Hola, escribí esta historia porque, bueno era una idea un tanto loca que se me ocurrió, y pues no me la podía sacar de la cabeza y comencé a escribirla, la verdad está muy larga y no sé que opinen ustedes, si se tomarían un tiempo para leer esta loca idea mía, planeo darle continuación, claro que serán más cortos los capítulos.
Sin más me despido y agradezco el tiempo que se tomen para leer esta historia, en algunos momentos el personaje estará fuera de su carácter habitual, pero bueno ustedes son quienes juzgan, para yo poder aprender y mejorar.
Los personajes de Maria Holic no me pertenecen sino a Minari Endo, solo los use para mi loca historia.
Hoy por fin seria el día en que ella, se despediría de aquella escuela que abrió sus puertas para que estudiara y conociera a su verdadero amor, lo cual no logro; si quizás parezca decepcionante, que una linda joven no pueda encontrar a la persona destinada para ella, pero en este caso, le resulto imposible lograr ese cometido.
Se preguntaran ¿por qué?, muy sencillo, uno la escuela es solo de chicas; dos ella le teme a los hombres; tres es una pervertida; y cuatro pero no menos importante, descubrió el secreto de un chico que se travestía como mujer para estar en esa escuela, - lo cual le costó un gran precio, ya que por sus pésimas bromas, la hacía pasar por situación poco prometedoras – pero aun así con todo lo que tuvo que pasar, descubrió que aquel chico no es tan malo después de todo – bueno ni tanto pero que se le va a hacer – en fin hoy en este día de primavera se despediría de la escuela Ame no Kisaki, que fue testigo de sus alegría y tristezas – también de sus innumerable sangrados nasales – hoy ya era una graduada de esta escuela.
- Querida madre que estas en el cielo, hoy tu Kanako ya se gradúa de Ame no Kisaki, sabes es triste despedirse de este lugar, al fin y al cabo tuve buena experiencias, pero lo que más me entristece es que ya no podre disfrutar de esta vista de hermosas y delicadas doncellas ya no podre admirarlas y… - antes de que siguiera con sus platicas rutinarias con su madre en el cielo, recibió un fuerte golpe por un libro. - ¡Matsurika-san!, ¿Por qué me arrojas un libro?
- Kanako-sama, comenzaba a tener otra de sus fantasías, por lo cual me vi en la penosa necesidad de arrojar uno de los mejores ejemplares de libros sobre las joyas más valiosas de este siglo.
- Deja de hablar con ella Matsurika, esta cerda no entiende, del valor comercial de las joyas, además que fue una pérdida de tiempo, ya vámonos que se nos hará tarde.
- Entendido Mariya-sama. – ignorando que Kanako se encontraba aun en la habitación las dos salieron rumbo a la auditorio, aunque igual para Kanako eso era una falta de respeto, después de dos años de tener que vivir con ellas, así la tratan, en especial el soportar las situaciones comprometedoras que ese travesti pervertido la hacía pasar, como lo odiaba, en especial porque siempre la engañaba, usando su dulce voz y apariencia de chica buena, a veces si podía ser un poco desesperante, ese loco travesti, pero hoy, hoy ya no se dejaría intimidar, al fin y al cabo era su ultima día en Ame no Kisaki, así que debía disfrutarlo, por el poco tiempo que este durara.
- Oh bueno, hoy es un gran día, así que debo ir a ver por última vez a todas estas bellezas, que ya no estarán juntas de nuevo – y como alma que lleva el diablo salió corriendo, pero antes de salir del dormitorio de chicas se encontró con la líder de dormitorio barriendo.
- Miyamae-san, ¿vas al auditorio? – pregunto "dios", y a su lado se encontraba su perro Yonakuni, con un lindo traje de graduación.
- Así es líder de dormitorio.
- Ya veo, es una alegría el poder haberte graduado no es así Miyamae-san, a pesar de siempre reprobar lograste graduarte. – ella le sonreía a Kanako, a pesar de que la mencionada, se sentía más deprimida que feliz – ya que no importando todo su esfuerzo de alguna manera siempre reprobaba – así que Kanako solo asintió – Miyamae-san, ¿tienes un regalo de despedida para "dios"?
- Un regalo…- se encontraba nerviosa – vera yo…
- Acaso has olvidado comprar un regalo para "dios", eso es…
- ¡No!, e…espera, yo si compre un regalo, p…pero pensaba d…dártelo d…después….
- ¡Enserió!, no mientes verdad Miyamae-san…
- No, como crees, espera iré por el – rápidamente Kanako entro al dormitorio, dirigiéndose a su habitación, tomo una gran caja que se encontraba bajo su cama, y otra vez se dirigió a la entrada principal donde se encontraba "dios" – a-aquí t-ti-tienes, e-es-espero t-te guste
- ¡Muchas gracias!, veamos que será – al comenzar a quitar el envoltorio, Kanako se encontraba bastante nerviosa, por dos razones, uno esperaba que le gustara y dos se estaba perdiendo el momento de poder ver a todas sus hermosas doncellas de Ame no Kisaki. – M…miyamae-san, esto…es… - Kanako, quería salir corriendo, en el momento en que "dios", la vio directo a los ojos, con una mirada asesina.
- Y…yo…lo...sien…
- ¡Me encanta!, es el mejor regalo que pude recibir, me gustan mucho los libros de misterio y terror, aunque me encanta más este teléfono celular…
- Dijo t…teléf...teléfono celular… - ella recordaba solo haber comprado ese extraño libro de historias fantasmagóricas, que en la noche se movía un poco y por lo cual no pudo dormir durante todo un mes. – disculpe líder de dormitorio, pero, ¿podría verlo?
- Claro Miyamae-san mira. – la expectación en el rostro de Kanako era más que obvia, ya que ese teléfono, era no solo nuevo, sino que ella lo había recibido como regalo de su padre, por haberse graduado de Ame no Kisaki – es justo el que quería, gracias Miyamae-san, eres tan amable con "dios".
- P…pero yo, es que no entiende vera ese teléfono… - pero antes de seguir vio otra vez aquella mirada de asesino que a veces mostraba cuando se enfurecía. – yo… me alegro que le guste, es solo que esto, no es suficiente comparado a lo que ha hecho por mí para ayudarme a pasar mis exámenes, estoy muy agradecida líder de dormitorio. – como no iba a estarlo, cada vez que reprobaba la enviaba a estudiar a una sala muy extraña, donde parecía que estudiaba un año, además de ver por 4,370 min sin parpadear la historia japonesa. – muchas gracias por no darse por vencida conmigo. – trataba de sonar convincente y que no tuviera que recibir el castigo de "dios" por hacerla enojar, pero en vez de eso, vio como ella comenzaba a llorar.
- Q..que hermosas p…palabras Miyamae-san, sin duda eh hecho un gran trabajo contigo, me siento tan orgullosa, b…bueno creo que es hora de que te vayas al auditorio, a pesar de que hoy es tu ultimo día, debes ser responsable, demuestra lo que has aprendido de "dios". – ella entro al segundo dormitorio dejando a un muy desconcertada Kanako, porque sin importar que, su líder de dormitorio a veces tenia extraños cambios en su comportamiento, agito su cabeza en negación y salió corriendo del lugar, sabía que no debía perder tiempo, sino seria la hora de la ceremonia y ya no tendría tiempo de ver a todas – según ella – hermosas y delicadas doncellas.
- La líder de dormitorio me retuvo demasiado tiempo, que no alcanzare a ver todo, que puedo hacer, mmm… lo tengo primero iré a ver la piscina quizás el equipo de natación quiera hacer una despedida de sus miembros, después iré al club de tiro y finalmente al auditorio para ver a todas las bellezas de mi generación y las lindas chicas que recién acaban de entrar, - comenzaba a tener otra de sus fantasías con un montón de chicas a su alrededor, lo cual provoco su típico sangrado nasal, iba tan metida en sus pervertidos pensamientos, que no se percato de que alguien se le acercaba.
- ¡tu actitud es vergonzosa! – sorprendida Kanako volteo a ver quién era esa persona que le gritaba.
- ¡¿Miki-tan?!, no pensaba verte por aquí.
- Sorprendida ¿por que?, sabes que yo estudio aquí desde el año pasado.
- Es verdad, solo que, como perteneces al club de tiro , pensé que estabas en el dojo, haciendo una fiesta de despedida para Yuzuru-san.
- La fiesta es hasta después de la graduación.
- Ya veo, bueno entonces creo que seguiré mi camino, debes estar muy ocupada y no quiero molestarte, hasta luego Miki-tan. – Kanako se despidió de su hermana menor, pero antes de continuar su camino. –
- Hoy te gradúas, ¿verdad?
- Si, ¿por qué?, eso ya lo sabes.
- Sí, pero, eso significa que ya no serás la compañera de cuarto de Mariya-san.
- Sí, pero, no entiendo que es lo que me quieres decir con eso, es cierto que me graduare y ya no tendré que soportar a ese tonto de Mariya.
- ¡no le digas así! – Kanako, estaba sorprendida, no solo porque su hermana le gritara sino ¿por qué defendía a ese maldito chico travestid? – sabes, me pone feliz que te gradúes y ya no estés cerca de él.
- P…perdón, creí que estarías triste porque tu hermana se va.
- B…bueno, si lo estoy, pero ta…también me alegra que…
- ¿Qué te alegra Miki-tan?
