Capítulo 1 - Finitevus
Ya había pasado un día completo encerrada en la claustrofóbica habitación sin puertas ni ventanas. Harta de golpear las paredes y gritar, una golondrina de color violeta había acabado exhausta en el suelo a las pocas horas de comenzado su cautiverio. Wave había pasado las siguientes horas sentada con sus pertenencias sumida en la oscuridad, tratando de analizar los eventos que la llevaron allí. Dos semanas atrás estaba en Crook Hideaway, buscando información relacionada con la pista de Krajil sobre el Receptor de frecuencias de bajo espectro. Más puntualmente estaba inquiriendo sobre el tal Dr. Finitevus, y para su suerte consiguió una pista muy buena. Un par de zarigüeyas llamados Drag y Crawl fueron quienes le contaron que el equidna en cuestión había estado allí un mes atrás acompañado por un erizo verde muy problemático. Este erizo bebió de más una noche y acabó hablando de un templo abandonado que planeaban usar como base antes de vomitar sobre la barra en el bar de Cici y terminar dormido sobre su propia porquería.
Tardó un par de semanas en encontrar el lugar, pero al entrar no alcanzó a pasar de la primera habitación cuando repentinamente un extraño anillo se abrió bajo sus pies haciéndola caer por él hasta su actual prisión. No había probado bocado desde entonces, el agua que solía cargar con ella ya había mermado peligrosamente y definitivamente no quería entrar en detalles con respecto a la falta de un baño cercano. Estaba conteniendo el pánico mejor de lo que esperaba. Sin embargo su suerte iba a cambiar drásticamente. Mientras la chica estaba sentada con su espalda contra la pared un halo de luz se comenzó a dibujar en el cielo raso. Al principio emitió una luz muy débil que gracias a la impenetrable oscuridad que atravesaba dio la apariencia de iluminar todo el lugar. Luego, repentinamente se ensanchó hasta tomar la forma de un anillo dorado gigante en cuyo centro se revolvían miles de luces en un baile caótico pero siguiendo un patrón simultáneamente. La figura bañó con una luz intensa cada esquina cegando a la golondrina durante unos momentos. Para cuando sus ojos se acostumbraron al brillo pudo divisar frente a ella, justo debajo del anillo, a un equidna blanco de ojos amarillos y esclerótica negra. Iba ataviado con una capa negra, unos extraños cintos y collares y llevaba las manos vendadas, lo que le daba un aspecto muy siniestro. La expresión del individuó era de aburrimiento con un dejo de curiosidad, y no dejaba de escrutar a la golondrina que tenía frente a él. Casi sin pensarlo y en un arrebato de ira Wave se le fue encima intentando noquearlo de un puñetazo, pero cuando estaba a unos centímetros del equidna, otro de esos anillos extraños apareció y la golondrina lo atravesó apareciendo del otro lado de su interlocutor como si nunca hubiera estado él al medio.
— ¿Qué diablos…? — se preguntó con asombro volteando para quedar otra vez frente a frente con el tipo.
— Ser hostil con tu captor no te va a llevar a ningún lado — comentó el equidna con una voz extraña que sonaba tan aburrida como su expresión — después de todo soy yo el que decide que hacer contigo ahora—. Wave le dio un segundo vistazo con un poco más de calma y cayó rápidamente en cuenta: por fin estaba cara a cara con Finitevus.
— Tú debes ser el Dr. Finitevus — apuntó la chica lo que produjo que el equidna levantara una ceja en señal de sorpresa — Te estuve buscando.
— ¿Buscando? ¿A mí? — Esta vez su voz detonaba algo de asombro y su mirada de aburrimiento había desaparecido para ser reemplazada por una inquisidora — ¿Cómo diste con mi laboratorio?
— Crook Hideaway — respondió Wave algo más tranquila viendo que ahora llevaba el control de la conversación —. Tenés que elegir mejor a tus compañeros, algunos son muy boca floja cuando se embriagan.
