Disclaimer: Los personajes pertenecen a Sthephanie Meyer.
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica. Proverbio chino
Un joven veía la gran casa frente a él, este verano fue su turno, si turno o su mala suerte como lo veía él todavía estaba asustado, pues el verano hace dos años cuando solo tenia 15 años descubrió el don de su hermana, si don, o mejor dicho cuando varios lo notaron pues su hermana ya tenia un don podía ver el futuro, bueno mas bien podía tenia visiones, muy esporádicas por cierto, de las cuales él no estaba muy seguro, creía que era muestra de la gran imaginación de su melliza.
Era tarde su ultima clase, estaba distraído mirando la puerta, esperando a su hermana la muy alegre y traviesa Alice ya tenia unos 10 minutos de comenzada la clase y de Alice ni señas, estaba preocupado, su hermana era muy sociable sabia actuar muy normal a pesar de se creía vidente, él le llamaba mas coincidencias pero para evitar discusiones le seguía el juego, a un así estaba preocupado y siguió así asta que llego la hora de la salida, camino a su auto evitando las miradas de todas esas chicas que lo acosaban, tal vez su hermana lo alcanzara ahí justo 2 minutos después vio a su hermana salir de la escuela pero no estaba bien él lo noto.
–¡Alice! – llamo su atención para que se apurara y así lo hizo, la chica que corrió hacia su hermano sin darse cuanta que una camioneta llena de chicos estaba por atropellarla solo pudo serrar los ojos y dar un alarido de horror – ¡ALICE! –
Su hermano se quedo sin habla pues vio como la camioneta frenaba unos metros adelante y su hermana quedo parada el mismo sitio con los ojos serrados como esperando el impacto si Alice había atravesado la camioneta. Ninguno de los hermanos reaccionaron hasta que…
– FENOMENO – gritaron los chicos de la camioneta una y otra vez –FENOMENO– él chico corrió por ella la tomo de la mano y la jalo hasta su auto para llevarla directo a casa, temblaba y podía ver el miedo y horror en los ojos de su hermana cada que sus miradas se cruzaban el trataba de brindar la mayor seguridad que podía
– Tranquila Alice todo va a estar bien lo prometo–
-tengo miedo ¿Qué sucedió? ¿Qué soy? – decía la joven entrecortadamente debido a lo sollozo que la invadían.
–yo estoy, no sé que paso, pero pase lo que pase, eres mi hermanita ¿ok?, todo ira bien siempre justos enana.-
Fue el ultimo día que estuvo en e esa escuela y en esa ciudad y fue el ultimo día que vio, y a su hermana recordó como sus padres la tranquilizaron, unas llamadas por teléfono y una camioneta negra que solo alcanzo a ver desde la ventana de su habitación para después ver a su hermana subir a ella y partir.
Este verano dos años después del incidente de su hermana, fue su turno de demostrar su don.
-Edward- lo llamo Alice sacándolo de los recuerdos .estaba tal y como la recordaba tan distinta a él, si a pesar de ser su melliza, él era alto, ella era bajita, el de cabello cobrizo, ella de cabello negro, aunque sus rasgos eran parecidos, los dos de ojos verdes y piel blanca. Pero obviamente se equivocaba claro que había cambiado, su hermanita ya era todo una joven y muy hermosa señorita.
– Alice – respondió el abrazándola– como te he extrañado enana dos años sin verte.
– ¡ho! Edward estaba por ir a verlos ya tengo permitido salir a sabes– dijo con una mirada triste al igual que la del chico –pero no te preocupes ahora estamos juntos y mira como has cambiado te has puesto a un mas apuesto tenemos mucho de que hablar ven vallamos dentro– la pequeña guio al chico entraron a la mansión, Alice casi brincando de emoción jalando a un aturdido Edward.
Edward quedo asombrado con lo increíble casa antigua pero con toques modernos, aunque decir casa era quedarse corto aquello era una mansión inmensa, le encanto tal vez si podía vivir allí había mucho silencio nada de voces todo muy tranquilo solo por una suave melodía de música clásica que provenía de algún sitio cercano, cada vez estaba mas cómodo alguien compartía su gusto por la música clásica, había tanto silencio… se detuvo de repente, jalando la mano de su pequeña hermana haciendo que esta chocara contra el, al ya no poder jalarlo.
– ¿que sucede Edward estas bien? –
– Hay demasiado silencio – ella lo miro sin comprender –en mi cabeza no escucho nada–las facciones de su hermana formaron una sonrisa de disculpa.
