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Capítulo 1: la ladrona.
Cuando la guerra acabó la paz no fue el regalo tras ella, se había perdido demasiado, sobre todo vidas y dinero, el odio y la ira regía al pueblo mágico, el ministerio no se había disuelto pero pocos valientes quedaban en él, la orden del fénix, más bien, lo que quedaba de ella, constituía un foco importante dentro de la comunidad, no eran muchos los que la apoyaban pero eran más que el resto de partidos en los que se habían ido uniendo el pueblo mágico, con el paso del tiempo ciertas reglas se instauraron en la comunidad y empezaba a verse una cierta reconstrucción y rutina en todo aquel lío, y por su puesto la orden del fénix estaba al pie del cañón.
Alastor Moody se había convertido en el jefe, su mano derecha era Sirius Black, la izquierda Remus Lupin, y el resto de la orden estaban disueltos por todo el ministerio, desde que acabó la guerra no hubieron más pérdidas, sólo un desertor, Hermione Granger, y Alastor sabía que a aquella sensacional bruja no le faltaban motivos, pero ella le estaba dejando sin excusas para arrestarla y finalmente...
-venga ya Alastor!!-Sirius Black no podía creer la foto que le acababan de dejar en la mesa.
-lo siento Sirius, yo soy consciente de...-el jefe de la orden negó con la cabeza-créeme solo le quiero dar un aviso, que se corte un poco, scrimgehuor me presiona, confío en que se le pase en cuanto sepa que le hemos dado el aviso, o que ha pasado unos días entre rejas, ten cuidado Black, sabes lo inteligente que es, es muy hábil en los duelos y sobre todo es buena en la lucha cuerpo a cuerpo, sabes que no tendrá piedad y vigilad vuestras varitas, ya sabéis que se ha convertido en una ladrona muy hábil-
-no puedes reconsiderarlo?-preguntó Remus- no se, quizás consigamos hablar con ella y no hará falta abrirle un expediente-
-scrimgehuor ya tiene un expediente sobre ella, no se olvida de lo que le hizo, y además ella no quiere que lo olvide-dijo Alastor mirando la foto de Hermione, la chica aparecía andando en pleno centro de Londres, con unos vaqueros desgastados que le venían algo grandes, un suéter negro con capucha encima de uno gris de cuello alto, el pelo se lo había tintado de negro, lo llevaba largo y recogido en una coleta, hacia seis años que no la veían cara a cara, y esa foto tan reciente...cuando se la entregó un auror, Alastor tardó menos de un segundo en reconocerla, a pesar de que estaba pillada de perfil.
-tened cuidado, no creo que a vosotros os quiera hacer daño, Hermione no es mala persona pero...no le faltan motivos para acabar con cada uno de nosotros, a mi no me faltarían, y por favor la mayor discreción, no quiero que mucha gente se entere. Le debemos mucho.-el jefe hizo una pausa- bien, sabemos que cada miércoles va al café Toulusse, no sabemos exactamente para qué, aunque tenemos algunas teorías de que allí recibe algunos encargos, pero ese no es nuestro objetivo, tan sólo traedla-
Sirius Black y Remus Lupin abandonaron el despacho de Alastor y se miraron.
-como odio esto, ni siquiera él quiere hacerlo y yo no me veo capaz de ponerle la mano encima-dijo Remus.
-lo intentaremos primero por las buenas, le explicaremos que sólo es un aviso, algo de apariencias...-dijo Sirius.
-se reirá en nuestra cara-
-probablemente-
-cómo crees que debemos proceder a su arresto?-preguntó Remus mientras los dos merodeadores se dirigían a la salida.
-entre muggles, para que no se atreva a desaparecer, Hermione jamás haría algo que pusiera en peligro la comunidad mágica-
-espero que tengas razón-Remus suspiró.
-se dedica al robo-
-en principio, los muggles están escandalizados con la cantidad de obras de arte que desaparecen, pero...y si se ha dedicado a algo más?-
-eso ahora mismo no lo podemos saber-
Encontraron a Hermione unas manzanas antes de el café Toulusse, iba vestida con vaqueros una sudadera negra y un gorro blanco con el pelo suelto, no parecía que llevara la varita por ninguna parte, giró una esquina a la izquierda, en un principio los dos pensaron que se desviaba de su rumbo y cuando la siguieron a ese callejón sin salida se encontraron atrapados, la chica estaba detrás de ellos.
