Disclaimer: Pokémon Special es propiedad de Hidenori Kusaka y Yamamoto Satoshi
Advertencia: Este fic estará hecho en conjunto con Alan (Red20 en los foros de PokéSafari) , el hará un cap y yo otro. Este primer capítulo fue escrito por él.
Pervirtiendo hogares
Ya es de mañana en New Bark, pero no todas las mañanas se logra escuchar un tremendo escándalo de golpes y crujidos provenientes de una de estas casas. Más específicamente, en la casa de Gold. Puesto a que en el cuarto de él gran criador pokémon, una batalla por la comida en su habitación amenazaba con dejar en escombros su habitación.
- Togetaro, Explotaro, dejen de pelear! Destruirán mi cuarto!
Grito iracundo el joven dex holder de ojos dorados, quien parecía empezar a tener canas, no notables, claro está, y también no dejaba de perseguir a Togetaro que volaba de un lado a otro esquivando los muebles que su compañero Thyplosion le lanzaba.
- Rayos chicos, siempre se tienen que pelear así en la hora de comer. – Grito de nuevo sujetándose de su pokémon volador y bajándolo al suelo.– Bueno chicos, será mejor que dejen de pelear. Iré a buscar algo más de comer para ustedes dos, que los demás ya comieron bien. – Murmuro y se alejo a la puerta azotándola en seco.
Solo que cuando él salió, ambos pokémons se quedaban viendo fijamente con ira, no se llevaban bien a la hora de comer y eso era porque la comida que Gold llevaba para sus pokémons no sobraba para todos y para colmo de Togetaro, era el de tener a un compañero con un gran estómago, pues Explotaro comía más de lo normal y este al comer como una bestia, tomaba una pequeña porción de la comida de su amigo, haciendo enfurecerlo siempre a la misma hora, aparte de que Togetaro ya estaba en crecimiento, ya no era el mismo huevo que antes y tenía que comer más de lo que comía antes.
Los dos sin continuar mirarse uno al otro, fijaron su vista al piso, dando con una galleta que su entrenador había comprado en Hoenn y curiosamente se había caído de la bolsa sin que uno de los dos se hubiera dado cuenta de ello. Los dos disimularon que no la miraban, cuando en realidad, esperaban el momento exacto para abalanzarse sobre esta, pero la suerte fue más para el gran pokémon de fuego, puesto a que fue más rápido en el instante de actuar que su compañero volador.
El pokémon de fuego solo miraba de reojo a su compañero aún sin dar bocado de su galleta, pues lo único que hacía era presumir que tenía aquel bocado en su posesión, elevando su comida por escasos centímetros de su boca antes de que se lo pudiera comer, logrando enfurecer más a su compañero, quien parecía estar a punto de explotar y lanzarse en vuelo por la galleta con tal de comerla primero. Cosa que no pudo lograr, pues en el momento en que salió volando, este ya se había comido la galleta. Haciendo que Togetaro no le quedara de otra que vengarse de su compañero, para él, ya era la última vez que Explotaro le robaba su comida.
Mientras tanto en la cocina, Gold se encontraba buscando en algunos de los estantes de arriba de la cocina, un poco de comida pokémon para sus compañeros quienes se podían escuchar aún peleando en su habitación.
- Rayos. Esos dos no pueden estar tranquilos ni por un minuto. – Murmuró este al sujetar una caja de galletas de la vitrina. – Bueno, creo que con esto bastará para calmarlos.
Al bajar de la silla, su madre le sorprendió en seco antes de que este pudiera reaccionar.
- Hijo. Qué bueno que te despiertas tan temprano. – Menciono ella sorprendida al ver a su hijo no estar de perezoso en su cama, como suele hacerlo. – Quiero que me ayudes con algo en la cocina. – Le dijo tomándolo de la mano.
- Ahora no puedo mamá, tengo que…
- Por favor hijo.
Ella le dio una mirada tan enternecedora a su hijo, que este no pudo evitar negarse.
- Bueno. ¿En qué quieres que te ayude? – Replico este con poco entusiasmo.
- Es que parece ser que la estufa tiene una fuga de gas y quiero que me ayudes a ver si tiene una fuga para que la puedas cerrar. – Le respondió ella, mientras movía su nariz para que su hijo también buscará el olor que decía.
Gold le imito y efectivamente, capto el olor de gas en toda la cocina, algo que no había prestado atención cuando entro al lugar. Por lo que cerró sus ojos y trato de buscar de donde provenía el olor, y logrando que su olfato lo guiara exactamente a la estufa de su cocina.
- Tenías razón mamá. Es la estufa… - Luego se levanto, miro a su madre y con una sonrisa le dijo lo siguiente. – Bueno, ya me voy.
En el segundo en que él le dijo eso a su madre, se había dado media vuelta para iniciar su escape, el cual fue retrasado, pues su madre sujeto su playera antes de que se escapara, evitando que se excusara con eso de su labor como hijo y, único hombre de la casa.
- ¿A dónde crees que vas? No te iras de aquí tan fácilmente muchachito. Arregla esto primero y luego te puedes ir.
Amenazo su madre, haciendo que el chico de ojos dorados intentara darle más motivos a ella de que ella le acomodara un gran golpe.
- Este bien, está bien. Ya me pongo a reparar la estufa. – Murmuro él en un berrinche casi inaudible para su madre.