- Q…que tu… tu ya no estarás cerca de Mariya-san. – la expresión en la cara de Kanako era mas de confusión e incredulidad, porque aun, su pequeña y tierna hermanita menor seguía enamorada de aquel tipejo. – a…así que escúchame Kanako, y…yo aprovechare esta oportunidad para estar más cerca de Mariya-san y ga…ganarme su corazón, entiendes, tu no me vencerás.
- Es…espera Miki-tan, d…déjame entender, tú crees que me gusta ese tonto de Mariya, sabes que él es un hombre, yo no estoy ni siquiera un poco atraída por él. "aunque él se vista como una chica, y a veces me engañe, el sigue siendo un hombre"
- Tu no, pero el si esta…. – antes de seguir vio como Kanako cayó al suelo, asustada se acerco a su hermana y vio que ella, ella se estaba riendo.
- Jajaja…, que cosas d-dices, c-como crees eso, Miki-tan a-acaso has visto alguna novela, jajaja…
- No te rías, yo se que él está interesado en ti, yo eh visto como te ve el…
- Sí, yo sé cómo me ve él, el me ve como si yo fuera una simple basura o despojo humano, pero a eso de que me ve con amor, Miki-tan eso solo sucedería si volviera a nacer. Lo eh conocido lo suficiente en estos dos años, como para decirte que el único sentimiento que tiene por mi es el de odio y unas enormes ganas de acecinarme, solo por saber quién es en verdad.
- No creí, que pensaras eso…
- No es lo que pienso, es lo que eh vivido y el ha hecho, bueno ahora si me voy, tengo muchas chicas lindas que ver y… quiero decir, aun tengo que ir al consejo estudiantil, adiós Miki-tan, te veo en el auditorio.
- Hasta luego Kana-nee chan. – con su despida Kanako corrió lo más rápido que podía, ya que no quería perder ni un solo minuto, porque quería apreciar al máximo la última vez que podía ver a tantas chicas juntas, su primera parada fue la piscina, pero, oh gran sorpresa no había nadie, ni lindas chicas en traje de baño escolar, ni despedida de miembros del equipo de natación, solo estaba la piscina sola si nada alrededor, Kanako cayó en decepción, por no tener, según ella, la satisfacción de ver por última vez a tan lindas jóvenes en bañador, un poco cabizbaja se dirigió al club de tiro, quizás tendría la oportunidad de verlas a todas en su haoris, haciendo algunos últimos tiros, nuevamente su esperanza fue renovada y salió corriendo para ir a verlas a todas, pero con toda la emoción que llevaba, no se fijo que en su camino, había una gran piedra la cual la hizo resbalarse, provocando que perdiera el equilibrio y fuera a dar directo al suelo, cerró los ojos esperando el tremendo golpe que estaba segura se daría, pero este nunca llego, en vez de eso, sentía como algo rodeaba su cintura y se encontraba apoyada en algo suave pero firme, cuando abrió los ojos se encontró con otra mirada que le recordaba un poco a la de Matsurika, excepto que esta era un poco más alegre, que la que poseía la sirvienta de su verdugo personal, estaba muy metida en sus pensamientos, hasta que, la voz de esa persona – que la salvo de darse un buen golpe – la saco de sus pensamientos.
- ¿Estás bien Kanako-sama?
- R…rindou-san…. – ahí fue que reacciono – "espera un momento si él fue quien me salvo eso significa que…" ¡NO, LA URTICARIA! – ella se soltó del mayordomo, cayendo en lo que parecía una trampa, mientras sufría por la urticaria.
- Jajaja… que graciosa Kanako-sama, siempre caes en mis trampas, aunque esta fue para que Mariya-sama cayera en ella.
- A mí no me importa que lo quieras atrapara pero, ¡¿Por qué las pones en Ame no Kisaki?!
- Que, ¿por qué?, mmm… porque así sería más fácil capturarlo.
- Pero así también las alumnas, saldrán lastimadas, no ves que yo estoy lastimada, ¿qué acaso, no te importa lo que le pasa a los demás?
- No, ya que a donde sea que persiga a Mariya es mi campo de batalla.
- Como sea, no me importa, siempre Mariya me mete en extraños líos, y ahora ya no quiero meterme en mas, lo mejo será salir de aquí…
- Déjame ayudarte Kanako-sama…
- ¡NO!, no te acerques, si me tocas me saldrá urticaria, yo puedo salir sola. – así que como pudo Kanako salió de aquella trampa destinada para Mariya. – e-eso, fue m-muy d-difi-difícil…
- Hubiera sido más sencillo, si dejabas que te ayudara, una pregunta Kanako-sama.
- Si que quieres Rindou-san…
- ¿sabes donde esta Mariya-sama?
- Si, fue al auditorio para terminar con los preparativos de la ceremonia de graduación y….
- ¡Entendido!, ahora sé dónde está el objetivo, muchas gracias Kanako-sama
- ¡Alto ahí!, ¿A dónde crees que vas? – ella lo miro directo a los ojos. - ¡ahí no!, no, tu no iras a poner tus trampas en la escuela, y mucho menos en el auditorio.
- Ya te lo dije Kanako-sama, este ahora es mi campo de batalla.
- Me importa un comino, no puedes ir para haya, lastimaras a todas con tus locas trampas, ya madura por dios. – por decir eso Kanako se gano una mirada como las que Matsurika le da a veces. – t…tranquilo… yo creo… que…
- ¡Kanako-sama!, ¿quieres participar también? – aun temblando por el miedo Kanako negó, ya que esto no podía estar pasándole a ella, estaba decidida a que este día no quería problemas, y menos con un hombre, a su parecer no había salida de esa situación hasta que escucho una voz que venía de lo lejos, que llamaba al mayordomo.
- ¡Rindou!, por fin te encuentro, te eh estado buscando por… oh, Kana-chan, que alegría verte, ¿Qué haces por aquí?
- Yo… este… solo daba un último paseo.
- Vaya, que bueno, dime acaso Rindou te ha causado problemas.
- N… ¡no!, el solo me platicaba de….
- ¿De qué Kana-chan?
- De que, quiere capturar a Mariya, aunque yo le dije que hacerlo aquí es peligroso y puede lastimar a las alumnas. – el mencionado solo bufo
- Tienes razón Kana-chan, Rindou deberías dejar este juego que tienes con mi nii-chan.
- ¿Por qué debería hacerlo?, a donde quiera que valla Mariya-sama, yo lo seguiré , porque donde el este, es mi campo de batalla – detrás de él comenzaban a aparecer campos de guerra y grandes explosiones, por su parte a Shizu y Kanako se les resbalaba una gotita por sus frentes, ignorando al mayordomo y su guerra personal con Mariya,
- Kana-chan, hoy te gradúas verdad.
- Si, hoy es la ceremonia en el auditorio de Ame no Kisaki
- Ya veo, muchas felicitaciones Kana-chan – dijo Shizu brindándole una cálida sonrisa y un gran abrazo, provocando en Kanako otro de sus muy habituales sangrados nasales, y asustando a la pobre de Shizu. - ¡ah, Kana-chan!, ¿estás bien?, reacciona ¡Kana-chan!
- S…sonrisa…bella, ángeles alred…dedor, p…paraíso c…celestial ejejejeje….
- ¡Rindou, ayúdame!, creo que Kana-chan muere…
- No está muriendo, solo tiene una extraña alucinación, pero enseguida me encargo de despertarla. – Shizu solo se le quedo viendo un tanto sorprendida e incrédula, como haría para que despertara, lo único que su mayordomo hizo fue acercar su mano a la cara de Kanako, lo cual para Shizu fue una simple acción, pero para Kanako era el remedio perfecto para despertar.
- ¡u…urti…urticaria! – con eso Kanako se levanto tan rápido que casi cae en el agujero que Rindou cavo para Mariya, pero alguien la jalo del brazo para que no cayera, cuando giro para agradecerle, vio que era otra vez Rindou, lo cual provoco que por el susto se soltara de manera muy brusca cayendo de nuevo en el hoyo.
- ¡Ah!… ¡Kana-chan! ¡¿estás bien?!
- L-lindas y d-dul-dulces doncellas- la pobre Kanako cayó al hoyo, mientras sangraba de la nariz con otra de sus alucinaciones, esta vez fue Shizu que con ayuda de su mayordomo saco a Kanako.
- ¿Rindou, crees que este bien? –dijo Shizu que veía muy preocupada a una inconsciente y desangrada Kanako.
- No lo sé Shizu-sama, que tal si la toco, eso funciono la ultima vez…
- ¡NO!, espera Rindou, si haces eso se asustara y volverá a caer en el hoyo.
- Entonces qué solución propones Shizu-sama.
- Mmm… iré a traer unas cosas y la curaremos aquí, si la llevamos a la enfermería, no creo que podamos explicar cómo se golpeo, iré rápido, tu quédate aquí y cuídala entendido.
- A la orden Shizu-sama. – ella salió corriendo lo más rápido posible dejando a su mayordomo con la noqueada Kanako. – bien entonces será mejor que la recueste en otro lado sino llamara aquí mucho la atención. – por lo tanto al cargo como costal de papas, colocándola boca arriba en una banca que se encontraba cerca, mientras esperaba comenzó a formular planes de cómo podría atrapar a Mariya y en qué lugares sería perfecto para poner trampas, tan metido estaba en sus pensamientos, que no se percato de que Kanako comenzaba a despertar.