-vaya vaya-escucharon los dos merodeadores-mirad que buenas y fieles compañías-se giraron y vieron a Hermione frente a ellos cruzada de brazos-creo que lo advertí claramente cuando me fui del despacho de Scrimgehuor, no me molestéis y yo no os las hago pasar putas-
- sabes que venimos mandados-dijo Sirius.
-qué dóciles os habéis vuelto todos-dijo la chica paseando su mirada por los dos merodeadores, Hermione había crecido, ya tenía 23 años y los dos merodeadores sabían que esa chica nunca había tenido pájaros en la cabeza- está bien os doy dos opciones, os causáis vosotros mismos las heridas y volvéis al despacho de ojoloco con vuestros respectivos rabos entre las piernas y hacéis una buena actuación...-dijo la chica sonriendo-o...dos os corto los rabos y volvéis con un miembro menos al ministerio-
-podrías al menos escucharnos un momento-probó Remus, Hermione soltó una carcajada.
-oh, venga, por lo menos que no quede, por mi parte siempre me ha gustado enseñar modales a los que carecen de ellos, escucho-
-tenemos que arrestarte, llevarte al ministerio, un par de días, para que los ánimos de scrimgehuor se apacigüen-Hermione alzó las cejas ante lo que Sirius le decía.- que te vea y te soltamos con un aviso, y los siguientes movimientos hazlos de manera discreta y...-
-si pudiera dejar mi profesión mejor no?-dijo la morena, los dos merodeadores fueron a asentir aunque pensaron que era mejor no decir nada.-generalmente pego en la cara, poneros un ojo morado y el labio partido y bastará, recuerdos al querido ministro y decidle que si no quiere que le raje el otro ojo que me deje en paz-
-Hermione tenemos que llevarte, o por las buenas o por las malas-Hermione se giró de nuevo y se encogió de hombros, puso los brazos extendidos y esperó, Sirius y Remus se miraron.
-a que esperáis? No llevo la varita y no puedo desaparecer, seis años sin veros el pelo hace que una se confíe-dijo ella chascando la lengua, Remus murmuró un hechizo y los brazos de Hermione quedaron atados a su espalda, el licántropo se adelantó para llevarla escoltada y sus sentidos de lobo le alertaron tarde del movimiento de la chica, le pegó una patada en el vientre y después lo tiró al suelo, en un momento se vio con un pie en la garganta y Hermione de pie mirando a Sirius.
-ni un movimiento por que te juro que le rompo la nuez, quizás le rompa el cuello, o simplemente siga apretando hasta que se ahogue-
-Hermione por favor, no nos des un motivo para darte caza, sabes que entonces tendrías que huir-
-huir? Quién te dice que vayas a vivir tu también? Quién dice que le de tiempo a Alastor para avisar de que no habéis vuelto de la misión, se donde vive cada persona-
-tu no eres así-dijo Sirius clavando la mirada gris en la chica que tenía frente a sí.
-pues no me obligues!!!-fue entonces cuando Remus reaccionó hizo a Hermione perder el equilibrio y Sirius lanzó un Desmaius.
-estás loco? Sabes la suerte que hemos tenido?-dijo el merodeador de ojos grises acercándose a la chica.
-no tanta, olí el miedo, sino jamás me hubiera atrevido-los dos merodeadores se apresuraron a levantarla-de lo que tuvimos suerte es de que no llevara varita-
Cuando llegaron al ministerio entraron por una de tantas puertas secretas que Dumbledore y la orden se habían encargado de poner durante la guerra, Alastor les esperaba en el pasillo y se acercó en cuanto les vio, Sirius llevaba a Hermione en brazos.
-ha tenido que ser por las malas-dijo Remus, el jefe asintió.
-no llevaba la varita, pero creo que va armada-dijo Sirius que palpaba algo duro en el costado izquierdo de la chica, Alastor le subió la sudadera, llevaba una camiseta de tirantes blanca y por encima unos agarres de cuero que envolvían un cuchillo, Alastor se lo quitó y lo miró detenidamente.
-no lleva nada más?-preguntó Remus.
-creo que no-dijo el jefe de aurores-llevémosla a las...ya sabéis donde llevarla-seguía examinando el cuchillo. Sirius y Remus se pararon y lo miraron.-no se si...-
-no lo hagas-dijo Sirius-si encontramos algo en ese cuchillo...-Alastor se guardó el cuchillo en la túnica y reemprendieron la marcha, llevaron a Hermione a las celdas lo más discretamente que pudieron, cuando la tumbaron y cerraron la puerta, desde fuera y entre los barrotes le lanzaron un hechizo revitalizador que la dejó dormida, aunque suponían que no tardaría en despertarse.
