Tengo planeado algo diferente para esta historia, tal vez un toque más dramático, contiene mucho incesto, así que son libres de leer bajo su propio riesgo.

Esta historia se ubica tres años luego de los acontecimientos de Frozen.

LA FAMILIA ES PARA SIEMPRE

CAPÍTULO 1:

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Elsa se miraba la espejo, no sonreía y tampoco tenia una mueca, se sentía tan feliz y tan triste al mismo tiempo, no podía creer que ella se encontraba en un hermoso vestido de escarcha blanco, super elegante y su velo colgaba en la parte trasera de su cabeza, sus labios estaban pintados de un rojo pasión y sus ojos con un tono violeta. No podía creer que se iba a casar, el hombre con el que se había juntado era 7 años mayor que ella, pero a pesar de la edad el la amaba, y ella se había enamorado, pero entonces, ¿Por qué sentía este sentimiento triste también?. Ella sabia la respuesta, y era por que también dejaba a su amante casi concretamente.

-¿Por qué haces esto?- Pregunto la voz de su hermana menor casi quebrada.

-Porque lo amo- Dijo simplemente mientras ponía su velo sobre su rostro.

-¿Más que a mi?- Le pregunto negando con la cabeza.

-No, igual que a ti- Dijo duramente mientras volteaba. -Aparte- Se calmo. -Tu te casaste con Kristoff- Se excuso.

Por más que a Anna le doliera Elsa tenia razón. Se había casado con Kristoff, ella lo amaba, aunque no tanto como a su hermana, no se arrepentía, pero aun le dolía perder a Elsa.

-Tiene toda la razón- Le confeso. Antes de que Anna pudiera seguir, tocaron la puerta.

-¿Mi reina?- Pregunto Kai.

-¿Si Kai?- Le respondió Elsa mirando a los ojos cristalinos de su hermana.

-La estaremos esperando en 5 minutos, le deseo suerte- Dijo el hombre del otro lado de la puerta.

-Muchas gracias Kai, puedes retirarte- Luego de que los pasos del hombre se habían alejado de las hermanas Elsa rodio sus brazos sobre los hombros de Anna y esta puso sus brazos alrededor de la cintura de su hermana. -Se como te sientes, cuando llore en el hombro de Leandro el día de tu boda, mi sonrisa era muy real, pero mis lagrimas eran de tristeza. Te amo Anna y esta boda no va a destruir lo que tenemos, al fin y al cabo la tulla tampoco lo iso- Le dijo y Anna abrazo más fuerte su cintura.

-Es hora- Le dijo Anna separándose. -Te veré Allí- Luego se inclino y puso un beso en la mejilla color rosa.

... ... ... ... ...

Elsa caminaba con una hermosa sonrisa en su rostro por el largo pasillo de la iglesia. mirando nerviosa a todos los invitados. Su tíos, los reyes de corona junto con su hija rapunzel, su nuero Eugene y sus dos nietos. Estaban los amigos de su futuro esposo. La reyes de Dumbrock junto con sus hijos los trillizos y su hija mayor Merida con su prometido y por ultimo su hermana junto a Kristoff. Elsa sintió un pequeño escalofrió mientras se acerco, pero al ver la sonrisa de su hermana ese escalofrió desapareció.

Su esposo era muy atractivo, de cabello negro y ojos azules, piel blanca y buen físico, musculoso pero no llegaba a ser robusto, aparte de que era super amigable y cortes, y por supuesto, amaba los poderes de su futura esposa. Leandro era perfecto a sus ojos, igual que su hermana.

Luego de la ceremonia y del beso el pueblo entero de Arendelle celebro, al igual que sus invitados, todos en el salón del trono del castillo. Todo parecía perfecto, aunque Elsa pensó que congelaría todo cuando Anna decidió bailar una pieza con Leandro mientras que ella bailaba con su tío.

-Eres buena en esto- Le dijo Leandro a su cuñada.

-Tu también, espero que lo seas en otras cosa también- Le respondió Anna, amable pero hostil al mismo tiempo.

Leandro frunció el ceño por un momento, pero ignoro el comentario, cuando por fin la fiesta había acabado y los invitados habían partido, Elsa y su esposo tenia el castillo para ellos, su hermana habia decidido salir con Kristoff y volverían tarde.

Ellos se encontrban solos en la habitación de Elsa.

