GF2014/CAHA/ Rescatando a los Andrew
Historia completamente alterna de los personajes de Candy
Capitulo 1
Amor fallido
Un joven en un taller explicaba a varios hombres como debía funcionar una máquina, el hombre mayor le daba instrucciones y este apuntaba delicadamente todos los detalles, el de 25 años de nombre Alister Cornwall Britter, joven de cabello obscuro, ojos azules, con una dinastía en sus hombros, tomaba nota y escuchaba el favor que le pedía el encargado del laboratorio.
- Joven por favor no olvide que usted cambiará el futuro desde el momento en que aparezca en ese año, puede ser hasta el viento que provocó o bien hasta la sonrisa suya a una mujer y que ella al verlo pierda interés en otro caballero. ¿Sabe usted los riesgos que estamos corriendo?
- Lo sé Ollwen, mi familia depende de esto y créame si en este momento ella me hubiera aceptado todo sería diferente, pero ya no tengo un motivo para continuar, ya no.
Stear con lágrimas cerraba los ojos recordando a la mujer que lo rechazó, una hermosa joven de mirada azul y cabellos ondulados rubios, Ely Grandchester era frívola y despiadada, odiaba a los Andrew y a sus familiares. Stear era el hijo de Archivald y Annie Cornwall, era ligado a la vida de William Albert Andrew, el hombre al que culpaba de todas sus desgracias.
Un suspiro, el cansancio lo llevó a sus habitaciones, antes de llegar vio a su tía con llanto vestida de negro observaba la fotografía de su amado Tío Albert, ella lloraba sin poder encontrar consuelo, este de inmediato la abrazó y abrazó a la tía Candy, la madre de su adorada Ely Grandchester, ella se convirtió en madre de él cuando sus padres murieron en un accidente quedándose a la tutela de su Tío Albert y su Tía Candy Grandchester.
- Tía por favor, ya no llores, no más lagrimas, te juro que todo va a ser mejor y un día su hija estará de nuevo con usted para siempre… la amará, protegerá y no querrá alejarse de usted.
- Stear, mi amor, tengo que hablar contigo, juré a mi amado Albert que te diría toda la verdad y este es el momento, no podemos dejarlo para después.
- ¿Qué va a contarme? Que amaste a mi tío Albert. Lo sé, que por eso Ely lo culpaba de que no volvieras con su Padre, también lo sé, de que ella odia y odiará a los Andrew toda su vida, incluyéndome. También lo sé.
-Hijo, voy a contarte mi historia y como es que Ely… mi hija no es una Grandchester.
- ¿Cómo?
La cara de sorpresa hizo que Stear abriera desorbitado sus bellos ojos, sabía del amor de sus tíos ilegal y depravado al ser supuestamente padre e hija, pero que Ely no fuera una Grandchester, lo saco de su cansancio.
Candy con sus ojos cansados por el llanto y con una fotografía de Albert en sus brazos, se sentó en la ante sala de su habitación para iniciar su historia al futuro patriarca de los Andrew, el único heredero sobreviviente y al que tanto habían amado sus tíos, por haber perdido a sus padres siendo un niño.
- Sabes parte de mi historia, te conté de cómo conocí a tu tío Albert, lo confundí con tu tío Anthony, también conocí a Elisa y Niel tus tíos los Legan, a Stear y Archie, y como Annie se convirtió en mi hermana, la vida dio tantas vueltas y el amor de Albert, desinteresado y confiado en que mi amor más grande era Terry, pues me envió con él, juntos enfrentamos a un mundo cruel de la sociedad, para casarnos y ser felices. Pasó el tiempo y no tuvimos hijos, Terry obtuvo muy buenos papeles y alcanzó la gloria teatral igual a la de su madre o mejor, en ese medio había muchas actrices coqueteando para él, a mi me había tocado viajar por la muerte de tus padres a Lakewood, cuando regresé y lo encontré en los brazos de otra mujer. Sé que estaba arrepentido, pero el sentimiento de no poderle dar hijos y que él buscara a otra… o la aceptará, fue suficiente para que me regresara a Lakewood, donde estaban... Albert y tu de pequeño, solos. Tu tío Terry me gritaba pidiéndome perdón, pero aun así me dio tiempo.
Cuando llegue a Lakewood, me refugie en los brazos de mi adorado Albert, ahí supe que… si podía ser madre, y quede embarazada de Ely… ella es hija de Albert y mía.
- ¡Tía! Ella debe saberlo.
- ¡No! Ella ama y adora al que cree su padre, la sociedad nos dejo amarrados de pies y manos a Albert y a mí. Terry al saber que estaba embarazada, creyendo que jamás podría serle infiel, tomo mi embarazo como el mejor regalo que la vida le había dado, pues por fin sería padre. Sin embargo, Albert sabía que era su hija, siempre la buscó, lleno de mimos y regalos, pero Ely lo culpo de no apoyar a Terry, pues para ella Albert debía obligarme a que regresará con su papá.
