Prólogo

En un planeta lejano llamado Namekusei, se libró una gran batalla que marcó el destino de todo el universo. En ese planeta, fue donde despertó el Legendario Super Saiyajin Gokú, con su gran poder inequiparable logró acabar con la vida del emperador del mal, el Gran Freezer. Lamentablemente, Freezer había lanzado un ataque al núcleo de Namekusei, haciendo que este fuese destruyéndose poco a poco durante el transcurso de la pelea, culminando con la explosión de dicho planeta y con la muerte del Super Saiyajin. Han pasado 10 años desde aquella tragedia, la Tierra ha gozó de un periodo de paz, y los namekianos resucitados por las esferas del dragón de la Tierra se mudaron a otro planeta bautizándolo como Nueva Namekusei, restaurando así las esferas creadas por el Gran Patriarca, que en paz descanse. Con estas esferas, lograron revivir a todos los Guerreros Z, a excepción de una persona… Gokú, quien decidió quedarse en el otro mundo para seguir entrenando. Aun así, durante este lapso de tiempo, nuevos enemigos fueron apareciendo poniendo en peligro la seguridad del planeta Tierra, pero afortunadamente, un grupo de jóvenes guerreras siempre estuvieron ahí para hacerles frente y así salvar el mundo en muchas ocasiones, por lo que no fue necesaria la intervención de los Guerreros Z, aunque el guerrero legendario nunca tuvo conocimiento de esto hasta hace poco. Actualmente, las guerreras se encontraban batallando contra el enemigo más poderoso que habían enfrentado hasta ese entonces…

Planeta de Kaio-sama

Gokú: Kaio-Sama, ¿Qué es lo que esta sucediendo? Desde aquí pude sentir un Ki maligno y muy poderoso.

Kaio-Sama: Increíble, pudiste darte cuenta Gokú, desde hace tiempo que había sentido una energía maligna surcando por toda la galaxia del norte, y al parecer esa presencia ha llegado a la Tierra.

Gokú: ¿Y por qué no me habías dicho nada Kaio-Sama?

Kaio-Sama: ¿Qué ganaba con decírtelo Gokú? Tú ya estás muerto, no puedes hacer nada.

Gokú: Si ya lo sé, pero si se trata de alguien fuerte le podría pedir permiso a Enma-sama para ir a la Tierra y pelear con ese sujeto.

Kaio-Sama: ¡GOKU! ¡¿Cómo se te ocurre decir eso?! ¡Sabes muy bien que eso va en contra las reglas del otro mundo! No sabes los conflictos que le generaban a Enma-sama cada que usaban las esferas del dragón.

Gokú: Vamos Kaio-sama, solo por esta vez, en cuanto termine la batalla me regresaré al otro mundo, además mi abuelito pudo regresar al mundo de los vivos por un día gracias a Uranai Baba.

Kaio-Sama: ¡No significa NO Gokú! Recuerda que Enma-sama te permitió conservar tu cuerpo, así que lo mínimo que deberías hacer es acatar sus reglas. Además… tu no quisiste que te revivieran con las esferas del dragón de Namekusei.

Gokú: Ya lo sé, pero era porque quería entrenar en el otro mundo, así tendría un progreso mayor que en la Tierra. Pero en estos momentos la Tierra podría correr un grave peligro, incluso ser destruida si nadie hace algo.

Kaio-Sama: Entiendo cómo te sientes Gokú, y aunque quisiera ayudarte, quien tiene la última palabra es Enma-sama, y si cometes una imprudencia podría quitarte tu cuerpo.

Gokú: ¿El puede hacer eso? El también debe ser muy fuerte entonces, me gustaría pelear con él también.

Kaio-Sama: ¡GOKU! ¡¿QUE PASA CONTIGO CABEZA DURA?! ¡¿ACASO QUIERES CONDENAR TU ALMA POR LA ETERNIDAD?! ¡No es que sea fuerte, Enma-sama es quien se encarga de marcar el destino de todos aquellos que han pasado a mejor vida, con solo sacar tu expediente podría mandarte directamente al infierno si él lo desea, así que deja esas ideas tan absurdas! ¡No hay nada que puedas…! (No término lo que iba pedir, pues detectó algo en la Tierra con sus antenas)

Gokú: ¿Kaio-sama? ¿Ocurre algo?

Kaio-sama: La presencia maligna… ¡Ha desaparecido!

Gokú: ¡¿Cómo dices?! ¿Estás seguro? ¿No será que solo ocultó su Ki?

Kaio-sama: Eso es imposible, pude sentir como su Ki disminuyó en tan solo unos instantes, este se fue debilitando hasta no quedar nada… Eso significa que alguien en la Tierra logró vencer a ese monstruo.

Gokú: ¿Habrá sido Vegeta?

Kaio-sama: No lo creo, Vegeta desde hace tiempo que dejó la Tierra para irse a entrenar al espacio exterior… ¡Espera! ¡Estoy percibiendo algo!

Gokú: ¿Qué es?

Kaio-sama: Es un Ki… uno pacífico, no hay duda, ¡Ella es quien acabó con esa entidad maligna!

Gokú: ¿Ella? ¿Quieres decir que se trata de una mujer? Déjame ver… (Gokú posa su mano sobre el hombro de Kaio-sama) En efecto, puedo sentir un Ki muy poderoso, solo que este se siente muy… no se como decirlo, es… es muy puro.

Kaio-sama: Gokú… tal vez ahora no tengas que preocuparte por el destino de la Tierra, tal parece que esa chica es quien se encarga de proteger la Tierra en tu lugar.

Gokú: Quizá tengas razón, pero ahora me dan muchas ganas de regresar a la Tierra y conocer a esa mujer y comprobar que tan fuerte es. Por favor, ¡Habla con Enma-sama! ¿Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii?

Kaio-sama: ¡GOKUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!

Mientras tanto en la Tierra

Un hombre vistiendo de forma muy formal con un saco verde y una jovencita vestida con su uniforme escolar se encontraban contemplando el resplandor de la luna llena desde el balcón de un parque.

Serena: Darien…

Darien: Dime…

Serena: ¿De verdad me quieres mucho?

Darien: Sí.

Serena: ¿De verdad? (se aferra al brazo del joven)

Darien: Sí.

Serena: ¿Cómo cuánto?

Darien: ¿Por qué me preguntas eso ahora?

Serena: ¡Dime! ¿Cómo cuánto?

Darien: Bien, te lo diré. Mi amor por ti… es más grande que el universo.

Ambos jóvenes se miran de frente el uno al otro y sellan la tierna escena con un bello y romántico beso.