-¿Quieres que lo desintegre?- Le pregunto Elsa a su esposo que se encontraba solo en sus pantalones de traje.

-No, déjame sacártelo- Dijo el asiéndole un gesto con la mano para que se acercara y con una sonrisa tierna, el sabia que tenia que ir con delicadeza. -Voltéate- Le pidió y Elsa obedeció.

Leandro comenzó a tirar de las tiras del vestido, cuando termino con eso despojo a Elsa de su vestido dejándola en ropa interior y en las vendas que cubrían sus pechos. El la voltio y enredo sus brazos alrededor de su cintura y la pego a su cuerpo.

-No tienes que hacer esto si no quieres- Le dijo Leandro, el conocía a su esposa y no quería presionarla.

-Yo quiero Leo, de verdad- Dijo ella y luego lo abrazo.

No es que Elsa no tuviera algo de nervios, pero la verdad es que no era virgen, le habia dado su virginidad a Anna, y no se arrepentía en nada.

... ... ... ...

Había pasado un mes desde la boda, Leandro se encontraba atendiendo unos asuntos comerciales de su tierra de origen y Elsa respondiendo una cartas, las cosas iban a la perfección, ahora que se había casado, y su esposo anteriormente era su socio de comercio, rara vez había problemas en el pueblo.

-¿Y si hacemos un muñeco?- Canto Anna asomando su cabeza por la puerta de la oficina de su hermana. Elsa sonrió, desde la boda que no habia visto a Anna y no la culpaba, ella se había encerrado en su habitación por un mes cuando Anna se caso con Kristoff. Leandro y Anna la convencieron de salir, y ella los convenció de que solo fue un ataque de depreción. (Elsa sufre de depreción, se descubrió unos meses luego de el deshielo).

-Hola Anna- Dijo Elsa mientras caminaba a su hermana y la abrazaba.

-Bueno, ya estoy aqui- Dijo Anna correspondió el abrazo.

-Como estuvo el viaje a Corona, ¿fue lindo?- Le pregunto Elsa separándose y caminando a su escritorio. Anna la siguió.

-Pues es hermoso, eso sin duda, fue un viaje mágico y hicimos magia- Dijo Anna soltando una risa nerviosa.

Elsa levanto una sega en su confusión, pero ignoro los nervios de su hermana por que hace tiempo que no la veía.

-Amo ese peinado en ti- Le dijo Elsa "rompiendo el hielo".

Anna se sonrojo y escondió un mechón de pelo detrás de su oreja, ella llevaba el peinado que uso en la coronación de su hermana.

-Jeje, gracias- Le dijo tímidamente. Elsa miro hacia la puerta y la ventana y luego se acerco al rostro de su hermana menor poniendo un beso sobre sus labios, y Anna lo respondió con ambición, metiendo su lengua en su boca. -Ok, ya- Dijo separándose.

-¿Eh?- Elsa estaba confundida, comúnmente ella era la que paraba el carro.

-Els, tengo que contarte algo- Le dijo con una sonrisa nerviosa, por lo visto tenia miedo de como su hermana se lo tome.

-Bueno, dímelo ya- Dijo Elsa sonriendo y cruzándose de brazos.

Un pequeño silencio se formo mientras Anna tomaba una bocanada de aire.

-Estoy embarazada- Dijo en un susurro pero lo suficientemente fuerte para que Elsa lo oyera.

El rostro de Elsa estaba en neutro mientras analizaba lo que su hermana habia dicho, luego poco a poco fue formando una sonrisa sincera y eso agrando la de Anna.

-¿Voy a ser tía?- Pregunto en retorica.

-Tu que crees- Le respondió Anna y luego se tiro en un abrazo sobre su hermana.

... ... ...

Luego del nacimiento de la hija de Anna toda la familia celebro al igual que el reino. Anna había dado a luz a una pequeña de cabello rojizo como el de ella, piel blanca con pecas y unos ojos azules como los de su tia, pero la sorpresa fue cuando la pequeña ya tenia unos 3 meses de edad y descubrieron que compartía los mismo poderes que su tía, cosa que fascino y asusto. La pequeña fue nombrada Avril, nacida el 2 de septiembre.

Como era de esperarse, la noticia de otro embarazo, esta vez viniendo de parte de Elsa se anuncio, todo estaban muy felices, sobre todo el reino entero, un nuevo heredero al trono nacería.

