¿Castigado? Pues me gusta.
Declaimer: Los personajes de esta serie no me pertenecen son propiedad de Himaruya Hidekaz
Autora: Akasuna_no_neka [Yin Samejima]
Serie: Hetalia
Pareja: Mathias Kohler x Matthew Williams [Dinamarca x Canada]
Categoría: Yaoi-Romance
I. Me gusta leer ¡Y a tí?... ¡No!
Castigado, simplemente castigado ¿Y las razones?, no se necesitaban muchas para colocar en una sala vacía a Mathias Kohler ¿Oh si?, bueno, era cierto que había provocado una increible guerra de comida en el instituto mas tan solo se había defendido tras las simples palabras que pronunciaba con bastante frecuencia y ligereza "Pero todos nos divertimos".Al principio solían mandarlo a limpiar los cursos mas siendo sinceros tan solo causaba problemas y desordenes mayores a los esperados, ¿Y si lo expulsaban? Lo más probable es que le daría igual y no estudiaría ¡Sería como su parque de diversiones! Por lo que luego de debatir un poco tanto el rector como los maestros y uno que otro implicado llegaron a una interesante conclusión, si, desde aquel día se implementaría una nueva forma de castigo que realmente vaya con el muchacho originario de Dinamarca; tendría que quedarse luego de clases o en las horas libres -sin contar con el almuerzo- dentro de una sala que comunmente se encontraba vacía, esta estaba llena de libros literarios que iban desde cuentos hasta del tipo clásico mas no hay que confundirse, este salón no era la biblioteca ya que para entrar se necesitaba pedir permiso con mucha anterioridad y no todos los alumnos podían entrar, no habían libros de estudios, no, solo era literatura como la de Paulo Coelho, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Mark Twain, Homero, entre otros pero... ¿Eso realmente se consideraba un castigo? Pues si, Mathias odiaba leer, odiaba estar solo pero lo que más detestaba era el silencio y algunas personas lo sbaían, personas que dentro de la institución lo conocían y deseaban hacer que madure para que deje de armar situaciones escandalosas en el colegio al que asistía, por un momento se negó y dijo que prefería hacer otra cosa mas el inspector le explicó que si no lo aceptaba perdería el año escolar ya que constaría como una nota bastante pesada, posiblemente del mismo calibre que tenían los tan temidos parciales y aunque el joven dinamarquez fuese bastante relajoso no podía perder el año, eso no, lo tenía prohibido ya que vivía con un compañero en una habitación del centro debido a que los padres de ambos vivían en el extranjero ¡Que tragedia! Tan solo no podía decepcionar a muchas más personas así que de mala gana entró al salón luego de las clases comunes.
-Ludwig, por favor, no me dejes aquí ¡Prometo que no haré nada malo otra vez!-
-La decisión ya fue tomada- La voz era severa y la mirada que le dedicaba el joven inspector era realmente dura -Acabas de hacer que todos se involucrasen en una guerra de comida, se ensuciasen las ropas y el comedor quedase completamente antihigiénico, te has ganado el castigo-
-Si hubieses estado ahí te hubieses divertido ¿Me dejas salir?-
-¡NO!- Al parecer el mayor se había enfadado ya que salió del salón cerrando la entrada con un portazo, eso asustó un poco a Mathias quien suspiró mirando el lugar antes de desarreglarse el cabello algo molesto por la situación mas tan solo suspiró mientras observaba los alrededores, no había nada más que no fuesen libreros llenos y ventanas abiertas, por un momento pensó en huir pero estaba en el segundo piso y no deseaba pensar en una manera de llegar abajo con alguna clase de plan así que tan solo siguió pensando en como habría llegado a ese nuevo mundo lleno de hojas escritas a maquina y computador, eso le asustaba un poco mas verdaderamente no podía hacer nada; le habían quitado su celular y tambien el nintendo DS por lo que el aburrimiento lo mataba, tanto que había optado por acostarse en el suelo sintiendo el viento que entraba en el lugar; sin duda alguna no pensaba coger un libro, no tenía ganas de hacerlo y siendo sincero no le apasionaban, en lo absoluto, prefería vivir aventuras más intensas que leer sentado en una silla.