- ¡AUCH!, ¿Qué fue lo que me paso?, ¿Por qué tengo sangre en la cabeza? - mientras Kanako continuaba quejándose, escucho los sonidos de la campana de la iglesia que anunciaban que ya era muy tarde, provocando que Kanako se levantara, pero por el golpe cayó al suelo un tanto mareada - ¡AUCH!, s-si no llego, y-ya n-no podre ver a lindas y hermosas doncellas, vamos Kanako levántate. – lo logro se levanto y comenzó a correr al parecer su lujuria era más poderosa que cualquier dolor que tuviera en ese instante, corrió y corrió hasta que llego al club de arquería, trepo por la parte trasera, comenzando a imaginar a todas y cada una de las chicas que pertenecían a este club, pero oh gran sorpresa tampoco había nadie. -¡NO!, esto es tan injusto ¿porque se me castiga de esta manera?, yo solo quería disfrutar por última vez el paisaje que se me brindo durante estos dos años, acaso es un castigo divino ¡dios!, ¿Por qué me tratas de esta manera? – mientras se encontraba llorando de desesperación no se percato de que alguien se acercaba a ella, se dio cuenta hasta que sintió un fuerte golpe que la saco volando.
- ¿Qué estás haciendo aquí chica-yuri?
- ¡M…mariya…!
- Que repulsivo, mírate nada mas, estas hecha un asco, pero que mas puedo esperar de una cerda-pervertida como tú.
- Oye, no me llames así yo…
- Tú que… acaso venias a acosar a las chicas del club de tiro, pues malas noticias ellas no están aquí.
- Ya lo sé… como sea ¿Qué haces aquí?, ¿no deberías estar en al auditorio?
- Kanako-chan, eres muy cruel conmigo – ahí Mariya comenzó con su actuación de niña buena – yo estaba muy preocupada por mi compañera de cuarto, es doloroso que me hables de esa manera yo solo… yo solo… - y eso fue más que suficiente para que a Kanako le quedara menos sangre de la que tenía en su cuerpo.
- Un lindo y bello ángel jejeje… - mientras Kanako seguía en su mundo de ensueño yuri, Mariya regreso a ser el mismo, y Matsurika, apareció detrás de él.
- ¿al parecer la cerda, muere por desangrado?
- Acaso será, por culpa tuya, estúpido travesti
- Cierra el pico, no es mi culpa, que esta cerda sean tan fácil de engañar, como sea debemos llevárnosla de aquí, así que Matsurika ayúdame a… - escucho a lo lejos la voz de Shizu que le gritaba, Mariya volteo para ver que su hermana gemela se dirigía a donde estaba junto con su mayordomo y cargando una especia de botiquín.
- P-por fin la, encuentro, ¡Kana-chan!, santo cielo ¿Qué paso?, ¿p…por qué está llena de sangre?
- Quién sabe, los pervertidos como ella siempre sangran por tontas alucinaciones.
- ¡¿eh?!, no importa, vengan ayúdenme debemos limpiar esta sangre y vendarla, también necesitara un nuevo uniforme, este ahora está demasiado sucio, rindou, ve consigue un nuevo uniforme para Kana-chan y después me ayudaras a cambiárselo.
- Entendido Shizu-sama – más rápido que un rayo el mayordomo desapareció dejando a los demás con una Kanako seriamente desangrada.
- ¡Ey, Shizu!- le grito Mariya un poco molesto
- ¿Que sucede Mariya? – pregunto Shizu, mientras limpiaba la sangre de Kanako.
- En verdad dejaras que Rindou la vista…
- No tengo opción yo sola no puedo con Kana-chan… - Shizu volteo para ver a su hermano mayor directo a los ojos, y con una pequeña sonrisa le pregunto – o será que mi hermano, no quiere que otro toque Kana-chan verdad. – la sonrisa en la cara de Shizu se hacía más grande al ver como su hermano se volteaba y contestaba algo molesto.
- ¡Jajaja…! , no me hagas reír Shizu, yo molesto de que alguien toque a esa cerda, si que tienes serias alucinaciones querida hermana, ella solo es un mero insecto, alguien sin valor para mi, solo te lo digo porque si Rindou la toca es muy probable que vuelva a desmayarse lo que ocasionaría que no fuera a la ceremonia de graduación, no me malinterpretes, ¡quedo claro!
- Si muy claro, entonces, dejarías que Matsurika se quede aquí para ayudarme…
- Si claro, Matsurika ayuda a mi hermana a vestir a esa cerda, yo regreso al auditorio aun hay detalles que debo arreglar.
- Entendido Mariya-sama…
- Por cierto, si esa pervertida intenta algo insano con mi hermana, tienes autorización para usar la fuerza si es necesario.
- Comprendido Mariya-sama, no se preocupe, si esta cerda intenta algo con Shizu-sama despertara bajo el agua. – con esa última declaración Mariya se fue del lugar un tanto molesto, dejando solas a Matsurika y Shizu, con Kanako, que ya se encontraba vendada de la cabeza y limpia de toda la sangre expulsada.
- Matsurika-san, ¿crees que Kana-chan este bien?
- Yo creo que si Shizu-sama, el lívido de esta pervertida es más fuerte que nada. – las palabras de Matsurika dejaron un poco confundida a Shizu, y antes de seguir con su declaración vieron como el mayordomo llegaba con un nuevo uniforme para Kanako.
- Muchas gracias Rindou, Matsurika ayúdame a llevarla dentro del dojo ahí la vestiremos. – así que como pudo Shizu con la ayuda de Matsurika levantaron el cuerpo inconsciente de Kanako al dojo, la metieron al vestidor dejando a Rindou fuera, para que vigilara por si alguien venia, mientras Shizu que con ayuda de Matsurika cambio el uniforme sucio de Kanako por el limpio que le ordeno a su mayordomo, ya con el uniforme cambiado, esperaron a que Kanako despertara, pasaron 10 min, hasta que ella comenzó a moverse y abrir los ojos, lo primero que vio fue a Shizu a su lado con Matsurika.
- ¿Q…que paso, Shizu-san?, ¿Dónde estamos?
- Tranquila Kana-chan haz estado inconsciente un buen rato, por toda la sangre que has perdido.
- Así es Kanako-sama, por culpa de tus pervertidas alucinaciones y sangrados nasales, nos has causado muchos problemas, deberías controlarte, a veces pienso que eres un animal salvaje. –dijo Matsurika viéndola con su típica mirada fría e indiferente.
- L…lo siento, no era mi intención causarles problemas.
- Está bien Kana-chan no es problema, dime ¿puedes ponerte de pie?
- ¡Sí! – muy despacio se levanto y se puso en pie – creo que ya me siento mejor, ya me voy no quiero seguir causándoles problemas, además ya que no vi a lindas y dulces doncellas, en su trajes de baño escolares jejeje… - Shizu solo veía como Kanako comenzaba a tener otra de sus alucinaciones, quizás Shizu se hubiera asustado pero vio como Matsurika la golpeaba con un balón de baloncesto, haciendo que Kanako se callera, lo cual preocupo a Shizu.
- Matsurika-san, ¿por qué le arrojaste un balón?
- Se me ordeno que la protegiera de esta chica pervertida, además parece que comenzaba a entrar en un estado de lascividad excesiva, así que solo la noquee, pero no tan fuerte como para causarle daños graves.
- Pero no era necesario Matsurika-san, Kana-chan apenas siquiera se estaba recuperando, mejor ayúdame a levantarla. – así de nuevo levantaron a la pobre Kanako – creo que terminara con graves secuelas – que aun se encontraba mareada pero aun así consciente.
- ¡Matsurika!, ¿Por qué me arrojaste un balón?
- Ordenes de Mariya-sama, el me dijo que protegiera a Shizu-sama de cualquiera de tus posibles ataques de lesbiana y eso es lo que hago.
- Maldito Mariya, Matsurika en primero yo no le eh hecho nada a Shizu-san, y en segundo ¿cuales ataques de lascividad?
- No quieras negar lo que es obvio, retrasada chica, tu venias aquí al club de tiro para espiar a las chicas y como no las encontraste te pusiste a renegar.
- E…eso n...no es verdad, yo buscaba a Yuzuru, para despedirme de ella, yo j…jamás haría al...algo como eso. – trato de defenderse Kanako lo cual no resulto como esperaba.
- Kanako-sama eres una pervertida sin remedio. – dijo Matsurika mientras la señalaba con su dedo, lo cual hizo que Kanako se deprimiera. – Kanako-sama, se te hace tarde para ir al auditorio.
- ¡Ah!, tienes razón mejor me doy prisa, gracias por la ayuda Shizu-san…
- ¡espera, Kana-chan!, ¿aun debes de estar mareada? no hagas tanto esfuerzo… - pero antes de seguir con su advertencia Kanako ya salía del vestidor, pero como Shizu le dijo que no hiciera grandes esfuerzos, pero como siempre ella no escucha, pero fue tanto el mareo que comenzó a ver doble y que todo el piso se le movía.
- ¡AH!, la t-tierra c-co-comienza a m-moverse… - caminando como podía Kanako trato de llegar hasta la salida o esa fue su intención ya que apenas comenzó a dar tres o cuatro pasos se cayó, y digamos que casi vuelve a caerse – si al parecer hoy no fue su mejor día, caerse y perder más sangre de lo normal en un solo día – si no es porque Rindou pasaba por ahí para informar Shizu de que no había nadie acercándose, además de que coloco algunas trampas alrededor según para capturar a cualquier intruso – más bien seria para atrapar a Mariya – que se acercara y no las encontrara, cuando entro vio como Kanako caminaba un poco raro y después se tropezaba, así que el solo la atrapo, ya que debía evitar aun más problemas.