La hija de Elsa nació el 31 de Octubre, la pequeña era sin duda el reflejo de su madre, de ojos azules, piel blanca palida, cabello rubio platino, labios rosas, y de mirada serena, sin duda una princesa del hielo. La llamaron Venecia.

... ... ...

Ya Avril de 4 años y Venecia 3 se habían vuelto inseparables, como ninguna de las dos tenia hermanos se habían vuelto super unidad, casi nunca se separaban, y como vivían en el mismo castillo compartían habitación.

Ambas niñas estaban jugando frente a la vista de sus padres y madres que salieron a tomar te al jardín del castillo, mirando como Avril entretenía a Venecia haciendo copos de nieve volar a su alrededor. La pequeña Venecia corrió hacia su madre y tiro de su vestido.

-¿Que pasa mi niña?- Le pregunto Elsa a su hija, en este momento los cuatro adultos tenían su atención en la niña que a medida que iba creciendo se volvía un clone de su madre.

-¿Yo también puedo hacer eso?- Le pregunto inocentemente, refiriéndose a los poderes de su prima.

-Pues, no lo se, tal vez si o- Elsa no termino su frase. Ella agrando sus ojos mientras miraba como su hija creaba una esfera de nieve entre sus manos. Todos se quedaron sorprendidos. Venecia la tiro al cielo y creo una pequeña nevada mientras reía. -¿Venecia?- Llamo Elsa.

-¿Si madre?- Pregunto mientras volteaba a su progenitora.

-¿Desde cuando haces eso?- Le pregunto sin mostrar ninguna emoción en su mirada decido a la sorpresa.

-Pues... desde hace un instante- Le respondió la pequeña corriendo de nuevo a su prima para seguir jugando.

... ... ...

La cosas cambiaban del día a la mañana, sobre todo cuando ni Kristoff ni Leandro se encontraban en la casa Anna y Elsa aprovechaban para ocupar una sola cama, mientras reprimían gemidos de placer.

-¿No fue tan malo después de todo?- Le pregunto Anna mientras jugaba con el cabello de su hermana.

-Luego de 4 años me lo preguntas- Respondió Elsa.

-Venecia es idéntica a ti- Cambio de tema Anna.

-Lo se, Avril se párese a ti también- Le dijo ella.

-Si pero tiene cosas de Kristoff, como su rebeldía y su altanería, sin en cambio Venecia párese que es solo tuya, tiene tu apariencia y actitud, me atrevería a decir que son la misma persona- Dijo Anna y se acurruco en el pecho de Elsa.

-Tienes razón- Respondió y beso la cabeza de su hermana.

... ... ... ...

Los años pasaban, así como las cosas cambiaban, ahora, Avril de 8 años y Venecia de 7, ya no jugaban a los simple juegos de amar hombres de nieve y guerra de nieve, si no que también descubrieron su fuerza física y bruta.

Varios picos de hielo trataban de atacar a Avril pero ella los bloqueaba con facilidad utilizando ráfagas de viento. cuando por fin encontró a su primita con la guardia baja pudo golpearla con sus poderes y hacerla caer, no se preocupo si podía lastimara o no, ya la había golpeado de peor forma antes.

-Me rindo, me rindo- Dijo Venecia jadeando tirada sobre la nieve.

-Deverias practicar más- Le dijo su prima sentándose a su lado.

-Mi madre te rompería el trasero- Le dijo la rubia sentándose también.

-Lo se, por eso no me meto con ella- Bromeo la más grande de las niñas.

Las dos se rieron por un momento y luego se miraron a la cara por un momento.

-Me tengo que ir, hoy saldré con mamá- Dijo Avril mientras se paraba y ayudaba a su primita a pararse.

-Bueno, te veo en la tarde- Le dijo la pequeña algo triste.

Avril sonrió. -Cierra los ojos un momento- Le pidió.

Venecia levanto una sega confundida. -Esta bien, pero no voy a comer nada- Dijo la más pequeña cerrando los ojos.

Avril se agacho un poco (Avril es dos pulgares más alta que Venecia) y planto un pequeño beso en la boca de su prima. luego salio corriendo y riendo de ahí.

Venecia estaba anonadada. no sabia como reaccionar. lo que si sabia era a donde correr.

Corrió hacia su madre, diciéndole que se sentía lo suficientemente grande para tener un cuarto propio.

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Esta historia sera más resumida que las demás, espero que les aya gustado.