Love Live no me pertenece

Tokio, Japón… una de las ciudades más grandes del mundo. Cada aliento de la ciudad… cada palpitar está lleno con velocidad.

Las personas siempre andan en un apuro aquí… en apuro para llegar a casa… en apuro para llegar a la oficina. Siempre procurando estar uno o dos pasos adelante en la vida.

No hay lugar para los holgazanes aquí.

La vida aquí es agotadora.

Esta ciudad me ha enseñado a ser independiente… Me ha enseñado a cumplir mis responsabilidades… enseñado a enfrentar la vida… pero no me pudo enseñar cómo amar. Nunca hubo tiempo.

A veces cuando camino alrededor del hospital, aún puedo escuchar la voz de mi padre. Cada vez que me siento cansada, al acordarme de él me llenó de fuerzas y sigo adelante.

Mi nombre es Nishikino Maki, y esta es mi historia.

"Buenos dias, doctora Nishikino" escuchó a una enfermera decir a mi madre desde lejos. Ella simplemente le sonríe y sigue en su andar.

Mi madre es una doctora general, ella actualmente es la directora del hospital que mi padre y ella fundaron.

Mi padre era el director antes… cuando él murió ella tomó cartas en el asunto, y comenzó a manejar el hospital, mucha gente creía que ella iba a fallar. Pero mi madre les cerró la boca bien y bonito, ahora el hospital Nishikino es uno de los mejores de la ciudad.

Ella me hace sentir muy orgullosa y espero poder ser siquiera la mitad de la mujer que ella es, pero me preocupa a veces. Yo sé que al igual que yo, sufrió mucho con la muerte de papá. Mas sin embargo nunca la he visto llorar, siempre se ha hecho la fuerte, y aunque admire mucho su dedicación. Temo que algún día algo le pase.

" hola, mamá" le saludo al entrar a su oficina.

"Maki" me dice con una sonrisa.

" abuela me llamo"

" oh, si?"

"Mamá, cuando va a entender que no me quiero casar! Solo me llamó para decirme que encontró a un buen muchacho que quiere que conozca" le dije molesta, cruzando los brazos. Ella solo rio.

" cariño, solo dile que no te interesa"

Me contestó con una sonrisa.

"Pero si siempre le digo" renege " ella lo sabe muy bien!"

"No me referia a eso, Maki" me dijo, mirandome seriamente.

" Mamá, sabes que no puedo…" contesté bajando la mirada.

" y por que no?" me pregunto acercandose a mi, acariciando mi rostro, "hija, no tiene nada de malo que te gusten las chicas" yo alze la mirada, mirándola tristemente " no importa que diga la sociedad… aparte tu abuela te ama mucho, a ella no le importará"

" eso no lo sabes"

mamá suspiró... tan profundamente que seguro y la enfermera que pasaba por su oficina lo escucho también.

"Hija, deberias de decirle. Ella no te dejara de amar" me dijo con seguridad " aparte, quien sabe… tal vez e incluso en vez de querer presentar a chicos, te empieza a buscar una novia" me dijo juguetonamente.

" Mamá!" me queje.

" sabes Maki, ya me canse de verte tan sola. Si hay alguien en esta ciudad que te pueda buscar una buena novia, esa persona es tu abuela" me guiñó el ojo, y volvió a su escritorio a leer unos papeles.

Mi abuela… ella es todo un caso.

A comparacion de mi madre y yo, ella tiene el cabello azabache, aunque ultimamente es mas gris que azabache. También tiene los ojos color esmeralda.

Desde que tengo memoria ella vive con nosotras, es una mujer muy alegre y simpatica. Pero un poco chapada a la antigua.

Ella solo tiene tres deseos en la vida, 1- que nuestro hospital sea el mejor del país, no, del mundo. 2- que encuentre a un buen hombre y me case. Y 3- que mi madre ya no trabaje tanto.

Todo el día en el hospital le di vueltas a lo que mi madre me había dicho… ella tenía razón, la única manera de que mi abuela me dejara de molestar con esas tonterías del matrimonio era con decirle que no me interesaban los hombres. No que yo tenga algo en contra de ellos, simplemente, bueno, las chicas siempre me han llamado la atención. Aparte, si me llegara a casar quisiera que fuera con una mujer, después de todo el matrimonio entre parejas del mismo sexo ya es legal en Tokio.

Cuando llegue a casa subí hasta la habitación de mi abuela para hablar con ella.

" abuela?" pregunte, abriendo la puerta lentamente.

" oh, Maki. Pasa, pasa" me dijo alegremente.

" abuela, quiero hablar contigo" le dije seriamente. Ella me sonrió y me indicó con sus manos que me sentara al lado de ella.

" dime, cariño"

"Abuela, yo no me quiero conocer a ese tal Tendou- san"

"Eh? Por qué no? No te gusto? Dijo, el chico no esta feo" me dijo confusa.

" no, no es eso. Yo no lo quiero conocer a él, ni a ningún otro hombre"

"Pero, Maki!" se quejo.

