HOLA DE NUEVO! BUENO NO SE QUE PROBLEMA TENGO QUE CUANDO VOY A ACABAR UNA HISTORIA SE ME CRUZA OTRA EN MI MENTE HACIENDOME PROCRASTINAR LO QUE MÁS PUEDA EL FINALIZAR LA OTRA JEJE, EN TODO CASO AQUÍ LES TRAIGO UNA NUEVA! YAYY! OJALA LES GUSTE.
ESTA HISTORIA SE BASA PRINCIPALMENTE EN EL ANIME, SITUANDOSE CASI QUE DESPUÉS DE LA BATALLA ENTRE YOH Y HAO FRENTE A LOS GRANDES ESPIRITUS TENIENDO COMO RESULTADO LA SUSPENSION DEL TORNEO. DIGO QUE SE BASARA PRINCIPALMENTE EN EL ANIME PORQUE TAMBIEN TOMARÉ ELEMENTOS DEL MANGA, PERO NO SE PREOCUPEN CUANDO SEA ASI SERÁN NOMBRADOS EXPLICITAMENTE PARA EXPLICAR SU CONSECUENCIA DIRECTA EN LA HISTORIA.
OTRA COSA QUE QUIERO ACLARAR ES QUE NO PODRÁN SABER EL PAIRING HASTA EL FINAL, ASI QUE NI PREGUNTEN! :P SOLO LEAN Y DISFRUTEN; COMO SIEMPRE TODA OPINION Y CRITICA ES TOTALMENTE BIENVENIDA SIEMPRE QUE SEA HECHA DE MANERA CONSTRUCTIVA Y POR FAVOR ABSTENGANSE DE DEJAR TANTOS SPOILERS EN LOS COMENTARIOS QUE YA HE RECIBIDO VARIOS MENSAJES EN OTRAS DE MIS HISTORIAS AL RESPECTO JAJAJA.
El día era oscuro, frio, grisáceo, bastante lluvioso y lúgubre; todos eso y muchos más adjetivos describían no solo el paisaje en el exterior sino todo lo que en ese momento sentía realmente ella para sus adentros; sin dejar de mirar por la ventana ni moverse siquiera un poco la bella rubia dejo salir un largo y cansado suspiro de su boca.
-Señorita Anna, 15 minutos- dijo una tímida pelirrosa apenas asomándose en la puerta de la elegante habitación en que se encontraba totalmente sola y hundida en sus pensamientos la rubia. La sacerdotisa no dio señal de haber si quiera escuchado ya que no se inmuto ni por un momento, aun asi ambas sabían que lo había hecho, no había necesidad de repetirlo.
-Si necesita algo…-
-No, así está bien Tamao - sentenció la chica sin siquiera voltearse a mirarla - puedes retirarte-
Sin saber que más decir o hacer la joven profetisa simplemente se retiró del sitio, sabía que no era un buen día para Anna lo mejor que podía hacer por ella era darle al menos algo de paz. La rubia soltó en ese momento otro largo suspiro con sus ojos aun enfocados en la ventana frente a ella, cuando de golpe un rayo cayó no muy lejos de allí haciendo que la luz irradiada le permitiera ver mejor su reflejo en el vidrio. La imagen que se reflejó era realmente digna de admirar, eso es lo que cualquiera diría y ya varios habían dicho ese mismo día al verla; una hermosa joven de 19 años, muy bien arreglada y con un elegante traje; pero para ella no era asi, ella lo único que podía ver era una joven mujer pasando uno de sus días más duros, siendo envuelta por el vacío, la desesperanza y claramente consumida por la tristeza.
Sin querer ver más esa imagen que ella misma proyectaba cerró los ojos con fuerza mientras trataba de controlar lo mejor que podía su respiración, sentía que llevaba mucho tiempo a la orilla de un gran risco y que de un momento a otro caería sin más al vacío, no era la primera vez que se sentía de tal forma, llevaba años haciéndolo, 3 años más exactamente.
- - - TRES AÑOS ATRÁS - - -
-¿COMO QUE NO LO ENCUENTRAN!?- Reclamó la rubia furibunda a varios hombres que se encontraban frente a ella -LA GENTE NO DESAPARECE ASI COMO ASI SIN SI QUIERA DEJAR UN RASTRO!-
Los hombres frente a la muchacha, más exactamente los que habían sido los oficiales del torneo de shamanes, los apaches, se miraron con temor y preocupación entre ellos, ninguno encontraba el valor o las palabras para responder; viendo que asi era Silver tomó la palabra, al fin y al cabo el era el que mejor conocía a Anna de todos ellos -Hemos buscado por una semana entera de sol a sol, mandando a todos los hombres y espíritus disponibles en la aldea, pero no hay ni la más mínima señal de el-
Anna no disminuía la intensidad de su mirada, la respuesta de Silver simplemente no era aceptable.
-¿Estás diciéndome que a Yoh simplemente se lo tragó la tierra!?-
Silver no dijo nada, ya que en pocas palabras si eso era lo que había dicho por mucho que le pesara admitirlo.
-Inútiles- siseó por lo bajo Anna abriéndose paso para salir de allí, si ellos no encontraban al castaño ella misma lo haría.
-Anna- llamó una muy conocida voz tras de ella haciéndola detener en seco -espera un minuto, ¿a dónde crees que vas?-
La rubia dio un largo suspiro, ya sabía lo que venía pero aun asi… -Voy a buscar a Yoh- dijo mientras se mantenía de espaldas tratando de evitar a su maestra, Kino Asakura.
-Ya te dije que te necesito aquí-
-No tardaré mucho, además tienen a Tamao para..-
-No- estableció la anciana rotundamente
Los apaches en el sitio se sentían incómodos y fuera de lugar, Anna era una persona a la cual temer, más cuando se encontraba tan enojada como en ese momento; pero Kino Asakura, para ese mujer la palabra temor se quedaba corta, no se imaginaban que sería un choque entre maestra y alumna con esos caracteres que se llevaban.
-A Yoh ya la está buscando todo el mundo, los apaches, sus amigos, los demás participantes del torneo, todos los espíritus que conocemos, Keiko y Mikihisa, a ti te necesitamos aquí en este momento en caso de que algo llegará a ocurrir-
Anna no se movió de su sitio, tan solo apretó con fuerza sus puños casi hasta que se volvieron blancos, sentía tanta impotencia.
-Además tu furyoku se encuentra muy inestable desde que Hao destruyó el rosario de los 1080- completó la anciana; Anna lo sabía, sabia todo lo que está decía, se lo había dicho mil veces en el transcurso de la semana, eso y muchas razones más por las cuales ella era más útil estando allá adentro que buscando con todos los demás afuera pero aun asi esas razones no eran nada en comparación a la suya.
