Buenas~ He vuelto con otro reto. Espero que como todos los anteriores, puedan dedicarle un poquito de su tiempo.

Es un oneshot, de 916 palabras.

De la palabra clave "Separación", de la tabla "Relación a distancia".

Disclaimer: Los personajes de Free! son propiedad de Kōji Oji, Hiroko Utsumi y KyoAni.

Aviso: Este fanfiction participa en el Reto libre: "Haz una tabla" perteneciente al Foro Iwatobi swim Club.


Ni bien hubieron comenzado, los preparativos para los Olímpicos significaron una brecha entre ambos. Sousuke se quedaba en Tokyo, mientras Haruka se unía a Rin en Janeiro, por ser ésta la sede anterior.

Al principio parecía una idea maravillosa, los eternos rivales irían a los Olímpicos; Haru le haría a Rin todas las preguntas, respecto a sus experiencias competitivas, que Makoto le hizo apuntar en la agenda del celular; le daría todos los regalos de Nagisa; comentaría lo orgulloso que estaba Rei de ambos, y le daría la carta de parte de Sousuke (después de que éste fuera a buscarlo con una vergüenza descomunal, un tartamudo saludo y una sonrisa deslumbrante ante el "sí" que Haru le dio); sin embargo, todo se fue lejos, como la mascota de Nagisa en aquel día de primavera, cuando a Sousuke se le ocurrió invitar de salida a Haruka, dos días antes de su partida.

Y de ahí, todo fue en picada. Aun cuando Yamazaki se esforzó en que no pareciera una "salida romántica", el mundo aparte que era Tokyo no contribuyó en ello. Ir a por él hasta su casa en la mañana, desayunar en un modesto restaurante costero, bajo la insistente mirada coqueta de las camareras, para que al final terminara arrastrando al nadador de estilo libre lejos, y para siempre, de ese lugar. Le insistió lo suficiente para que éste le llevara a ver la piscina donde entrenaba, quedando maravillado (que no era más que anhelo por volver a nadar) ante la inmensidad de ésta, aunque un poco molesto porque Haruka se lanzó al agua después de quitarse la ropa con una velocidad sobrehumana.

Fue un alivio cuando Tachibana le dijo que la distancia entre las fuentes, el amor, y los impulsos, era una eternidad; no obstante, no le advirtió que ésta seguía sucumbiendo ante una piscina.

Esa misma tarde, Haruka le arrastró al acuario, alegando que había escuchado sobre el nuevo truco del delfín; luego, ambos se quedaron absortos ante el "chapoteo" del hipocampo. Cuando salieron del lugar, continuaron hablando sobre aquellas pequeñas criaturas, robando su asombro algunas llamadas "Dragones de Mar".

Después fueron a comer (son atletas, después de todo); de ahí compraron helados y se sentaron en la arena de la playa, arrullados por el murmullo que el viento hacía con el agua, y las risas de quienes compartían ese espacio del planeta con ellos.

Entonces Nanase "nada romántico" Haruka le dijo que sus ojos se parecían al mar de ese momento, lo que hizo a Sousuke tragar saliva con fuerza ante la falta de emoción de aquellas palabras y la normalidad con la que fueron expresadas, como si fuera común que un hombre le dijera algo como eso a otro hombre (aunque, bueno, no es como si fuese raro de todos modos). Le soltó un temeroso qué, al que Haruka respondió con una mirada esquiva, y un «nada» que la brisa susurró a ambos.

Sousuke se recostó en la arena en un intento por ignorar el ambiente poco agradable en el que se había sumido, mientras Nanase ponía su atención en unos niños que jugaban en el agua.

Cuando el más alto comenzaba a quedarse dormido, una sacudida desde su hombro derecho le hizo abrir los ojos de golpe, fijándose en la figura borrosa de unos mares frente a él. Sin decirse nada, el mayor de ambos, Haru, se puso de pie, siendo seguido por el otro. Caminaron hacia el borde entre la tierra y el mar, y se quedaron ahí, de pie, en pleno atardecer, con el calor rozando sus pies y el viento golpeando sus cuerpos, como si quisiera alejarlos de ahí, llevarlos lejos.

En un instante de valentía, Sousuke se giró hacía Haruka, que estaba a su lado sin decir nada, y abrió la boca, y evitó cerrarla cuando un trago de sal la dejó seco, y dijo:

—Salgamos mañana también, ¿ne?

Y en un arrebato de la brisa, digno de aquellas películas cursis y empalagosas que Rin siempre negaba ver, Haruka le dio el segundo "sí" (con sus cabellos danzando, una pequeña sonrisa en los labios y una mirada acuosa), que hizo a su corazón palpitar como lo hacía en aquellos días de Preparatoria cuando nadaba dando todo de sí mismo.

Esa noche, Sousuke acompañó a Haruka hasta su departamento y se despidieron tras una sonrisa.

...

El día siguiente llegó veloz, pero a la promesa olímpica le llegó un e-mail esa mañana, pidiéndole abordar el vuelo de esa misma tarde rumbo a América. Y sintiéndose extrañamente decepcionado y molesto, avisó a todos y se preparó.

Asistieron a despedirlo sus mejores amigos, y Sousuke. Abrazó a los exIwatobi con ternura ante el mar de lágrimas y orgullo. Le dedicó al hombre de los ojos del mar al mediodía un adiós con la mano, siendo correspondido con una sonrisa forzada.

.

Cuando iba a ser su turno para mostrar sus papeles, un grito de su nombre le hizo dar un respingo y girarse a su lado derecho para admirar a un Sousuke que lucía como si hubiera corrido cinco kilómetros en segundos. Ambos encontraron sus miradas, Haruka sostuvo el aliento y Sousuke tragó de golpe.

—¡Sal conmigo, por favor!

No les podían importar menos las miradas de todos sobre ellos. Y perdieron mucha menos importancia cuando Haruka soltó un suspiro y le dio el tercer "sí" a Yamazaki. Entonces ambos se sonrieron, se miraron con ternura fugazmente y Haruka cruzó. Dejando a Sousuke en paz, feliz, aunque sintiéndose un poco abandonado.


Muchas gracias por leer.

-MsH-