Hola chicas esta historia es una TRANSCRIPCION de la original de Yurika Cullen que muy amablemente ME PERMITIÓ ADAPTAR sus historias a los personajes de Candy Candy, y así compartir con ustedes su talento….espero le agrade tanto como las otras historias que su inspiración nos ha permitido disfrutas…
HACIENDO TÚ SUEÑO REALIDAD
By Yurika Cullen
Capitulo Uno
Hacia un hermoso y soleado día de primavera, podía escuchar a los pájaros cantar y a las personas reír felizmente a mi alrededor, era domingo así que abundaban las parejas tomadas de las manos, mirándose con amor y ternura mientras se declaraban su amor, yo misma había estado en esa situación hacia tan solo un par de horas, hasta solo hace unas horas yo podía asegurar que era una chica feliz.
Pero todo se vino abajo y ahora solo podía caminar sin rumbo fijo tratando de calmar mi ensombrecido ánimo, y la incertidumbre que tenia dentro, me sentía a punto de estallar, sentía que en cualquier momento caería al suelo llorando sin cesar, y para colmo no tenía a ninguna de mis amigas a quien acudir, justo hoy todas tenían algo importante que hacer, Flamy y Dorothy estaban en una cita doble, Annie en un concurso de cocina y Paty en sus clases extracurriculares de los domingos, no tenía a nadie a quien acudir, así que solo me quedaba vagar un rato para tratar de calmarme, aunque siento que es imposible hacerlo sola.
Y ese es uno de mis defectos, no puedo hacer nada sola, siempre necesito a alguien a mi lado para subirme el ánimo o para ayudarme a tomar alguna decisión, y en momentos como estos, en los que no puedo ir con nadie es cuando más rabia me da ser así, porque no puedo creer que siempre necesite tanto de alguien para sentirme mejor.
Distraída como iba, no me di cuenta hasta que choque con alguien fuertemente al doblar una esquina, haciendo que termináramos en el suelo y dándome un fuerte golpe en el trasero.
— Lo siento mucho, No me fije por donde iba— me disculpe con un susurro mientras me levantaba, mi voz salió desganada, pero por lo menos no se me quebró
— ¡Pequeña! Tienes que prestar atención al camino, no puedes estarte chocando con todo el mundo— escuche quejarse una voz familiar, cuando al final estuve de pie lo mire y efectivamente era quien pensaba
— Ah Albert, discúlpame, iba distraída— me disculpe de nuevo, no estaba de ánimos para discutir con él, lo último que me faltaba para completar el día seria entrar en una pelea con el tipo más arrogante y odioso del planeta
— ¿Estás bien?— escuche que me pregunto con tono sorprendido, tal vez era muy obvio mi estado, pero no lo puedo evitar, sé que soy bastante expresiva, además escucharlo preguntar por mi ánimo me hizo acordarme de mi dilema de hoy y de nuevo las ganas de llorar me inundaron
— Yo… Si… estoy bien— mi voz no se escucho muy convencida
— ¿Segura? No lo parece— volvió a preguntar serio, yo suspire
— Bueno, la verdad si pasa algo pero… para alguien como tú van a parecer tonterías— mi voz se quebraba cada vez mas
— ¿Alguien como yo?— pregunto sorprendido de nuevo
— Si, tú ya eres mayor… eres…— no pude continuar, los ojos se me nublaron y las lágrimas resbalaban por mis mejillas sin parar… ¿Qué demonios hago intentando contarle justo a él sobre mis problemas? ¿Tan necesitada estoy de hablar con alguien?