-Ya ha pasado una semana desde que Yoh peleó con Hao, una semana desde que todos reaparecimos en la aldea… todos menos el- dijo casi que con gracia la chica mientras sus ojos cubrían su rostro -… una semana que no hay ni la más mínima señal de su nieto! De YOH! Y me pide que me quedé asi! Tan tranquila solo esperando!-
-Las buenas mujeres…-
-No son buenas mujeres por estar esperando, son buenas mujeres porque NUNCA pero NUNCA abandonarían a sus hombres, Yoh puede estar allá afuera perdido en el desierto, lastimado, o yo que se aun peleando con Hao- dijo pesadez Anna, los días pasados habían sido un total infierno en el que su mente recorría todos los posibles escenarios -yo no lo voy a abandonar a su suerte-
Kino sentía la angustia de Anna, y claro que lo hacía no hablaban de otra persona más que de su nieto pero aun así -Si el caso fuera alguno de esos otros ya lo hubieran detectado o encontrado, además nadie lo está abandonando a su suerte estamos haciendo todo lo posible-
Anna bufó bajamente como si fuera gracioso lo que dijera Kino, no intentaba faltarle el respeto y menos a su sensei, pero no podía más, simplemente no podía -entonces déjeme ir a mí misma a buscarlo! ¡Así si estaremos haciendo en realidad todo lo posible! -
Silver no entendía del todo la posición de Kino al no dejar ir a Anna, es decir era más que claro que si alguien quería encontrar al castaño era ella, aun así no era nadie para meterse en las decisiones de los Asakura, lo mucho que podía hacer era intentar calmar las cosas. -Está bien, nosotros seguiremos buscando, no se preocupen si Yoh está en estas tierras nosotros lo encontraremos-
-¿¡Y si no!?- espetó Anna girándose a mirarlo con frialdad -Puede que Yoh siga por acá como puede que no, como podemos estar seguros?-
En ese momento se abrió la puerta de la cabaña dejando ver a los nuevos miembros de la discusión.
-Porque nosotros estamos buscando a Yoh no solo en estos terrenos sino prácticamente por todo el mundo- dijo Len Tao entrando totalmente sucio y cansado.
La densa mirada de Anna se posó en el chico, francamente sabía que si alguien además de ella tenia oportunidad de encontrar a su prometido era el, al ser no solo uno de sus mejores amigos sino una persona con una voluntad de hierro.
-He dispuesto todos los contactos y conexiones de la familia Tao para la búsqueda, y no solo yo también la familia de Manta- dijo el chino haciéndole frente a la rubia.
-Además Lizerg ha trabajado día y noche usando su péndulo, mientras Chocolove intenta hallar algún rastro; no te preocupes lo vamos a encontrar, estoy seguro- completó Horo Horo con la mayor amabilidad.
La tensión en el ambiente no disminuía aun después de esto, y gran parte era por la notoria hostilidad de Anna.
-Bien ¿y que dice Goldva?, ¿alguna palabra de los Grandes Espíritus? - preguntó Anna volviendo a hablarle a Silver, quien simplemente negó con la cabeza. -Los grandes espíritus no han querido hablar con nadie desde… el acontecimiento, y tampoco es seguro que cuando lo hagan compartan información sobre el paradero de Yoh-
Anna llevó su mano a su frente tratando de masajearla y buscando algo de claridad, se le estaban acabando las ideas. Len viendo esto intervino nuevamente. -Por nuestra parte no solo hemos estado buscando, logramos… mmm… interrogar a algunos de los seguidores de Hao- Anna subió su mirada, no era una mala idea después de todo Hao también estaba desaparecido y sus seguidores se encontraban de la misma forma buscándole. -tampoco han tenido la más mínima suerte, pero aun así vamos a seguirles el paso en caso de que tengan algún adelanto en el caso-
-Me parece bien- dijo Kino -ya cada uno dio su informe así que vuelvan de una vez a la búsqueda-
Silver y los demás apaches asintieron y sin más desaparecieron. Len y Horo miraron con duda a Anna por un momento, sabían que la rubia estaba desesperada por ayudar a buscar pero sabían mejor que entrar en una discusión con Kino, más viendo que ni Anna parecía poder ganar.
-Les mantendremos informadas- dijeron los muchachos saliendo nuevamente de la cabaña
- - - DE VUELTA A LA ACTUALIDAD - - -
Desde la desaparición de Yoh hace ya tres años su calvario había comenzado; y cada día que pasaba las cosas solo parecían empeorar, como el día en que los apaches dieron por cerrada la búsqueda aun sin tener la menor pista o resultado.
- - - FLASHBACK - - -
-EL FINAL DE LA BUSQUEDA! ¿¡QUE ACASO ESTÁ BROMEANDO!?- exclamó un enojado Len Tao al escuchar a Goldva, la líder de los apaches quien los había reunido para hablarles.
-Cálmate Len Tao- dijo la anciana molesta por la impertinencia del joven – Y no, yo no bromeo, ya van casi dos meses de búsqueda-
-En los que no ha habido ningún resultado! - intervino ahora Horo
-Por eso mismo, hemos invertido todo nuestro tiempo, recursos y energía en esta búsqueda, pero el tiempo pertinente para esto ya se ha agotado-
Presentes en ese sitio no se encontraban solo los amigos de Yoh sino que Tamao, Anna y la familia Asakura, quienes tampoco parecían conformes con lo comunicado.
-Esta bien, seguiremos buscando por nuestros medios- dijo Mikihisa, el padre de Yoh.
-Lo lamento, pero temo que no puedo permitir eso- respondió Goldva en seguida- no solo es el final de nuestra búsqueda, sino de la suya, ya es tiempo de que abandonen la aldea-
-Pero don Yoh!- exclamó Ryu -no podemos solo irnos y dejarlo asi!-
-Entiendan de una vez- espetó con dureza Goldva – Yoh no se encuentra en la aldea! ¡De ser así ya hubiéramos dado con el!... en verdad lo siento, pero es hora de que se vayan haciendo a la idea de que…-
-No! - dijo con firmeza Len sin dejar terminar a la anciana -No se atreva siquiera a decirlo-
-Muchacho ustedes sabían en lo que se metían, se les advirtió desde un inicio al entrar al torneo de shamanes, aquí nadie tenía garantías-
Todos trataban de sobrellevar las palabras de Goldva y la situación a la que se enfrentaban, no les gustaba lo que oían, pero no por eso era menos cierto.
-Entonces el joven Yoh… está… está- tartamudeó suavemente Tamao entre sollozos
-Yoh no está muerto- estableció Anna haciendo que todos la miraran con duda, lo decía con tanta certeza.
-Que no puedas invocar su espíritu no es garantía de eso Anna- dijo Kino con algo de tristeza -puede que simplemente su alma no aparezca porque haya sido destruida, o hasta consumida por el espíritu del fuego-
Anna dio un largo respiro y contestó -Yo… no lo digo por eso, ¡yo simplemente lo sé!, Yoh está vivo-
-Entonces has intentado invocarlo? - le preguntó con algo de molestia Len
-No, mis habilidades como sacerdotisa las utilizo para invocar a los muertos y yo se que Yoh no lo está-
Len soltó un leve suspiro, le alegraba no ser el único que creyera eso con todo su corazón.
-En todo caso, eso no cambia el hecho, no pueden permanecer más tiempo en la aldea razón por la cual está búsqueda se da por terminada, en verdad lo lamento- finiquito Goldva antes de salir de allí.