Uno, dos, tres minutos y nada ocurría ¡Todo aquello lo estaba matando! Y hubiese continuado así de no ser por un pequeño ruido proviniente de la puerta, al parecer alguien había entrado y su optimismo le decía que lo más probable es que las autoridades del instituto se hubiesen arrepentido y lo dejarían salir mas grande fue su sorpresa al ver entrar un jovencito más pequeño que él, con el cabello rubio ligeraente ondulado, mirada púrpura cubierta por sus lentes y un rulo bastante extraño; por un momento pensó que el chico tambien estaría castigado mas no estaba seguro, podría ser que el dinamarquez fuese despistado mas tampoco lo era del todo ¡El muchachito parecía un angelito!, eso era lo que pensaba el de apariencia mayor, veía extraño que el de mirada violeta estuviese ahí, con aquella figura fragil que había llamado su atención, era lindo y parecía delicado por lo que tan solo observó sus movimientos desde uno de los libreros, estos no eran tan grandes por lo que debía agacharse para no ser visto.
Por otra parte el menor tan solo se sentó en una de las sillas cercanas a la ventana antes de empezar a leer, a su alrededor se sentía un aura de tranquilidad capaz de envolver en paz a cualquiera, como lo estaba logrando con el escondido dinamarquez, al parecer no se había dado cuenta de él ya que su concentración recaía en los libros y esto hubiese continuado así de no haber sido por que se escucharon varios objetos caer, si, Mathias se había arrimado mucho haciendo caer varias fuentes de lectura; el menor parecía algo asustado mirando de lado a lado ¿Y el mayor? Se había lanzado al suelo para no ser descubierto aunque al ver el rostro del contrario no pudo hacer más que levantarse algo nervioso alzando la mano en son de saludo.
-Eh hola, perdón por hacer tanto ruido- Se reía sin saber que más decir y mucho menos al ver bien el rostro del muchacho, era tan bonito como una muñeca de porcelana, ni siquiera había visto chicas que se le comparacen en inocencia y ternura; se había quedado casi con la boca abierta, estaba anonadado al ver aquel ser tan único y puro en apareicnia ¿Realmente era así por dentro? Pues esperaba que si.
-Ah no, no, estaba bien...- Respondió el menor con voz algo tembloroza mientras un gran sonrojo se paseaba por sus suaves mejillas ¡Que manera de flechar al dinamarquez quien lo miraba fijamente!
-¿Acaso estás castigado?- Cuestionó Mathias mientras sonreía, algo le decía que no era así pero deseaba descartar la duda.
-Ah no, no, no es eso ¿Porqué?- El menor parecía algo confundido y con una mirada de total desaprobación por la pregunta y eso le pareció divertido al mayor quien empezó a reirse de forma algo escandalosa negando, intentando que el otro no le diese tanta importancia aunque bien debía admitir que debería sentirse avergonzado, si, debería mas no eraa así, tan solo pensaba en hacerle un poco más de conversa.
-Por nada, solo curiosidad ¿Cómo te llamas? ¿Eres de aquí? Nunca te he visto- Ahora Mathias parecía más animado de como había llegado al lugar -Por cierto, me llamo Mathias Kohler-
-Eso ya lo sabía...- Susurró de forma levemente audible mientras se sonrojaba, esperaba que no lo tomase por alguna clase de "acosador" ya que realmente no lo era en lo absoluto -Es que... yo, bueno, usted es amigo de...Ay Dios...-Se veía nervioso aunque algo le decía al mayor de mirada azul que tan solo era algo característico- Usted es amigo de mi hermano gemelo Alfred, Alfred F. Jones y algunas veces lo que visto en mi casa...- ¿Eso era verdad? Pues el dinamarquez debía ser bastante despistado como para nunca haberse fijado en el menor y eso que se la pasaba en aquella casa con bastante frecuencia mas ahora que lo pensaba había logrado confirmar que el chico de estatura menor tambien lo era en edad ya que Alfred era casi dos años menor a Mathias por lo que su hermano también debería serlo, por algo eran gemelos... Que cuestión tan severamente obvia...