- Vaya Kanako-sama, parece que realmente te gusta que te atrape, será acaso que por fin te gustan los chicos, jajaja…
- ¿q-que dices? "Es solo rindou que me atrapo de nuevo, ¡espera! me atrapo de nuevo, eso quiere decir que…" ¡NO, OTRA VEZ LA URTICARIA! – así nuevamente Kanako comenzó con sus problemas de pánico hacia los hombres, después de que su urticaria paso, se despidió de nuevo de Shizu, y salió rumbo al auditorio teniendo sumo cuidado de las trampas que Rindou puso "amablemente", un poco cansada y agitada llego al auditorio, donde vio a Sachi, Kiri y Yuzuru, en cuanto llego, las saludo a las tres.
- Qué bueno que ya llegaste Kanako-chan, ¿Por qué llegaste tan tarde?
- Veras Sachi-san, yo… yo… estaba dando una última vuelta antes de despedirme de Ame no Kisaki.
- Enserió, que lindo de tu parte Kanako-san, ¿debe significar mucho para ti Ame no Kisaki?
- Si, así es Yuzuru-san. Al fin y al cabo aquí pase bueno momentos y las conocí a ustedes tres, me divertí mucho aquí. – trato de sonar lo más genial y alegre posible, las tres asintieron en afirmación excepto Sachi, que comenzó a llorar y abrazo a Kanako, lo cual le iba a causar otra de sus hemorragias nasales, pero se controlo, lo mejor que pudo, ya que se prometió que ese día seré memorable y no debía arruinarlo para nada.
Después de un rato de platicas y demás la hora para entrar al auditorio y que comenzara la ceremonia de graduación casi estaba cerca, mientras Sachi, Yuzuru y Kiri, conversaban Kanako decidió distraerse un poco y ver el cielo mientras hablaba con su madre.
- "Querida madre que estas en el cielo, al parecer hoy no fue exactamente el día que había imaginado, pero aun así fue muy divertido, en cierto aspecto diría yo, la verdad es triste despedirme de todo y todas, al fin y al cabo a las tres las considero mis amigas y también a todas las otras personas que pude conocer aquí, cada una es especial para mí, aun así me entristece que no pude conocer al amor de mi vida, como tú y papá lo hicieron, quizás mi verdadero amor esta allá afuera esperándome, pero aun así no me daré por vencida, lo seguiré buscando, mamá luego te hablo de cómo estuvo la ceremonia de graduación, ya tengo que entrar deséame suerte" – así se despidió de su madre y entro al auditorio, cuando entro vio que todo estaba lleno de un lado las alumnas de Ame no Kisaki y del otro los padres, le dolió un poco que no estuviera su mamá con ella, pero aun así le alegraba saber que su padre vendría a verla, eso fue suficiente para ponerla un poco más feliz, siguió a sus amigas y cada una ocupo un asiento, aun pasaron algunos minutos para que diera inicio la ceremonia, la única que estaba ansiosa de que esto ya se terminara era Kanako, ya quería graduarse, para por fin deshacerse de aquel castigo que le fue impuesto por un sádico chico travesti, desde el primer día que llego a Ame no Kisaki, la escuela en la que quizás podría encontrar a su verdadero amor – lo cual para Kanako no sucedió – tan metida en sus pensamientos que no se percato de que cierto chico rubio la veía desde el escenario, solo esperando a que por fin saliera de la escuela y ya no tuviera que cargar con la responsabilidad de alguien tan tonta y pervertida como ella.
- ¿Deprimido, por que se va la chica yuri? Mariya-sama.
- ¡ah!, Matsurika, ¿qué haces aquí?, que no te dije que te quedaras con mi hermana.
- Si, si lo hiciste maldito travesti, pero la orden fue quedarme con ella para protegerla de la lesbiana lasciva, y ella ya no está cerca de tu hermana, si ves que está sentada por allá, estúpido.
- Cierra la boca tarada, hmp ahora solo es cuestión de tiempo para que esa cerda se largue de aquí y por fin tendré algo de paz.
- ¿Estás seguro?, yo creo que mas que feliz estas deprimido por que ella se va.
- Jajaja… de que rayos hablas, ¡yo deprimido!, por favor que sandeces son esas, en verdad crees que estoy triste porque esa bola de grasa se va, ahí Matsurika en verdad que comienzas a alucinar jajaja… -pero la sirvienta estaba más que segura que eso, era lo que sentía su amo, al fin y al cabo siempre sabe lo que Mariya piensa y esta vez no es la excepción.
- Como tu digas, travesti estúpido, me retiro tengo mejores cosas que hacer, que verte comer con los ojos a esa chica pervertida. – ella se retiro del lugar dejando a un furioso Mariya, que continuaba viendo a Kanako, si fuera por Mariya seria cierto eso de que las miradas matan, porque como veía a Kanako parecía que la quería matar una y otra vez si, como si quisiera hacer una gran tortura, y así hubiera seguido, si no fuera porque le hablaron.
- Shidou-san, ya es hora, ya debes salir al escenario para que des inicio a la ceremonia.
- Entendido, ya voy, te agradezco que me avises. – Mariya salió para dar inicio a la ceremonia de graduación, - comenzó dando un pequeño discurso de introducción, todas se conmovieron por las palabras de Mariya, y la manera en como tomaba la situación.
- En verdad Mariya-san, es muy linda.
- Ella es tan madura.
- Es una suerte que ella se al presidente del consejo estudiantil.
- Cierto, después de que Ayari-san se graduara, fue una gran decisión de que Mariya-san se convirtiera en la nueva presidenta del consejo estudiantil – así continuaron uno tras otro los comentarios de lo genial que Mariya es, solo Kanako conocía como era realmente aquel chico travesti, cuál era su verdadera naturaleza, pero que podía hacer, si revelaba el secreto ella tiene por seguro, que ese loco chico sádico se encargaría de cómo torturarla después de salir de la preparatoria.
Después a cada estudiante se les dieron sus papeles de graduación, algunas derramaban unas cuantas lagrimas, no solo por la escuela que dejaban, sino también por los maravillosos recuerdos que en ella formaron, había tristeza y alegría en ese momento, excepto para Kanako, la cual se encontraba mas perdida ya que con cara de tonta veía como pasaban una y otra chica, que iba a recoger su certificado de graduación, pero eso no fue lo peor, ya que por azares del destino muchas llevaban falda corta, oh dios esa fue la perdición para Kanako, ya que a cada una las veía con una mirada de lascividad y lujuria más grande que cualquier otra, así hubiera seguido si no es porque Sachi le hablo.
- Kanako-chan ¿estás bien, tu nariz comienza a sangrar?
- ¡hay no!, cielos, no tengo un pañuelo…
- Tranquila, Kanako-chan, en mi bolsillo tengo uno, aquí tienes. – como siempre la dulce y amable Sachi, estaba para arreglar los problemas de la nariz de Kanako.
- Gracias Sachi-san… - pero antes de seguir con sus agradecimientos fue el turno de Kanako, para subir e ir por su certificado. - ¡Aquí estoy! – subió uno por uno los escalones algo nerviosa, se dirigió a donde se encontraba su maestra recibió el documento y un gran abrazo de su parte, lo cual provoco que la poca resistencia que a Kanako le quedaba, estuviera descendiendo mas – la verdad de la resistencia que Kanako tiene, con el contacto femenino es muy poco, así que imagínense – trato de evitar el sangrado y como un robot camino hasta su asiento en donde dejo sus papeles y le dijo a Sachi que necesitaba despejarse un poco, salió corriendo del auditorio hasta llegar del otro lado de este donde por fin pudo liberarse de la presión concentrada. - ¡AH…!, esto es demasiado para mí ya no puedo resistir, no puedo resistir el querer tocar, abrazar y estrujar a cada una de esas chicas, tan lindas, adorables, delicadas, todas unas bellas flores en este jardín de lo prohibido, ¡ah!, dulces y encantadoras doncellas que salen hoy para convertirse en las mujeres del mañana, ¡oh, mis preciosas chicas, por favor tengan cuidado en este mundo!, deben cuidarse de aquellos seres que se esconden entre las sombras y esperan el momento perfecto para atacarlas y quitar de ustedes la pureza de sus cuerpos… sus cuerpos bellos y perfectos que fueron esculpidos por Venus, jejeje… - la cara de Kanako comenzó a ser la de una completa pervertida, que se reía por cualquier cosa y comenzaba a tirar grandes cantidades de sangre – quizás la poca que le quedaba – y así hubiera seguido hasta quedar completamente seca, si no es porque Mariya la siguió y le arrojo una gran roca.
- ¡OYE, CONTROLATE CERDA! – le dijo siendo el mismo.
- ¡Mariya!, ¿Por qué me estas siguiendo?
- Solo para confirmar, que ni un solo día puedes controlarte cerda-pervertida, ya decía yo que… - pero antes de seguir hablando - para hacer sentir peor a Kanako – noto como ella lo veía algo molesta, lo único que ella hizo fue limpiarse la sangre de su nariz e irse de nuevo al auditorio, lo que provoco que Mariya se enojara. - ¡Hey!, ¿A dónde crees que vas?
