Era una semana desde aquel entonces.
El cielo ya tornaba grisáceo por el cambio de estación, dejando atrás los días calidos y soleados; diciembre siempre había estado congestionado de misiones y salidas inesperadas a causa de los tumultos navideños.
A pesar de todo, parecía tranquilo por ese lugar, los habitantes de konoha caminaban por entre las calles; entre la multitud se encontraba ella; necesitaba dar un paseo, estaba intranquila y aburrida desde que el se había marchado a una misión de ultimo minuto el sábado pasado-suspira echando humito por la boca causa del frío y cola su cara en su bufanda verde- lo único que había hecho desde aquel día era lamentarse.
-¡No te permitiré ir!- grito el chico algo molesto- te haz roto la muñeca, no dejare que te arriesgues a nada, aunque sea contra tu voluntad-hizo una breve pausa- tienes que comprender Sakura-Chan –termino de hablar tomando la barbilla de la chica que miraba el piso y mirándola directamente a los ojos le sonrío tímidamente.
En ese momento no tubo mas que aceptar, no podía ir contra el, sabia que el era mas terco que ella misma; y así fue como termino días después de un recuerdo turbado, seguía caminando por aquella calle, algo entumecida, toco su muñeca vendada y volvió a recordar esa sonrisa calida, provocando un leve rubor en sus pálidas mejillas; algo frío había caído sobre una de ellas, se detuvo, y miro hacia arriba, empezaba a nevar apaciguadamente, el cielo empezaba a lucir oscuro dando paso al crepúsculo.
El cielo lucia hermoso con copos de nieve rebalsando la gravedad, los aldeanos empezaban a prender las luces del pueblo, dejando a la vista un cielo rosáceo, que la pelirosa observaba fascinada.
…
Saltaba de árbol en árbol, rápidamente, emocionado por el éxito de la misión; esperando encontrarse a la pelirosa en el pueblo, para poder sorprenderla gastándole una broma.
Ya se podía divisar a lo lejos la entrada de konoha, que recibía con las puertas abiertas diariamente a los forasteros, aldeanos del lugar y claro a los ninjas luego de cada misión- entro corriendo por allí, haciendo caso omiso a los cuidadores asignados por la hokage, obviamente sabían que se trataba del rubio- todo parecía mas bonito desde la ultima vez que lo vio, solo casi una semana… - salto a uno de los edificios de la calle principal y busco con la mirada entre la multitud- allí estaba ella, sobresaliente por su particular color de cabello, escondida entre un abrigo rojo y una bufanda verde.- le observo un momento - había parado de caminar y prestaba atención el cielo encantada con una sonrisa infantil, de esas que a el le encantaban, ella estiro su mano y dejo que los copos de nieve se posasen con gracia en su mano. –Sonrío y bajo de un salto hacia ella- la tomo por la cintura y la saco de ahí de un salto.
…
Su mano se tornaba fría por el ambiente, pero aun así ella seguía mirando el cielo con la mano en frente infantilmente.
Una sombra arriba de ella. Un veloz movimiento. Y…
-¡eh! ¡¿Que demonios!? – grito Sakura atormentada cerrando los ojos y alzando un puño- con furia y enojo grabados en su cara- pegando directamente a la cara de su atacante, dejándolo caer y golpearse sobre una de las azoteas.
Cayo produciendo un ruido sordo, trizando un poco el piso; la chica callo unos metros atrás de el – se acerco- mirando atemorizada con ojos expectante quien era el que había recibido su golpe.
¡Naruto~!- grito corriendo hacia el, y arrodillándose a su lado, toco su mejilla roja por el golpe.
Acerco a su cara, aun con la mano en su mejilla, lo miro a los ojos - Despierta…, ¿si? …Lo siento, ¡enserio!, ¡Naruto~! Deja ya de jugar conmigo, ¡no es gracioso!
El chico puso un dedo en los labios de Sakura- haciendo que la chica abriera mucho los ojos y se ruborizara violentamente- abrió los ojos, mirándola directamente –igual que aquella vez-
-Sakura-Chan…-
-¿eh?...
-cállate, ¿si?- articulo el chico en un suave susurro, inclinándose hacia ella, acortando distancia, rozando sus labios, finalmente la beso, recibiendo respuesta de la chica, intensificando el amor; en el piso de una azotea, besándose… dejando pasar el tiempo y los copos de nieve caer que adornaban las minuciosas calles de konoha, cuando el crepúsculo ya había cesado.
Fin.
¡Gracias si lo haz leido! n__n