- - -FIN DEL FLASHBACK - - -
-10 minutos!- anunció Jun Tao asomándose desde la puerta para mirar a Anna y luego volviendo a salir de allí en seguida.
Anna apenas la vio aparecer y desaparecer, no parecía mucho pero en parte le alegraba tener a Jun allí, es decir ya que había estado hasta cuando las cosas se complicaron cada vez más y más.
- - - - 1 AÑO ATRÁS - - -
Anna se encontraba en Osore en un estado total de trance cuando…
-Anna…-
-….-
-Anna!-
-….-
-ANNA!- la llamó Kino haciéndola volver de golpe.
-Dígame sensei- dijo con calma la rubia
Aunque la anciana no pudiera ver Anna podía ver como los ojos de está la veían casi que con lastima.
-Parece que no te das por vencida-
Anna negó mientras empezaba a pararse y estirar sus extremidades, llevaba horas en esa misma posición. Kino apenas dio un suspiro y dijo -Ya van dos años desde que no hemos tenido noticias de mi nieto, y aunque me pese a mí misma decirlo ya va siendo hora de que…-
-No- estableció con frialdad Anna
-Ni siquiera me estas escuchando-
-Porque ya se lo que va a decir y no, ¡no lo acepto Yoh está vivo! -
-Bien y si está vivo ¿dónde demonios está? - preguntó la anciana - ¿qué está haciendo? ¿cuándo va a regresar? -
Anna se quedó en silencio, no tenia la respuesta a ninguna de esas preguntas.
-Mira querida, dos años y más después de lo ocurrido son más que bastante tiempo- dijo con profunda tristeza la anciana -ya va siendo hora de que dejes de pensar en el y comiences a pensar en ti- Anna sabía perfectamente a lo que se refería Kino -tu aun eres joven, tienes toda una vida por delante, no vale la pena que la desperdicies sentada en una esquina sola dedicada a esperar -
-A mi no me molesta…-
-Pero a mi si, eres una chica con bastante potencial, con un gran futuro… independiente de que este sea o no junto a mi nieto- Anna pasó saliva pesadamente no le gustaba por donde iban las cosas. -Es por eso que a partir de este momento el compromiso queda anulado-
-Pero…-
-Anna la decisión ya fue tomada de manera irrevocable, es más, la tomamos hace un año, después de que Yoh cumpliera un año de desaparecido y poniendo está fecha como límite en la espera de que el tal vez el…- Kino prefirió no terminar la frase, para ella también era bastante doloroso todo lo que tenia que ver con Yoh aun asi no podía dejar de lado a su aprendiz estrella –… todo esto es por tu bien-
Luego de eso no pasó mucho tiempo, tal vez solo un par de meses cuando Anna fue llamada a Izumo, a la casa principal de los Asakura; pero eso no era lo extraño, la habían citado allí cientas de veces por diversas razones, ya fuera para entrenar a alguien, ayudar en algo o hasta cumplir una misión que solo podía llevar a cabo una sacerdotisa; lo extraño era que esa vez Kino viajaba con ella también.
Anna no hallaba una razón y tampoco es como si Kino se la fuera a dar, aun así que otra opción tenia, aunque no se hubiera casado con Yoh ella era considerada una Asakura y debía de cumplir con sus compromisos como tal.
Tan pronto llegaron a Izumo, Anna y Kino fueron recibidas no solo por Tamao sino que por Jun y Len Tao. Kino apenas y saludo a los muchachos para luego ordenar a Tamao que la llevara a donde Yomei y seguir de largo dejando a Anna atrás con los jóvenes Tao.
-Anna! ¡Que bueno es verte después de tanto tiempo! - dijo con emoción la peliverde
La rubia los miró con sospecha, si bien no los había visto hace tiempo no habían perdido el contacto ya que tanto Len como Anna se negaban a creer que Yoh hubiera simplemente desaparecido y mucho menos que estuviera muerto.
-¿Que acaso tienen alguna novedad? - dijo la esperanzada rubia dirigiendo la mirada más que todo al pelinegro.
El chico quien parecía tener un temple más pesado de lo normal negó con la cabeza mientras mantenía sus ojos cerrados y sus brazos cruzados frente a su pecho -no, aun no hay novedad alguna… lo siento-
Anna dio un pequeño suspiro desanimado, pero aun así se recompuso rápidamente.
-Y que hacen entonces aquí? –
-Nuestro padre quería hablar con Yomei y Kino asi que nos pidió que lo acompañáramos- respondió en seguida Jun -claro que la idea solo se sonó mucho mejor cuando nos dijeron que también estarías aquí-
Anna sonrió levemente, Jun siempre era muy amable con ella, durante el torneo y hasta después cuando su karma había comenzado, no tenía forma de agradecerle sus atenciones y bondad.
-¿Gustan entrar y tomar algo de té?- ofreció la rubia
-No te preocupes, Tamao nos ofreció tan pronto llegamos lo que no estaría mal sería ir a dar una vuelta y conocer los alrededores- respondió Jun -¿no lo crees Len?-
Len apenas y asintió, en realidad no le importaba mucho a donde fueran, si su hermana iba el iría solo por acompañarla.
-Perdonaras su actitud- se disculpó Jun por la forma tan distante y desentendida en que actuaba el chico- Len está pasando por… algunas dificultades- dijo con una pequeña sonrisa la peliverde.
Anna lo miró de reojo y respondió a Jun -Yo lo veo igual de soberbio y molesto que siempre-
Jun rio por lo bajo mientras Len le dedico una mirada de molestia a la sacerdotisa para responder con su típica petulancia -Entonces ya somos dos-
Anna sonrió casi que para si misma, más que ofendida por lo dicho por el chico se sintió entretenida de una forma que hace mucho no lo hacía, en Osore no había muchas personas con quien hablar o al menos no que le hablaran de esa manera.
-¿Vamos?- ofreció Jun
-Claro- dijo Anna caminando y empezando a mostrar el camino a los dos Tao.
Los chicos caminaron por horas dentro del hermoso bosque y los alrededores de Izumo, empezaba a hacerse tarde cuando… - Señorita Anna los esperan en la mansión- dijo Ponchi, uno de los espíritus de Tamao. pareciendo frente a ellos.
-Bien, diles que no tardaremos-
El espíritu hizo una leve reverencia y desapareció enseguida. Anna, Jun y Len se preguntaban sobre el por qué los habrían reunido allí, ¿qué tenía que hacer Anna, Kino y los Tao yendo a Izumo?, esperaban encontrar una respuesta pronto.
Tan pronto llegaron a la mansión los tres fueron citados en la sala principal, allí se encontraban sentados los dos ancianos Asakura y el padre de Len, se veían un tanto serios y bastante solemnes.
-Por favor tomen asiento- ofreció Kino.
Anna se sentó en el cojín junto a su maestra, mientras que Jun y Len tomaron asiento cada uno a un lado de su padre.
-Bien, se preguntarán el porqué de esta reunión- inicio Yomei – como ustedes bien saben entre nuestras dos familias se forjó un fuerte vínculo durante la última pelea de shamanes, no solo porque ustedes se hicieron… compañeros de batalla- dijo el anciano tratando de encontrar el mejor apelativo y prosiguió-… sino porque entre todos juntos nos planteamos una meta, un objetivo en común, el destruir y erradicar del mundo el mal que representaba Hao Asakura…-
Anna, Jun y Len se miraron entre ellos, eso ya lo sabían y francamente no veían a donde iban con eso.