"Si no conoces a nadie como te casaras? Como tendrás hijos?" me dijo preocupada.

" no necesito casarme para tener hijos"

Saco aire furiosa " no me digas que piensas simplemente andar por la vida con hijos concebidos fuera del matrimonio."

"Cl-claro que no! Yo no soy esa clase de persona"

Pude notar como su rostro se había suavizado. " me refiero a que puedo adoptar u otra cosa, la ciencia hoy en día ha avanzado mucho"

"Maki, hija" tomó mis manos y las acaricio " se que crees, que solo me interesa eso, pero en realidad es que no me gusta verte tan sola. No quiero que lo único que hagas sea trabajar. Eres joven! Inteligente! Y hermosa! Quiero que salgas y vivas más tu vida. Te pasas todo tu tiempo en ese hospital igual que tu madre…"

Abuela tenía razón, y entendía un poco el porqué solo me hablaba para eso. Pero, aunque estaba agradecida por la preocupación, no quería que me siguiera molestando con chicos con los que simplemente jamás iba a salir.

"Entiendo…"

Ella me sonrió y acarició mi rostro.

"Abuela, hay algo más que te quiero decir…"

Ella me miro perpleja.

"No quiero que me presentes a más chicos...yo jamas saldre con ellos…"

" a que te refieres, Maki?"

" a...a mi.." o cielos, no pensé que fuera tan duro decir esto… cuando le dije a mi madre fue un accidente, afortunadamente lo tomo bien. Pero mi abuela? Cómo lo tomaría?

"Maki, me puedes decir lo que quieras. Puedes confiar en mí" me sonrió tiernamente.

Bueno, si lo de " del tal palo, tal astilla" era cierto, ella también lo tomaría bien.

"Me gustan las chicas"

"..."

Oh no… lo dije sin pensar.

"..."

El tiempo pasó y ella siguió sin responder. Esto era el fín, me sacaría de la familia. Me mandaría lejos o peor aún me haría de todas formas casarme con un hombre.

No debi haber dicho nada.

" ah, mierda!" escuche una voz a lo lejos. Mire a mi alrededor, tratando de buscarla.

"Jaja! Te lo dije!"

Río mi abuela fuertemente.

"Abuela?" pregunté confundida.

Se levanto y tomo su celular, el cual al parecer estaba en altavoz.

"Me debes 50, eh?" le dijo a la persona de la otra línea.

Estaba tan confundida que deje de prestar atención y solo la miraba en total confusión.

"Hija, eso yo ya lo sabia" me dijo con una tierna sonrisa.

"Lo sabias?!"

" por dios, Maki. Si te he visto desde pequeña. Hija, debo decir que eres la niña mas gay que haya visto jamás. No puedo creer que te tomó tanto en decirmelo, estoy un poco herida sabes" dijo fingiendo sufrimiento, poniendo su mano en su pecho.

" yo…" en verdad no sabia que decir. Que estaba ocurriendo.

"No te preocupes, ya no te buscaré chicos. Ahora me dedicare a encontrarte una tierna y dulce chica que pueda lidiar con tu terrible carácter"

" abuela!"

La risa de mi abuela crecía mientras mi vergüenza le hacía competencia.

….

A la mañana siguiente, salí de la casa a la misma hora de siempre. Como era de costumbre antes de ir al hospital me reunía con mi mejor amiga, para caminar juntas hasta la intersección que nos separaba.

"Maki-chan~" me saludo a la distancia una chica linda de cabellos grises.

Sacudí mi cabeza al ver como un montón de chicos le hacían círculo. Desde siempre ha sido así. Ella siempre fue muy popular.

"Hola, Kotori" le saludé de vuelta acercándome a ella.

Kotori se levanto y camino conmigo. Pude notar como el semblante de los chicos se decai al ver como ella simplemente se iba sin despedirse.

"Por que es que siempre que te veo hay chicos coqueteando contigo?"

"Hmm? Coqueteando? Solo estaban siendo amigables~"

"A-ha" le dije rodando mis ojos.

" aparte tu sabes que mi corazón le pertenece solo a ese glutton de cabellos naranjas~" me contestó con una sonrisa enorme.

Kousaka, Honoka. Ella es la novia de Kotori y una de mis mejores amigas.

No se como describir bien a Honoka...hmm ella es una persona muy simple, alegre, y determinada. Para ser honesta, al principio me pareció molesta pero a como pasaba el tiempo le empecé a admirar esa determinación por lograr lo que quería.

Ella al igual que yo trabaja en el negocio de sus padres, ella estudió repostería y ahora trabaja con ellos.

Pero por ahora no hablare mucho de ellas. Esta historia va más allá de ellas.

…..

Cuando llegué al hospital salude a la recepcionista como de costumbre. Empeze a dar mis rondas, checando a todos mis pacientes y platicando una que otra vez con quien viniera a mi.

