Esa marca en mi brazo.

Hoy es el día. Todos me miran esperando que haga alguna declaración, tal vez que de un discurso, pero yo no tengo nada para decir, ni siquiera puedo comer, la comida se niega a pasar por mi garganta y que todos me estén mirando mientras almorzamos no ayuda en nada... Están todos tan felices y contentos... ¡claro! Si ellos ya pasaron por esto... pero yo tengo que admitir que tengo bastante miedo...

Mi padre me sonríe orgulloso, mi madre trata de concentrarse en su comida, pero no puede evitar lanzarme furtivas mirada de aprobación... ¡Hasta el elfo me mira complacido! Pareciera que él también supiera lo que va a pasar luego del almuerzo... Hoy van a llevarme a marcar mi brazo, desde hoy estaré de igual a igual con mi padre y mi madre. Tendré la misma marca que ellos, tendré el mismo poder.

El almuerzo terminó, me miran expectantes, pero yo no puedo hablar, es que, me pregunto ¿estaré haciendo lo correcto? Con esto no hay vuelta atrás... una vez que se hace quedas marcado par siempre ¿Quiero hacer esto? No, no quiero, pero debo... por mi bien.

Mi padre mira a mi madre y ella asiente. "Ya es hora" me dice sonriendo, yo también le sonrío, o al menos eso intento. Salimos de la casa y siento como dejo atrás mi inocencia, mi infancia... dejo todo lo puro de lado para enfrentarme a la vida real... a mi realidad.

Llegamos. Mi padre me habló todo el camino de la importancia de lo que estaba por hacer... no escuché ni una de sus palabras, iba en mis pensamientos, durante todo el viaje me plantee si debería salir corriendo antes de que fuera tarde. Decidí no hacerlo.

Paramos frente a la puerta, mis padres me flanqueaban, parecía que sabían que tenía intenciones de escaparme. Mi madre estiró su brazo y llamó a la puerta, sentí que la sangre se me helaba... ahora sí quería escapar, pero una fuerte mano en mi hombro lo impidió, mi padre me brindaba su apoyo. Volví la mirada hacia la puerta, ya habían abierto. Una mujer me devolvió la mirada, nos dijo que pasáramos.

No recuerdo absolutamente nada de cómo era aquella habitación, creo que mi memoria dejó de funcionar en ese momento. Seguí a la mujer hasta una habitación, ni siquiera me había dado cuenta de que mis padres ya no estaban conmigo. Me senté en una silla, aquello era terrible, era como esperar la muerte siendo conciente de que vendría...

La mujer se había ido, tal vez a buscar lo necesario para marcarme... ¿Lo haría ella? ¿O era el Lord quien se encargaba de esas cosas? Temblé de sólo pensarlo...

La mujer volvió traía consigo los elementos necesarios. Tenía una aguja, no sé porque pero tenía la seguridad, aunque nunca me lo hubieran dicho, que la marca se hacía con agujas... repentinamente cree una fobia a ellas

Tomó mi brazo y colocó un líquido, no sé que fue, no quería mirar... ¿dolería? Seguro que sí... Sentí el pinchazo inicial... Sí, dolía y mucho. Una horrible sensación, como si un líquido se introdujera en mis venas me invadió. Prácticamente no sentía mi brazo... dolía... y mucho. No lloré, me había jurado no llorar... De pronto todo terminó.

Miré mi brazo pero no encontré nada... ¿Acaso no había funcionado? ¿Tendrían que hacerlo nuevamente? La mujer pareció entenderme "Ya aparecerá la marca, es cuestión de tiempo". Me sonrió complacida y me guió a donde estaban mis padres, el brazo seguía doliéndome, ambos sonreían complacidos. Figuré una media sonrisa y salí de ese lugar para volver a mi casa.

Pasaron ya dos días, la marca ya apareció. Pensé que al hacerlo dejaría de dolerme, pero no. No puedo tolerar ni siquiera que rocen el brazo, el dolor es abrasador.

Aunque ya lo hice, no quiero despedirme de mi vida normal, la vida que levaba antes de la marca. Necesito ser, aunque sea un momento, como era antes. Salgo a la calle. Siento como si todas las miradas fueran dirigidas a mí... ¿Por qué me miran? ¡Lo que hice lo hice por mi bien! Sé que hay personas que no tienen esta marca... y se que por eso pueden ser atacadas... heridas... hasta pueden morir... Pero si no quieren que eso les pase sólo tienen que hacerlo también... Sólo deben, marcarse...

Alguien me preguntó si estoy bien. Elevo la mirada, es un viejo amigo mío, hace mucho que no lo veo... ¿también estará marcado? "No, no estoy bien" le respondo y le muestro mi marca. Se queda helado, no me habla. Ni siquiera me mira... sólo mira mi marca... ¿tan impresionante es?

"¿Cómo te sientes?" me pregunta. ¿Qué como me siento? No me lo había planteado... "Me siento mal" le respondo "Muy mal... y ¿sabes que es lo peor? ¡Qué aún faltan dos dosis más para que la vacuna haga efecto! ¡Maldita hepatitis! ¿Por qué diablos será tan contagiosa?"

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Juuuuuuuaaaaaaaa!! XD!! No sé a ustedes pera a mí me ha dado mucha risa escribirlo. He sacado la idea de una experiencia personal... Sí, hace poco me pusieron la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis (¿pueden creerlo? ¡16 años y poniéndome vacunas! ¡eso es para niños!) y me quedó un hematoma :P, entonces se me vino a la cabeza las marcas de los mortífago y ¡zaz! salió lo que leyeron.

Espero que les haya gustado y también espero que me dejen rr!