- Al auditorio, que no es obvio…
- No me refiero a eso ¡cerda!
- Entonces… la verdad es que no te entiendo y no me importa tampoco…
- Jajaja… acaso la cerda quiere hacerse la importante, que intentas demostrar cerda-estúpida yo el gran Shidou Mariya te…
- Lo que digas, hoy no eh tenido el mejor día sabes, y estar soportándote me es aburrido ahora, así que hasta luego Mariya-chan. – esa fue la gota que derramo el vaso, ahora si Kanako logro enfurecer Mariya, así que con paso fuerte se acerco a la chica la tomo del brazo de manera muy ruda para hacerla girar y darle una fuerte bofetada, lo cual dejo a Kanako en shock, para después volver en si por la urticaria.
- Escúchame bien, tu eres una cerda-pervertida, nada más que un despojo que no debió entrar a Ame no Kisaki, y me alegra que por fin hoy te largas y tendré tranquilidad… - antes de seguir también recibió una bofetada por parte de Kanako.
- ¡cállate!, yo también estoy harta, por tu culpa nunca disfrute mi estadía aquí, a mi en verdad me alegra que por fin me aleje de ti maldito travesti, ¡TE ODIO! – dicho eso, se retiro del lugar dejando a un sorprendido y molesto Mariya, lo único que le molestaba Kanako era tener una extraña sensación de opresión en su pecho después de lo que Mariya le dijo, tratando de olvidar un poco eso, entro de nuevo al auditorio y se fue a su asiento.
- "ese tonto Mariya, me toco y no solo eso me abofeteo, quien se cree ese tonto como lo detesto…"
- Kanako-san, ¿estás bien?, ¡dios mío!, ¿Qué te paso en la mejilla?
- No…no… nada importante Sachi-san, solo un golpe que me di ahorita que salí
- Segura, se ve algo grave…
- ¡estoy bien!, solo un golpecito sin importancia… ¡ah!, ya termino la entrega de certificados verdad. – dijo Kanako para cambiar la conversación y no tener que dar explicaciones a Sachi.
- Si, ahora toca el discurso de la representante de tercer grado.
- Ya veo la repre… "espera representante, ósea yo", p…pero Sachi-san creí que lo haría la mejor alumna de este año.
- Pues sí, pero cuando no estabas te vinieron a buscar y me preguntaron por ti, yo les dije que estabas afuera tomando algo de aire fresco, después me dijeron "cuando vuelva, dale esto – dijo Sachi entregándole un papel a Kanako – y dile que ella dirá el discurso final y lamente las molestias" – Sachi, sonriéndole de la mejor manera Kanako que se encontraba en shock.
- P…pero… yo no… - antes de terminar escucho la voz de Mariya que hablaba por el micrófono, llamándola para dar unas últimas palabras antes de despedirse por completo de Ame no Kisaki. – si… ya voy… - cuando Kanako llego y tomo el micrófono Mariya le susurro "buena suerte chica-yuri, la necesitaras", lo cual puso mucho más nerviosa a Kanako. – yo… este… "alguien ayúdame ,que hago, ya se la hoja eso usare" – pero cuando comenzó a leer la hoja, no era justamente el discurso que esperaba, ya que esta hoja solo era una lista de insultos para ella, al parecer todo lo que había hecho en esos dos años en Ame no Kisaki, estaba segura que fue ese desquiciado chico travesti, arrugo la hoja y vio de nuevo al gran numero de chicas que la veía – en otro momento ella disfrutaría el que muchas chicas la vieran, pero ahora, se encontraba en una situación contraria – , se percataba de cómo toda la atención en ese momento era solo para ella, y se cometía un error estaría gravado en su memoria por siempre, así que este era el momento para tomar las decisiones. - ¡hola!, ¡buenos días!, algunas de ustedes me conocen, pero otras no, para las que no me conocen, mi nombre es Miyamae Kanako soy de 3° A y represente de los terceros, y se me ha encomendado la responsabilidad de darles a ustedes el discurso final de graduación.
- Ciertamente cuando yo entre a esta escuela, me maravillé de lo grande y esplendorosa que es, un lugar hermoso destinado para la educación de todas nosotras, y no solo eso también donde nos enseñan lo valioso que es tener o no una creencia, aunque esa fue una lección que aprendí de la anterior presidente estudiantil – escucho algunas risas por parte de las estudiantes – siendo honesta, no soy muy buena con los discursos, pero me alegra que me dieran esta responsabilidad para poder expresar lo que siento ahora, el mensaje que deseo transmitirles a cada una de ustedes… - en ese momento Kanako recordó todo lo que vivió en Ame no Kisaki – ser feliz por los encuentros que tuvieron – "hola soy Shidou Mariya"- los amigos que forjaron por ello, los buenos o malos momentos juntos – "escúchame cerda tu no le dirás a nadie la que sabes" – lo más importante que están para apoyarse unos a otros y no importa que tan lejos estén – "te vigilare hasta que te gradúes" - en cualquier lugar ellos les apoyaran, se que habrá momentos en los que sientan desesperación y que ya no tendrán un apoyo, pero esa es la etapa del crecer que uno mismo salga de los problemas en los que se ha implicado y que los supere aun con remordimientos, incluso puede que en el trayecto encuentren a otros que les ayudara. – "hola soy Sachi, mucho gusto mi nombre es Kiri, un gusto conocerte Kanako-san soy Yuzuru" – y así una y otra vez porque ese, ese es el camino que han recorrido y seguirán recorriendo por mucho, mucho tiempo, así que ¡FELICIDADES, POR GRADUARSE EN AME NO KISAKI LA ESCUELA QUE ESCOGIERON PARA QUE PERTENECIERA A ESTE GRANDE Y LARGO TRAMO! – después de lo dicho entrego el micrófono a Mariya, el cual con lagrimas falsas felicito a Kanako por su discurso, ella agradeció y cuando estaba bajando, todas las chicas se dirigieron a ella para abrazarla, cada una con lagrimas en los ojos, dejando tanto a Mariya como Kanako sorprendidas. – aunque mucho mas a Kanako –
- Eso fue precioso Miyamae-san
- Un lindo discurso fue excelente…
- Miyamae-san, s...sabes cómo llegar al c…corazón de la gente
- ¿P…por qué dices esas cosas?, siempre podemos volver a vernos….
- Es cierto, acaso Miyamae-san cree que no nos volveremos a ver.
- No, no lo creo, yo creo… creo que si lo deseamos con todo nuestro corazón todas nos veremos de nuevo, estoy m…muy segura. – dijo Kanako un tanto muy feliz, haciendo llorar y gritar a las demás, lo cual en Kanako provocaba demasiada alegría, porque entre mas lloraban y gritaban mas abrazos recibía, ahora sí podría morir en paz. – "quizás no pude disfrutar de verlas en traje de baño o en haori, pero que todas me estén abrazando es mejor que nada…" – antes de poder fantasear o algo ahí quedo su muy común sangrado nasal que asusto a las chicas, gritando por una Kanako casi inconsciente, pero se paro rápido y de nuevo, diciendo que solo eran los nervios de haber dado el discurso, las demás lo creyeron excepto cierto chico travesti que veía entre divertido y molesto la escena.
- "esa cerda, incluso diciendo cosas locas y sin sentido pudo lograr conmoverlas y ahora como la alimaña que es disfruta como cada chica la abraza que repugnante" – se retiro del escenario algo molesto de la escena, pensando cómo era posible que esa chica súper pervertida ahora estuviera siendo abrazada por todas las alumnas en verdad que a veces estas cosas pasan cuando menos te lo esperas.
- M…muchas gracias, m…me alegra que les gustara mi discurso… bueno ya me voy, mi padre me espera. – con eso Kanako se despidió de las chicas – con las que pudo cambiar teléfonos – saliendo del auditorio donde vio a su padre y hermana menor.
- Hola Kanako, fue un excelente discurso felicitaciones.
- Gracias papá, y ¿qué te pareció a ti Miki-tan?
- Estuvo bien, pero me gusto un poco más el de Mariya-san, no crees papá, que ella sonaba muy madura y… - así comenzó a hablar de lo grandiosa que es Mariya, lo cual para Kanako fue algo molesto, hasta que decidió interrumpir un poco.
- D…disculpen pero, mmm… papá ¿crees que ya podemos irnos?
- Si tienes razón, ya se nos está haciendo tarde, pero no te gustaría quedarte un poco más, quizás para hablar con tus amigas…
- ¡NO!, - su papá solo la vio algo sorprendido por su actitud – q…quiero decir, qui…quizás… yo me sen…sentiría algo deprimida… el tener que verlas de frente, no quiero sentirme así.
- Está bien Kanako, Miki pasare por ti mas tarde de acuerdo.
- Claro papá que tengan un buen viaje de regreso, te extrañare Kanako-nee chan.
- Yo también Miki-tan – su hermana le dio un abrazo que casi provoca que Kanako comience a llorar, pero una voz dulce y melodiosa interrumpió ese momento.
- Kanako-chan, ¿no te despedirás de mí también?
- Mariya-san, hola, que alegría verte de nuevo.
- También es un gusto verte Miki-tan, ¿debes estar algo triste porque tu hermana se va ya de la escuela?
- Un poco, pero sé que ella ira a la universidad, así que me pone feliz el recordar que mi hermana se va para estudiar y tener un mejor futuro.