— ¡Scourge! — susurró por lo bajo con enfado Finitevus mientras dirigía brevemente la mirada a un costado — ese inútil siempre trae más problemas de los que resuelve —. Volviendo a poner la vista en la chica y esta vez usando una voz perfectamente audible agregó — por eso me deshice de él hace un tiempo. Cuando algo deja de servirme debo desecharlo después de todo… — Wave captó la indirecta y tragó saliva con un poco de nerviosismo —. Ahora dime, ¿por qué me estabas buscando?
— Necesito algo que tienes — explicó la golondrina tratando de mostrarse lo más calmada posible — algo que te llevaste de la base de operaciones de la Hermandad de Guardianes.
— Ex hermandad de guardianes — la corrigió el equidna — ese grupo de insectos ya no existe, para alivio de todos —. Entrecerró los ojos lanzándole una mirada tan profunda que la chica pudo sentir como si estuviera viendo dentro de ella — ¿Y qué es exactamente ese «algo» que necesitas?
Wave se dió cuenta que el tipo ya sabía lo que le iba a pedir. El control de la conversación había cambiado en menos de un segundo —. U-un, un Receptor de frecuencias de bajo espectro…
Finitevus soltó una fría carcajada que le heló la sangre en cuestión de segundos — que curioso… es justamente la pieza por la que había venido a visitarte — el doctor sonreía macabramente — parece que es tu día de suerte, tienes la oportunidad de evitar morir de inanición, eso claro, si me resultas de utilidad…
— ¿de utilidad? — preguntó algo asustada la golondrina.
— Veras, llevo varias semanas tratando de detectar una anomalía que ocurrió un tiempo atrás en nuestra realidad. Recordé que tenía guardado el receptor de frecuencias de bajo espectro de cuando lo tomé en Heaven, antes de que fuera completamente destruido, y decidí probarlo para captar alguna señal anómala. No tuve éxito en detectar absolutamente nada desde que llegue, hasta ayer por la tarde cuando tú entraste a mi humilde morada —. El equidna la estudió con la mirada de abajo a arriba antes de continuar — a partir de ese momento el receptor no ha dejado de captar una frecuencia incomprensible ¿Por qué será?
Wave recordó la extraña incursión que habían hecho en la nave alienígena algunos meses atrás y sonrió audazmente —. Quizás o quizás no haya visitado una brecha en la realidad hace algún tiempo…
La expresión de Finitevus por primera vez reflejo lisa y llanamente sorpresa. Tardo unos segundos en volver a reaccionar — ¿visitaste una brecha? ¿Estuviste dentro? ¡¿Cómo?!
Esta vez le tocó a ella reír — parece que vamos a poder ayudarnos mutuamente después de todo entonces…
Finitevus volvió a serenar su mirada mientras se acomodaba pensativo los pequeños lentes que llevaba por encima de su nariz—. Muy bien, sígueme… — Acto seguido abrió otro de esos anillos transportadores mientras el que estaba en el cielo raso se desvanecía y lo atravesó despareciendo dentro de él. Wave tragó saliva con nerviosismo y lo siguió. En el segundo en que atravesó el portal se encontró en una enorme habitación de piedra llena de todo tipo de equipos de investigación.
Había máquinas de diversas formas y tamaños esparcidas irregularmente por el lugar, rodeadas por múltiples herramientas, computadoras y utensilios para operarlas. Un mar de cables atravesaba el piso de forma tan densa que se dificultaba caminar sin pisar alguno. Monitores cubrían toda una enorme columna de piedra mientras lanzaban datos y estadísticas.
— Supongo que debo jugar el papel del buen anfitrión después de haberte tenido veinticuatro horas allí abajo… — comentó con voz monótona el equidna — y darte la oportunidad de descansar.
— Eso sería agradable — aceptó la chica con un poco más de ansias de lo que querría haber expresado — y si me pudiera dar un baño en privado aún mejor.
— Si, si, obviamente… — accedió casi sin prestarle atención mientras se dirigían hacia uno de los enormes arcos que marcaban las salidas de la habitación —. No esperes una suite de hotel ni agua corriente — le advirtió sin ganas mientras caminaban por una serie de galerías de piedra — acondicioné este… este templo para poder vivir en él temporalmente hasta conseguir un lugar mejor…
— No soy muy exigente — admitió la chica recordando algunos de los lugares en los que había tenido que pasar noches enteras.
