Cronopios de la autor: No me odien porque yo los amo con desesperación, pero aquí traigo una nueva historia de Naruto. Acabo de verla en pantalla grande, y a pesar de que no tengo tiempo ni para dormir decidí aventarme toda la serie completa desde el capitulo uno hasta donde va ahorita Shippuden, además de que estoy siguiendo el manga de Boruto, el spinn que no está tan mal como muchos creerían, bueno, en realidad siempre pagaré por ver a Naruto, es un personaje que, independientemente sea el protagonista, me gusta mucho. En general, no odio a Naruto, al contrario, lo admiro mucho, sobre todo su perseverancia (obsesióncofcof) por recuperar a su apreciado amigo Sasuke y cuidar a los que ya tiene. He llorado como una marica maricona con el capítulo 238 de Shipudden que se titula: "El día libre de Sai", sé que es relleno, pero es relleno del bueno, básicamente ese cap. me inspiró para hacer esta historia de 5 capítulos.

En cuanto al fic. Serán capítulos cortos, ¿hay Naruhina? pues... lo han establecido como canon pero creo que más allá del Naruhina, el SasuNaru en versión "amigos forevah" es lo que más predomina. Ya saben, le aplicamos a Sasuke el: "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Hahaha. Por favor dejen sus comentarios para saber en que debemos mejorar.

Pd. Lamento mucho si daño sentimientos con la muerte de Naruto, les recuerdo que básicamente Naru-kun es humano y algún día morirá como murió Goku o Ace :,D

Yukionna.

Descarga de responsabilidad: Naruto junto a sus personajes, obviamente no me pertenecen a mí, de lo contrario, estaría en Estambul disfrutando de la playa por las regalías de la próxima película que van a sacar de ellos. Oh yeah!

Cuando el séptimo murió.

by: Yukionna.

Capitulo 1/5:

15-El luto.

Cuando el séptimo murió toda la aldea estuvo de luto, los establecimientos de la avenida principal de Konoha apagaron las luces de sus establecimientos, tal cual las estrellas parecían brillar menos. El viento soplaba frío al amanecer de los días siguientes en que los servicios funerarios se llevaron a cabo. Nadie quería pensar que en corto tiempo alguien más estaría sentado tras el escritorio que el "niño milagroso" usara durante su dirección, hasta la sugerencia entre los pobladores fue el de no nombrar a nadie y entrar a una nueva forma de gobierno, pero era inútil tomando en consideración que la villa estaba en total calma, no era necesario irrumpir la calma de Uzumaki había dejado con algo tan banal como cambiar la forma de gobierno; sin embargo, muchos dudaban de que existiera alguien que fuera capaz de llenar el vacío del séptimo.

Shikamaru, Kakashi y Yamato hablaron durante horas sobre la dirección de la aldea, dejando entre ver que posiblemente Kakashi se tuviera que hacer cargo nuevamente de la aldea mientras se encontraba a alguien que fuese más capaz. Al comentarle la idea a Sasuke, el hombre mostró desinterés y pidió que pronto se le informara a quien le debía de rendir cuentas, o en su defecto y para mayor comodidad para él, si ya no era requerido dentro del cuerpo shinobi de Konoha.

-…Es al que más le afecto la perdida de Naruto… -susurró Kakashi mientras que los altos rangos de la villa veían al Uchiha salir de la central de Konoha.

-Después de todo no solo se murió su camarada y "líder", sino su mejor amigo… -señaló Shikamaru con el ceño fruncido sintiendo un vacío en sus propias palabras.

La villa declaró luto absoluto durante un mes entero, el cuerpo del hokage serían enterrados en el mismo bosque donde reposaba el cuerpo de Jiraiya.

14-. Reconocimiento.

Boruto, Sarada e Inojin habían sido los encargados del rastreo de los restos mortales del Séptimo, cuando los encontraron, se quedaron anonadados, no sabían cual cuerpo era el del rubio. Había alrededor de cien cadáveres y todos ellos calcinados. La chica no pudo evitar romper en llanto y Boruto vomito ante el estupor del ambiente cargado a muerte y guerra. Inojin, por su parte tuvo que enviar una de sus aves en calidad de urgencia hacia la base que los shinobis de Konoha habían establecido para pedir apoyo. No obstante, para cuando Sasuke y Yamato hubieran llegado, Boruto ya lloraba sobre una bolsa de plástico negra.