- Es muy cierto Miki-tan "así que la cerda va a ir a la universidad", y a cual ira Miki-tan?
- Creo, que a una que está en… - pero antes de terminar, Kanako que escuchaba la conversación se dio cuenta que su hermana le diría a ese chico travesti la escuela que escogió, por lo que rápidamente se fue a donde estaban y le tapo la boca a su hermana con la mano – mmm… do…mi...o… su... ¡suéltame!
- Lo siento, pero me dejarías hablar con Mariya. No te molesta verdad, solo será un minuto.
- Está bien, iré a despedirme de Yuzuru y luego a preguntarle a papá, porque no vino nuestra otra hermana.
- Está bien, ve con cuidado Miki-tan. Mariya-san no te molestaría si hablamos en aquel árbol, ¿verdad?
- De acuerdo, vamos Kanako-chan. - dijo Mariya con su voz de niña buena, dándole una dulce sonrisa Kanako la cual sabia que esas no eran buenas noticias, cuando estuvieron lo suficientemente lejos del ruido.
- Que pretendías hacer Mariya?, ¿Por qué le preguntaste a Miki-tan sobre mi escuela?
- No se dé que me hablas Kanako-chan, no entiendo tu pregunta…
- Deja de fingir, estamos lo suficientemente lejos para que no nos escuchen, así que responde normal.
- Vaya, vaya, cerda-idiota te preocupa que sepa la escuela a la que iras.
- Pos supuesto que no, pero que derecho tienes de preguntar, tu y yo no somos amigos ni nada, además ya no me tienes que vigilar.
- Jajaja… que idioteces dices, solo quería burlarme de la patética escuela que habrás escogido, porque con una idiota como tú, dudo mucho que alguna escuela prestigiosa y de alta calidad te acepte jajaja… como sea para mi es toda una alegría que te vayas, tener que soportarte cada día, y mas con tus desvíos de lesbiana, han hecho que m estrese, lo que no es bueno para mí así que… - otra vez, como cuando estaban afuera del auditorio Kanako lo ignoro y se alejaba, haciendo que de nuevo su furia saliera a flote. - ¡DETENTE AHI!
- ¿Qué quieres ahora? – hablo Kanako, ya un tanto estresada. – si Kanako se comenzaba a molestar – ya me dijiste todo lo que opinas de mí o acaso inventaste algún nuevo insulto.
- Hmp, ni siquiera sé porque me tomo la molestia de hablar contigo, creo que te doy un gran privilegio, - dijo, mientras Kanako veía a otro lado – solo hay una cosa más que tengo que decirte.
- ¡QUE!, acaso me insultaras y… - pero sus palabras fueron interrumpidas cuando Mariya la abrazo, como si fueran las mejores amigas.
- Buena suerte Kanako-chan, espero que te valla muy bien en la universidad, – se separo un poco de Kanako, pero sin soltarla y parándose de puntas le dio un beso en la mejilla, provocando en Kanako un gran sonrojo – y espero que nos volvamos a ver, hasta luego Kanako-chan. – dicho y hecho el chico travesti se alejo con una sonrisa de satisfacción en su rostro, pero dejo a Kanako en shock, un shock que duro unos segundos y después comenzó a correr desjuiciadamente, hasta que choco con alguien.
- Estas bien Kanako-kun?, te ves algo agitada.
- Si, si estoy bien gracias ¡Ryuken-sama!, ¿p…pero que h…haces a...aquí?, no estabas en la y universidad.
- Jajaja… creo, que te eh sorprendido, pues si estaba en la universidad, pero pedí permiso para venir a verte. Espero que no te moleste.
- ¡No, para nada!, solo que es algo muy bueno de tu parte Ryuken-sama. – dijo Kanako algo sonrojada, por la sorpresa de tener cerca a Ryuken.
- Entonces déjame te felicito como se debe. – dándole a Kanako un gran y fraternal abrazo, - lástima que ese no fue el sentimiento que tuvo Kanako – Kanako comenzó a bajar muy lentamente sus brazos, casi llegando a un lugar más bajo que la espalda, lastima para ella pero Ryuken se separo de ella. – entre otras cosas me permití traerte este pequeño obsequio, espero te guste. Es una manera de expresar mis sentimientos por ti.
- ¡OH!, es una bonita flor, muchas gracias… "expresar sus sentimientos por mi… eso quiere decir…" – por lo que Kanako comenzó a imaginar toda una escena donde ella y Ryuken eran las protagonistas. – "Kanako-kun, con esta flor te pido que seas mía" "Ryuken-sama esto es tan repentino yo acabo de graduarme y…" "no, no Kanako-kun, yo espere todo este tiempo para poder estar a tu lado, así que me aceptaras." "si, si quiero estar siempre contigo Ryuken-sama" "Kanako-kun" - y se podía ver a Kanako y Ryuken besándose lo que provoco que su sangrado nasal estallara por la enorme descarga de "pasión", que tuvo ese sueño.
- ¿Kanako-kun, estás bien?
- Jejeje… siempre estaré contigo ken-sama… jejeje…
- Kanako-kun, vamos reacciona, este no es momento para que te desmayes. Cielos necesito ¡alguien ayúdeme!
- ¿Qué es lo que sucede?, ¿te puedo ayudar?
- Si, se lo agradecería mucho Padre Kanae, podría quedarse con ella mientras traigo un poco de alcohol para despertarla.- Ryuken se fue, dejando a Kanako inconsciente por su gran sangrado e inconsciente, con el Padre Kanae.
- Miyamae-kun, reacciona, vamos Miyamae-kun "acaso se deberá por la extraña enfermedad, por la que su hermano mayor murió", vamos despierta Miyamae-kun, aun tienes una larga vida por delante no te des por vencida…
"Usted Miyamae Kanako acepta a Ishima Ryuken en las buenas y las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en lo prospero y adverso hasta que la muerte las separe" "Si, acepto" "Y usted Ishima Ryuken acepta Miyamae Kanako en las buenas y las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en lo prospero y adverso hasta que la muerte las separe" "Acepto" "Si existe alguien con algún impedimento para que estas dos personas se unan en matrimonio, que hable ahora o que calle para siempre." – silencio durante unos minutos, nadie objeta nada – "como no hay impedimentos en la unión de ellas dos las declaro…." "!Alto!, ellas no pueden casarse, p…porque yo a…amo a Kanako" – la mencionada estaba sorprendida por las palabras de esa persona, ella volteo pero no distinguía su rostro, lo que resaltaba mas de aquel individuo era su cabellera rubia y sus ojos color rubí, antes de que ese extraño individuo se acercara mas, lo detuvieron y sacaron de la iglesia para que ya no molestara mas, dejando a Kanako algo preocupada y sorprendida, ya que sentía una extraño sentimiento de conocer a esa persona – "Padre, por favor continúe ." "Por supuesto, entonces lo que dios a unido que no lo separe el hombre, ya puedes besar a la novia." "Kanako, te amo" - así ella se acercaba a Kanako para besarle – "R…ryuk…ryuken yo…" – pero antes de corresponder la declaración, la imagen de aquel extraño individuo llego y sintió una gran opresión en el pecho, en verdad le dolía, pero no entendía porque, ¿Por qué le dolía sin saber quién era?, pero aun así su cabellera rubia y ojos rubís, seguían en su cabeza, pero ella solo conocía a alguien así. "Mariya…, era Mariya" "Kanako, ¿por que hablas de Shidou-san en este momento?, además este es el momento en el que tu y yo…" "Perdón, pero debo irme esto… esto… jeje… es inesperado, gracias y adiós, pero yo… yo tengo algo que saber" "espera Kanako, yo… yo…" – mientras de alguna manera Ryuken, trato de detenerla, Kanako corrió hasta salir de la iglesia, corrió muchas cuadras, se encontraba cansada, con los tacones rotos y el vestido desgarrado, y lagrimas que hicieron escurrir su maquillaje, siguió caminando, pero no encontró a esa persona, o eso creyó hasta que la vio en una parada, corrió sacando fuerzas de quien sabe dónde, acercándose un poco más a donde estaba grito su nombre. "¡Mariya!" – vio como él se giraba buscando a quien le grito – "Kanako yo… yo quiero decirte…" "Mariya… yo… yo también… también…" – pero sus palabras no fueron escuchadas por Mariya, en cambio el se alejaba mas y mas desapareciendo dejando sola a Kanako, que repetía una y otra vez la misma frase. - ¡TE AMO! – en un rápido movimiento Kanako se levanto, agitada, aclarando su mente y recordando lo ocurrido, solo sabía que hablo con Ryuken y después una boda.
- Que fue lo que dijiste Miyamae-kun? – esa voz la conocía, era la del único hombre que estaba en Ame no Kisaki, lentamente volteo su mirada.
- P…padre K…kanae, ¿Qué hace usted aquí?, ¿es… escucho lo que di… dije?
- Lo siento mucho Miyamae-kun, pero no pudo corresponderte.
