Solo es una cosa de rutina
-no se para que te pones tan nervioso, niño
-es un presentimiento… no lo se
El Lasat le quedo mirando escéptico, claro de vez en cuenta tenía razón, pero no podía confiar en cada presentimiento, no era bueno para la misión. Se quedo pensativo, una voz le llamaba, se sentía como una voz, no podía evitar sentirse nervioso. Siguió caminando por las calles de la capital, siguiendo el plan como siempre, esta vez tenía una misión más como los viejos tiempos, estaban buscando un "cargamento clave". Rex decía que en esas viejas cajas de la republica mantenían armas o suministros médicos, pero lo que hubiera en ese viejo cargamento traído desde una vieja estación medica
-solo concéntrate-sonó en su auricular
-no importa cuántas veces lo digas, no lo hace más real ¿lo sabes?
-puedo sentir la duda en ti
-es solo… escucho una voz
- ¿conocida?
-no… es diferente… no lo sé… quizás ni siquiera suena real
Como siempre los planes no podían salir como se planeaban, pero lo suficientemente bien como para pensar que había sido un éxito, entre Sabine, Zeb y Chopper habían logrado completar la misión no sin el regaño de Kanan por causar alboroto entre los Stormtrooper. Pero el presentimiento seguía ahí, molestándole aquella lejana voz en su cabeza. Dejo a sus compañeros marchar y se dio un momento de caminar, escondiéndose de los Stormtrooper, quizás conseguirían un poco de fruta con los créditos que le quedaban en el bolsillo.
De pronto la voz sonó más clara "ayuda…" sonó a lo lejos, él se volvió a prisa y siguió lentamente la voz, en un puerto espacial, había una gran caja, vieja y gastada. Se acerco algo temeroso, era demasiado grande para tener suministros, no los típicos al menos, curioso empujo lentamente la enorme tapa solo.
Dio un salto hacia atrás al ver un rostro, pero al notar que no se movía, volvió a acercarse, conocía ese material, jamás pensó verle, pero ahí estaba, carbonita. Era como una lápida con un rostro y figura de una humana, más o menos de su tamaño con ropa antigua, como había visto en una vieja imagen que Rex o Ahsoka le había mostrado.
Estaba seguro de que la voz, la que le pedía ayuda provenía de aquella lapida de carbonita, busco como hacer que esta desapareciera. Encontró por el costado algunos botones y comenzó a apretarlos instintivamente, hasta que noto que la lápida comenzaba a ponerse roja y lentamente a brillar. Esto llamaría la atención del imperio, pero sus pensamientos se quedaron acallados por la figura que comenzaba a aparecer luego del brillo, ropas de un color castaño oscuro, una piel pálida y cabello oscuro. Comenzó a moverse lentamente mientas abría sus ojos, pero solo podía verse una niebla blanca en ellos
-maestro…
- ¿m-maestro?
-oh… ¿clon?
-no… soy Ezra… ¿Cómo te llamas?
-Casiopea… ¿estamos en Kaliida?
- ¿Kaliida?
- ¿Dónde estoy?...
-en Lothal? ¿Dónde deberías estar?
-en… Kaliida… estación espacial de la nebulosa Kaliida
-es mucho que decir, ahora tenemos que correr ¿puedes confiar en mí?
-siento la fuerza en ti, Ezra…-dijo tranquila- confió en ti
Ezra se quitó la chaqueta y la ayudo a ponérsela, para pasar un poco desapercibidos, tomo su mano y la guio por las calles de la cuidad capital, moviéndose en silencio tratando de evitar todo contacto con los Stormtrooper- Compro un poco de fruta y siguió su camino hasta salir de la cuidad caminando lentamente por la oscura noche. Siguió sujetando su mano aun mientras caminaban por el frio desierto
-puedes tomar tu chaqueta Ezra…
-oh, descuida, estoy acostumbrado
-es un lugar muy desértico ¿no?... jamás estuve en este sistema ¿Dónde exactamente estamos?
-borde exterior… bueno creo que podríamos decir que estamos relativamente cerca de Mon Calamari
-oh… si, claro que se dónde estamos… solo unos cuantos parsecs de distancia
- ¿eres… un jedi?
-si… fui nombrada caballero hace poco-sonrió levemente- mi maestro estaba orgulloso, aunque aún tengo mi trenza, la ceremonia tuvo que posponerse por que el canciller fue secuestrado
- ¿canciller? ¿y por qué estabas en carbonita?