Inojin se encontraba con Sarada quien estaba recargada contra una piedra y tomando aire a grandes bocanas, se le veía exhausta. El del sharingan se acercó.

— ¿Qué sucedió? —exigió saber de inmediato.

— Sarada-san a utilizado su jutsu médico de reconocimiento de restos de chakra… logró localizar al del séptimo sin problema, pero ha gastado mucho chakra… —explicó Inojin observando con reserva al Uchiha, éste afirmó, regalándole una mirada reveladora de orgullo a su hija y volvió donde su alumno para dejar una mano sobre su espalda.

— No es vergüenza que un hombre llore —dijo con seriedad estoica Sasuke—. Pero deshonras la memoria de tu padre llorando de una forma tan descuidada sobre su cuerpo… Debemos volver para darle una despedida adecuada —ordenó.

Yamato con gesto desolado hizo los sellos correspondientes para hacer una especie de ataúd provisional e Inojin hizo un par de aves que ayudaron a cargar la caja de madera. Sin embargo, Sasuke los derribó con unas kunais, la caja rebotó en el piso. Y Boruto apretó los dientes.

—… nosotros cargaremos el cuerpo… —señaló Uchiha mientras que Inojin y Sarada miraban con cierta admiración profunda al mayor, afirmando para acercarse. Entre todos los presentes ayudaron a cargar la caja. "Idiota, ¿tanta prisa tenías por superarnos?" pensó el hombre escuchando los desesperados intentos por no romperse ahí mismo de su hija. Sintió en su memoria removerse la imagen de los funerales de sus amigos y familiares, el apresurado e improvisado ritual de despedida que le dio a Itachi, el cual consistió en desplomarse y darse cuenta de lo equivocado que había estado en todo ese tiempo buscando venganza. "...al menos a ti sí te daremos una sepultura decente, idiota".

16. El funeral

Como pocas veces pasaba, el entierro se tuvo que hacer de noche porque el día castigo a la región con una furiosa resolana. Una noche de verano para despedir a uno de los más grandes héroes de la ciudad, las estrellas que se habían visto abatidas, esa noche sonrieron con intensidad. Himawari apenas podía ser consolada por el propio Shikamaru que trataba de ser un consuelo para la nena. Kiba y Shino, por su parte, buscaban dar el apoyo moral a su excompañera y amiga. Hubieran deseado que Kurenai se encontrara ahí pero ella ya había alcanzado a Asuma-sensei años antes. Solo estaban ellos. Todos en Konoha de algún modo se sentían huérfanos, caminando por caminar hacia el futuro con un vendaje a ciegas, necesitaban un nuevo guía, quien fuera el nuevo hokage la iba a tener fácil, solo necesitaba remarcar las huellas que Naruto ya había marcado hacia la tranquilidad.

—Tan típico de Boruto no aparecerse en estás cosas, ya ni porque es su padre el que murió, más allá de eso se trata del Hokage—susurró Inojin a su padre. Sai miró de reojo a su hijo sin contestar nada—. ¿Tsunade-hime regresara? —preguntó curioso.

—No lo sé… —contestó el pintor—…posiblemente sea Kakashi-sensei el que quede al mando… después de todo es el antescesor de Naruto… —explicó en voz baja— . Algo similar pasó cuando el Cuarto murió... y no se escogió sucesor sino hasta que el Tercero murió...

—…—Inojin no dijo más, volvió a buscar con la mirada a su compañero Shinobi, pero sus ojos se detuvieron en Sarada que era abrazada con ferviente fuerza por Sakura que no se veía para nada mejor. Sai siguió la mirada de su hijo, resolvía en profunda tristeza la amargura y resentimiento con la que Haruno observaba el féretro, la misma caja rustica en la que había sido llevado a la aldea el Séptimo, pues Sasuke, Sakura y Hinata resolvieron que había sido hecha por Yamato y Naruto iba a estar feliz en descansar en algo hecho desde el fondo de los sentimientos del capitán a quien tanto estimaba. Y ese mismo pensamiento, llevó a buscar entre la multitud a alguien en particular pero no reconoció en el rostro del resto de los asistentes a ninguno de los dos, ni a quien buscaba ni al hijo del difunto.

Sarada se había dado cuenta del detalle al cual apenas Sai tomaba nota: Ni Sasuke ni Boruto habían asistido a despedir a los restos del Séptimo. No podía creer lo cruel y frío que eran ambos.

Yukionna.

Quien los ama degeneradamente mucho.