-a quién avisamos?-preguntó Remus.
-yo que se-dijo Alastor al que el tema le molestaba sobremanera- sería cruel que la vieran todos los que ella odia encerrada, más que nada porque luego para sacarla, si monta algún escándalo no podré, la gente me pondrá objeciones y podría llegar ha oídos de Scrimgehuor.
-Arthur Weasley tendrá que saberlo-dijo Sirius torciendo el morro- ya sabéis que se lo cuenta todo a su mujer y Molly es la indiscreta-
-si ve a Ron o a Harry...- Remus Lupin advirtió como la chica se movía, pero tan sólo cambió de posición.
Kingsley shakelbolt apareció en ese momento junto a ellos.
-es ella?-preguntó el auror-no puedo creerlo, tan fácil ha sido?-
-no llevaba la varita pero está en plena forma, créenos, no nos hemos ido sin golpes-dijo Remus.
-lo siento, aunque no puedo decir que no me alegre, yo le enseñé todo lo que sabe sobre lucha, como a vosotros dos, pero ella resultó ser la mejor-dijo el hombre sonriendo.
-Kingsley por favor ves a avisar a Scrimgehuor y a Arthur Weasley-pidió Moody mientras lanzaba miradas a la chica, el auror asintió y desapareció de nuevo.
-¿qué vamos a hacer?-preguntó Sirius.
-no lo se, espero que Scrimgehuor no le ponga cargos-contestó Alastor.
-ningún tribunal la condenaría-aseguró Sirius- todo el mundo sabe lo que le pasó por la negligencia del ministro, media orden, y todos los aurores-
-pero no puede hacer lo que le de la gana!!! Cada gobernante muggle se nos echará encima, empiezan a sospechar!! La niña no se limita a robar en Inglaterra-
-han pasado seis años no creéis que nuestra deuda ya está saldada?- los tres hombres se giraron para ver a Arthur y a Scrimgehuor-digo, lleva seis años haciendo lo que le da la gana y yo pasaré el resto de mi vida con un corte en la cara-siguió el ministro, Sirius estuvo apunto de soltar una barbaridad, pero un cuchillo se cruzó en su camino, rozándole el pelo y finalmente clavándose en la pared muy cerca de Arthur Weasley, que se quedó mudo.
-ups perdón, es que veo a un pelirrojo y reacciono sin pensar-Hermione avanzó hasta la reja.-que tal querido ministro?-
-cómo es posible que llevara un cuchillo!!! Es que no la cacheasteis?-
-de hecho si, me quitaron mi cuchillo favorito-dijo Hermione recorriendo la mirada por los dos merodeadores y el jefe de aurores.-hola ojoloco, que tal estás?-
-hola Hermione- la chica los miraba detenidamente, no habían muchos en aquel pasillo que tuvieran la conciencia tranquila.-no te preocupes no tardaremos en soltarte-
-bueno eso deberá decidirlo un tribunal-dijo Scrimgehuor, Hermione estalló en carcajadas.
-un tribunal!!!-la chica hacia tiempo que no se reía tanto-dios mío, Scrimgehuor, adelante... no me importará esperar, me lo estoy pasando fenomenal, si no te importa no llamaré a ningún abogado-
-Scrimgehuor no vamos a dejarla aquí encerrada hasta que el tribunal se aclare-dijo Sirius.
-pues yo no pienso dejarla en libertad!!!-rugió Scrimgehuor.
-que te parece una especie de libertad vigilada...-el ministro negó- por dios scrimgehuor!! Sabes que el tribunal no la va a condenar!!-
-no, no lo sé, irá a juicio y se acabó-el ministro se marchó, y Arthur por fin se atrevió a hablar.
-quiere juzgarla en un tribunal para que tenga antecedentes, así la próxima vez que la vuelva a juzgar...lo tendrá más difícil- Hermione se dio la vuelta y se cogió a una barra de ejercicio que había dentro de la celda cogió impulso y se sentó sobre ella.- aunque parezca que a ella eso no le importe mucho, debería...Scrimgehuor la quiere en Azkaban, y si no lo consigue, cuando se le acabe la paciencia la querrá ver muerta-
-hablaré con el ministro para lo de la libertad vigilada, Hermione...que te parecería ir al viejo cuartel?-la chica se colgó de la barra y lo miró.