— Toma— parpadee un poco y vi su pañuelo frente a mi— úsalo—
Después de limpiarme las lagrimas y calmarme un poco lo mire dándole una leve y forzada sonrisa de agradecimiento
— Gracias, te lo regresare cuando lo lave—
— Puedes conservarlo, pero, ¿No quieres que te acompañe a tu casa o a algún otro lado?— yo negué suavemente con la cabeza
— No es necesario, solo estaba caminando para calmarme un poco, las chicas no están y en casa no hay nadie, no quiero quedarme sola, y ya que no tenía a nadie con quien hablar decidí dar un paseo— y de nuevo no sé porque le estoy contando esto precisamente a él, pero tal vez solo necesito desahogarme
— Ya que no están tus amigas, ¿No te gustaría hablarlo conmigo?— Yo lo mire como si tuviera dos cabezas— Vamos, no soy tan malo como crees, además te hará bien desahogarte—
— ¿No te estoy interrumpiendo algo importante?— él negó con la cabeza— Esta bien— dije y solté un suspiro ¿Qué más puedo hacer? No quiero estar sola y tal vez en verdad me desahogue un poco
Caminamos hasta el parque Numero Diez y nos sentamos en una banqueta, el lugar estaba algo solo para ser domingo, solo había un par de niños jugando y sus madres que charlaban entre sí mientras estos hacían castillos de arena. Yo me quede unos minutos en silencio, Albert aguardo a mi lado en silencio también.
— Antes que todo, ¿Te puedo hacer una pregunta personal? ¡Pero prométeme que no le dirás nada a mi abuela!— me anime a hablar, él me miro extrañado
— Si, lo prometo, pregunta—
— ¿Qué tan importante es para ti el sexo?— pregunte seriamente, él se puso algo rojo y se aclaro la garganta antes de responder
— ¿Por qué lo preguntas?— dijo serio
— Es que tu eres hombre y además tienes veinte años, ya eres mayor, por eso quiero saber que piensa un hombre mayor sobre el sexo, ¿Tan importante es?— dije mirándolo a los ojos
— No depende de la edad, aunque tenga veinte años encontraras personas de mi misma edad o incluso mayores que yo que piensan algo diferente— empezó a hablar con seriedad— por mi parte no creo que sea tan importante, todo depende de la situación a la que te refieras, pero si no me explicas exactamente qué pasa, no te podré dar una opinión más acertada— yo suspire— Si no quieres no lo hagas, no es necesario que me cuentes tu vida personal—
— Hoy salí con mi novio, bueno, ex— aclare sonriendo amargamente, él me miro atentamente y asintió, conocía a Terry pues algunas veces lo cruce en el café de Archie cuando Terry y yo íbamos a tomar algo— hicimos básicamente lo de siempre, todo iba bien, hasta que me acompaño a casa, él había insistido mucho en ir cuando le conté que la abuela no estaba y yo no tenía muchas ganas de volver a casa, pues había discutido con mi abuela en la mañana y aunque ella no estaba, simplemente no me agrada estar ahí— y por lo que se, a Albert tampoco le gusta ese lugar, y como si me leyera el pensamiento él asintió
Albert es el heredero de una empresa muy importante, sus padres fallecieron cuando él aun era un niño, así que la mayor parte de su fortuna fue a parar a un fideicomiso hasta que el cumpla los veintiún años de edad, la otra parte que aunque es poca comparada con el resto, no deja de ser una fortuna increíble, y esta a su disposición para sus gastos personales y para sus estudios. Mi abuela Elroy es socia de dicha empresa y cuando William Andry y su esposa fallecieron se hizo cargo de la empresa de los Andry junto con la de los Brown, cuando Albert tuvo la edad suficiente empezó a trabajar duramente en la empresa, aprendiendo todo lo necesario para cuando sea el momento adecuado ser el presidente de la empresa y socio de mi abuela, él siempre le pone mucho empeño pues considera que la empresa es lo único que le queda de sus padres, la cual su abuelo había logrado formar con trabajo duro y mucho esfuerzo. Por lo que he podido ver, a Albert no le cae muy bien mi abuela y si la trata es porque ella es la encargada de las empresas y socia de su propia herencia, pero sé que él no está a gusto con ella, pues mi abuela es una persona fría y desalmada, no le importan las personas, para ella solo existe el dinero.
Hace cuatro años, mis padres fallecieron en un accidente automovilístico, mi abuela Elroy milagrosamente y aunque aun no me explico el porqué, se hizo cargo de mí, pues ella nunca quiso a mi padre, John no era un hombre de la alta sociedad, y aunque a mi madre Rosemary nunca le importo, mi abuela nunca la perdono por haber mezclado su linaje con el de un pobretón como mi padre, así que la desheredo cuando mi madre decidió casarse y nunca quiso volver a saber de ella y jamás le dirigió la palabra. Por eso siempre se me ha hecho muy extraño que ella después de todo quisiera hacerse cargo de mí, aunque nunca pierde oportunidad para recalcarme quien fue mi madre y lo avergonzada que se sintió cuando mi padre traiciono su linaje y sangre mezclándola con la de ella.