–Debe ser el director, para relajarte un poco, sabe que no lo puedes controlar– Le dijo la pequeña con una gran sonrisa –ven te llevare con el para que estés mas tranquilo, él te explicara todo y después platicaremos de estos dos años. –
–ok – él seguía tenso. – vallamos-
Los jóvenes caminaron por un pasillo asta llegar a una puerta de madera muy hermosa con las insignias de un león y un escudo la pequeña llamo a la puerta aunque sabia que no era necesario ya los esperaban.
– Adelante– se oyó una voz desde dentro.
La chica abrió la puerta entro llevando a su hermano con ella que al parecer el silencio lo tensaba cada vez mas.
–hola Director. Cullen – saludo Alice con mucho entusiasmo a un hombre no mayor mas bien maduro, se notaban una cuantas canas en ese cabello rubio. – le presento a mi hermano Edward Masen–
–mucho gusto Edward– dijo el director tendiéndole la mano a la cual correspondió el joven aunque un poco inseguro– soy el director Carlisle Cullen y tranquilo solo estoy bloqueando las voces para que te sea mas sencillo concentrarte trata de relajarte.
–ok, tratare– respondió el joven cada vez mas tenso. – he… disculpe profesor pero como es que me bloquea
–¡ho! muy sencillo, como te imaginaras, tu y tu hermana no son los únicos con habilidades especiales, no estas solo Edward- respondió con una voz tranquila y conciliadora- hay jóvenes aquí que pueden leer la mente, o mover objetos con ella.
-¿como lo que yo hago? –
-No exactamente según tengo entendido tu escuchas las mentes sin proponértelo, los chicos que he visto tienen que tener contacto físico para eso- explico el hombre con el seño fruncido- también eres capas de mover objetos con la mente, y se tampoco controlas entrar en la mente de las personas digamos hablarles en su mente, pero no te preocupes yo te ayudare a controlar todo ello podrás controlar la telepatía y la telequinesia y sé que eso solo es la superficie de tus poderes. Concluyo con la confusión en cada lugar de su rostro.
-Entre ello ¿también entra el controlar las mentes de otros?- pregunto un tanto asustado no quería esa responsabilidad tan grande como controlar mentes
-¡ho! no, bueno no lo sabemos, pero si es así te ayudaremos a controlarlos.
-Y ¿como es que esta bloqueando los pensamientos?- se notaba que era muy curioso el joven, cosa que causo que el director sonriera, una curiosidad innata de un lector de mentes, con todo la información disponible en sus manos o mejor dicho en la mente.
-Eso no lo estoy haciendo yo, es un estudiante- dijo mientras le dirigía una mirada a Alice- te dejara que te relajes estos días, de echo solo esta creando un campo mental en ti, no queremos problemas de indiscreción será asta que aprendas a bloquear los pensamientos o a ignorarlos.
–Esta bien – se comenzaba a relajar por lo menos ya sabia de donde venia el silencio o más o menos de donde y el director era muy amable.
– mañana conocerás a tus profesores son personas muy capaces llevaras las mismas materias que en el instituto solo cambiaras algunas y por las tardes tendrás entrenamiento por ahora solo será mental después será físico. Tu hermana te explicara todo con más detalle y te enseñara tu habitación. –
–ok gracias por todo director. – se despidió el joven
– no tienes nada que agradecer, y mucho gusto espero que te sientas a gusto y que te adaptes pronto créeme lo que te sucede no es lo mas difícil que ay en cuanto lo controles todo ira mejor. Alice lleva a tu hermano a su habitación y dale todos los horarios pídelos a Esme.
–claro Director asta luego, vamos Edward tenemos que ponerte cómodo.
Los dos jóvenes salieron de la oficina se dirigieron al vestíbulo donde habían quedado las maletas de Edward, cuando justo entraba un chico grande, enorme, de cabello negro y rizado y ojos miel muy musculoso y risueño.
–Hola Emmett– saludo la pequeña Alice– ¿donde andabas he?
–Hola enana solo fui a dar un paseo-– dijo muy risueño– ¿quien es?– decía mientras apuntaba a Edward con el dedo.
– Mi mellizo– contesto la aludida con una gran sonrisa –Edward él es Emmett McCarty–
–Mucho gusto Edward Masen– contesto de forma educada estirando la mano.
–Hola amigo– dijo el grandulón apretándole la mano a lo cual Edward hizo una mueca de dolor– tengo súper fuerza y controlo el agua y ¿tu?