Eso hizo que las cosas entre él y su hija fueran poco a poco un abismo entre ellos. Albert murió llevando un regalo a mi Ely. Y ella lo sabe. Ahora la culpa de sus sentimientos por el que considera su Tío y Abuelo, la hizo ser más dura y el carácter de los Grandchester, la hizo ser orgullosa y temeraria. Pero sé que ella te ama… y sé que hay un brillo especial cuando te mira, por eso también sé, que… ella te buscará y te aceptará. Eres desde niño, al único que deja estar cerca de ella, te confía todo, solo dale tiempo. Cuando eso pase… Tus hijos serán Andrew de sangre y cuando ya no esté aquí… sabré que mi hija estará en buenas manos.
- No me diga eso tía, no es posible, estuve con ella y su respuesta fue… que primero muerta… antes de casarse conmigo. Para Ely, soy el recuerdo de usted y de tío Albert. Ella no los vio nunca besándose, ni los descubrió jamás, pero creo que lo intuyo, porque su odio es tal, que ha aceptado casarse con Robert Legan.
- ¡Que!
- No te preocupes, te prometo que antes de verla casada con él, la robare.
- ¡Stear! No conoces a Terry, si ella tiene el apoyo de los Grandchester…
-Y se te olvida porque me llamo Stear…
- Por tu tío, Alister, el mejor hombre de la ciencia.
- Descansa, ya es tarde. Solo quiero pedirte un favor, sueña que todos estamos reunidos y felices
- Porque me dices eso hijo…
-Quiero que sueñes con ello.
- Te lo prometo, hijo. Con una condición.
- ¿Cuál?
- Que cuando decidas robar a Ely, me incluyas en el robo. Ambos sonrieron efusivamente, sabían que Terry los mataba si algo le pasaba a Ely.
Esa noche durmieron tranquilos, pero algo hizo que Stear sonriera satisfactoriamente sin poderlo negar… Saber que Ely era una Andrew, le llenaba el corazón de alegría, pues ahora notaba el parecido a su tío Albert y a los Andrew. Le daba un beso a la fotografía de su madre, comentándole- Mamá todo será mejor, mi familia volverá a estar unida y esta vez mi hermanito si nacerá, te lo prometo. Cerraba sus ojos quedándose dormido con el marco de su madre en sus brazos.
Por la mañana el sol pintaba un clima hermoso, Candy había salido a cortar rosas y tomar el sol, sentada sonreía recordando una y otra vez los momentos felices que la hacían sonreír.
Stear por su parte en un cuaderno apuntaba detalles y años, periodos de cómo haría el rescate, como aparecería y saldría de sus vidas, calculando los cambios y los detalles posibles que cambiarían, había una duda y eso era que los Andrew eran muy perceptivos, su padre era muy intuitivo y su tío Albert sabía bastante de golpes, el temperamento de Anthony era evaluado una y otra vez, hasta el de Terry, pero el que lo preocupaba más era su tío Stear.
Nunca lo conoció y todos sabían que ambos eran muy parecidos en los retratos de ellos. Las facciones que Annie su madre le heredó lo hacían parecerse a su tío de la misma forma, lo único que los hacía diferentes eran esos ojos azules, que lo delataban como un Andrew.
- Doctor Leman, Doctor Ollwen, tenemos todo listo, llegó el momento.
- Joven no se olvide de nosotros, por favor… recuerde todos los detalles, si tiene problemas, al recuperar a su Tío Stear y el plan inicial de la máquina del tiempo, el podrá devolverlo a casa.
- Lo dudo, no por mi tío, sino por los cambios que van a suceder… pero tengan por seguro que todo se hará, les doy mi palabra.
- Si esto pasa, mi hija también estará viva. Y la Esposa de Ollwen estará con él cuando pase el derrumbe, por lo tanto… tendremos un futuro mejor.
-Por supuesto. Si algo sale mal. No se preocupen, todo está en orden, mi tía piensa que salgo hoy para Escocia y tardaré en volver.
Con un asiento especial, guardaba detalles que pudieran hacerle falta para sus encomiendas, Stear sonreía al llevarse el diario de su tío Albert, este lo usaría como guía, pues Albert era el encargado de todo en la vida de los Andrew, eso estaba escrito en ese diario, el anillo de la abuela, el broche de él, la gaita, su traje escocés, tenía el plan y lo lograría.
La maquina era encendida por los doctores, mientras Stear se despedía de su amada tía Candy, casi podía llorar en sus brazos al sentir agitado el corazón cuando la abrazaba.
- Tía, como termino tu sueño.
- ¡Stear! Eso no se pregunta. Candy se ruborizó por completo. Stear abrió los ojos con una sonrisa picara respondió
- ¡Eso estuvo genial! Mi tío es un galán suertudo.
- ¡Stear! Por favor, bajaba la cabeza Candy, mientras Stear soltaba carcajadas abrazándola para que ocultara su ruborizado.
- Tía nos veremos en seis meses.
- Que todo salga bien hijo. Ya verás que esos negocios serán lo mejor y Ely sabrá que… eres el indicado para ella.
Se iba en un auto, bajaba y se ocultaba, notando que Candy se quedaba en los rosales, el regresaba, se escuchaba la maquina encendida y preparada para que funcionará, entraba a esta y se activaba el girador de tiempo. Una esfera se formaba con movimientos hasta que se desaparecía. Con llanto dos hombres se abrazaban con la esperanza en el joven que acababa de desaparecer.
