Titulo: Delizioso
Personajes: Italia y Japón.
Renuncia: Ninguno de los personajes es mio, son de: Hidekaz Himaruya.
Advertencia: Solo especificar que es una viñeta realmente corta.
Notas de Autor: Me inspire en el Volumen 5, Pista 3. Encontré a un Italia preocupándose por un joven Japón. Dato curioso ya que el oriental tiene mas de 2000 años. Respecto al título, significa: delicioso. La palabra esta en italiano. Espero disfruten mi segunda historia. Gracias ;)
Se encontraban un bar compartiendo algunas copas, les acompañaba un ambiente tranquilo y un par de recuerdos que salían de sus labios después de unos cuantos tragos.
"Qué hay de la ocasión en la Estonia-san soñó con nuestras versiones femeninas?"
"¿Vee~? oh si, si, dijo que yo era una chica linda y rebelde" se alegró el italiano
"Eso me hace recuerdo a la pesada broma que me hizo hace un tiempo atrás, Italia-kun" dijo el japonés recordando la ocasión que creyó que su 'aliado' era una 'aliada' al verlo con un vestido y el pelo largo, "soy tan lindo con vestido vee~" argumento el muchacho sin darle mucha importancia al posible reclamo de Japón.
El europeo pidió un trago al camarero. Después de que se lo entregaran, Japón observo cuidadosamente la bebida "¿Acaso no es la misma bebida que sirvieron en nuestro aniversario como aliados?" pregunto muy interesado "¿Ehhh?" Italia miro su trago por un momento "VEE~ ¡ES CIERTO!" se emocionó y recordó las acciones de aquella ocasion luego observo al japonés de reojo y le dio un golpecito en la espalda "es que parecías más joven, Japón" se excusó "además apuesto a que el jugo estaba delizioso". Japón no quedo contento con el pretexto "Italia-kun… deme esa copa" ordeno el oriental al joven de cabellos castaños quien se alejo un poco con su vaso "Vee~ Japón ¿Qué dices? Si quieres una, pídele al camarero, esta es mía" abrazo su copa, poniendo una cara de felicidad que a kilómetros se notaba que era falsa "Démela, Italia-kun" dijo el oriental completamente serio "es muy joven para ella".
Después de un momento el italiano comprendió, le entrego la copa al japonés. Habían pasado tantos años, realmente se lo merecía, pero eso no lo detuvo para nada, pidió un nuevo trago, alzo su copa y Japón le respondió alzando la suya, un pequeño sonido proveniente de las copas de las amigas naciones.
La velada transcurrió sin otro incidente posible.