A lo lejos vi a esa seria cirujana que volvía loco a mitad del hospital. Sonoda, Umi. Una peli-azul alta, de hermosos ojos color miel. Umi es una persona, hmmm… demasiada densa, jamás se da cuenta cuando alguien coquetea con ella. Ella al igual que yo le gustan las chicas, aunque jamás le he conocido a una novia. La verdad a como es ella, no creo que jamás le conozca a una. Pero espero que eso cambie pronto, si mal no recuerdo, me comentó que su madre le dijo que si no le traía a una chica este año, ella se encargaría de encontrarle a alguien por ella.

"Maki" me saludo con una sonrisa acercándose a mi.

"Umi" le contestó con la misma sonrisa.

"Día largo?" le pregunté al notar unas ojeras formándose bajo sus ojos. Ella solo rio. "Cuando termines tu turno, te veras igual o peor que yo"

Yo solo rei.

"Oh, sabes, me estaba comentando tu mama que una nueva cirujana vendrá pronto"

" eso parece" contesté sin mucha importancia " no te preocupes Umi. Para mi tú siempre serás la mejor" le dije con una sonrisa.

La vi sacar su diario negro de su bata y escribir un par de cosas. Nunca le he preguntado que escribe, pero estoy segura que si lo leyera descubrirá muchas cosas acerca de ella.

Al cerrar su diario, ella me devolvió la sonrisa para después despedirse ya que su turno ya había terminado.

El día pasó igual que siempre. La misma rutina todos los días, en mi tiempo libre seguía pensando en lo que mi madre y abuela me habían dicho.

Era verdad que pasaba mucho tiempo aquí pero solo era porque quiero ser la mejor en lo que hago. Quiero hacer a mi madre orgullosa y mi padre que me mira desde arriba sonreír.

Pero, yo también a veces me sentía sola. Hubo varias ocasiones en las que pensé que Umi y yo haríamos bonita pareja. Digo, las dos trabajamos en el mismo lugar así que siempre tendríamos tiempo de vernos. Tenemos las dos gustos en común y nos entendemos muy bien.

Claro que eso nunca se lo he dicho a ella, no quiero arruinar mi amistad con ella.

Me preguntó si algún día me enamoraré, como sera esa chica? Seria seria y orgullosa como yo? Debo de admitir que no me gustaría eso… tal vez de alguien más alegre y expresivo como Kotori, pero que no coquetee tanto como ella. Alguien que le guste la música como a mi, y que a mi abuela y madre les caiga bien.

Alguien que sepa cocinar bien, ya que yo no soy muy buena… cielos, esto parece más como una lista de deseos. Dudo mucho que alguien así exista.

Pero si estás ahí afuera...espero conocerte pronto.

….

Cuando termine mi turno esa noche, al llegar a casa me fui a la cama pensando en eso.

A la mañana siguiente me levante molesta, era mi día libre y lo queria usar para poder dormir pero el ruido que venía de abajo me despertó. No solo era esto extraño pero también molesto.

Sin importar cómo lucía baje las escaleras malhumorada.

"Oh, Maki-chan" me saludo mi abuela alegremente.

"Abuela!" me queje " me puedes decir por qué tanto ruido?"

Le dije acercándome a ella sin notar a la persona que estaba a su lado.

"Maki, no seas grosera. Saluda a la visita" me regaño mi madre.

Visita? Quien demonios esta en esta casa tan temprano? No hemos tenido visita desde que mi padre murió.

Gruñi molesta.

"Parecía demasiado bueno para ser real" escuche una voz extraña decir.

"Eres muy linda, Maki-chan~ pero al parecer tu carácter no es muy bueno" dijo bromeando.

Frunci mi ceño molesta.

"Ah, pero te aseguro que mi nieta no es siempre así" contestó mi abuela.

"Asi es" añadió mi madre rapidamente " Maki es muy dulce y tierna también"

Pero que demonios? Acaso me están tratando de ligar a alguien?

Después de unos segundos abrí bien mis ojos y al fin noté a esa chica al lado de mi abuela.

Una hermosa pelinegra de brillantes ojos carmín. "Buenos días~" me dijo con una sonrisa.

Oh cielos… muy linda… sentí como mi corazón saltó un latido. Hace tiempo que no me sentía así.

"Pero hija que no piensas saludar?" me regaño mi madre de nuevo.

"No se preocupe, señora. De seguro Maki-chan está molesta porque le desperté. Lo siento, cariño" me dijo guiñandome el ojo.

Pero quién se cree esta chica. Me sentí molesta, se estaba burlando de mí?

"Quién eres tú?" al fín pude hablar.

"En verdad no sabes quien soy?" dijo un poco herida. Yo simplemente negué con mi cabeza. "Mi nombre es Yazawa, Nico. Un placer conocerte"

Y desde ese momento toda mi vida cambio.

A.N.

Esto era una idea que tenía desde hace tiempo y no me dejaba de molestar. La historia no es muy larga y ya tengo todos los capítulos escritos. Probablemente se termine esta misma semana lol

Pero aunque más quisiera escribir para las demás, si no me quitaba esto de encima. No me podría enfocar en lo demás. En fin, que estén bien y nos vemos.