijo mientras volvía a ofrecerme aquel café
-¿Donde esta Ron?
-En el tanatorio.
-Tengo que ir a verle dije mientras me ponía en pie
-Primero desayuna, yo me encargaré de todo.
-¿De que te encargarás?
-De los asuntos legales, esta tarde van a leer el testamento de Ron, y convendría que estuviese ahí.
-No quiero nada, solo le quiero a él, y no puedo tenerlo, así que lo demás me da igual.
-Hermione, piensa en vuestros hijos, si no lo haces por ti al menos hazlo por ellos.
-¿Y no puedes ir tu en mi lugar?dije mientras dejaba el café a medio beber en la mesilla.
-Esta bien; dijo mientras acercaba una silla para sentarse a mi lado Mañana será su funeral, esta tarde llegarán los Weasley, bueno Ginny no podrá estar aquí pero... Chris y Cory también vendran.
-Ellos no dije en tono suplicante aún son muy pequeños.
-Pero es su padre y deben ir a su entierro. He mandado una lechuza a tus padres, te envian sus condolencias y dicen que llegarán lo antes posible. Bueno yo tengo que irme a hacer unos recados.

Harry se levantó y se marchó de la habitación. Me había quedado de nuevo sola, quería llorar, pero no podía, tenía que ser fuerte, por ellos por el único recuerdo que me quedaba de Ron, nuestros hijos. Me levante y me lavé la cara, me cepille el pelo a desgana y me lo até en un rudimentario moño. Me vestí y me dirigí al tanatorio.

Por la tarde llegaron mis padres junto con los gemelos, abracé a mis hijos que no llegaban a comprender la razón de mis lágrimas. Christopher y Cory eran la viva imagen de su padre, ambos con sus ojos azules, su pelo anaranjado y el rostro cubierto de pecas, les besé varias veces y ellos me rodeaban con sus pequeñas manitas.
-Os quiero mucho y vuestro padre también Cory me miró con tristeza, como si pudira sentir el mismo dolor que yo sentía, sin embargo Christopher estaba metido en su propio mundo, y quizas fuera mejor así, con cuatro años no es bueno ser demasiado realista, tiene que haber un hueco para la ilusión.
-Mamá, mira lo que noz han comprado loz abueloz dijo mientras sacaba de su bolsillo un montón de ranas de chocolate.
-Que bien dije tratando de parecer contenta.
¿Quierez una?me pregunto mientras escogía una y me la entregaba y puedez quedarte con el cromo.
-Muchas gracias Chris cogí aquella rana y me la comí recordando con nostalgia lo mucho que le gustaban a Ron.
-Mamá ¿Dónde eztá papa?pregunto Cory tengo que verle, tengo que decirle una cosa, tengo que decirle que han ganado los Chudleys Cannons.
-Cory, Chris, ¿Os acordais de aquel perrito que teniamos?¿que una vez se quedó dormidito y no se despertó?esperé a que ellos asintieran antes de continuar bueno, pues papa se ha ido con el y ahora estan en un jardín los dos juntos.
-Mama ¿entoncez papa va a volver con Zpinky?pregunto Chris mientras masticaba la cabeza de una de sus ranas.
-Bueno, en realidad no, el nos está esperando con Spinky en ese jardín inmenso con prados verdes y flores que florecen todo el año, y algún día iremos con él, y volveremos a estar juntos intenté no ponerme a llorar, al decir estas palabras, recordé un libro en el que unos niños perdían a su padre y decían que se había ido a un jardín de prados purpurea, quizás de allí salió mi inspiración para explicarles algo que ni yo era capaz de entender.
-¿Y cuando iremoz?preguntó Cory intrigado
-No lo sé, pero será dentro de muchos años. Me acerqué a donde mis padres que se dedicaban a dar el pésame al los Weasley, Percy no estaba entre ellos, sin embargo no me importó demasiado. Molly al verme se acercó y me abrazó con fuerza.
-Le hemos perdido hija mia dijo entre lágrimas. Intenté consolarla mas mis intentos fueron en vano. Cuando anocheció me dirigí al tanatorio para verle otra vez, le miré de nuevo, rodeado de flores, con una mano le acaricié dulcemente la mejilla, de mi bolsillo saqué la pequeña alianza de bodas, que se la habían quitado los días que estuvo ingresado. Se la puse en el dedo anular y le besé la mano.
-Así me llevarás contigo cuando estés en el jardín donde las flores no marchitan nunca, al igual que nuestro amor.

Notas de la autora- Espero que os haya gustado este capitulo, si quereis que continue dejadme algun review. Besos a todos Alana