-…Desde ese instante entre nosotros existe más allá que un vínculo, una alianza significativa e histórica, en la cual dos de las mayores dinastías presentes en el mundo de los shamanes han aceptado ayudarse mutuamente en momentos de necesidad, tal como lo demostraron los Tao al unirse a la búsqueda de Yoh- Yomei dio un largo suspiro, lo que venía no sería fácil para nadie allí- aun así aunque está búsqueda ha durado un poco más de dos años ha sido totalmente infructífera, siendo conscientes de esto agradecemos su apoyo y aceptamos el desistimiento de está-
-Pero…- intento interrumpir Len, sin embargo, En Tao, su padre, levanto la mano en señal de silencio. Anna apenas y apretó sus puños con fuera sobre sus rodillas, no que quisiera perder la esperanza, pero Kino ya se lo había advertido el que no podían seguir buscando eternamente.
-Ahora- continuo Yomei- el asunto que nos compete aquí hoy es otro totalmente diferente, En Tao, nuestro socio y aliado se ha presentado aquí más que con un problema con una petición; dentro de un año aproximadamente su sucesor, el joven Len, cumplirá la mayoría de edad, tiempo en que deberá empezar a cumplir ciertas obligaciones con su dinastía-
Len dio un cansado suspiro, no era la primera vez que se traía el tema a colación, es más parecía ser de lo único que se hablaba hace meses en su hogar.
El anciano seguía hablando -… y para lo cual debe cumplir con algunos requisitos, siendo uno de estos el casarse con una persona apropiada para cumplir las funciones como cabeza de la dinastía, así como para brindar estabilidad y continuidad a está; como miembros de la familia Asakura reconocemos la importancia y dificultad de la tarea, el encontrar una persona idónea para este puesto y más en estos tiempos es un verdadero reto, por lo cual y en vista a la situación que envuelve a las dos familias se ha propuesto establecer un compromiso entre Len Tao y Anna Kyoyama-
La cara de estupefacción de los tres muchachos no se hizo esperar, ¿acaso estaban entendiendo mal? ¿O Yomei se había equivocado al hablar?, porque no había manera de que eso fuera posible. La primer en romper el incómodo silencio fue la mayor de los Tao.
-Padre, señores Asakura la situación que se plantea aquí es algo… imposible ya que como bien sabemos todos Anna se encuentra comprometida desde hace años con Yoh Asakura, su heredero-
-Gracias por el recordatorio jovencita- dijo Kino con firmeza, pero un poco de amabilidad, ya que entendía lo delicado de la situación- pero debes saber que el compromiso entre Anna y mi nieto Yoh ha sido anulado hace ya un tiempo-
Len y Jun miraron enseguida a Anna, quien apenas mantenía su semblante serio con dificultad.
-Entonces el repentino desistimiento de la búsqueda de Yoh y la cancelación de su compromiso con Anna ¿significan que ustedes han perdido la esperanza de encontrarlo? - preguntó casi que afirmando con molestia Len.
-Ni la cancelación de la búsqueda ni del compromiso tienen nada de repentino jovencito- dijo Yomei – todo esto se había hablado con anterioridad poniéndose una fecha límite, por desgracia está ya se cumplió hace unos meses; es decir dos años son más que suficiente y por mucho que me pese decirlo y hacerlo, ya es hora de que todos aquí sigamos con nuestras vidas así Yoh ya no esté en ellas-
Todos se quedaron en silencio tras las palabras de Yomei, era difícil debatir la idea, es decir mantener la esperanza era una cosa, pero vivir solo de ella era otra, la realidad era inminente, o al menos para Anna, Yoh no aparecía y ella no podía simplemente detener su vida por eso, ninguno podía.
- ¿Y el compromiso, me refiero al mío con Anna? - espetó Len, eso si que lo podía debatir -¿desde hace cuánto lo vienen planeando?¿desde el día que pusieron esa absurda fecha límite?
-Claro que no- dijo Kino con rudeza – si escucharas con calma y atención como debe ser sabrías que hasta ahora se propuso, esa es la razón por la que tu padre vino hasta acá desde tan lejos el día de hoy-
Len miró con molestia a En, sabía que quería comprometerlo, siempre lo tuvo claro y más en los últimos meses, pero nunca pensó que llegaría tan lejos como para proponer una cosa como esa, para Len el que lo comprometieran con Anna era una total falta de respeto a Yoh, sin mencionar que hacerlo era dar por hecho que el castaño estaba muerto ya que de otra forma de seguro el volvería y se casaría con Anna, él lo sabía, todos lo hacían.
-en todo caso yo no lo acepto- dijo con rudeza Len al negarse y mirando a la rubia frente a el – y estoy seguro de que Anna tampoco-
La atención de todos ahora parecía estar centrada en la chica, quien al notarlo respiro profundamente y exclamo -Tampoco lo acepto, y me parece que la sola propuesta es totalmente inapropiada y bastante ofensiva no solo para mí, para Len sino también para Yoh-
Kino soltó un cansado suspiro -Bien Anna entonces dime ¿qué quieres hacer?, Yoh ya no está y no habiendo otro heredero la familia Asakura inevitablemente dejara de existir, ya no tenemos un futuro que ofrecerte-
-Eso no importa, yo puedo arreglármelas sola-
-Anna toda tu vida has sido preparada para tomar tu lugar como cabeza de dinastía, para apoyar al heredero; ¿no me digas que de repente esto ya no significa nada para ti?, ¿que el mundo espiritual no significa nada para ti?... Ese es tu lugar y no tenemos otra manera de asegurártelo-
Anna se quedó callada por el momento, si bien eso era cierto ella estaba dispuesta a hacer todo eso pero todo junto a Yoh, simplemente no era lo mismo, sin Yoh nada lo era.
-Jovencita no eches todo tu esfuerzo a la basura- interrumpió el padre de Len – tus habilidades y fortaleza son únicas, el que te alejes de este camino, de tu camino es una perdida no solo para ti, sino para todo el mundo espiritual; Los Tao no te consideramos apta solo porque seas de cierto modo una Asakura, sino porque conocemos tu desempeño, tus méritos bien ganados y no creemos que haya alguien de la misma talla y calibre que tenga lo necesario-
Anna miró con duda a En, ese hombre si que podía sonar bastante convincente, aun así.
-Mi compromiso no era… no es… solo con el mundo espiritual o con los Asakura, es con Yoh-
-Pero desafortunadamente el ya no está- dijo el mayor de los Tao – y eso con que te deja? con la preparación y el talento, pero sin un objetivo o futuro, un gran desperdicio en verdad-
Anna bajó su mirada, para ella era difícil pensar en el futuro, o al menos en uno sin Yoh y el hecho que todos le reprocharan que así sería no era nada fácil y más sin tener mayores argumentos con los que alegar. Len se sentía mal en general por la situación, pero el ver a Anna asi era algo que simplemente lo desbordaba.
