bueno, esto inicialmente iba a ser un one-shot, pero note con sorpresa que seria demasiado largo, en especial porque esta compuesto por frangmentos y puntos de vista de diferentes personajes y mis primeras OC XD jeje, sin mencionar que este es el primer fic rosa (con un romance explicito, para que me entiendan).
este tambien en mi regreso despues de un tiempo fuera de fanfiction .w.
sin mas disfrutenlo...
cuando sales de paseo, las flores se giran para verte pasar...
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El sonido de sus pasos resonaba en la pequeña sala finamente adornada con frescas flores blancas estratégicamente puestas y ordenadas sobre las mesas y muebles, las cortinas abiertas en su totalidad para permitir que la luz de abril entrara y un fresco aroma a lirios inundara el aire.
Aun con eso no dejaba de dar vueltas por todo el lugar, ni el aroma a flores ni la alegre iluminación la alejaban de pensar en que todo saliera perfecto, porque sencillamente tenía que salir prefecto.
Hoy era el día.
Ese día que tanto esperaba desde hace tiempo, cuando por fin todo culminaría en el "y vivieron felices para siempre".
-todo saldrá bien- se auto convencía ella sola a falta de alguien más mientras se frotaba nerviosa las manos.
Las dudas la embargaron y abruptamente se detuvo frente al único espejo en la habitación, ese de cuerpo completo y de marco elegante que quedaba en medio de la puerta y la ventana, en medio de la habitacion.
¿Estaba bien vestida?.
Palpo levemente la abultada falda de su blanco y largo vestido apenas decorado con un fino listón en rojo vivo a la altura de su cintura y que rosaba delicadamente el ras del suelo, aunque en un principio el vestido seria por demás sencillo, solo blanco y sin ningún decorado, pero a ella no le gustaba para nada que solo fuera un blanco lizo, le era muy clishe, necesitaba algo con más estilo ,así que con la excusa de que si no le ponían algo al vestido no saldría a la iglesia, mejor que ni lo intentaran. logrando asi su cometido.
Aunque de todas formas pudo habérselo puesto así de sencillo.
Lo siguiente que inspecciono fue su cabello, especialmente esmerado por su tía, quien se excusó diciendo que era muy probable que solo esa vez la viera vestida de blanco. Así que asiendo dotes que no tenía fue que con un ejecito de productos para el cabello y distintos peines y cepillos fue que pudo, y tiene que admitirlo, arreglarlo de una forma descente. Si bien no muy llamativa, pudo hacer que se quedara en su lugar y que no se esponjara y enredara como era su problema.
Pero eso no quería decir que no odiara como se veía, ¿Qué la señora no sabía que estaba en pleno siglo 21?, no le aria mal ver una revista de modas modernas.
-se ve horrible-murmuro molesta mientras con su mano derecha rosaba la gran flor roja bien puesta y enredada en el rodete de su cabeza.
Pero el claro sonido de las campanas hicieron que despegara la vista del espejo algo asustada y que rápidamente volteara al reloj de marco plateado sobre la mesita aun lado del mismo.
5 en punto.
¡ya va a empezar y no estaba lista!. Con rapidez tomo el ramo de lirios que descansaba a un lado del reloj y se acomodó la falda del vestido aunque esta no estuviera desacomodada.
Con un leve taconeo por su igualmente esmerado calzado fue que salió con un paso rápido y serró la puerta de la habitación tras de ella.
-qué lindo lugar- la señora de gran sombrero color salmón que le tapaba casi todo su rostro. tomo asiento justo atrás de la tercera fila a la derecha. Se veía muy contenta mientras inspeccionaba todo el lugar, la bella arquitectura barroca relucía acompasada por las antiguas imágenes religiosas puestas al filo de las ventanas que dejaban entrar toda la luz de esa tranquila tarde de abril en la espaciosa iglesia que empezaba a llenarse de gente.
-ni que lo digas- su compañera de la derecha se abanicaba mientras aspiraba un poco del fresco olor de lirios que cubría el aire. Unos cuantos mechones rubios decolorados por el tiempo se sacudían al batir de su abanico de mano.- es un digno recinto para celebrar tan esperada unión.
-carlota, ¿de dónde sacaste eso?- sorprendida por la repentina fase poeta de su gemela dejo de ver la arquitectura para mirarla inquisitiva.
-¿Qué?- igual de extrañada dejo de ver a los alrededores para verla a su lado sobre su hombro, cuidando la postura altiva que su madre tanto les educo.
-¿desde cuándo sabes el significado de "digno" y "recinto"?