- Que buen hijo tengo. Ahora apresúrate en repararla para que pueda preparar el desayuno. – Y como si esas fueron palabras de motivación, este no dudo en ponerse serio con la reparación de la estufa.
Volviendo al cuarto de Gold, ambos pokémons seguían peleando, y el hacer toda una demolición de lo que quedaba de habitación no lo pasarían por alto, pues mueble, tras mueble salía disparado hacía el pokémon volador que esquivaba uno y cada uno de estos, haciendo que el pokémon de fuego quisiera desesperarse para usar su artillería pesada, la cual no podía hacer, pues, aunque la habitación estuviera hecha añicos, él no podía soltar ni una mínima chispa dentro de la casa, pues quemar la casa era lo último que necesitaba el lugar.
Por parte de Togetaro, este si podía lanzar diferentes tipos de ataques a su compañero, pues no tenía la necesidad de incendiar el lugar para fastidiarlo. Cosa que irritaba al pokémon de fuego quien seguía lanzando cosas, inclusive una caja de revistas que Gold había ocultado y cambiado de lugar simultáneamente para que nadie más que él las encontrara, o eso era lo que creía.
De vuelta a la cocina, Gold, quien con un supuesto intento de reparar la fuga de gas, la cual se valió con un desarmador, una llave de presión y cinta adhesiva por supuesto, logro tapar la fuga con solamente cinco minutos, para que luego pudiera salir corriendo a toda prisa de la cocina. Aunque el olor del gas de la cocina se había impregnado por todo su cuerpo lleno de sudor, logrando que él fuera altamente explosivo con la simple presencia de una chispa de fuego.
Luego tomo la caja de galletas que había dejado en la mesa y se fue corriendo a su cuarto, la cual ya imaginaba a casi derrumbarse, pero claro, cosa que pudiera reparar sin tanto esfuerzo o eso era lo que creía. Puso su mano sobre la perilla de la puerta, la cual seguía zumbando de tanto golpe que se daba dentro, parecía que su batalla pasaba a mayores grados que ya dudaba en entrar a su cuarto y ver como había quedado.
Antes de que el joven entrenador abriera la puerta, el pokémon volador, Togetaro, había tomado entre sus alas una de las cajas de Gold y se la arrojo a Explotaro, haciéndolo colmarle su paciencia contenida, la cual ya tenía a tales extremos que la vena de su frente se había reventado, logrando que la advertencia que le había dado su entrenador y la madre de esta acerca de usar ataques de fuego dentro de la casa la pasara por alto, con tal de así acertarle un buen golpe y dejara de burlarse de él en el aire. Pero en el justo instante en que el lanzaba su descarga de fuego hacia su amigo o más bien contrincante de comida, su entrenador ya estaba entrando a la habitación y con el espeso gas butano que tenía aún impregnado en su cuerpo, aumentándole el lanzallamas de su compañero, ocasiono una destructible explosión, de forma similar a una mini-explosión nuclear.
Toda la habitación de Gold fue reducida a cenizas, incluyéndolo a él, que estaba su cuerpo repleto de hollín, lo único que no estaba cubierto de hollín eran sus ojos, pues para ese instante, pudo darse tiempo suficiente de cubrírselos con sus googles, los cuales también estaban en negro.
Él se limpio con un dedo sus gafas con su mano para poder ver como quedo su habitación. Al notar que la explosión había causado que la pared se derrumbara, lo único que hizo fue quedarse en completo shock, ahí, de pie, sin poder hacer otra cosa que mirar como esos dos le arrebataban de las manos las galletas de la caja quemada.
Su madre, quien había escuchado la explosión había llegado a ver lo que paso, y su rostro no representaba otra cosa más que ira hacía su hijo.
- Gold. ¿Pero qué paso aquí? – Refunfuño su madre a Gold, quien aún no se movía.
- No lo sé mamá. Cuando llegue esto quedo así.
- Pues no se qué vas a hacer. Ya no tenemos más cuartos en esta casa, y no te puedes quedar durmiendo en la sala como todo un vago. – Dijo molesta, recalcando lo último para que ni se le ocurriera pensarlo.
- Pero si yo no hice nada malo.
- No importa. Tendrás que buscar un lugar donde quedarte y pagar para que reparen este lado de la casa. – Le regaño molesta a su hijo, quien intentaba ponerse a la defensiva ante esa propuesta.
- ¿Pero por qué tengo que pagarlo?
- Porque son tus pokémons. Y porque ya le habíamos dicho a Explotaro a que no incendiara la casa. – Recalcó ella, aún igual de enfadada.
- Cuando menos no la quemo toda. – Murmuro él, fulminando a su compañero con su mirada.
- ¿Qué dijiste?
- Nada, nada.
- Bueno, ahora busca la forma de que reparen tu habitación, porque de otra manera, no podrás quedarte aquí en la casa.
- Pero…
En el instante en que él trato de defenderse, ella ya se había marchado, dejándolo a solas con sus compañeros, quienes se veían apenados por pelearse como niños pequeños.
- Bueno "amigos". ¿Ahora qué hacemos? – Pregunto molesto esperando respuesta alguna de ellos, cosa que obviamente no podrían decirle.
End Chapter
Y ese fue, el inicio de la historia \o/ ! Traida a ustedes por Alan :3 ... El siguiente capítulo me toca a mi... Haber cuando puedo subirlo LoLU
Err... En fin, opiniones o cualquier cosa que quieren decir, dejen un mensajito
Adieu~