-Aquí el punto es que ninguno de los dos acepta- dijo sin más Len
-Tarde o temprano vas a tener que comprometerte Len- respondió En -Y créeme que de las opciones ella es por mucho la mejor, no solo por su potencial y habilidades sino porque es la más compatible contigo, o al menos eso opina tu madre-
Len tampoco tenía respuesta a eso, las otras opciones que hasta ahora le habían dado eran más allá que terribles, eran insoportables, banales, definitivamente no eran alguien con quien podría compartir su vida.
El ambiente era tenso, y ya todos los puntos de vista habían sido expuestos, no había más que hacer allí.
-Bien, creo que deben pensarlo bien, hasta ahora veo que el mayor impedimento es el compromiso que había entre Anna e Yoh, pero recuerden que este ya está disuelto- racionó Yomei
-Y no solo eso, sáquense de la cabeza que los compromisos de este tipo están hechos para cumplir con sus caprichos, sino simplemente se les daría vía libre para que se casaran con quien quisieran y cuando quisieran, pero no, los compromisos arreglados se hacen por y para el bien de las dinastías, ha sido siempre así tanto con los Asakura como con los Tao- dijo En empezando a pararse – Kino, Yomei, espero que hagan que la chica entre en razón, por mi parte una vez se decidan tienen mi palabra de que Len cumplirá, no tiene mejor opción-
Luego de eso En y sus hijos se marcharon dejando a Anna junto con Kino y Yomei, los ancianos se mantenían en silencio observando a la chica, sabían que no era algo fácil, es más tal vez no era algo realmente justo, pero era lo mejor que podían hacer por ella dada la situación.
-Anna- la llamó Yomei
-Perdonen, necesito estar sola- dijo la chica levantándose sin esperar a que dijeran nada y salió de la habitación.
- - - FIN DEL FLASHBACK- - -
Un golpeteo en la puerta llamó la atención de la chica sacándola de sus recuerdos y ensoñaciones.
-Permiso- dijo la persona que estaba al otro lado de la puerta entrando sin mayor recato. Anna se levantó e hizo una pequeña reverencia al ver de quien se trataba -sensei- No era nada más ni menos que Kino acompañada de Keiko, la madre de Yoh.
-Que hermosa te ves Anna- dijo con amabilidad la joven mujer
Anna no dijo nada ni siquiera sonrió y no le pesaba el no hacerlo ya que de cierta forma sabía que ese día era tan pesado para ella como lo era de seguro para Keiko, quien siempre espero el día en que ella y su hijo se unieran en matrimonio.
-Bueno espero que estés lista, ya faltan solo-
-5 minutos- dijo casi como un zombie la rubia
Kino rio levemente, a ella también le parecía una estupidez el estar recordándoselo constantemente, al fin y al cabo era Anna.
-Bien supongo que la ocasión amerita unas cuantas palabras- dijo la anciana con solemnidad -Anna sabes que no importa que, tú siempre serás una Asakura para nosotros-
Anna sonrió por primera vez en el día, y con sinceridad por primera vez en lo que era ya un largo tiempo; ella amaba a la familia de Yoh como si fuera su propia familia, bueno ella no había tenido una familia en si, pero los amaba como se supone que uno ama a una buena familia, al fin y al cabo lo eran y aunque le costara aceptar la situación sabía que todo lo que habían dispuesto había sido por el bien de ella, ya que tampoco era fácil para ellos.
De pronto la puerta se abrió mostrando a otro integrante de la familia, la persona que la entregaría en el altar, Mikihisa.
-Lamento si interrumpo, pero ya es hora-
Anna dio un largo suspiro y empezó a caminar, tan pronto llegó a donde el hombre de la máscara de madera este la tomo del brazo y sin más le dijo -Gran día-
Anna apenas respondió con un pesado -asi parece-
-Buena suerte-
La ceremonia se celebraba en una gran mansión, una que ella aun no conocía muy bien, pero eso no le importaba en realidad, tampoco el hecho de que de los invitados solo reconocía a la familia Asakura, a la rama principal de la familia Tao y por su puesto a la persona que la esperaba al otro lado en el altar, Len.
Anna miró sin mayor emoción al chico, la cara de esté era relativamente igual a la de ella, se preguntaba si los invitados no pensaban que era extraña la falta de emoción, de sentimientos en una boda, pero luego recordó que probablemente todos allí habían pasado por lo mismo y tenían un matrimonio arreglado, asi que no presto mucha atención, mientras caminaba por el altar recordó el como 6 meses atrás había llegado a la decisión que ejecutaba el día de hoy.
- - - FLASHBACK - - -
Anna había regresado a Osore y se encontraba como siempre entrenando, cuando…
-Señorita Anna, disculpe la interrupción, pero tiene una visita- avisó una joven sacerdotisa
Anna abrió los ojos con algo de molestia, pero francamente desde hace tiempo todo absolutamente todo la molestaba.
-¿Quién es y que quiere? - preguntó la rubia parándose de su posición para dirigirse a la casona principal sin embargo… -Vaya, veo que no reciben visitas frecuentemente-
Anna miró hacia al frente para encontrarse con quien menos esperaba
-Len Tao, ¿qué haces aquí? - dijo con frialdad
Len solo movió sus hombros como quitándole importancia al asunto -vine a hablar contigo, si es que tienes el tiempo-
Anna miró al cielo por un momento mientras daba un largo suspiro antes de contestar con total sinceridad -no es como si tuviera algo mejor que hacer-
Anna y Len caminaron un poco alrededor de la lúgubre montaña mientras hablaban, no habían sabido el uno del otro desde …el incidente en Izumo.
-Entonces ningún avance? - dijo el chico con desanimo
-No- fue lo único que salió de la boca de Anna
-Por desgracia tampoco he tenido ninguno-
-Pensé que tu familia había dejado la búsqueda desde…-
-Ellos si, no yo… bueno, no yo hasta recientemente- aceptó con pesadez el chico
Anna se detuvo y lo miró esperando una mayor explicación, no eran normal que Len se diera por vencido y menos en algo como lo de Yoh.
-A decir verdad no fue algo que decidiera, fue más algo que se dio, cada día tengo más y más obligaciones con la dinastía, lo que significa, menos y menos tiempo-
Anna solo lo miraba con tranquilidad, no lo juzgaba, porque entendía que de una u otra forma la vida seguía, o esa era la arrolladora conclusión a la que había llegado después de dos años y medio de estar buscando día tras día.
-En todo caso, lo lamento- se disculpó Len haciendo que Anna levantará una de sus cejas en señal de duda -Por no poder ser de más ayuda- completó el chico
-No te preocupes, francamente pienso que si alguien ha hecho todo lo humanamente posible fuiste tu-
Ninguno dijo nada más por el momento, no había mucho que pudieran decir en una situación como esa, habían pasado 2 años y 6 meses, habían buscado por cielo y tierra literalmente, era hora de dejarlo ir, de dejar ir a Yoh, de dejar ir esa pequeña esperanza.