Finitevus había creado una especie de biblioteca/dormitorio en una de las salas del templo. Las paredes estaban cubiertas de estanterías con tantos libros que le tomaría toda una vida leerlos a todos. Tenía una mesa de madera antigua con detalles en relieve en una esquina llena de hojas y más libros, además de una lámpara de lectura. El único objeto que podía llegar a sugerir que allí se podía dormir era la simple cama de una plaza que ocupaba apenas un rincón del lugar.
— ¿Dijiste temporalmente? — preguntó con asombro al ver la cantidad de objetos con los que contaba.
— Es muy fácil llevar tantas cosas cuando podes viajar en el espacio con un Warp Ring —. Aseguró Finitevus mientras con un movimiento de la mano emanó una serie de extensiones de oscuridad que ordenaron la habitación en un parpadeo, llegando incluso a tender la cama —. Puedes usar esa cama para dormir, yo no la uso demasiado de todos modos. Sígueme, te mostraré donde puedes bañarte.
La sala contigua era un poco más chica y tenía un piletón de tamaño considerable completamente vacío que ocupaba por lo menos la mitad del sitio. El equidna levantó su mano derecha frente a él apuntando en dirección al techo. Un Warp Ring se materializo flotando sobre la cavidad y de él comenzó a fluir agua caliente.
— ¿De dónde…? — comenzó a cuestionar la chica, pero fue interrumpida por su interlocutor.
— De donde yo quiera por su puesto… —dijo cerrando el portal una vez estuvo lleno el piletón —. Voy a estar trabajando. Tomate el tiempo que haga falta — agregó con fastidio mientras abría otro portal a su lado —. Vas a tener que responder muchas preguntas — terminó atravesando el Warp Ring.
Wave no llego a detenerlo para preguntarle nada por lo que se puso a observar con más detalle el baño en el que estaba. Claramente era una improvisación en lo que antes había sido una fuente de agua o algo similar que ya no estaba en funcionamiento. Era lo único notable allí, luego las paredes era simplemente pedregones de textura arenosa sin nada en ellas. También notó que la habitación en cuestión no tenía una puerta lo que la hizo sentir un poco incomoda, sin embargo recordando la forma favorita de viajar de su anfitrión tampoco haría realmente un diferencia que hubiera una. Exhaló con pesar tratando de quitar cualquier preocupación de su cabeza y se dispuso a bañarse y descansar tranquila.
No supo cuánto tiempo durmió con exactitud, pero cuando despertó sentía como si su cabeza hubiera pasado por una turbina. Tenía un ligero zumbido en los oídos y los ojos le ardían, supuso que o había dormido poco, o demasiado. Era algo que no le importaba mucho en ese momento. Se sentó en el borde de la cama de una plaza y se dispuso a ponerse los calzados cuando un sonido de papeles llamó su atención. Levantó la vista para dirigirla al otro lado de la habitación y se llevó un susto al ver a Finitevus sentado en una silla volteada en dirección a ella con un libro sobre su regazo mientras lo ojeaba tranquilo. El equidna levantó un momento la vista de su lectura y la posó en la chica.
— Así que al fin despertaste — le dijo con voz aburrida.
— ¿hace cuánto que estas allí? — preguntó Wave algo incomoda.
— Un par de horas — respondió como si fuera lo más natural del mundo —. Me estaba poniendo impaciente y decidí esperar aquí a que despertaras.
Se imaginó como el tipo la miraba mientras dormía y sintió un fuerte escalofrió. Era un maldito anormal. Decidió no hace ningún comentario al respecto y se puso los zapatos en silencio. Terminó poniéndose de pie y desperezándose para estirar los músculos antes de dirigirse hasta donde estaba Finitevus.
— Vamos a los negocios entonces — dijo con seguridad mientras se paraba frente a él.
