"¿Qué hay de este?"

La miré y pensé por un segundo antes de responderle

"Perfecta. Dice algo como: Hola, esta es la última vez que me verás, ah y por cierto, tendrás el placer de morir rápido"

Me miró incrédula pero después sonrió satisfecha. "Kurt… Suenas como si yo fuese a matarlo"

"Lo harás, técnicamente… Como si no lo hubieses hecho antes"

"¡Hey! Fue solo una vez, la noche que nos conocimos"

"Me acuerdo…" Dije con un tono débil al recordar esa noche y todo lo que me había empujado a esto

"Kurt, sé que sigues sin estar conforme con esto, pero es lo que tenemos. Al menos yo. Este trabajo nos ha dado mucho, al igual que Nueva York…" Miró hacia la ventana de nuestro pequeño-enorme departamento proporcionado por la empresa claro, ni ella ni yo podríamos permitirnos algo como esto sin este trabajo.

Bajé mi mirada, ya habíamos tenido esta conversación antes. Y siempre terminábamos rindiéndonos y aceptando lo que hacíamos ahora, como Marianne siempre decía: 'Es esto o ser vendedores de drogas'.

Siempre me reía al pensar en mí mismo como vendedor de drogas. A partir de la muerte de mi padre todo había cambiado radicalmente. Después de hundirme en la depresión y de que Cassandra July me botara de NYADA solo por su estúpida materia, me quedaba muy poco por lo cual pelear. Mi pasantía en VOGUE acabó gracias a la linda Anna Wintour y un estúpido café mal preparado que acabó accidentalmente en sus exclusivos Louboutins…

Isabelle me consiguió algo lindo en el New York Times, pero me sentía completamente fuera de lugar. Finn se mudó conmigo y con Rach algunos meses después y logro transferirse a la NYU, para estos tiempos yo era completamente insoportable a decir verdad, apenas pasaba tiempo en casa y cuando estaba allí tenía que salir corriendo, sus miradas de lastima eran… Ni siquiera quería recordarlo.

Una noche camino a casa me detuve en un bar, entré y acepté unas cuantas copas de un total desconocido. Sobra decir que acabé en una habitación barata de un motel de mala muerte a las afueras de la ciudad.

Y fue cuando toda mi vida cambió para siempre.

"¿George?"

Reaccione, ya me había acostumbrado a mi nombre falso.

"¿Qué?"

"Te fuiste" Comenzó a reír

"Si, algo. Recordaba aquella noche"

"Bastante divertida"

Lo pensé por un momento

"Quiero vender drogas" Dije muy, muy serio

"No digas estupideces, Kurt" Se giró hacia el espejo de la mesita de centro y pintó sus labios de rojo "Me voy, solo es este y tendremos vacaciones. Y ¿sabes que es lo mejor, mi amor? Por fin podrás conocer a Maddie"

Margaux es su hija de 5 años, vive con los abuelos de Mari a las afueras de Portland.

Lo más lejos que la pudo ocultar.

"Genial" Respondí

"Y… ¿Cuáles son tus planes de la noche?"

"Ni idea"

"Hmmm, en fin. Me voy, el señor Devon me debe estar esperando" Sacudió su melena rubia, me dio un beso en la mejilla y se apresuró a la salida"

"Hey, Lana." Se giró "¿Cuándo sabré de qué color es tu cabello?" Tenía ojos claros, así que adivinarlo no era fácil. La había visto teñirse de casi cuarenta colores diferentes.

"Nunca amor, a menos que me pagues lo que John nos paga"

"En la vida. Suerte"

Se despidió con la mano y se fue.

Miré al apartamento vacío, no tenía nada que hacer en realidad. Pensé que leer un buen libro sería buena opción, así que caminé hacia mi habitación y comencé a leer…

Después de un rato caí en cuenta que tenía algo de hambre. Tomé algo de dinero del bote de galletas y mi identificación falsa por si acaso.

Pasee un largo rato en el metro hasta que me decidí por un curioso café cerca de casa. Solo yo paso horas en el metro de línea en línea para acabar en el mismo lugar y unos pasos más allá.