-¿Entonces qué es lo que piensas hacer?- se aventuró a preguntar Len
-A decir verdad… no lo sé-
-umm ya veo- dijo pensativamente el chico -sé que no será fácil pero tienes que seguir, seguir con tu vida, es lo que Yoh querría-
Anna no dijo nada, había pensado en eso durante un tiempo, el que le diría Yoh en una situación como esa.
-Lo sé, pero… no se si sea capaz de olvidarlo-
Ambos parecían inmersos en el oscuro paisaje frente a ellos, ni siquiera parecían estar hablándose el uno al otro sino fuera porque sus voces respondían una a la otra.
-Ninguno de nosotros podría- estableció Len -Yoh es… Yoh fue, el mejor amigo que se pudiera pedir-
-El mejor prometido que pudiera tener- dijo Anna
-Creo que para ti fue más que eso- soltó Len llamando la atención de Anna aunque el siguiera mirando casi que al vacío – Tu no te ibas a casar con Yoh porque tenías que, tú te ibas a casar con Yoh porque era lo que querías-
Anna intentó como pudo, en verdad que lo hizo pero aun asi no pudo evitar que una pequeña lagrima rodara por su mejilla; lo que acababa de decir Len era doloroso y totalmente cierto, era algo que ella anhelaba, casarse con Yoh, no porque tenía, sino porque asi lo quería, porque ella lo amaba, y aun después de dos años y medio de no verlo, de no sentirlo, de no saber nada de el, la única certeza que tenía es que no importaba el tiempo, ni la distancia, ese sentimiento no desaparecería.
Len observó de medio lado a la chica, se preguntaba si su vista fallaba o lo que veía era una lagrima escurrirse por su mejilla, si lo era, el sabia mejor que girar a verla, el y ella eran bastante parecidos en ese aspecto, no les gustaba demostrar sus sentimientos ante los demás, menos esos que podían inferir algún tipo de debilidad, así que tratando de alivianar el ambiente y la carga comentó -que paisaje tan…. Pintoresco-
-Tal vez lúgubre sería una mejor manera de describirlo- dijo con total franqueza la rubia
-Jemm, bueno esa era la segunda palabra en mi mente-
Anna no dijo nada solo continúo mirando hacia el frente
-Pero me imagino que tarde o temprano uno se termina acostumbrando-
-….-
-es decir si no no seguirías aquí-
Anna dio un largo suspiro mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, ese paisaje, ese ambiente, iban a terminar por acabar con ella, pero bueno al fin y al cabo era Osore, es decir nunca antes lo había visto como un sitio "pintoresco", pero nunca antes la había molestado tanto como entonces; lo mismo sucedía en sus viajes a Izumo, no parecían reconfortarla tanto como antes. ¿Y la razón?, ambos sitios estaban plagados con demasiados recuerdos de ella y de Yoh. Al principio eso parecía ser algo positivo, que la animaba y alimentaba su esperanza de volverlo a ver, de crear nuevos recuerdos allí con el, pero con el paso del tiempo, cada día en que no encontraba nada los recuerdos pesaban más y más.
-tal vez no tenga otro lugar al que ir- dijo con desanimo la chica
Len no supo que responder había tratado de mejorar el ánimo de la chica, pero parecía solo lograr empeorarlo.
Hubo un corto silencio que fue terminado por Anna -¿y como está Jun?-
-Bien, como siempre–
- ummm… me sorprende que no haya venido también- dijo con sinceridad la chica
-Tenía unas cuantas… tareas-
Anna no pudo evitar observar de reojo a Len, su tono había sonado algo extraño, el chico sintiendo esto prefirió aclarar -Ella y mi madre están buscando candidatas, ya sabes para el compromiso-
Una pequeña risa intento colarse entre los labios de Anna, era extraño ver a Len dejarse afectar por algo como eso, pero en cierto modo lo entendía.
-Claro, ¿y cómo va ese tema? -
Tao dio un largo suspiro mientras acaricio su sien con molestia -francamente no podría ser peor, es demasiado complicado-
-o tal vez te preocupas demasiado-
-Tal vez- dijo bajamente el chico
Anna se sintió un tanto mal, Len había tratado de ser lo más amable posible con ella en temas tan delicados como los anteriores, además le confiaba un tema como ese y ella le respondía de la peor manera, asi que tomando algo de aire – solo digo que tal vez no deberías presionarte tanto, podrías tomar un poco más de tiempo para…-
-Darme más tiempo en ese aspecto no es garantía de nada, la gente pasa su vida persiguiendo el sueño de un gran amor, la persona ideal, ese no es quien yo soy; no es parte de mi camino de lo que yo elegí, mientras tanto mi familia y mi dinastía cuentan conmigo, y no pienso postergarlo solo por algo así-
Anna lo miró con algo de asombro, Len en verdad era una de las personas más decididas que había conocido.
-Entonces está decidido, ¿te vas a casar? -
-Tan pronto encuentre a la persona indicada, si-
-Pensé que no creías en la persona ideal ni en los grandes amores? - señaló Anna
-No es tanto que no lo crea, solo que no es lo que busco; necesito no una persona indicada para mi, sino una persona indicada para ayudarme a mantener, renovar y enorgullecer el apellido Tao y todo lo que este significa-
-Ummm, suena como bastante presión-
-No tienes idea- dijo en un suspiro Len
-Tal vez un poco- dijo con pesadez la chica, todo eso era lo que ella había significado para los Asakura, bueno para ellos, porque para Yoh….
Len miró a Anna nuevamente y sin mucho pensarlo soltó – Nunca lo pensé antes, pero los Asakura e Yoh tuvieron suerte de encontrarte, tal vez con algo de suerte en verdad si se puede llegar a tenerlo todo-
Anna sonrió levemente por unos momentos, luego sintió un tanto de tristeza ante esas palabras -lo que hace que sea más difícil el perderlo-
El tenerlo todo, pensó Anna para si misma, en verdad lo había tenido, había sido muy afortunada, tanto que no creía el volver a serlo, es decir cual era la probabilidad?, además para ella ese todo incluía a la persona que ella amaba y que por desgracia ya no estaba, aunque no le gustará admitirlo, ella si creía en la persona ideal y en ese gran amor, porque ella lo conoció y lo experimentó de primera mano con Yoh. Pero de nuevo, el ya no estaba.
Anna miró a su alrededor, definitivamente no tenía nada, o ya no allí, lo único que le quedaban eran sueños rotos y recuerdos, ni un futuro, o no uno alentador en todo caso que la llevára a levantarse cada mañana.
-Bueno creo que es hora de marcharme- dijo Len sacando a Anna de sus pensamientos
-Claro- respondió la chica retomando el camino hasta la salida de la montaña y del templo
Los dos permanecieron en total silencio durante el recorrido, Len estaba a punto de irse -Dale mis saludos a los Asakura-
Anna asintió mientras lo veía empezar a partir, pero antes de que asi fuera -En verdad espero que encuentres a la persona no solo indicada sino a la ideal, para ti y tu dinastía; no es fácil, pero tampoco imposible, lo sabré yo bien-
Len se detuvo y la miró como agradeciéndole sus palabras, aun asi nunca imaginó las siguientes que saldrían de su boca
-En todo caso, si no lo haces y aun necesitas alguien que te ayude con tus propósitos, sabes bien dónde encontrarme- dicho esto Anna tomó su camino de regreso dejando a un boquiabierto Len; ¿que acaso Anna acababa de aceptar el compromiso con él?
