Reto: Pareja Yue/Sokka
Avatar no me pertenece.
Esta historia fue un reto que acepte en el foro "¡El cometa de Sozin!" con la pareja de Yue y Sokka, es la primera vez que escribo algo para esta pareja y en realidad no sé que tan bueno salga este proyecto. Personalmente me gusto mucho y fue todo un reto iniciar con la historia. Espero que sea de su completo agrado y muchas gracias por leer.
Te amaré por más de mil años
El equipo avatar se encontraba descansando a las afueras del reino tierra, recién acababan de abandonar la tribu agua del sur y desgraciadamente las pesadillas sobre la muerte de Yue seguían carcomiéndole el alma, llevaba varios días sin poder dormir de manera adecuada, se despertaba a media noche, completamente horrorizado al revivir la muerte de Yue noche tras noche.
- Sokka ¿Estás bien?
- Si, Katara- dijo secándose el sudor de su frente- Estoy bien, solo fue otra pesadilla
Katara lucia sumamente preocupada, su hermano llevaba días despertándose a media noche a gritos y también sabia que lloraba, sin embargo siempre se quitaba las lagrimas del rostro antes de que alguien más pudiese verlas.
- ¿Estás seguro que todo está bien?- preguntó Katara preocupada
- Si- respondió- estoy seguro
Katara dudó un momento, sabía que su hermano intentaba ser fuerte, pero que en realidad se encontraba destrozado pero, ella no podia hacer nada, si su hermano quería lidiar con su dolor solo, de momento estaría bien. El acontecimiento había sido reciente y necesitaba vivir su duelo de la manera que mejor le pareciera. Sin embargo, si tardaba más de lo normal, no dudaría en intervenir.
- Esta bien- dijo Katara- descansa Sokka
Sokka veía como su hermana se alejaba y se encontraba con Aang que la miraba con preocupación, hablaban, seguramente de él y de la situación en la que se encontraba, pero realmente no le importaba lo que los demás dijeran. Se encontraba triste por la muerte de Yue, por la forma en la que ella se había sacrificado y sobre todo por no haber podido salvarla.
No importaba cuanto lo intentara, no dejaba de aparecer en su mente la escena de su muerte, ya no quería pensar, ya no quería soportar todo ese dolor ¿pero que podía hacer? Si ni dormido lograba sacársela de la cabeza.
- Yue- dijo mientras miraba a la luna- ¿Por qué te marchaste?- susurró mientras poco a poco cayó sobre los brazos de Morfeo.
Sokka aun se encontraba adormilado, no podia ser posible que ya hubiese amanecido, si hasta hace poco aun era media noche ¿Por qué había tanta luz? Bah, no importaba, aun no estaba listo para despertar. Se dío media vuelta y escondió su cabeza bajo sus brazos con la intención de darse algo de oscuridad.
-Sokka- decía una voz lejana- Sokka…
No entendía por qué, pero esa voz le resultaba bastante familiar. Era una hermosa voz femenina, muy dulce y melodiosa, en definitiva no era la voz de su hermana. Aunque Aang dijera lo contrario, para él, su hermana tenía una voz terrible, bastante escandalosa y siempre molesta. Solía regañarlo de casi todas las cosas que hacía.
- Sokka- decía la voz- vamos, no tengo mucho tiempo. Despierta
- Quiero dormir un poco más
- Lo sé- dijo la voz con ternura- pero no tengo mucho tiempo, pronto tendré que marcharme de nuevo y necesito que sepas algo.
- Si hay tiempo- respondió Sokka- solo 5 minutos más
- Sokka- dijo la voz- cuando la luna se esconda, tendré que partir con ella, en verdad no hay tiempo ¡Despierta!
Sokka se levanto rápidamente cuando sus parpados cerrados fueron iluminados con una luz intensa. Estaba molesto, realmente había muchísimas mejores formas de despertarlo y más aun en ese momento, en el que por primera vez desde hacía semanas, podía conciliar tranquilamente el sueño.
- ¿Qué te pasa?- decía mientras se frotaba los ojos- ¡Casi me dejas ciego!
- Lo siento- dijo la voz- pero no se me ocurría ninguna otra forma para despertarte
Sokka se talló los ojos con fuerza, la luz realmente lo había enceguecido un poco, pero estaba un poco más consiente como para reconocer la voz de la persona que le hablaba… pero ella no podía estar ahí, debía seguir soñando. Abrió los ojos poco a poco con la esperanza de no ver nada y darse cuenta de que no estaba tan loco como para, además de alucinaciones auditivas, tener alucinaciones visuales. Pero no, tenía que abrir los ojos y encontrarla ahí, tan hermosa como la recordaba. Sus ojos seguían siendo de un color azul intenso, reflejaban la misma paz y aun se derrochaba amor y amabilidad en ellos. Su cabello seguía blanco como la nieve y resplandeciente como la luna misma, ¡No! Estaba más resplandeciente y hermosa que la misma luna.
- Yue…
- Hola, Sokka- dijo sonriendo- cuánto tiempo
- Pero- dijo balbuceando un poco- ¿Qué haces aquí? ¡Esto debe ser un sueño!
Yue sonrió con ternura y le tomo el rostro entre sus manos
-No, Sokka –dijo- Esto no es un sueño, pero tampoco es algo real.
Oficialmente estaba confundido, si no era un sueño y tampoco era algo real entonces, ¿Qué era? Oh claro, debía ser lo que había pensando en un inicio, la falta de sueño, el dolor y el remordimiento ya lo estaban haciendo alucinar cosas.