Ordené un expreso cortado con topping de crema batida, realmente necesitaba dormir esa noche. Curiosamente dormía bien si consumía grandes cantidades de cafeína y nicotina, a este punto creo que mi sistema está totalmente colapsado.

Tomé mi orden y fui a sentarme a una de las mesas libres afuera del establecimiento, la ciudad se veía hermosa, siempre lo hacía. Con todas esas luces…

Bzzzz

Sentí el vibrar de mi teléfono…

Marianne… Pensé inmediatamente y contesté

"¿M?"

"Pequeña K, hay problemas" Sonaba agitada y angustiada.

"¿Qué va mal? ¿Dónde estás?"

"Los idiotas de la corporación, fallaron. No estaba solo y… Esta libre K, si no lo encontramos en 24 horas, van a matarme…" Su voz quebró "Van a matarla, John sabe dónde está. K, ayúdame…" Comenzó a llorar

"Cálmate, lo encontraremos. ¿Dónde estás?"

"En la Ámsterdam, esquina con Broadway"

"¿Tienes alguna idea de a dónde podría ir?"

"No se…" Seguía llorando.

"Por Dios, llevas meses con él, sacándole información. Algo debes saber"

"Ellos van tras él" Se quedó callada tratando de buscar "Espera…"

"Mar… ¡Marianne!"

Silencio… Apenas y podía escuchar el ruido de la calle de la otra línea.

Habló "Kurt, ¿Dónde estás?"

"Park Avenue, con la 86"

"Perfecto, el objetivo va por la Madison y apenas cruzo con la 65"

"¿Que quieres que haga?"

"No podemos hacer un escándalo, pero aún es temprano" Miré mi reloj, 11:35 "Kurt… Detén ese auto como puedas, mi vida y… ¡Mierda!"

"¿Mar?" Nada "¡¿Marianne?!"

Silencio y ruido de tacones

"DIOS, ¡LANA!"

"Su acompañante, viene tras de mí…" susurró. "Te veo en casa, detén ese auto por la vida de Maddie. Please" Y colgó.

¡Mierda!

Corrí hacia la casa, había una pistola de clavos en el ático. Estaba seguro, solo tenía que correr unas cuantas calles antes de que el maldito auto pasara de la 86.

Corrí hasta que llegue, baje la escalera de emergencias del edificio hacia túneles del metro y abrí la puerta del ático. Hice un desastre al buscar hasta que la encontré.

Tuve que tomar el auto que se nos asignó y conduje como un loco por toda la tercera avenida, lo atraparía en la 106 con la Madison.

Llame a John

"Dime Porcelana"

"Modelo y color del auto"

"Uh, veo que estas más atento del trasero de Marianne que de tu pequeño ex"

"¿Qué?"

Blaine…

"Honda Civic, negro, último modelo. Corre Porcelana, estas a tiempo"

Colgó

¡Dios! Como odio a este hombre.

Estacioné el auto, deje las llaves pegadas y le envié un mensaje al encargado de recogerlos.

Corrí unas dos cuadras hasta llegar a la 106 con Madison, me agaché y escondí detrás de un contenedor de basura, esto iba a ser fácil. No había público y las calles estaban vacías, parecía no haber auto alguno, más que unos cuantos…

A lo lejos vi el auto y encima de mi cabeza la luz roja.

Parece que hoy estoy de suerte.

El auto se detuvo, el conductor se veía impaciente.

Troné una llanta delantera y una trasera. Dramático para mi gusto, pero era esto o mi cabeza en la mesa de la cena de John.

El conductor se percató de esto y se bajó del auto.

"Ni un paso más Devon"

Lo apunté con mi "arma". Maldita sea, no pude haber corrido un poco más por una pistola decente….

Se giró…

No puede ser…

...

"¿Kurt?"

Gracias de nuevo Dios

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Este es el primer capítulo de lo que será mi primera historia larga, quise aprovechar que es año nuevo o algo así y la mayoría está de vacaciones o con algún tiempo libre para disfrutar de bebidas calientes y un poco de Fanfiction

Háganme saber que opinan de todo esto

¡Felices fiestas!

Y recuerden, un review alimenta el alma más que el aroma a árbol de navidad y un par de tazas de chocolate

O quizá no :3