- - - FIN DEL FLASHBACK - - -
Len observó a Anna avanzar por el corredor hacía el altar, aunque tenía bastantes cosas en su mente no podía negar que una de ella era lo hermosa que se veía la chica con el traje de bodas tradicional, dio un largo suspiro como tratando de retomar la fuerza y el hilo de sus pensamientos, ni en sus sueños más locos imagino algo así, pero bueno, ya estaban allí.
Miró hacia la primera fila de invitados y vio cómo entre todos su madre y hermana mayor le sonreían con gentileza, era todo el apoyo que necesitaba, toda la reafirmación de porque hacia lo que hacía, o bueno lo que estaba a punto de hacer; si lo pensaba en retrospectiva a unos pocos meses atrás, la situación no era tan mala, o bueno podía haber sido mucho peor.
- - - FLASHBACK 2 MESES ANTES- - -
Len caminaba junto a una hermosa chica castaña por un amplio jardín lleno de flores. La chica parloteaba incesantemente sobre… bueno algo que a Len no podría importarle menos ya que no ponía poner atención por mucho que intentara.
- …y esas son mis flores favoritas en primavera, pero como solo se consiguen en la parte inhabitada de Tailandia hago que alguien las traiga para mi cada año-
-umm-
La chica miro con emoción a Len, el solo tenerlo allí para ella le causaba una gran emoción y sonrojó.
-Señorita- dijo una de sus empleadas interrumpiendo
-QUE!?, No ves que estoy ocupada! - respondió groseramente la bella muchacha asustando a la anciana.
-Lamento molestarlos, es solo que el almuerzo tardara 10 minutos más-
-COMO!?, LES DIJE QUE LO QUERÍA A LAS 12 EN PUNTO! ¿QUE NO PUEDEN CUMPLIR CON ALGO TAN BASICO COMO ESO! Y MAS CUANDO TENEMOS UNA VISITA!-
Len dio un largo y cansado suspiro, aun no pasaban ni por el almuerzo y el chico sentía que no resistiría más, como podía ser una de las mejores candidatas a su esposa.
-Está bien Tenten- dijo el joven Tao -10 minutos no son mucha diferencia
La chica, Tenten, sonrió con amabilidad -jeje en verdad lo siento Len, lo que pasa es que en esta casa hay unos cuantos inútiles, pero la siguiente vez que vengas te aseguro que ya no estarán- termino viendo de modo amenazante a la empleada
El resto de la tarde no fue muy diferente, Tenten hablaba y hablaba de lo que Len no podía describir más que como banalidades, de vez en cuando maltrataba a uno que otro empleado y le sonreía constantemente al chico. Cuando Len salió de esa casa sintió un gran alivio, si no volviera a ver a esa chica en su vida era mucho, pero la realidad le cayó encima al volver a su propio hogar.
-Y que tal está Tenten?- preguntó Jun al verlo llegar
-Bien- dijo Len desatándose la corbata - tal vez cuando Hades se retire puedan darle su lugar en el averno-
Jun rió con gracias ante el comentario de su hermano -Bueno, si lo logra será otro punto positivo a su favor, es decir después de poder manejar un sitio como ese sus tareas en la mansión serán pan comido-
Len dio un cansado suspiro, haciendo que el buen humor entre él y su hermana se esfumara.
-Entonces, ¿así de mal? - dijo Jun
-tal vez peor- respondió con molestia y decepción Len
-Lamento decírtelo Len, pero esas eran todas las opciones-
Len se sentía un tanto derrotado, llevaba meses y meses de malas citas y reuniones, trataba de no ser quisquilloso, de apegarse a lo que le había dicho a Anna, conseguir a la persona que lo ayudará a cumplir su papel en la dinastía, pero aun así parecía ser un esfuerzo inútil.
-¿Y cuál es el problema con Tenten?, según mamá ella ya maneja por si la casa principal de los Rin -
-Y de qué manera- respondió Len – sentí más lástima por los empleados de esa casa que por los zombies de la dinastía-
-Bueno parte de estar en control es ser a veces un poco duro con tus subordinados- dijo Jun tratando de razonar
-Jun, Hitler fue duro, Tenten es lo siguiente; yo no quiero alguien que solo sepa ganar el respeto a punta de malos tratos; no estoy buscando comenzar una dictadura-
Jun suspiró derrotada, a ella no le mataba la idea de conseguirle una esposa de esa forma a su hermanito, pero él estaba decidido, era parte de sus obligaciones como el sucesor de la familia.
-Tengo mucho en que pensar, con permiso- se disculpó Len yendo a su habitación.
Tan pronto estuvo allí lo primero que vio fue el calendario en el escritorio, se le estaba acabando el tiempo, odiaba sentir esa presión y más por cómo iban las cosas, como podía ser que algo tan insignificante fuera a ser su perdición; podía manejar los negocios, las reuniones del consejo del clan, la parte política, todos sus deberes menos ese, conseguir una esposa. Mirando el pésimo ambiente que se formaba fuera de allí no pudo evitar pensar nuevamente en su encuentro con Anna hace ya unos meses, no le gustaba, pero cada vez sus palabras resonaban en su mente con más fuerza.
-En verdad espero que encuentres a la persona no solo indicada sino a la ideal, para ti y tu dinastía; no es fácil, pero tampoco imposible, lo sabré yo bien; en todo caso, si no lo haces y aun necesitas alguien que te ayude con tus propósitos, sabes bien dónde encontrarme-
¿Lo habría dicho enserio? ¿Y por qué?, no le había gustado la idea mucho más que cuando la propuso su padre en Izumo, pero sopesando las otras opciones… No!, no el no podía hacer eso, no podía hacerle eso a Yoh.
Len lo meditó por un largo rato dándole vueltas y vueltas a todo el asunto, horas después de encontraba en un avión privado camino a Osore, no llegó sino hasta el siguiente día, dándole aún más tiempo para pensar, en lo que diría, en lo que haría. El chico ni siquiera se presentó en el templo esperando una invitación, simplemente se dirigió al sitio donde sintió la presencia de Anna.
-Len Tao- dijo la chica con calma y frialdad cuando lo vio llegar
-Lo que dijiste la última vez- espetó Len yendo directo al grano- ¿por qué lo hiciste? -
Anna pareció considerarlo por un momento, había tenido bastante tiempo para pensar en eso, además que una vez lo había dicho ya había estado segura, es decir ella no decía las cosas solo porque sí. -Simplemente pensé en que podrías llegar a necesitar algo de ayuda –
-Esto no es un favor normal Anna, esto es ... un favor de por vida-
Anna no bajó su mirada ni se intimido ante las fuertes palabras del chico. -lo sé y lo entiendo-
-No pareciera que lo hicieras! - dijo a modo de regaño Len
Anna lo miró con molestia – me vas a decir que yo no sé qué es un compromiso cuando estuve en uno casi que desde que tengo memoria! -
-No me refiero a eso! - replicó Len – es solo que…agh! ¡Maldición Anna!, como puedes ofrecer algo así, ¿que no entiendes lo que esto significa? -
-Por tu presencia y tu reacción me imagino que significa que en verdad lo necesitas -Len soltó un largo y cansado suspiro, Anna podía ver la gran ofuscación en el chico – Mira Tao la última vez que hablamos me di cuenta que lo que tú necesitas yo te lo puedo ofrecer, es más tal vez sea lo único que tenga para ofrecer-
Len sintió la pesadez de las palabras de Anna, ¿cómo podía pensar ella eso?, el la conocía, la sacerdotisa era una persona, fuerte, decidida, inteligente, y muchas cosas más, era la persona indicada…. para lo que el estaba buscando, aun asi… -No seas…- Len iba a interrumpir, pero Anna no se lo permitió y prosiguió.
