Era el chico más listo elegante popular atlético del colegio y solo llevaba algunos meses en el instituto de Forks. Y aunque todos le adoraban, chicas principalmente, mi odio hacia su ser era creciente cada vez que en clase mientras algunos intentabamos estudiar él, el chico no-necesito-estudiar-cullen, se dedicaba ha hacer "gracietas" para que los demás se rieran y el profesor tubiera que para la lección para hacer callar a los demás.

Mi nombre, como muchos ya habréis adivinado es Isabella Marie Swan, Bella para todos excepto para Edward Cullen, el chico del que les hablaba antes. Sí, supongo que eso ya lo suponiáis también. Bien, mi vida era sencilla, sin complicaciones alguna. Vivo con Charlie desde hace un año, nuestra relación es buena y nuestras charlas casi nulas. Excepto cuando cree que debo recibir una charla con relación a enfermedades sexuales, ha no tener sexo en su cama (tarda papi) o cuando dice que teniendo un padre policía debería dar ejemplo detrás del volante...aunque solo sea en horario escolar.

En realidad Charlie sabe como soy. Sabe que me gusta la velocidad y que cuando recibí mi primera charla de sexo ya había experimentado que era follar en todo el sentido de la palbra, el único que tiene, SEXO

Bien, avancemos en la historia hasta llegar al presente. Esta noche, se celebra una de las típicas fiestas de adolescentes a las que no me importa ir siempre y que Alice Cullen me acompañe y se divierta conmigo. Lo genial de ir a la fiesta de esta noche, es que también estarán los chicos de la manada. Alice esta algo tímida con ellos pero cuando consiga que Seth y ella ponan en contacto sus lenguas (Eccs!) va ha relajar sus hombros ligeramente.

-Bella Swan, se que estas en casa abre de inmediato.

A cinco horas de la fiesta Alice a estaba fuera de mi casa, seguro que cargada con maquillajes y ropas y penies y cachibaches para hacer que mi pelo ondulado se quedara liso, muy liso. Pero obviamente yo no iba ha abrirle la puerta a ese diablo del estilo. Preferí continuar bajo mis sabanas restregando mi cara por mi cojín.

-Ah hola Alice, ¿Vienes ha ver a Bella?

-Hola Charles, ¿no está Bella en casa?

-Sí, debería estar en su habitación. Pero ya sabes, ayer salió con que debe estar rogándome que no te abra aunque sabe que voy ha hacerlo

¡Maldito seas Charlie!...Cino horas y diez minutos más tarde Alice y yo estábamos llegando tarde al aniversario de Mike. Alice vestía un colorido atuendo muy digno de los calurosos días de verano y las algo-frías noches veraniegas. Unos shorts azul ultramarino a conjunto con un top que le cubría los senos, una americana color coral a conjunto con unos Emilio Pucci llenos de color y una bolsa de mano de diseño propio, todo un espectáculo! Aunque el mío, tampoco se quedaba atrás. Alice, se había encargado de vestirme con un top que, como ella solo me cubría los senos, color turquesa y con flecos. Para rematar, me había elegido una falda por encima de las rodillas rosa pastel de charol a conjunto con el color de mi uñas y, al menos, había tenido la decencia de colocarme una americana algo más largo que la suya blanca nieve junto con unos tacones de aguja negros. ¡Oh sí! Y como olvidar un ostentoso collar dorado con una gran patena de Dior que cubría mi cuello. En fin, Charlie nos hizo el favor de acompañarnos hasta la fiesta (nótese el sarcasmo) para asegurarse de que todo estaba en orden. Mike cumplía ese día los 18 por lo que, por supuesto que estaba todo bien. Gracias a cosas de la vida, había una barrera que no permitía pasar los coches a 50m de la fiesta, con que, Charlie tubo que irse por donde había venido.

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-Ei, hola chicas! Creí que no llegarían

-Sí, problemas con el auto

-Jeje! Pero pasen, alla dentro tiene un plato para cada una.

Comimos charlando entre nosotras ya que los demás ya habían cenado y solo charlaban entre ellos. La manada estaba en el otro extremo de las mesas y ni siquiera pudimos saludarles antes de que Mike nos tuviera todo preparado junto a él. Poco después, también llegaron Cullen y un amigo de este, Emmett creo que se llama y tuvieron que sentarse a nuestro lado puesto que eran los dos únicos sitios libres en aquel momento. Y por supuesto Edward no fue a sentarse junto a Alice, su querida hermana menor, sino que se sentó junto a mi, y empezó su charla de, de conozco de todo la vida...¡Agr!