— Al final accedí— continúe después de unos segundos en silencio— una cosa llevo a la otra y…— me sonroje y agache la mirada a mis manos— nos estábamos besando, pero yo me sentía muy incómoda con el ritmo que estaba llevando Terry, así que lo separe y le dije que no quería continuar, él se puso histérico y me dijo que era una tonta, que tenía que madurar y entender que el sexo era una parte muy importante en una relación, pero que yo no era más que una niña todavía, y que él quería una mujer que lo satisficiese, yo le dije que no estaba preparada que cuando yo quisiera estar con una persona seria para hacer el amor, no para tener simple sexo, y que el cariño que sentía por él no era suficiente para llegar a ese nivel. De nuevo empezó a gritar y me dijo que terminábamos, que yo no le servía y que había perdido el tiempo conmigo, que lo mejor era conseguirse una mujer de verdad que pudiera calentarle correctamente la cama, así que se fue y me dejo sola— yo suspire— y como no quería quedarme así en casa sintiéndome mal, decidí salir a despejarme un poco— levante la mirada y la puse en Albert, su expresión era de molestia, se notaba enojado, yo me sonroje— ¿Crees que tenga razón? ¿Acaso soy una ilusa por querer hacer el amor en vez de tener sexo? ¿Crees que le doy mucha importancia a algo que no tiene sentido?— pregunte temerosa todas mis dudas, necesitaba saber la opinión de alguien, que alguien me diga si me equivoco o no
— ¡Claro que no!— exclamo disgustado, yo lo mire sorprendida— y es estupendo que no te dejaste convencer por ese imbécil y por las pobres escusas que dio solo para acostarse contigo, No eres ninguna ilusa Candy, por el contrario, me parece increíble que una chica joven como tú piense de esa forma, la mayoría de las mujeres de ahora no se valoran y se dejan llevar por lo que digan los demás, es demasiado bueno que quieras estar con un hombre porque lo ames, y no por simple placer, no tienes porque sentirte mal, el estúpido fue él, no tu, así que deja de atormentarte y anímate— yo lo mire sorprendida, nunca me imagine que iba a tener esta charla con Albert, pero creo que fue el destino quien quiso que justo él fuera quien me animara, así que sin importar lo mal que me he llevado con él todo este tiempo, me sentí tranquila de saber que yo tenía la razón después de todo. Así le sonreí
— ¡Gracias! De verdad que ahora me siento mucho mejor— dije levantándome animada, Albert hizo lo mismo— fui una tonta, estuve sintiéndome mal todo este tiempo por culpa de Terry y aunque siempre lo supe me había dejado cegar por sus palabras, él es quien está equivocado, así que ahora no me voy a sentir triste nunca más por esto— él sonrío y sin pensar mucho en lo que hacía lo abrace como agradecimiento, fue rápido pero me agrado mucho, Albert también puso una expresión de sorpresa pero al final y aunque dudoso me correspondió— después de todo no eres el idiota arrogante que yo pensé, en el fondo eres buena persona— dije después del abrazo, no me pude resistir a decirlo, luego escuche como se carcajeaba
— No te lo creas tanto pequeña— lo dijo para molestarme, pero increíblemente esta vez no funciono y sospecho que de ahora en adelante no me molestara nunca más ese término, después de todo ahora puedo entender que este chico que me consoló y animo es el verdadero Albert y no el que yo creí y juzgue sin conocer— Sigo siendo el mismo de siempre, no he cambiado nada, pero mejor vamos, te acompaño hasta tu casa, ya se está haciendo tarde y no es correcto que te vayas sola— no me había dado cuenta, pero tenía razón, ya empezaba a oscurecer, así que acepte y deje que me acompañara hasta mi casa, me sentía muy bien después de charlar con él, así que esta noche dormiría con la conciencia tranquila.
Sé que aún está pendiente la historia se labios del pecado pero Miko la autora no la actualizado por lo que todas estamos en la misma situación que paso con la pareja, espero que ella pronto logre actualizar y poder seguir deleitándonos con su relato.
