— Buenas noches, My Lady —Saludo tomando su mano para plantarle un beso en el dorso de la misma, pero no pudo hacerlo porque Ladybug aparto su mano y se dio vuelta con los brazos cruzados.
— ¿Qué pasa?
Preguntó Chat Noir ante lo distante y al parecer molesta que estaba su Lady. Ella no dijo ni una palabra, seguía silenciosa y sus ojos posados en el paisaje para no mirar los prados que reflejaba el gato.
— Le besaste —Simplemente dijo, todavía no lo miraba.
Los ojos del gatito se dilataron ante la declaración, de inmediato se dio cuenta a lo que se refería.
— ¿Estas celosa? —No pudo resistirse a preguntar.
Ella no respondió y tampoco se dio vuelta, aun le daba su espalda.
— Pudiste haber encontrado otra cosa para distraerla, no pegar sus labios con los tuyos.
Chat Noir intento reprimir una risa. ¡Estaba celosa!
— Te amo.
Esas palabras que salió de la nada, permitió que Ladybug posara sus ojos azules en los verdes sinceros de él.
— ¿Debo creérmelo? —Su voz salió con desdén— Siempre coqueteas y ahora... besas a los Akumas.
¡Estaba ardiendo de celos! Él dejó salir una carcajada.
— No es lo que pareció —Ella alzó una ceja sin comprender— No la bese.
Ladybug no le creyó, en señal de escepticismo, emitió un bufido.
— Es de verdad, puse mi mano en su boca mientras con la otra destruía el objeto con el cataclismo —La mirada dura que le enviaba su Lady. Le hizo añadir argumentos: "Créeme, únicamente voy a besar a la persona que ame"
— Seguramente son muchas... —Empezó furiosa— ¿Realmente podes decirme que soy la única persona que amas?
— No.
— ¿Qué? —Esa negación rápida y al parecer sincera, la desconcertó.
— Amo a otra mujer y sé que en el futuro voy a amar a otra mujer.
Ladybug ya se estaba preparando para pegarle una cachetada.
— La primera es mi madre y la última te llamara "madre"
Ella se mordió los labios, bajando su mirada por la vergüenza.
— Gato tonto —Masculló sintiendo sus mejillas ardientes y rojas. Chat Noir sonrió, intentando resistir el impulso de besarla, al fin de cuentas, por ahora eran "amigos"