-Hola Bellita, ¿Qué tal tu verano?

-Cullen, estuvo bueno

-Lo supongo- Dijo lanzándome una sonrisa socarrona

-¿Qué significa eso?

-No nada- Dijo con su fingida cara de inocente

-Edward se refiere a como te fue con Jacob este verano- Dijo Emmett moviendo sus cejas sugestivamente.

-¿Y tu qué tal con tu putita, Cullen?

-¡Woah! Punto bajo, ¿qué le has echo a Bella, Edward?

-¡¿Yo?! Es ella que la tiene contra mi. En realidad yo no le he echo nada

Después de que Alice y yo nos retirásemos de la mesa, para dejar a Cullen y a Emmett cenando solos nos dirigimos con los chicos, no sin antes haber pasado por la cocina por algo bueno que beber. Allí estaban todos, con su particular modo de destacar, sentados sobre los reposa-espalda (xD) de sus respectivas sillas, desafiando a la gravedad en lugar de sentarse sobre las sillas como la gente normal.

-Hola chicos, ¿Qué ahí?

-Bella. ¿Qué tal chica?- Ese era Embry, uno de mis favoritos- ¿No ha venido Jacob?

-No supongo, nosotros no hablamos Embry...

-Claro, ustedes solos quedan cuando lo necesitan , ¿cierto?- Replicó Jared. Los demás estallaron a reír, incluso Alice, y yo me reí de lo idiotas que eran cuando intentaban meterse conmigo.

Algunas charlas más y Alice y yo nos dirigimos a la sala de baile improvisada que habían montado en el salón de Mike. Diez minutos más tarde y Alice ya llevaba su borrachera y su vaso de vodka lila bien condensados en la sangre, junto a eso añádele un estruendo en el baño de los chicos que incluye a Cullen y a Emmett cargándose un espejo. A Emmett haciendo el imbécil y a Edward sangrándole la mano porque se ha clavado un pedazo de cristal en la palma de la mano. Cuando Emmett salió corriendo y riendo del baño se sentó en el suelo junto a mi y, justo a la vez Alice se sentó entre sus piernas y se pusieron a reír como locos. Yo rodeé los ojos y me dirigí hacia el baño donde Edward estaba tendido intentando extraer las pequeñas piezas de sus mano.

-Dejame- Le ordené tomando su mano.

-No que no me soportabas.

-Yo no he dicho lo contrario Cullen.

-¿Entonces porqué me ayudas?

-Esto lo haría cualquiera

-Yo no lo haría.

-Cualquiera con corazón, Cullen!

-¿ Porqué me detestas?

-¿Acaso te importa?

-La verdad es que no...¡Auch!- Alejó su mano y se inspeccionó la palma, luego me miró de regreso- ¿Van ha quedarme cicatrices?

-Por supuesto, ¿qué esperas? Son cristales, no trozos de papel. Parece mentira con lo inteligente que eres en clase seas tan idiota en la vida real

-No soy idiota

-Lo pareces

-A ti lo que te pasa es que te mueres por mi

-Ni en tus mejores sueños

-¡Claro que sí preciosa!- Aproveché ese momento para extraerle un nuevo trozo de cristal-¡Auch! Puedes tener cuidado.

-No- Y le extraí el último

-¡Joder!

-Véndate la mano con algo y cuando llegues a casa te pones...

-Mi padre es doctor

-Mejor para ti entonces...

Dejé a Edward frente al lavabo y me encaminé hacia donde estaba Alice quien ahora jugaba a manitas con Emmett. Rodé los ojos de nuevo y antes de darme cuenta estaba siendo tirada hacía la pared del interior del servicio. Edward cerró la puerta y estampó sus labios contra los míos en un violento y salvaje beso que me quitó la respiración de repente, respondí a su beso si ser muy consciente de lo que estaba haciendo y él acarició mi mejilla con delicadeza. Se separó para respirar y nos miramos a los ojos. Le mordí el labio inferior sin saber que hacer y él deslizó su nariz sobre mi mandíbula y hacía mi cuello

-Edward, para...

-¿Qué pasa?

-No me pones