- "corresponderme de que habla… yo solo sé que… que estaba con Ryuken-sama y después… ¡AHÍ NO!, no me digas que…"
- Escúchame Miyamae-kun. – dijo el padre Kanae, mientras la tomaba por lo hombros – sé que me parezco a tu difunto hermano mayor, también se cuanto lo querías, pero eso que sientes no es amor, escúchame yo, yo no puedo aceptarte, ya que yo eh entregado mi vida a dios y… – pero antes de seguir con su lista de excusas – que nunca usa con Mariya o Matsurika – noto como Kanako estaba temblando y con la cabeza gacha, al parecer estaba nerviosa, demasiado – "Querida madre que estas en el cielo, acaso eh roto el corazón de Miyamae-kun, si lo hice, por favor perdóname, pero este es un amor que no puede ser, lo que ella siente, es solo por el parentesco que tengo con su difunto hermano mayo, por favor ayúdame "
- "¡AYUDENME!, porque no me suelta?, estoy sintiendo como la urticaria comienza a subir, mas y mas, si sigo así, me desmayare de nuevo" – Kanako solo temblaba y temblaba sin ver al Padre Kanae, hasta que decidió hablar pero nada coherente salió de su boca, nada. – suélteme ya, y váyase, o si no yo… yo llamare a la policía.
- "acaso, tu amor por mí, te ha llevado hasta este extremo Miyamae-kun, no, no debo contradecirla, si lo hago cometerá una locura, y si lo hace jamás me perdonare, por arrebatar las ilusiones de una joven" – de acuerdo me iré Miyamae-kun, discúlpame de verdad, espero volver a verte algún día. – así con esa despedida el Padre Kanae se fue dejando a Kanako completamente sola, y él con la mente mas confundida y revuelta, por aquella declaración – "Querida madre que estas en el cielo, yo eh cometido el peor de los pecados, pensé que mis acciones ayudarían a Miyamae-kun pero, pero me equivoque, y provoque que ella se ilusionara con el recuerdo de su hermano, yo soy un ser cruel e impuro, perdóname Miyamae-kun, perdóname por hacerte sentir esos sentimientos puros y nobles, perdóname" – así el Padre Kanae se alejo triste y decepcionado por la peor ofensa que cometió – si como no, eso ni su madre en el cielo le cree – mientras el continuaba disculpándose por sus horribles pecados, Kanako estaba sola en aquel lugar tirada, tratando de procesar lo sucedido y también aquel extraño sueño, que en un principio fue placentero, pero después fue algo sacado de una novela y después con aquella persona, en verdad que a veces su mente le jugaba malas bromas.
- ¡dios mío!, ¿p…por qué mi dulce sueño de matrimonio tuvo que convertirse en eso?, que rayos piensas Kanako, como es posible de que entre todas las personas para impedir mi boda, tuvo que ser el ¿por qué?
- De que hablas Kanako-kun?
- ¡Ah, Ryuken-sama!, ¿Qué haces con ese kit de primero auxilios?
- Esto, lo traje para curarte Kanako-kun, ¿acaso no estaba contigo el Padre Kanae?
- Si, lo estaba, pero tenía un asunto que arreglar en la iglesia y se fue.
- Entiendo, bien entonces creo que solo revisare que no tengas alguna herida o…
- ¡NO!, estoy bien, sabes ya me tengo que ir, espero verte otro día, hasta luego Ryuken-sama.
- Nos vemos Miyamae-kun. –con esa despedida Kanako, corrió a la salida para encontrarse con su padre algo preocupado.
- Lo siento, es que me encontró con otra amiga y comenzamos a charlar.
- Está bien, no estoy molesto, ya fui por tus cosas al dormitorio, estás lista.
- Si papá, vámonos, hoy dejo atrás Ame no Kisaki, "junto a mis maravillosos recuerdos y la tortura que ese idiota me hizo pasar", estoy feliz de haber podido ingresar a esta escuela.
- De acuerdo, sube al auto es un largo viaje. – ella subió a la parte trasera, cuando arranco al auto ella volteo para ver por última vez aquella escuela, sin duda disfruto su estancia en aquel lugar, se acomodo en su asiento lista para dormir, pero no lo hizo recordó que debía hablar con su madre, aunque antes de eso, usaría el regalo que ella siempre cuidaba, lo busco en su bolsillo, pero no había nada como era posible.
- "Esto no puede ser, yo perdí, yo perdí el regalo que me dieron de pequeña, aquel pequeño colgante, estoy segura que lo traía, lo saque y guarde en el saco de mi unifor..." – recordó que cuando despertó en el vestuario del dojo de tiro usaba un uniforme completamente limpio y nuevo, eso significaba que su otro uniforme quedo sucio, entonces eso quería decir que dejo aquel collar en el uniforme, por lo cual seguía en Ame no Kisaki - ¡PAPÁ DETEN EL AUTO YA!
Algo asustado su padre se detuvo, por lo que aprovecho Kanako, salió corriendo en dirección a la escuela, su padre le hablo, ella dijo que había olvidado algo realmente importante y valioso que no tardaría en volver, su padre solo asintió y regreso al auto para estacionarse en otro lugar y esperar a su hija.
La joven Kanako corría a toda velocidad, aun no creí que olvido su más grande tesoro, pudo ver que a escuela quedaba cerca por lo que aumento el paso, al llegar se encontraba nuevamente enfrente del lugar, pero esta vez con una misión muy diferente, entro decidida a la escuela y corrió para llegar al dojo, al llegar escalo la parte trasera para ver que no había nadie, lo confirmo al parecer las chicas no estaban, – lo cual le causo decepción – bajo y entro, fue directo al vestuario y reviso de entre todos las cosas, pero para su desgracia no encontró su uniforme, eso significaba que lo tenía Shizu, por consiguiente debía ir a la mansión Shidou, la cual está localizada en el interior de Ame no Kisaki, trago saliva, ya que sabía que al entrar no solo recuperaría su más grande posesión, si no que, encontraría a aquel demonio, pero a pesar del miedo, su colgante era más importante que nada – incluso su vida – corrió un poco mas por los largos caminos de aquel lugar, hasta que localizo el de la mansión Shidou, sabía que si se escondía no saldría nada bien, respiro profundamente y con paso fuerte camino muy tranquila, – yo diría demasiado tranquila–, fue muy extraño que en todo el camino no encontrara ninguna sorpresa, eso creyó hasta que paso por un árbol y piso una ramita, lo cual activo una trampa quedando encerrada en una red que colgaba del árbol, comenzó a moverse desesperadamente, pero solo consiguió golpearse y atorar su pie en la red, continuo así por unos minutos, mientras seguía con aquella desesperada lucha escucho pasos acercándose, se temió lo peor, sabía que se dieron cuenta de su presencia, temblaba al creer que él era quien se acercaba, cerró los ojos para no tener que verlo y esperar el castigo que le vendría, pero no fue así, nada llego, solo sentía como esa persona la veía, ella no abrió los ojos y tampoco hablo, fue completo silencio, hasta que esa persona hablo, tranquilizando un poco a Kanako.
- Rindou-san, me bajarías por favor. – dijo Kanako tratando de sonar tranquila.
- No. Es divertido verte, además tengo que irme, debo preparar la comida de Shizu-sama.
- ¡¿QUE?!, no bájame de aquí ahora mismo, no quiere que me encuentra aquí Mariya.
- Enserió, y ¿por qué no quieres que te encuentre?, acaso le hiciste algo malo a Mariya-sama. – Kanako recordó la bofetada que le dio, y solo asintió sin hablar.
- Entiendo, pero aun así no te bajare.
- P…pero ¿por qué?, yo no te he hecho nada.
- Claro que si, acaso ya olvidaste que me llamaste infantil, el que no entiendas mi guerra con Mariya-sama no te da derecho de llamarme así. – ella solo lo veía con sorpresa, al parecer hirió sus sentimientos.
- Está bien, lamento el haberte llamado infantil, podrías disculparme Rindou-san, te prometo ya no llamarte así, pero bájame antes de que ese tonto de Mariya llegue.
- ¡De acuerdo Kanako-sama! – vio como él se acercaba a la cuerda que sostenía la red, pero él no la soltó despacio si no que estaba dispuesto a darle un disparo, Kanako viendo lo que tramaba trato de detenerlo, pero fue demasiado tarde.
- ¡AH!, Rindou-san espera, así no la cortes… ¡AH…! – cerro los ojos esperando el golpe, pero este no llego, abrió lento los ojos para encontrarse directo con los de Rindou.
- Acepto tus disculpas Kanako-sama, pero si me vuelves a llamar así, te perseguiré eternamente, quedo entendido.
- S…sí, claro, jejeje… "esperen un momento, acaso el me salvo, si es así entonces" u…urti… ¡URTICARIA!, - por lo brusco que se movió cayó al piso, pero eso no le dolió, solo se preocupo por la urticaria que tenia.
- ¡JAJAJA…! te caíste, es tan divertido, jajaja…, eres rara.
- ¡cállate!, no es para nada divertido.
- Claro que si, solo mírate eres extraña, te pones cohibida cuando te toca un hombre y sufres serios sangrados nasales con las mujeres, además de ser el juguete personal de Mariya-sama.
- Yo… yo… no es mi culpa, además, quien te dice ¿que soy el juguete personal de aquel idiota travesti?
- Enserió, vaya creo que Mariya-sama no opina lo mismo, no es cierto Mariya-sama. – Kanako asustada se agacho y suplico por su vida.
- D…discúlpame Mariya-sama, yo no quería decir eso, tu eres una persona fabulosa, no merezco pisar el suelo por el que tu caminas yo… - levanto la cabeza y vio que no había nadie, eso significaba que Rindou la engaño.