- ¡Genial!- dijo con sarcasmo- Ya estoy loco
- No, Sokka- dijo Yue- No lo estas… estoy dentro de tus sueños – explico- pero al mismo tiempo esto es real, asi que no es completamente un sueño pero tampoco una realidad ¿Comprendes?
Sokka estaba realmente confundido ¿Cómo eso podía ser un sueño y a la vez algo real? ¡Y peor aun! Ninguna de las dos cosas. En realidad no compendia nada.
- No- dijo- No lo entiendo, pero eso no importa… estas aquí
- Si- dijo Yue sonriendo- pero no tengo mucho tiempo y quiero que sepas algo.
Yue se levanto y avanzo a paso lento a un acantilado, estando en la orilla se sentó en el y Sokka la imitó. La noche en verdad estaba maravillosa, había estrellas por todo el cielo, el aire era esplendido y lo más curioso era que cuando se fue a dormir, la luna estaba en lo más alto y estaba completamente iluminada. Y justo ahora, buscando en el cielo, ya no había luna que iluminara… ahora la luna estaba sentada a un lado suyo, tomándole la mano con ternura, sonriéndole y esperando a contar una historia.
- Sokka, en estas noches te he estado observando- dijo preocupada- no has estado durmiendo y estas cansado ¿Qué pasa?
De todas las cosas que podía preguntar, de todas las cosas de las que podían hablar ¿por qué justamente tenía que preguntar eso? No, no diría nada, ella no tenia porque saber que su muerte era una parte de su pesar, que el hecho de no haberla podido proteger como se lo había prometido a si mismo le carcomía el alma. Ella no tenía porque enterarse. Sin desearlo, unas cuantas lágrimas comenzaron a descender por su rostro y como un niño pequeño en los brazos de una persona que sabe que lo ama, no pudo evitar sollozar un poco. Una punzada de vergüenza le atravesó el corazón, él era un guerrero, alguien fuerte que protegía a los débiles, alguien justo y bueno que estaba dispuesto a dar su vida por proteger su honor.
- No pasa nada, Sokka- dijo la peliblanca mientras lo abrasaba- Todo esta bien, no debes sentirte culpable… mi muerte no tiene nada que ver contigo- decía mientras le acariciaba el cabello- esa fue mi elección
Adios a eso de ser un guerrero fuerte, adiós a la idea de ser el guerrero honorable que era un temple diariamente, por ahora… solo por ahora se permitiría ser simplemente Sokka, el chico que perdió a la mujer de la que se enamoro, el chico que no pudo proteger a la persona que se había robado su corazón en tan poco tiempo. Se aferro a los brazos de Yue y sollozó un poco más.
- No logré protegerte- dijo- si hubiera estado ahí, si hubiese sido más fuerte, tú aun estarías conmigo.
- Sokka- dijo- Mi Sokka, no te atormentes de esa forma, no me gusta verte triste y mucho menos por algo que ya sucedió y que posiblemente no hubieses podido evitar, mi muerte física era necesaria para restaurar el equilibrio de este mundo.
Yue espero unos momentos, pero Sokka no contestaba, seguía abrazándola como si en cualquier momento se fuera a esfumar de sus brazos. Jamás le había contado a nadie como fue que se enamoro de ese pequeño guerrero que la tenía entre sus brazos, quizá no era un mal momento para decirle todo aquello que ella guardaba en su corazón, toda aquella historia y esos pensamientos.
-Sokka, tengo algo que decirte o mejor dicho, algo que darte
Sokka la soltó lentamente, temiendo que al soltarla por completo se esfumara de nuevo. Observo con atención a la figura femenina que se encontraba delante de él y como, como si fuera magia, sacaba dos gruesos pergaminos de sus ropas. Lentamente ella le extendió el primero, que decía con letras brillantes y doradas "YUE"
- Tómalo- dijo- lee, es para ti.
Sokka tomó el pergamino que le ofrecía con lentitud, no iba a negar la curiosidad que le embargaba saber que decía ese pergamino. En cuanto tuvo los dos pergaminos en sus manos, sintió como unos labios se pegaban a los suyos. Al inicio la invasión le resulto sorpresiva e intimidante, quizá hasta algo extraña, pero con los segundos se dejo llevar por la sensación que hace tiempo no se había permitido recordar.
- Debo irme – dijo mientras se separaba- no tardará en amanecer y es hora de que la luna regrese a su punto.
- No quiero que te marches- dijo con tristeza- no me dejes, no de nuevo
- Sokka, recuerda que yo siempre te estaré cuidando- dijo sonriéndole- ahí en el cielo, cuando mires a la luna, yo estaré observándote también.
- Te amo- dijo mientras la abrazaba y la besaba de nuevo
- También yo a ti.
Dicho esto Yue desapareció de sus brazos y la luna comenzó a brillar nuevamente en lo alto del cielo. Sokka se encontraba triste, de nuevo su Yue se había marchado, pero ahora ella le había dejado algo, alqo que era para él, algo en esos pergaminos. No sabia que era, pero sentía que en ellos estaría la cura para su culpa.
- Gracias Yue.
NA: No planeo que este sea el final de la historia, pero si quieren saber que decían los pergaminos que Yue le dio a Sokka bueno... ¡Necesito sus reviews! En fin, espero que disfrutaran este pequeño fragmento y para los del foro que estén leyendo esto... les suplico que me dejen sus Reviews y si no son del foro ¡También!