-las camas no estaban mal-dijo la morena después dio un salto y se acercó a la reja- quiero ver a Kingsley, ahora...-Alastor asintió y se marchó-os importaría darme mi cuchillo?-dijo a los merodeadores, Sirius y Remus sonrieron.
-no se te permiten armas-dijo el hombre lobo.
-no es un arma, es un objeto absolutamente sentimental-
-ah! En ese caso... no-dijo Sirius, el merodeador esquivó por poco el brazo de la morena.
-bueno ya te cogeré a la próxima-Hermione se giró y se sentó, Kingsley no tardó en llegar.
-tu pequeña fiera está despierta-dijo Sirius lanzando una furtiva mirada al interior de la celda. Kingsley se acercó.
-Hermione?-
-hola kingsley-dijo ella acercándose- como estás?-
-bueno, la pregunta en realidad sería, como estás tu-
-mejor que otros-la chica alargó el brazo con rapidez agarrando a Kingsley de la túnica haciendo que se golpease la cara contra el barrote de metal y después le dio un puñetazo, Sirius y Remus lo alejaron rápidamente.-Donde estabas maldito cabrón!!!???-gritó Hermione-donde estabas!!!?? Me traicionaste!!-
-espera Hemione no es lo que crees!! Yo no...-
-mientes!!! Tienes puta idea de lo que me hicieron? Una mínima?-
-si, se lo que te hicieron, están entre rejas yo no podía...-
-que no podías!!?? Te pedí dos horas!! Dos putas horas!!!-
-no iba a permitir que te mancharas las manos de sangre!! No valía la pena ponerse a su nivel, no te hubieras sentido mejor-
-dime que coño sabes tu de eso? Eh?-
-siento que mi decisión te disgustara...-
-disgustarme? Tu sabías que estaría algo más que disgustada, por eso no viniste ni el día en que el ministro me dio sus más sinceras condolencias...condolencias Kingsley, porque no vi ni un mísero galeón, y además- Hermione se agachó- era el día que me iba a largar, tu lo sabías, no querías despedirte de mi Kingsley? De verdad crees que tomaste la decisión acertada? Si me hubieras visto ese día o alguno anterior sabes que los hubieras matado tu mismo, supongo que Alastor os advirtió a todos de lo que ibais a ver en la habitación del hospital, supongo que no tuvisteis estómago para entrar-la Gryffindor se levantó-creo que yo esperé demasiado de ti, me equivoqué- Hermione se alejó de la reja y se sentó en la cama, Remus ayudó a Kingsley a levantarse y se fueron del pasillo, el otro merodeador se sentó en un banco que había frente a la celda y la miró, Sirius no tenía ningún remordimiento de conciencia, al fin y al cabo el día del ataque él no estaba en Inglaterra.
-yo si que entré a verte-dijo Sirius, Hermione elevó la mirada- no lo sabías por que estabas sedada, pero yo si que entré, te dejé los pasteles de miel y las lilas, 23 lilas para ser exactas, a pesar de que no era época-Hermione bajó la mirada- crees que estando en Grimauld Place podrás comportarte? Ya sabes, no quiero estar vigilándote todo el tiempo, aunque tendré que hacerlo de todas maneras, simplemente una convivencia casi normal-
-podría hacerse algo al respecto supongo-accedió Hermione. Sirius la miró un momento- qué? quieres que firmemos un pacto o algo por el estilo? Sangre de por medio quizá?-
-nada tan lúgubre como eso, tu palabra bastaría-Hermione alzó las cejas.
-no se pide la palabra de un ladrón-
-sólo cuando no quieres que te roben, en mi caso me trae sin cuidado si lo haces-
-entonces tienes mi palabra Sirius Black- Hermione se levantó.
-creo que prescindiré de lo de estrechar las manos-ella sonrió.
-no te guardo rencor por lanzarme el desmaius, vamos, no te haré nada-dijo ella esperándole apoyada en la puerta de la celda. Sirius se levantó y la miró, después le estrechó la mano. Cuando hermione fue a retirar la mano él no le dejó, Sirius sintió como ella se tensaba y se preparaba para defenderse a una velocidad que no había visto antes.
-sólo una cosa más, no atacarás a nadie en mi casa...-
-eso se incluye dentro de lo de comportarme-dijo ella rápidamente, Sirius la soltó y Hermione pareció respirar de nuevo.
Fin del capitulo 1Espero que os haya gustado y si queréis dejar vuestra opinión por mi perfecto, los reviews no dan de comer pero alimentan la felicidad. Un besote!!!
Coco.