-Eh ¿En serio? Nunca te había visto- El mayor intentaba recordar mas nada se le venía a la mente -¿Acaso estudias aquí?- Tenía mucha curiosidad que añoraba ser saciada -Y no me has respondido pequeño hermanito de Alfred ¿Tú nombre cuál es?-Una nueva sonrisa asomó en su rostro, él realmente parecía ser el acosador.
-Ah si ¡Lo siento! Soy Matthew Williams- Sentenció colocando una de sus ebras de cabello tras la oreja derecha seguido de un juego nervioso con sus dedos color rosa pálido -Si... Estoy en un curso distinto al de mi hermano pero bueno, si, estudio aquí...-
-¡Pero conozco a mucha gente y nunca te había visto aquí!- Mathias parecía aturdido, no, no parecía ya que realmente lo estaba.
-Esto... Eso es común...- La voz de Matthew empezó a desender tomando una tonalidad grisacea y debil mientras mostraba una sonrisa bastante fingida y sobretodo triste -Siempre ge sido bastante ignorado... Algunas veces tambien por Alfred...-
El mayor aún estaba consternado, no sabía porqué pero sintió como todo se había vuelto incómodo y mucho más cuando quiso acotar algo para que todo mejorase ya que el menor tomó la palabra de improvisto.
-¿Y qué hace aquí joven Mathias? ¿Le gusta mucho leer?- Ahora mostraba una sonrisa más sincera, como si hubiese olvidado de que estaban hablando unos segundos atras aunque cabe recalcar que la timidez no se había esfumado por completo mas sin prestar atención a ese detalle pareció que el mundo del mayor se tambaleaba por unos instantes "¡Él es demasiado tierno!"pensó el dinamarquez intentando retener un sonrojo abrumador que subía a su rostro mientras balbuceaba palabras inentendibles hasta antes de darse una cachetada mental, simplemente le parecía que Matthew era un ser inefable por lo que no deseaba darle una mala impresión ¡Eso nunca! Bueno, no entendía muy bien porque pensaba así mas tan solo sabía que debía acoplarse a lo que se le venía a la mente en cuanto a la situación.
-Ah ¿Qué te diré? ¡Los libros son hermosos! ¡Me encantan!- Una risa bastante inquietante se escuchó en el salón, le había dicho una mentirilla que esperaba lo ayudase ah acercarse un poco más al contrario "¡Válgame que luego tengo que cuestionar a Alfred porque nunca me habló de la joya de hermano que tiene!"La mente de Mathias maquinaba algunas ideas en cuento al chico que tenía en frente así como tambien cosas que debería hablar con su amigo.
-Ya veo- Una risita amable y luego se tornó el silencio, uno bastante suave acompañado por una ligera brisa otoñal -Debo irme Mathias, tengo clases de piano en unos minutos- Comentó cogiendo entre sus manos un par de libros alejándose del contrario -Mathias... Yo se que te castigaron y por eso estas aquí, todo el colegio lo sabe- Si, ahora se reía quedamente, la mentira del de mirada color cielo no había servido para nada. -Por cierto, perdón si me entrometo pero... ¿Realmente te gusta leer?- Otra sonrisita divertida se mostró en su rostro dándole un toque aún más angelical desde el punto de vista del de origen dinamarquez.
-¿Eh? Tú... ¡Odio leer! ¡No me gusta!- Al final le había tocado decir la verdad aunque bien un sonrojo de verguenza lo delataban.
-Gracias por la sinceridad, hasta otra joven Kohler- Sin más el menor se retiró del curso dejando a un sorprendido y solitario Mathias.
-Matthew Williams... Eres un ser extraño y... Me gusta eso, creo que me gustas- Y solo en la sala sonrió algo impresionado sentándose en una de las sillas de las cercanías, era hora de empezar a leer un poco, si al menor le gustaba hacerlo entonces Mathias aprendería a amar la lectura, todo por aproximarse más al hermano menor de uno de sus mejores amigos al cual y por cierto pensaba pedirle algo de ayuda, aquel pequeño de mirada violeta sería de él, si, definitivamente tendría a ese queribín caído entre sus fuertes brazos.