–he…– el chico se sintió incomodo con la pregunta, como si le preguntaransi tenia una enfermedad contagiosa, en cambio el joven que tenia delante parecía que le había preguntado su color favorito.
–no molestes a mi hermano, Rock, es telepata y telequinesico así que yo que tu no lo molestaría. –
El chico sonrío de forma traviesa, y golpeo su hombro de forma amistosa, se sintió muy bien, fue cuando comprendió que sus poderes no eran algo malo, entonces que ese chico le preguntara así como así sobre sus poderes no significada nada, ni tenia por que sentirse incomodo
–Haber ¿Qué estoy pensando?- pregunto el grandulón, mientras ponía una cara risueña y un tanto tonta.
-¡Gracias a dios! ELLA le puso un campo para bloquear los pensamientos, así mi hermano no tiene que escuchar tus obscenos pensamientos y…–
–Con esa cara es obvio que piensas en una chica– rio Edward interrumpiendo la discusión pero su semblante cambio a serio –y mas te vale que no sea con mi hermana– amenazo el chico los tres se estremecieron ante esa posibilidad.
– ¡Iuhg! Edward no digas tonterías, mejor ven busquemos a Esme– la chica cambio su cara por un puchero adorable dirigido al grandulón –Emmy subirías las maletas de mi hermano por favor su habitación es la que queda al final del pasillo del tercer piso ¿si?– el grandulón no se pudo resistor a esa carita.
–Ok enana– miro a Edward –te compadezco amigo-dijo de forma dramática– haber vivido 15 años con esta manipuladora a de haber sido difícil– termino con una gran sonrisa.
–Ni te imaginas– contesto este con una sonrisa igual de grande cada ves se sentía mas a gusto –solo bromeaba Alice– dijo al ver la cara de su hermana –mejor vayamos por mi horario.
– ok ven, Esme debe estar en la cocina, ella es la esposa del director y encargada de los horarios, se desayuna de siete a ocho, a las ocho treinta comienzan las clases la comida en de una a dos y media y la cena a las de ocho a nueve si quieres algo entre comidas o después de la horas tendrás que preparártelo tu.–
– ¿son muchos los chicos aquí? Ya sabes para saber si se acaba pronto la comida – pregunto el chico sonriente cada ves se notaba mas relajado.
–somos como unos treinta pero conque llegues antes que Emmett seguro encuentras comida – rio la chica- hola Esme – saludo Alice cuando vieron a la señora de un cuarenta años de cabello color caramelo muy hermosa.
–Hola pequeña, vaya tu debes se Edward ¿no es así?, Soy Esme Cullen bienvenido a la familia cariño–
–Muchas gracias – aquella mujer era muy maternal.
–tu horario lo he deje en tu habitación, Alice llévalo debe estar muy agotado por el viaje en la cena nos vemos cariño.
–gracias
–ven Edward tu habitación esta en el tercer piso de echo las de los grandes están ahí. La primera planta es la escuela el segundo piso es para los mas jóvenes, el sótano son las aulas de entrenamiento entre otras cosas, y afuera hay canchas etc. Etc. Ya iras conociendo la mansión poco a poco–
Subieron dos tantos de escaleras asta el tercer piso, toda la mansión era fabulosa antigua en la decoración pero moderna en tecnología, se empezó a escuchar ruidos de música y televisión con forme subían
–así en el piso de abajo esta la biblioteca, el salón de música y el de danza. Por si quieres tocar el piano las paredes de los tres son insonoras para no molestar–
–genial, eso es muy bueno así que ¿sigues practicando hermanita? –
–Claro aunque no soy la única– cuan llegaron a la tercera planta empezó a señalar habitaciones diciendo nombres. – Y esta es tu habitación- dijo frente a la ultima puerta del pasillo mientras la abría, él entro mientras su hermana se quedo en el marco recarga era una habitación muy grande y decorada con tonos azules tenia una vista hermosa de todo el jardín de la mansión además de un balcón lateral a él le encanto.
-–hola- reconoció la voz de Emmett – ahí vienen los chicos para conocer a el hermano de campanita aunque tal vez alguien falte este creo que se mojo un poquito–
–La mojaste, no puedo creerlo.
–Fue un accidente estaba entrenando y ella se atravesó todavía no controla el nuevo detesta eso no te imaginas apareció en tutu justo en medio de mi chorro de agua fue genial– decía el chico carcajeándose.
