Lils:
Hoy hay un montón de cosas, especímenes, gente, animales, plantas, personas, etc, etc, que celebran o cumplen algo. De todas esas cosas que haya que celebrar hay una sola que para mí (y algunas otras personas) es más importante que las demás. ¿Qué importa que el ministro esté de cumpleaños hoy? ¿Qué me importa a mí todas esas otras parejas que cumplen algo hoy... si mi pareja esta a mi lado?
Básicamente, es esto, Lils. Ya no sé que hacer cada vez que llega este día y creo que ya no son suficiente, por eso hoy no hay nada. Tal vez "nada" no se compare con los regalos que te suelo hacer, pero no sé me ocurrió ninguno y aparte de "nada", decidí abrirme en una carta.
¿Quieres una cena romántica con flores y un entusiasta feliz aniversario?
Es lo que siempre hacemos y hoy, como un día tan importante, deseo tan solo estar a tu lado, sin ni siquiera gastar un knut, tan solo estar juntos todo el día... ¡maldita sea que hoy tenga que trabajar!
Feliz aniversario, amor. Y que ojalá cumplamos muchos más; ojalá no de esta índole. Ojalá cada uno sea más especial que el anterior, ya que no celebramos que cumplimos un año más, si no que por un año más estuvimos juntos.
Sigo siendo un inmaduro, amor, lo sé. Pero estoy completamente seguro de qué hacer hoy, tan solo ruego a que aceptes. No prometo ser menos celoso, por que la gente no cambia. Diré que lo intentaré aunque parezca algo casi imposible. No me pidas que sea tierno siempre, sabes lo que disfruto haciéndote mía.
Hoy es un día especial, un día en el que podemos sentarnos a ver el crepúsculo y recordar nuestros mejores momentos, ya sea nuestra primera cita, la vez que nos conocimos, nuestro primer beso, aquella vez en que te pedí que fueras mi novia, nuestra primera vez... quién sabe que otros recuerdos más.
Gracias, Lils, gracias por enamorarte de mí, de quererme de una manera que no merezco, de creer en mí y el estar ahí siempre cuando yo lo necesite. Gracias, por detenerme cuando me excedía, por tu atención, por todo tu cariño. Muchas gracias, amor.
Te amo, lo sabes. Eres mi razón de existencia, todo lo que tengo a mi lado.
No te amo desde la primera vez que te miré, si no de la primera vez en que te vi.
Amo cada detalle tuyo, aunque sea minúsculo. Amo desde tu cuerpo tan bien formado hasta la más tierna de tus pequitas. Amo cada una de tus sonrisas y lo tierna que te colocas cuando quieres mimos. Amo que siempre me lleves la contraria y que cuando apostamos algo siempre salgas ganando, debo admitir que algunas veces te he dejado ganar. Y también amo, cuando no haces nada y te quedas mirando la nada o cuando luego de hacer el amor te quedas dormida en mis brazos.
Es por cada una de estas razones que el regalo que te daré este día será tan especial.
James
--
Lily dejó la carta a un lado, confundida, no había nada más escrito.
Volvió a leerla creyendo que quizá se había pasado algo por alto, pero al terminar con esa tarea seguía igual de confundida. Sintió como alguien le tocaba la espalda y ella sobresaltada se dio vuelta. Y ahí estaba él, James. Arrodillado frente a ella, mirando el piso, algo nervioso.
- ¿Quieres casarte conmigo, Lils?