Molesta empezó a abanicar un poco más fuerte mientras abría y serraba la boca cual pez fuera del agua indignada- claro que se el significado de esas palabras ¡y de muchas más!, ¿por quién me tomas?.- la insultaba con semejante declaración, ¡ella era muy culta!, y ni su querida hermana mayor podría tacharla de lo contrario.
-por la misma mujer que confunde "andrógino" con "hidrogeno"- soltó obvia.
-¡por favor!, una comete un simple error disléxico y no se lo dejan olvidar nunca-en especial si se trataba de su gemela, que no perdía error alguno para echárselo en cara.
-claro, si solo fuera un simple error como tú dices-volteo su mirada al lado contrario con sorna asiendo que su sombrero golpeara levemente la nariz de su hermana menor.-y que no sucediera tan a menudo como siempre.
-¿y qué tal tú?- viendo que su gemela la ignoraba se volteó completamente sin dejar de abanicarse- ¿quieres que te recuerde el pequeño incidente en el barco por nuestro tour en Europa?.
La otra se sobresaltó en su asiento al recordar semejante bochorno- ¡eso no tiene nada que ver! Era joven e ingenua.
-si claro- sarcástica ahora fue ella quien volteó la mirada sin dejar de abanicarse- que la pobre e inocente carolina no sabía lo que enviene de passer la niut? significaba.
-ya verás tu vieja amargada- avergonzada por el recuerdo y de que lo atreviera a decir en voz alta le dio un pequeño empujón que hizo que la otra se desestabilizara un poco en su asiento.
-¿a quién le dices vieja amargada? , ¡Anciana con mal gusto!-le devolvió el empujón ocasionado que su gran sombrero cayera a un lado y que la que sería la mayor enrojeciera de enojo.
Todos los presentes empezaron a ver con nerviosismo como la discusión de señoras empezaba a calentarse notoriamente.
Aburrido empezó a caminar por la acogedora habitación decorada muy sobriamente, con apenar unas cuantas flores sobre los antiguos muebles de madera oscura, y las cortinas dejando entrar la tranquila luz, y no hay que olvidar el aroma a lirios que no hacía más que tranquilizarlo y hacer que quisiera dormir.
Pero no podía hacerlo, por más aburrido que estuviera no podía desenfocarse de la situación.
Hoy era el día.
El día que esperaba desde hace tiempo, en el que por fin acabaría su pesadilla.
Si, una pesadilla con nombre y apellido que no dejaba de hostigarlo para que todo estuviera perfecto.
Y cuando decía perfecto, era exactamente eso. Ni llegada tarde, ni otro color que no combine con el vestido, ¡y ni se diga de interferir en cualquier otra forma que no estuviera escrita en las tarjetas!.
Porque si, le dio tarjetas.
En las cuales especificaba que hacer y hasta que decir, y pobre de el si se le olvidaba algo de eso.
-no estoy casado y ya soy su esclavo-se auto lamento mientras se dejaba caer en uno de los dos igualmente elegantes asientos que había en esa habitación tan bacía.
Solo esperaba que no se hubiera arrugado mucho su traje. No le apetecía que la fiera le sermoneara sobre lo importante que era lucir bien ese día, no quería oír de nuevo esos "párate derecho", "no vayas a interrumpir al padre con unas de tus tonterías", y su favorita: "ni se te ocurra llegar tarde a la iglesia".
No dejaba de repetirle eso último, parecía un perico del demonio que lo seguía día y noche con lo mismo. Entendía que era un día importante para ella, aunque a él le diera igual.
Porque no entendía por que gastar tanto en una fiesta tan llamativa e innecesaria.
Pero en especial le molestaba el hecho de tener que levantarse desde temprano solo para esperar infinidad de tiempo, para al fin de cuentas estar parado como idiota al filo de un altar con un traje por demás incomodo enfrente de un montón de gente que ni conocía y no volvería a ver en su vida.
El porqué de que ese día fuera tan especial le era desconocido, aunque su tío le dijo que eso, al final del día se sabe.
" ¿la razón de que el pobre diablo haga eso?, es más sencilla de lo que imaginas"
Eso le había dicho antes de des peinar su cabello como si fuera un niño pequeño, haciendo que molesto volviera a peinarse.
Con el trabajo que le costó que su cabello no se alborotara.
El sonido de un toquido insistente llamo su atención y disconforme se levanto cansino de la silla que se le apetecía muy cómoda al notar que el toquido no pararía.
Ya al abrir la puerta se topó con una pequeña figura, parada rectamente con los brazos cruzados sobre su pecho y con un taconeo del infierno que claramente le decía "estas retrasado", aunque el sabía que no lo estaba.