–y ahora ¿que sucedió? – Pregunto un chico rubio de ojos azules de compleción robusta pero no tanto como la del risueño –ho mucho gusto soy Jasper Whitlock– saludo el chico con una gran sonrisa que le dio mucha paz–
–un placer Jasper, soy Edward – la risa de Emmett fue gigantesca que mas bien era un gran carcajada.
–va a ser educado hasta que se entere que eres su cuñado– Edward se quedo en shock además de que se empezó a sentir nervioso y molesto por supuesto.
–EMMETT– gritaron tres voces después –jazz concéntrate– siguió la tercera voz que correspondía a una chica rubia hermosa, de ojos azules parecía una modelo, de verdad muy guapa que le dio un gran golpe en la nuca a Emmett.
–Oh si claro– respondió Jasper y comenzó a sentirse mucha calma y tranquilidad Edward no entendía lo que pasaba pero no podía sentirse enojado.
– ¿Qué significa eso Alice? –
–he…
–tranquilo Edward es solo que campanita sale con Jazz pero tranquilo esta mas que advertido si le se pasa con algo no quieres que se enoje ELLA ¿verdad Jasper? – Dijo con una sonrisa de burla la chica, cuando observo de nuevo a Edward cambio su mueca por una de disculpa – oh lo siento soy Rosalie Hale.
–un placer– respondió como todo caballero– Edward Masen.
–luego te explico todo hermanito, no quería que te enteraras a si por el menso de Emmett y pues ellos son mis amigo mas cercanos y mi novio aunque falta alguien que debe estar cambiándose. –
– ¿por qué? – pregunto Rosalie
– Emmett la mojo, así que debe estar allí cambiándose– dijo Alice señalando la puerta de enfrente eso confundió a Edward no había visto a nadie entrar en esa puerta ni tampoco se encontraron a nadie en el camino en que momento entro tal vez es invisible pensó.
– ¿que poder tienes Edward? – Pregunto la rubia –no quiero ser indiscreta pero ya sabes
–no te preocupes soy telepata y también soy telequinesico–
–¿no puedes controlar la mente? – pregunto Jasper
–he no y ¿ustedes que poderes tienen? –
– yo puedo controlar emociones además aunque también soy un genio de las computadoras ya te imaginaras, si necesitar jaquear algo o crear una vida falsa yo puedo con eso de echo las personas que estamos aquí no existimos ante el gobierno o nuestros registros han sido formateados solo somos estudiante genios que necesitan una educación mas avanzada, excepto Emmett claro no cumple con el requisito de Genio–todos rompieron en risas
–yo controlo el fuego– dijo la rubia muy orgullosa
– es increíble y pensar que yo solo leo mentes y muevo cosas.
– ¿De que hablas? tener poderes mentales es lo mejor– Dijo una vos femenina desde la puerta –la mente es lo mas poderoso, la mente no tiene limites– para Edward era la vos mas hermosa que hubiera escuchado –aunque claro tal ves el limite una mente sea otra mas fuerte.
Y con eso se fue
– ¿quién es ella? – Solo logro pronunciar Edward mientras guardaba en su memoria la imagen de esa hermosa chica aun mas hermosa que la rubia o su hermana a un mas hermosa que la chica que lo engaño, si con esos ojos grises y esa piel blanca, el cabello caoba, donde ya se notaba seco, era un ángel además de inteligente tal vez tenia alas por eso estaba allí y era un verdadero ángel los dedos de su hermana chasqueando en su cara lo sacaron de su ensoñación.
–su nombre es Isabella Swan, y creo que mi próxima cuñada le agradaste tal ves hay algo en tu mente que le gusto– dijo Alice con una gran sonrisa
– ¡¿Qué? – Pregunto el chico alterado y ruborizado como – ¿ella lee las mentes?– casi grito, no podía creer que fuera posible la ella se dio cuenta que le encanto, estaba muy avergonzado. Las risas a su alrededor fueron increíblemente fuertes.
–Deberías ver tu cara– decía Emmett mientras sostenía su abdomen.
–Lo siento Edward es que no ella no lee las mentes pero es obvio que te gusto, ¿que pensabas que te asustaste tanto?– hablo la pequeña de forma entrecortada por la risa- ya, ya mejor acomodemos las cosas mientras nos ponemos al corriente de estos dos años –
–ok que quieres saber – totalmente dispuesto a cambiar de tema
–para empezar lo mas difícil como es que surgieron tus poderes, lamento no haber estado ahí como tu estuviste para mi – le dijo su hermana con una cara triste.