El equidna cerró con algo de parsimonia el libro en el que estaba sumido y uno de los extraños brazos de oscuridad que había usado antes lo llevó hasta su sitio en la biblioteca.
— Toma asiento por favor — pidió mientras una sonrisa macabra se dibujaba ligeramente en su rostro. Uno de los Warp Rings apareció brevemente depositando una silla frente a él.
Wave se sentó en la silla sin miramientos cruzando las piernas y apoyando ambos brazos sobre su rodilla tratando de aparentar más confianza de la que tenía en ese momento.
— Entonces, ¿qué es lo que quieres saber? Pregunta — dijo mirándolo directamente a los tétricos ojos.
— Quiero saber dónde está esa brecha de la que me hablaste —. Fue una petición directa y sin miramientos.
— En Angel Island, cerca de Marble Garden. — comentó la chica con seguridad — Hay una extraña nave que no pertenece a nuestra realidad.
— ¿Estuviste dentro? ¿Cómo era? — a Finitevus de repente le costaba esconder su emoción.
— No te servirá de nada que te cuente que fue lo que vi dentro para serte sincera — Finitevus levanto una ceja en señal de sorpresa —. Verás, fui acompañada por otra persona y cada uno de nosotros percibía la nave de una forma totalmente diferente, y no hablo solo de la parte estética. Toda la estructura interna, pasillos y habitaciones eran diferentes según quien lo viese, aunque una de las habitaciones estaba localizada en el mismo lugar para ambos —. Mientras iba narrando recordó la espantosa sensación de estar en ese lugar nuevamente y la piel se le erizó —. Pero lo más notable no era la nave… si no la criatura — En ese momento el equidna abrió ambos ojos de manera exagerada y apretó el puño con emoción, pero no la interrumpió.
Wave le narró toda la historia solo con los detalles que consideró necesarios. Para cuando terminó, Finitevus caminaba de un lado al otro en el lugar con la mano en la barbilla pensando con excitación.
— Es increíble… había escuchado de la nave caída en Angel Island, pero nunca me imaginé que fuese algo de esa magnitud ¡Es magnífico! — Exclamó emocionado — ¡Debo ir a investigar el lugar personalmente cuanto antes!
— No creo que esa sea una buena idea — lo detuvo la chica —. Salir de esa nave es imposible a menos que tengas algo que pueda doblar, romper o licuar la realidad — aseguró recordando el agujero negro que habían usado para escapar — y no creo que tus Warp Rings funcionen como esperas allí dentro.
Finitevus la miró de reojo con cierto interés — ¿y cómo fue que tú y tu compañero lograron salir?
— Eso… eso no es algo que quiera ir ventilando por ahí — pensó que revelarle la existencia de la armadura de Krajil no sería lo más sensato — pero puedo decirte que fue usando una deformación del espacio tiempo, nada más.
Al doctor esta respuesta no le hizo mucha gracia, sin embargo no insistió en el tema —. De todos modos iré a los alrededores para hacer algunos estudios. Seguramente podré reunir datos muy interesantes — terminó mientras se ponía de pie.
— Espera un momento — lo interrumpió Wave, pero Finitevus la detuvo.
— No hemos terminado esta conversación. Continuaremos cuando vuelva — y sin darle tiempo de replicar apareció otro de los anillos portales y desapareció por él.
A la chica esto no le hizo nada de gracia. Salió corriendo por la puerta en dirección al laboratorio con la esperanza de alcanzarlo allí, pero llego en el preciso momento en que el tipo desaparecía nuevamente por otro Warp Ring. Soltó un grito de ira y le propinó una patada a un pesado equipo lo que no fue muy buena idea ya que además del enojo ahora tenía que lidiar con el dolor que sentía en el pié. Trató de calmarse un poco y pensó en aprovechar para revisar las investigaciones del doctor mientras este no estaba. Se acercó a lo que parecía ser la computadora principal y puso manos a la obra. «Si el tipo me va a ignorar de esa forma, bien puedo sacar partido de la situación» pensó para sus adentros mientras empezaba a revisar todos los archivos.