- ¡JAJAJA!, caíste, jajaja, Mariya-sama ni siquiera está aquí, ajajaja.
- P…pero qué clase de demente eres, casi me da un ataque, eres igual o peor que ese Mariya, hablando de él ¿Dónde está?, creí que con todo este ruido ya estaría aquí, además tampoco veo a Shizu-san.
- Ellos te fueron a buscar, para devolverte el colgante.
- ¡¿Qué?!, pero a eso vine, baje del auto y corrí hasta aquí, ahora tendré que regresar.
- ¡espera!, no te vayas Kanako-sama.
- Pero para que me quedo, dijiste que fueron a buscarme así que volveré y listo.
- Lo entiendo, pero quizás ya llegaron y se dieron cuenta de que no estabas ahí, por lo que regresaran, así que si tú te vas, no te encontraran y se irán otra vez, así que creo que una opción más prudente es que te quedes a esperarlos.
Algo asombrada Kanako, solo asintió y se quedo ahí parada, solo ella y el mayordomo se Shizu. – este… mmm… ¿crees que tarden demasiado?, yo me tengo que ir "además no puedo seguir sola con un hombre"
- Si te molesta que este aquí me iré, pero eso si nadie te sacara de todas las trampas que están aquí.
- Ya capto, entonces me podría sentar en las escaleras, ya me canse de estar parada.
- Sí, pero ten cuidado de no caer en las trampas. – como pudo Kanako camino procurando no caer en alguna trampa, tuvo éxito y llego sana y salva hasta la escalera donde se sentó exhausta. – tardaste mucho en llegar Kanako-sama.
- KYAAA…, pero ¿cómo llegaste tan rápido?, no dijiste que tuviera cuidado.
- Si, si lo hice, pero no había trampas de ese lado, olvide que no había colocado ninguna, lo siento, jajaja…
- Me engañaste, e...eres un retrasado, igualito a Mariya.
- Kanako-sama, podría preguntarte algo. – hablo algo serio Rindou.
- ¿Qué quieres? – dijo Kanako, muy molesta.
¿Te gusta Mariya-sama?
- Por supuesto que no, el es un hombre, además de eso un sádico sin escrúpulos, ¿por que debería gustarme un idiota como él?
- Ya veo, - dijo rindou algo feliz y hablando en vos baja dijo – me alegro mucho.
- Dijiste algo Rindou-san? – el negó – ya, santo cielos, ¿por que tardan tanto?, mejor iré a buscarlos, quiero de regreso mi colgante.
- Kanako-sama, ¿Qué tiene de importante ese colgante?, ¿podrías comprarte otro?
- No, no puedo ese colgante, es muy importante para mí, no es solo reemplazarlo y ya, es el significado que tiene para mí, porque eso es algo que no puedes cambiar.
- ¿Y qué forma tienes ese colgante?
- Déjame ver, es pequeño, tiene la forma de una cruz, con unas piedritas incrustadas en su interior y una flor en el centro.
- Entiendo, - ella vio como él buscaba en sus bolsillos, para sacar su colgante y entregárselo - aquí tienes tu colgante.
- T…tú lo tenías.
- Si, Shizu-sama me dio tu uniforme viejo y me dijo que lo tirara, pero cuando lo iba a arrojar eso se cayó de un bolsillo, lo tome y se lo enseñe a Shizu-sama, pero en ese momento llego Mariya-sama y Matsurika, nos dijeron que ese colgante era tuyo, por lo que Shizu-sama dijo que debíamos devolvértelo, así que salimos a buscarte y también vinieron Mariya-sama y Matsurika, pero en el camino te vi que corrías en dirección a la mansión, por lo que me regrese.
- E…entonces, ¿Por qué no me lo diste?
- Tú no me preguntaste, no soy adivino, para saberlo.
- "Lo dicho, es igual de malvado que Mariya, mejor me pondré el colgante, así no lo perderé"
- "Me parece una gran idea Kanako-sama"
- "¡que!, ¿Por qué lees mi mente?"
- "eso, es muy sencillo Kanako-sama, es que eres muy predecible"
- Ya, es suficiente, ¿Por qué siempre entran en mi cabeza?, es tan insoportable.
- Jajaja… Kanako-sama, tu cara esta roja vas a explotar.
Hizo un puchero por lo molesta que se encontraba, vio su collar y se lo iba a poner hasta que se lo arrebato. – oye, ¿Por qué me quitas mi colgante?, regrésamelo.
- Solo quería verlo, además te ayudare a ponértelo, considéralo como una disculpa. – ella solo se sorprendió por la acción, además de que comenzó a temblar.
- Está bien, pero trata de no tocarme y tampoco te me acerques, pero rápido ya me quiero ir. – el asintió, ella giro algo nerviosa, sabía que era una mala decisión, pero y si no aceptaba quizás no se lo regresaría, el rodeo su cuello con la cadena, ella solo cerró los ojos, aunque fueran unos minutos era un momento crítico, solo escucho como el dijo que ya estaba listo.
- Podrías girarte para ver cómo te queda. – ella lo hizo – si que te queda bien, pero eso es porque el colgante es muy hermoso, y parece que se acomoda con cualquier persona. – pero antes de que Kanako hablara escucho voces acercándose, las distinguió muy bien, ya que eran las de Mariya, Matsurika y Shizu.
- Ese Rindou, como se atreve a regresar.
- Mira que dejarnos, el trae el colgante de Kana-chan.
- Sí, pero fue una pérdida de tiempo, al parecer por lo que dijo su padre, la chica yuri vino por él. – ella se asusto si la encontraban ahí, no sería algo muy agradable, por lo que se despidió de Rindou, pero este le hablo provocando que se detuviera.
- ¿q…que sucede ahora Rindou-san?
- Puedo preguntarte algo, una última cosa.
- Sí, pero rápido, ellos ya están llegando.
- No te preocupes, es rápido, dime Kanako-sama ¿ya te han besado?
- No, pero ¿Por qué me haces una pregunta tan rara?, sabes ya me voy hasta lue… - y en ese momento la cosa más inesperada paso, algo que dejo a Kanako tan sorprendida como a las personas que acababan de llegar, ella Miyamae Kanako una chica lesbiana súper pervertida estaba siendo besada, si besada por un hombre y este hombre era Shinouji Rindou, ella sabía, que estaba mal, el ser besada por un hombre era la peor tortura que podía imaginar, pero de alguna forma ese beso se le hizo un poco tierno, había una cierta calidez en el, a pesar de que la urticaria estaba comenzando a subir por todo su cuerpo, no podía soltarse, eran dos las razones, uno él, la abrazaba de la cintura y dos ella se quedaba sin fuerzas, no podía hacer nada, solo cerrar sus ojos y esperar a que eso terminara y así fue el se alejo un poco de ella pero sin soltarla, se acerco a su oído y le susurro unas palabras que ella jamás olvidaría, pero eso fue suficiente como para caer desmayada.
- Vaya, fue mucha intensidad para ti Kanako-sama.
- ¡RINDOU!, eres un maldito como te atreves a besar a Kanako.
- Hola, Mariya-sama, parece que ya volvieron.
- No te hagas, idiota sabes a que me refiero.
- Solo hice lo que quería, al fin y al cabo es algo que tu nunca te atreverías a hacer, a pesar que lo deseas, no es cierto.
- Te matare, te voy a matar.
- Tranquilízate nii-chan, no quieres cometer alguna locura, lo primero es ayudar a Kana-chan, que no ves que está muy mal.
- Es cierto, Mariya-sama, controle sus celos posesivos, no se moleste por que Rindou beso a la chica yuri.
- Ya cállense las dos, suéltenme de una vez.
- Jajajaja que gracioso Mariya-sama
- Me las pagaras Rindou… - eso fue lo poco que Kanako alcanzo a escuchar, sabía que en cualquier momento se desmayaría pero antes de hacerlo, debía hablar con su madre y pedirle ayuda.
- "Querida m…madre en el cielo, n…no creo poder hablar por mucho tiempo, p…pero tratare, la ceremonia de graduación fue un éxito, a pesar de que Mariya quiso ponerme en vergüenza al decir el discurso de despedida, al final de mi discurso todas las chicas me felicitaron fue un sueño hecho realidad, al salir papá y Miki me felicitaron, me encontré con Ryuken-sama y el Padre Kanae, aunque creo que con él fue un mal momento, me despedí y subí al auto, pero olvide mi colgante y regrese a la escuela por él, pero al final llegue a la casa de la persona que mas me desprecia, caí en una trampa, me sacaron espera a que ellos llegaran, ya que al parecer traían mi colgante, pero no, no era así, quien tenía mi colgante era Rindou, sabes mamá jamás creí que al venir por el recibiría esto, que… que mi primer beso fuera robado, quiero decir no es que me moleste, pero ¿Por qué un hombre?, de entre todas las personas ¿por qué él?, él es el mayordomo de Shizu-san y al parecer el mejor "amigo" de Mariya por favor ayúdame y aconséjame, tú crees que esto pueda afectarme en el futuro." – fue lo último que ella hablo para después quedar inconsciente.
Los sucesos de aquel día siempre quedarían marcados en la mente de Kanako, causando en ella un nuevo cambio que lograría cambiar su vida, provocando que volvería a donde todo inicio.
Si llegaron hasta este punto, quiere decir que me regalaron algo de su tiempo para leer esta loca historia, agradezco cualquier sugerencia que me den, sin más me despido muchas gracias.