-oh, era parte de, el que parecía ser, un plan bastante ingenioso, mi maestro tenía cierta afinidad por algunos planes locos, iba a pasar como contrabando hacia Nar Shadda, tenía que buscar a un contrabandista
El peliazul quedo aún más confundido, no entendía bien lo que decía, pero estaba seguro de que no mentía, ella hablaba del tiempo de la república, sabía que había sido una padawan y que no sabía nada de lo que le había sucedido a la república. siguió caminando en silencio, ella no pregunto nada y no dijo nada más, solo se quedó en silencio, caminando, con los ojos aperlados por la aun ceguera, no estaba muy seguro de cuando duraría y esperaba que pronto desapareciera.
Cuando llego a la nave afuera ya estaba Kanan, esperándole, meditando fuera de la nave ya tardé por la noche, era como si esperara que le regañara, iba a regañarle, lo sabía. Pero apenas sintió la presencia de otra persona su temple se calmó, su escapada no había sido en vano.
-otro Jedi… -susurro la mujer
- ¿Qué hacías? ¿Quién es ella?
-no vas a creérmelo si te lo digo…
-acaso huele a jogan?
-solo… creo que debe descansar sabes
-como sabes que no es una espía? -dijo escéptico
-Kanan-dijo Hera al bajar de la nave- no puede ser una espía… esta con ropa de Jedi
- ¿Qué? -dijo sorprendido- puedo sentir la fuerza en ella, pero no significa que sea confiable
- ¡ella estaba en carbonita! -dijo a prisa
-ok, Ezra… lleva dentro, es mejor que descanse, quizás mañana ya pueda ver, es mejor que se tome su tiempo
- ¡esperen!... c-cuantos años… pasaron? … lo último que recuerdo fue que secuestraron al canciller
- ¿Qué? -dijo Kanan sorprendido- eso fue hace 23 años…
- ¿Qué? -dijo ella sorprendida- tu voz… oh Caleb-dijo sonriendo- tu maestra era muy amiga de mi maestro
- ¿tu maestro?
-Ki-Adi-Mundi-dijo con una sonrisa triste- lo siento… sé que algo terrible sucedió… siento el gran disturbio en la fuerza
-es mejor que descanses-dijo Hera finalmente- descuida, te mantendremos con nosotros
- ¿Casiopea Saretti? -se volvió hacia ella- solo unos vimos una vez, eras un poco mayor que yo…
Ella asintió con una leve sonrisa ante el recuerdo de una vida pasada, pero no dijo nada más, sintió la mano de Ezra sostener la suya y el leve tironeo guiando, no se escuchaba nadie más, pero podía sentir como había más presencias en esa nave.
Ezra le ayudo a sentarse en el camarote que ahora era de él, luego de que Sabine permanecía mucho más en Mandalore que en el Ghost, seguían los colores en las paredes, pero sentía que era suyo
-espero no te moleste que duerma en el camarote superior
-lo preferiría… -dijo refregándose los ojos- aunque estuve 19 años ahí, aun así, tengo mucho sueño
-tienes que descansar-dijo quitándole las botas- hay mucho de lo que debes escuchar
-lo se… lo siento sabes… antes podía sentir la fuerza como si fuera... una ola abrazadora… ahora solo puedo sentir débiles destellos… algo acabo con todos ¿no?
-si… eso dice Kanan, la verdad es que antes de conocerle no sabía nada de los Jedi… no mucho al menos… era casi un mito
-gracias por salvarme Ezra… de verdad
-no sé si te salve…-toma su trenza- ¿esto es… para algo?
-oh… es el símbolo, une a un padawan con su maestro… ya no debería tenerla por que técnicamente no soy un padawan…
Ella busco su trenza sujetando la mano del peliazul, trato de encontrar sus ojos, pero seguían siendo nubosos, ella soltó lentamente su mano y busco debajo bajo su capa castaña y deslizo lentamente una barra metálica. él se quedó mirando asombrado, era un poco más largo que su sable de luz y tenía dos aberturas, ella se movió tan bien como Kanan cuando se acostumbró a no volver a ver, dejo su sable de luz sobre la mesita junto a la cama. Ella finalmente se acomodó en la cama y él le cubrió, sostuvo su hombro un momento y luego subió para quedarse dormido
