Aviso: Este fic participa en el Mini-Reto Especial "Hiccup Haddock" del foro La Academia de Dragones.
Disclairmer: How to train your dragon pertenece a Cressida Cowell y a Dreamworks skg.
Palabras: 500
Cómo celebrar el día especial de Hipo Horrendo Abadejo III
Astrid Pov
Salí a volar aquella mañana junto a Hipo. Era nuestra rutina diaria. Por su agenda cada vez era más difícil mantenerla, pero él siempre hacía un enorme esfuerzo por encontrarse conmigo. Por ello, si no quería levantar sospechas, no podía cancelarla. Aunque llevar el plan a cabo iba a ser difícil, sobre todo con lo observador que era Hipo, merecería la pena.
Hipo y Desdentao se adelantaron, dispuestos a hacer una arriesgada pirueta mortal. Con un grito de júbilo, el jinete y su dragón se lanzaron al vacío, dispuestos a alzar el vuelo en el último momento. Como siempre, la ejecutaron en perfecta sincronía. Con la misma, se volvieron a acercar a nosotras.
Hipo tenía una curiosa expresión en la cara, una que solo podía mostrar él. Una tímida y, a la vez, traviesa sonrisa, alborotadora y dulce al mismo tiempo. Le sonreí de vuelta, dispuesta a seguir su juego. Después de todo, tendría que jugar toda la tarde al escondite, no estaba mal un calentamiento.
Bocón Pov
― ¿Has tenido un buen paseo? ―pregunté al muchacho que entró en la herrería, con el pelo alborotado y las mejillas encendidas. ―Por la sonrisa que traes contigo diría que sí, ¿eh?
Hipo enrojeció aún más, haciendo más llamativas las pecas de su cara. Me reí jocoso.
―Sí, bueno, siento la tardanza. ―se disculpó nervioso. ―Ahora me pongo a pulir esas hachas.
―No, no, de eso nada. ―negué, antes de controlar mi gran bocota. ―Tienes, tienes que… Ir a buscar un poco de esa madera que me trajiste la otra vez. Sí, eso es.
Hipo me miró extrañado.
― ¿Quieres que vaya a una incursión? Si normalmente te quejas cada vez que me voy por dejarte todo a ti.
―Eso es cuando no necesito que me consigas algo. Ahora vete.
Confundido, se marchó volando con Desdentao.
Estoico Pov
Aún faltaban unas horas para la celebración y el pueblo estaba frenético. Aún con las distracciones de Astrid y Bocón, Hipo se paseaba más de lo necesario por la aldea. Ese muchacho, que siempre estaba desaparecido, ahora se le veía por todas partes.
Organizando el Gran Salón, más nervioso de lo que quisiera admitir, apuré a todo el mundo a terminar los preparativos.
Todo tenía que ser perfecto.
Hipo Pov
Todo el mundo estaba muy raro. Crucé miradas reiteradamente con Desdentao, compartiendo nuestras sospechas. El vuelo de esa mañana había sido divertido, pero había durado mucho más de lo habitual. Bocón, que siempre refunfuñaba ante mis escapadas, me había incitado a irme. Y el resto del pueblo había intentado lo mismo.
Caída la noche, volví. Todo estaba desierto. Preocupado, me dirigí al Gran Salón. Abrí las puertas, encontrándome con todo la tribu expectante. Antes de poder reaccionar, los jinetes se abalanzaron sobre mí.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
El grito resonó por toda la sala. Miré sorprendido a mi alrededor, encontrándome con mi padre y Bocón, riendo fuertemente. Desdentao nos aplastó a todos los jinetes, uniéndose a la celebración.
Reí como nunca lo había hecho.