-¿Qué quieres?- ¿ya les había dicho que su pesadilla tenia nombre y apellido?, pues bien, falto comentar que no solo su apellido era de renombre y ella era la heredera de una de las más grandes franquicias de abogados enemiga mortal de la de su familia, también cabe mencionar que era una enana del demonio con una lengua demasiado filosa para su edad y con un arraigo anormal a un oso de peluche horrible al que llamaba hambo.
Ho si, su peor pesadilla se llamaba marceline abadeer.
alias el engendro del mal.
-¿Qué quiero?, que traigas tu holgazán trasero a la iglesia-lo veía como si lo quisiera matar y no dudaba que en algún momento después de que todo terminara así lo hiciera.
-mira enana- molesto de que esa molesta niñita de 8 años lo tratara como si fuera superior a el salió por completo de la habitación destinada para la espera del novio y que el uso en un intento de escape.- será mejor que cuides como te diriges a mí. Ya te he aguantado lo suficiente, pero no dudes en que si cruzas el limite te tirare sin ningún remordimiento desde lo más alto de las escaleras-intentando ser más intimidante y que su punto quedara claro fue acercando su cara a la de la menor- y créeme que se cómo hacer que luzca como un accidente.
-huy que miedo me das- se burló mientras movía juguetonamente sus hombros- ¿Qué crees?, yo también tengo mis métodos, unos muy dolorosos. Recientemente mi primo me enseño como hacer una llave de lucha mexicana que te dejaría tirado en el piso sin oportunidad de levantarte como por dos semanas.
-eso es mentira-estaba seguro, principalmente porque dudaba que el pequeño y delicado cuerpo de la pelinegra de ocho años pudiera hacerle algo a él, un niño de 10 años cinta verde en taekwondo.
-¿quieres probar?- lo reto sin ninguna pisca de miedo mientras ponía ambas manos en su cintura sin soltar el ramo de flores que recientemente notaba, junto con esa llamativa y ridícula flor roja en su relamido cabello.
No pudo evitar reírse en su cara- se ve ridículo- le dijo señalando la flor. Mientras ella se sonrojaba de la vergüenza y apretaba con más fuerza las flores.-pareces un mal intento de florero.- pero dejo de reír cuando sintió un no tan fuerte golpe en su cabeza proveniente del ramo de lirios que la niña uso como "arma". Solo pudo lograr que estas se deshicieran y unas cuantas se enredaran en su cabello, pero no causo más daño que eso. Así que volvió a reírse de ella.
-ya cállate Marshall- indignada y con las mejillas sonrojadas se dio la media vuelta sin soltar el desecho ramo de lirios que seguía desojándose a cada paso que daba, haciendo que un camino de los pétalos la siguieran por el alfombrado pasillo rumbo a la capilla.
El mayor dejo de reírse pero no así de sonreír mientras se quitaba los restos de las flores de su cabello que quedo desarreglado de nuevo.
Se encogió de hombros. Bueno, al menos pudo decir que de verdad intento arreglarse decentemente.
-¿adónde vas?- le pregunto al notar que ya no estaba frente de él y ya llevaba un buen tramo adelante en el pasillo.
-¿adónde crees tonto?, a la capilla, la boda esta por empezar- solo se detuvo para responderle mientras lo veía sobre su hombro derecho. Y sin más empezó a caminar de nuevo dejando tras de sí el camino de pétalos.
Y por un momento a Marshall le pareció que Marceline si parecía una niña de las flores, aun aunque todo ese tiempo le dijo que sería una horrible por su naturaleza anti femenina. Sin embargo y debía de admitir, que si le quitaba esa horrible flor y dejaba su corto cabello suelto, si sonriera más y gritara menos, podría admitir que se veía realmente linda, mas al ver como ese bombacho vestido blanco desaparecía tras un fresco rastro de lirios.
-¿te quedaras ahí como tonto, o tendré que ir por ti de nuevo?- la molesta voz infantil resonó entre el pasillo asiendo que el momentáneo delirio del moreno desapareciera.
Por favor, ¿ese engendro como algo lindo?, de seguro fue un mal espejismo de su joven mente.
-¡¿Qué esperas?!-
-¡ya voy!-
esto fue todo por ahora, cabe mencionar que seran capitulos cortos, mas o menos como el largo de este (si es que se me ocurre mas, pondre mas XD).
otra cosa, para los que les guste esta pareja y no me hayan leido antes, le comento que tengo en mi haber otro fic marcelee, se llama marceline in wonderland.
fuera de eso, nos vemos ala proxima :D