-Tampoco pienses que lo hago todo porque si y por hacerte un gran favor. La familia Asakura está a punto de disolverse eso me deja a mi como dijo esa vez Kino en Izumo sin un lugar, sin un futuro, o al menos sin el que yo planee, para el que me preparé todo esté tiempo; y no solo eso, así consiguiera por mi parte de nuevo todas esas cosas habría una que nunca podría volver a conseguir- dijo con nostalgia Anna dando un largo suspiro dándole a entender a Len de lo que hablaba.
-Anna tu aun eres joven, no puedes simplemente…-
-¿Que? ¿Construir un futuro con lo que tengo, ¿con lo que se? -
Len pasó con pesadez -No cuando ese futuro signifique resignarse, o solo conformarse-
-Cualquier futuro que tenga en adelante significará eso mismo, lo que yo quiero ya no lo puedo tener- afirmó con dureza la rubia
Len no sabía que decirle
-Soy objetiva con la situación en la que estamos ambos Len, te ofrecí mi ayuda pensando en ambos, pero francamente me da igual si la tomas o la dejas, ya que al fin y al cabo, y de una manera u otra todos tenemos que seguir adelante con nuestras vidas -dijo Anna con molestia, sentía que desde que había desaparecido Yoh era lo único que escuchaba de los demás, tal vez empezaba realmente a creerlo.
-Entonces, ¿eso es todo, un arreglo que nos beneficia mutuamente? -
-Pues esa es prácticamente la definición de un matrimonio arreglado-
Len la miró con duda, el entendía bien eso, es decir ya sabía que no iba a casarse por amor y lo aceptaba, ¿pero ella?
-Anna, sé que todo lo que sucedió con Yoh aun te … afecta, pero sabes que no por eso tienes que renunciar al amor-
Anna dio un largo suspiro lleno de molestia – ¿que está bien que tú lo hagas pero yo no?-
-Son casos totalmente diferentes-
-Como sea- dijo la chica ya cansada de la discusión- si eso es a todo lo que viniste -empezando a marcharse.
Len se quedó en silencio mientras la veía alejarse, demonios! ¿Que debía hacer? ¿le quedaba tan solo poco más de un mes para cumplir la mayoría de edad y en todo ese tiempo no había conocido a nadie más calificado que Anna, bueno en realidad si lo pensaba a pecho en toda su vida no había conocido alguien más calificado que ella. Miró al cielo por un momento preguntándose ¿qué le diría Yoh?,¿que querría el?... el querría que ella fuera feliz, pero ella misma le acaba de decir que no lo sería sin el castaño que ya no estaba presente, bueno en ese sentido y viendo las posibilidades que le planteaba Anna lo mínimo que podía hacer era al menos intentar.
-Anna espera! - dijo Len alcanzándola y haciendo que se detuviera la chica - ¿Estás segura? -
Anna no dijo nada solo lo miró con aburrimiento
-Es decir es un matrimonio arreglado, pero al fin y al cabo un matrimonio- dijo con algo de pena el chino. El semblante de Anna no cambiaba en lo más mínimo.
-Estas tratando de convencerte a ti o a mí?, porque yo ya te dije lo que pienso, se a lo que me atengo- sentenció la chica
Len soltó aire cansadamente -Bien entonces si todo es claro, creo que lo mejor será hablar con los Asakura-
Anna dio la vuelta y retomó su camino -De eso me encargo yo-
-Bien, hablare con mi padre… estoy seguro que… estará complacido- dijo el chico caminando tras de ella
- - - FIN DEL FLASHBACK - - -
La boda aunque tradicional fue bastante rápida y sencilla, tal como los arreglos de está, considerando que Anna y Len estuvieron comprometidos solo un mes antes de casarse, tiempo en el cual no se vieron más de dos ocasiones, la primera en la que se formalizo la futura unión ante las dos familias y la segunda cuando terminaban de finiquitar los detalles del futuro próximo a venir.
- - -FLASHBACK - - -
-Bien, entonces vivirán en China en la casa principal de la dinastía Tao ya que Len estará ejerciendo como cabeza es está- dijo Yomei leyendo algunos documentos frente a su familia y la familia Tao -También se comprometen a integrar la filosofía y conocimientos milenarios de la familia Asakura en la formación de las siguientes generaciones para que estos no desaparezcan y a reconocer su origen como tal-
-Creo que esos eran los últimos detalles que faltaban aclarar- dijo En Tao firmando el papel
-Que emoción! - exclamó Ran Tao, la madre de Len -ya solo falta ultimar los detalles de la boda, pero no se preocupen de eso me encargo yo!-
Anna intentó sonreír a la mujer como pudo, definitivamente podía ver ahora de donde venia Jun. Len simplemente se mantenía al margen releyendo el documento que aclaraba la unión entre Asakura y Tao en base a su compromiso con Anna.
-Bien ya tengo un borrador de la lista de invitados, la mayoría son personas realmente importantes como contactos de la familia Tao y Asakura, grandes personalidades en el mundo espiritual, políticos, hombres de negocios; pero me hace falta que me digan a quienes quieren invitar ustedes, ya saben sus amigos y conocidos - estableció Ran llamando la atención tanto de Anna como de Len.
Basto una mirada entre la nueva joven pareja para entender los deseos del otro. Invitar a Manta, Horo, Ryu y los demás, definitivamente no; no que pensaran que lo que hacían estaba mal, pero no tenían porque hacerlo aun más incómodo. Además más que un matrimonio o una boda, para ellos era un simple convenio no necesitaban hacer tanta pompa al respecto.
-Asi está bien señora Tao- dijo Anna con tranquilidad
-Por favor Anna dime Ran! Que dentro de poco serás otra hija más para mi!-
Anna apenas asintió, se sentía mal y más sabiendo que Keiko que presenciaba la escena le había dicho alguna vez lo mismo.
-Y bien Len, ¿tú qué opinas? - indagó la mujer ahora a su hijo
-Concuerdo con Anna, así está bien-
Ran no pudo evitar emocionarse, su hijo y Anna harían una gran pareja!
- - -FIN DEL FLASH BACK - - -
-Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- dijo el padre terminando de oficiar la ceremonia.
Todos los presentes aplaudieron, mientras Anna y Len se miraron casi que con incomodidad, bien ese sería su primer beso como pareja, no era algo que en realidad desearan pero era algo que la costumbre y al parecer la multitud demandaba.
